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El autocontrol implica regular nuestro comportamiento y emociones, reflexionando antes de actuar y considerando las consecuencias de nuestras acciones. En la infancia, los niños dependen de sus padres para desarrollar el autocontrol y manejar sus emociones, ya que ellos son los responsables de establecer normas y límites para una convivencia armónica en casa. En este contexto, es esencial que los padres actúen como modelos y enseñen principios estables a sus hijos para que aprendan a ser autónomos y responsables.  Esto no implica controlar su comportamiento o decidir constantemente lo que deben hacer, sino, por el contrario, permitirles reflexionar, elegir y actuar con responsabilidad, brindándoles orientación y alternativas.

Durante su crecimiento, los niños experimentan diversas emociones como tristeza, miedo, alegría, enojo, entre otras. Todas estas emociones son importantes y válidas, aunque la sociedad suele aceptar algunas más que otras. Sin embargo, es bueno estar consciente de que, si reprimimos estas emociones en los niños y no les permitimos procesarlas en su momento, se expresarán y saldrán de manera impulsiva y hasta destructiva eventualmente.

En muchas situaciones los niños pueden tener conductas inapropiadas y sentimientos de frustración o rabia. A veces, ellos recurren a llorar, patalear, golpear o gritar como formas de expresión para desafiar a sus padres, manipularlos en cierta medida, y satisfacer sus deseos rápidamente. En este sentido, es fundamental prevenir y trabajar desde temprana edad para crear espacios de aprendizaje, tanto en la escuela con los maestros y sus pares, como en la casa con los padres y sus hermanos, de manera que los niños puedan observar modelos adecuados y, poco a poco, aprendan a expresar sus emociones verbalmente y de manera adecuada.

En efecto, este proceso de adquirir autocontrol requiere educación y desarrollo, por lo que los niños pequeños no podrían lograrlo sin el apoyo de sus padres y de un entorno adecuado. En esta línea, es necesario darles dicho apoyo a los chicos, toda vez que lidiar con los sentimientos facilita el control de los impulsos, el manejo del estrés y la frustración. Asimismo, promueve relaciones interpersonales positivas, seguridad y una mejor autoestima.

¿Cómo fomentar el autocontrol?

Para ayudar a nuestros hijos a desarrollar autocontrol, es fundamental que aprendan a reconocer y aceptar sus emociones, así como a gestionarlas. También, deben cultivar la habilidad de identificar otros factores que afectan su estado de ánimo, como la falta de sueño, necesidades básicas insatisfechas o la sobreestimulación. Como adultos, es importante generar los espacios para que los niños puedan expresar lo que sienten y tengan libertad para explorar y comprender sus emociones.

Por otro lado, establecer límites claros, consistentes y coherentes proporciona estabilidad y orden a los niños, mostrándoles que no pueden manipularnos con pataletas o negociaciones interminables. Los hábitos y la rutina también juegan un papel importante en el desarrollo, ya que permiten que los niños prevean y organicen mentalmente sus actividades. Antes de que ocurra una pataleta, es crucial identificar las señales y enseñar al niño a reconocer esos indicadores que se presentan en la etapa previa a perder el control, así como los sentimientos asociados a ese momento. Si como adulto identificamos algunas señales de alerta es esencial intervenir verbalizándolo, brindándole cariño y ayudándolo a ver distintas alternativas de solución. Otra estrategia que puede funcionar es recurrir al sentido del humor o al contacto físico para calmarlo.

Finalmente, es recomendable tener paciencia y mantener la confianza, ya que ustedes como padres suelen ser excelentes maestros. Recuerden que, si desde temprana edad enseñamos a nuestros hijos a gestionar sus emociones y ejercer autocontrol, les estaremos proporcionando una herramienta valiosa para la vida. Es crucial crear un ambiente cálido en el que la comunicación y el diálogo sean prioritarios, estableciendo bases sólidas para desarrollar autonomía y responsabilidad. Sin embargo, lo más importante es lo que enseñamos a través de nuestro ejemplo, tanto en este aspecto como en muchos otros.


¿Por qué es frecuente que se presenten pataletas?

Las pataletas son explosiones de rabia y frustración que suelen ocurrir en niños pequeños cuando tienen dificultades para comunicarse. Al vivir en el presente, los niños tienden a buscar la satisfacción inmediata de sus deseos, lo que a veces los lleva a perder el control. Si bien las pataletas ocasionales pueden presentarse comúnmente en los niños, no debemos permitir que se acostumbren a responder de manera impulsiva y desafiante. Si surgen pataletas, debemos tratar de no perder la ecuanimidad y tratar de no darles más atención de la necesaria ni dejar que la pataleta “funcione” para lograr el objetivo de los niños.

