Normas de convivencia: el inicio de la vida en sociedad

Las normas de convivencia son un conjunto de pautas de comportamientos sociales que han sido establecidas por un grupo de personas o una comunidad. Estas normas se sustentan en el respeto que debe existir entre los individuos, buscan promover el buen trato y la vida en armonía dentro de la sociedad. De esta manera, las normas de convivencia están respaldadas por un conjunto de valores tales como el respeto al otro y sus derechos, la honestidad, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad, la responsabilidad, el compañerismo, el sentido del deber, el trabajo en equipo, entre otros.

Normas de convivencia: el inicio de la vida en sociedad


Las normas de convivencia son un conjunto de pautas de comportamientos sociales que han sido establecidas por un grupo de personas o una comunidad. Estas normas se sustentan en el respeto que debe existir entre los individuos, buscan promover el buen trato y la vida en armonía dentro de la sociedad. De esta manera, las normas de convivencia están respaldadas por un conjunto de valores tales como el respeto al otro y sus derechos, la honestidad, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad, la responsabilidad, el compañerismo, el sentido del deber, el trabajo en equipo, entre otros.

28-04-2022

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Las normas de convivencia son un conjunto de pautas de comportamientos sociales que han sido establecidas por un grupo de personas o una comunidad. Estas normas se sustentan en el respeto que debe existir entre los individuos, buscan promover el buen trato y la vida en armonía dentro de la sociedad. De esta manera, las normas de convivencia están respaldadas por un conjunto de valores tales como el respeto al otro y sus derechos, la honestidad, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad, la responsabilidad, el compañerismo, el sentido del deber, el trabajo en equipo, entre otros.

El entendimiento de los valores que se comparten en un espacio o institución, así como actuar en concordancia a los mismos, favorece la posibilidad de vivir en un espacio constructivo y organizado, en el que se comparte un código de conducta y principios que permitan el buen fluir cotidiano. Asimismo, estas normas consensuadas ayudan a prevenir algunos conflictos y, cuando estos se presentan, permiten una mejor solución de estos.

Es importante mencionar que las normas de convivencia varían en función de los contextos culturales, del tipo de relaciones que se establezcan entre los integrantes de un determinado grupo y del espacio físico en el que se manifiestan. Sin embargo, debe quedar claro que, si bien varían las pautas de convivencia en relación al contexto, siempre debe existir coherencia entre ellas y las acciones que se llevan a cabo en una determinada situación, ya que se basan en los mismos principios y valores. Por ejemplo, existen distintas normas de convivencia, siempre guardando coherencia, en un espacio familiar que en uno pedagógico, laboral, virtual, público o profesional.

Como sabemos, el hombre es un ser social por naturaleza y, para poder alcanzar un equilibrio entre su integridad física y su salud mental requiere distintos espacios de socialización que le permitan desarrollarse en diferentes ámbitos. Por ello, “La importancia de la convivencia recae en el reconocimiento individual como un ser social para conocer y aceptar a otras personas con sus propias diferencias o características. Además, la convivencia es necesaria para vivir en armonía con todo aquello que rodea el entorno en donde se habita”.

En este contexto, cabe recalcar que las normas de convivencia brindan seguridad y promueven la vida en un ambiente pacífico y organizado. Además, estos “acuerdos sociales” contribuyen en la transmisión de hábitos adecuados y saludables para lograr un ambiente de trabajo más seguro y productivo, así como la construcción del sentido de pertenencia. Considerando lo señalado, las normas de convivencia son necesarias para la vida en sociedad, debido a que favorecen la consolidación de valores indispensables para el crecimiento colectivo.

Podemos tomar como ejemplo la convivencia y buena relación entre los vecinos de un edificio, donde es necesario llegar a acuerdos con respecto al uso de las zonas comunes, el horario de trabajo y la organización de eventos. Por su parte, tanto en el ámbito escolar como laboral, algunos ejemplos comunes podrían ser esperar turnos para hablar en el aula o en una reunión de trabajo, respetar las opiniones de los demás, no agredir física ni verbalmente a los compañeros o colaboradores, ser puntuales, respetar el código de vestimenta, el lenguaje a utilizar, el uso de dispositivos electrónicos, el ingreso a determinadas páginas webs, entre otras.

Dada la importancia de lograr una buena convivencia en casa y en los distintos ámbitos en los que nos desempeñemos, ¿cuáles podrían ser pautas a tomar en cuenta para desarrollarla? Algunos breves consejos para los padres de familia se presentan a continuación:

  • Siempre da el ejemplo e intenta mantener una convivencia saludable en casa. 
  • Empieza a introducir límites y normas de convivencia en casa desde temprana edad.
  • Tómate el tiempo necesario para reflexionar con los chicos para que vayan asumiendo estas normas como propias y siempre busca ser coherente con los valores y principios que les estás enseñando. De esta manera, estarás contribuyendo a la construcción de su autonomía moral.
  • Explica la importancia de las pautas establecidas en casa para lograr una buena convivencia, haz visibles las consecuencias favorables para todos. Es necesario que los niños, desde que son pequeños, comprendan el sentido y el porqué de estas normas. Ello les permitirá no sentirlas como impuestas o negativas, sino acercarse a la comprensión de la regla de oro “no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”.
  • Promueve un clima agradable y cálido en casa, un espacio en el que todos puedan dar su opinión y construir las normas en conjunto para el beneficio colectivo.
  • Plantea normas claras desde el inicio, intenta que sean comprensibles y comunicables para todos.
  • Establece consecuencias lógicas para cuando las normas no se cumplan. En ese sentido, es necesario que los chicos puedan mantener una comunicación fluida con los diferentes miembros de la familia y que entiendan qué sucederá si rompen un compromiso o norma. Es importante mencionar, que esto no implica plantear “premios” y “castigos”, sino por el contrario, alejarnos de esta estrategia que promueve el “condicionamiento” de los chicos y que es superficial. Los premios y castigos no enseñan una habilidad o conducta sino, promueven que el niño evite o repita una situación o respuesta para conseguir lo que busca. Es decir, al utilizarlos como estrategia, si bien se puede conseguir que los niños hagan aquello que los adultos desean, lo hacen sin comprender el por qué es lo más importante y no interiorizan el beneficio de aquello que están haciendo para ellos y su entorno. En estos casos se promueve el desarrollo de una motivación extrínseca y no intrínseca que es lo que finalmente queremos lograr. 
  • Fomenta espacios de conversación o negociación, donde los chicos aprendan a ver el punto de vista de los otros y a coordinar con ellos. Esto contribuye también al desarrollo de la empatía, la capacidad de ponerse en los zapatos del otro e ir construyendo el sentido del bien común.
  • Busca mantener un enfoque equilibrado de conducta en casa en el que no se promueva ninguno de los extremos.
  • Evidencia una posición sólida, pero compartida y coherente. Las normas de convivencia deben estar pensadas tomando en cuenta la armonía y el respeto que debe existir entre todas las personas que comparten un espacio.
  • Promueve la equidad, la justicia y el reconocimiento de los logros en familia.

 

¿Qué beneficios trae seguir las reglas de convivencia en los distintos espacios y en la sociedad en general?  

  • Promueve la adquisición de valores.
  • Favorece al individuo y al grupo.
  • Fomenta seguridad, respeto y protección.
  • Contribuye a la adquisición de autodisciplina y autonomía moral.
  • Permite desarrollar hábitos y formas de comportamiento saludables.
  • Ayuda a que los chicos puedan saber identificar qué se espera de ellos en cada una de las diferentes situaciones o espacios.
  • Posibilita la concordancia, la armonía y el trato amable entre los miembros de una comunidad.
  • Genera un ambiente democrático, de respeto y cariño.

 

Establecer adecuados lazos y normas saludables de convivencia en casa es fundamental para luego aprender a convivir en sociedad. Estas normas de convivencia no solo nos ayudarán a compartir mejor en la familia y en la escuela, sino que también nos convertirán en mejores ciudadanos.

 

Referencias:

 

 

 

[1] Convivencia: En: https://conceptoabc.com/convivencia/#:~:text=La%20importancia%20de%20la%20convivencia,entorno%20en%20donde%20se%20habite.

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