¿Cuáles medidas o acciones podemos implementar cuando se presenta una pataleta? Aquí mencionamos algunas de ellas:

  1. Cuando estés hablando con el niño, evita elevar el tono de voz; al contrario, mantenlo bajo para que él también se calme y ninguno de los dos pierda el control.
  2. Ponte a su nivel para conversar con él, es importante que hagas contacto visual y le hables con cariño y firmeza.
  3. Nunca recurras a la agresión física para detener la pataleta, ya que esto le enseñará al niño que cuando está enojado debe golpear. Además, es una falta de respeto a su dignidad.
  4. Si la pataleta comienza fuera de casa, lleva a tu hijo a un lugar apartado para poder tener más tranquilidad al momento de hablar con él y lograr un mayor control de la situación.
  5. Abraza a tu hijo. Al principio, el podrá gritar y patear, pero luego se calmará. Mécelo suavemente hacia atrás y hacia adelante, actuando con serenidad y usando pocas palabras y simples.
  6. Intenta distraer a tu hijo con una experiencia agradable o utilizar el humor, pero sin pasar por alto la conducta inapropiada y los sentimientos que la acompañan. En esa línea, es conveniente esperar otro momento en el que el niño este calmado para poder reflexionar sobre el tema. 
  7. Preséntale alternativas para que se sienta más autónomo y gane seguridad.
  8. Después de demostrar comprensión, evita reforzar la conducta negativa del niño, ignore la pataleta y mantén la calma.
  9. Cuando el niño se calme, felicítalo por haber logrado tranquilizarse. Luego, puedes conversar con él sobre lo ocurrido cuando esté calmado.

Bibliografía:

  • ADAMO, Paula (2018). Por qué los niños hacen pataletas a partir de los 2 años (y 8 consejos para lidiar con ellas). En: https://www.bbc.com/mundo/noticias-45560294
  • ARCE Amalia (2020). El autocontrol y la regulación emocional en los niños: ¿cómo trabajarlos? En: https://monpediatric.com/autocontrol-regulacion-emocional-infancia/
  • FIGUEROA, Francisca (s/f). Pataletas: ¿qué son, y qué hay detrás de ellas? En:

https://medicina.uc.cl/publicacion/pataletas-que-son-y-que-hay-detras-de-ellas/

  • Guía para padres (2006). “Aprende jugando: educación Temprana y desarrollo Integral” Tomo 8: Autocontrol. El Comercio, Lima.
  • LANSKY, Vicki (1994). Ideas prácticas para padres. Ed. Medici, Barcelona.
  • LYFORD Alexander (2013). Pike, Ternura y Firmeza con los niños. Ed. Universidad Católica de Chile, Santiago.
  • NUREYA Abarca y ZANARTU Patricia (2010). Autocontrol en la sala de clases. Ed. Universidad Católica de Chile, Santiago.
  • RENSHAW, Karen (2012). El padre competente de la A a la Z. Ed. Medici, Barcelona.

Ser padres implica un constante reto y mucho aprendizaje. Existen diversos estilos parentales y diferentes estrategias que los padres pueden aplicar al momento de educar a sus pequeños; sin embargo, uno de los estilos que recomiendan los especialistas por promover resultados adecuados a largo plazo en los niños, es la crianza respetuosa.

¿Qué se entiende por crianza respetuosa? 

Los profesionales que forman parte de la plataforma “La Tribu, Criar con sentido común”,  definen la crianza respetuosa como “un estilo que busca ofrecer a los bebés y a los niños lo que se considera que necesitan: no solo alimento, higiene, seguridad y el confort de un hogar con pañales limpios, sino también abrazos, cariño, amor, atención y respeto. Basándose en la premisa de que el llanto es una llamada de auxilio del bebé, su manera de expresar que necesita sentirse seguro y en calma para poder explorar y aprender del entorno; de sentir el acompañamiento por parte de los adultos[1]

La crianza respetuosa tiene como fundamento la teoría del apego del psicoanalista John Bowlby, quien plantea que se establecerá un vínculo seguro entre el niño y su cuidador cuando aquel sienta que este es capaz de responder a sus necesidades de manera eficaz y comprender sus emociones. “Este apego se caracteriza por ser incondicional: el bebé se siente querido, respetado y valorado[2] por el adulto que lo tiene a su cargo. Según Bowlby, este tipo de vínculo se desarrolla en base a la constancia del adulto responsable del bebé para brindarle cuidados y seguridad.

Así, este estilo de crianza tiene como principios básicos para educar la comprensión, la empatía, el amor y el respeto.  Desde esta práctica, los niños aprenderán a tratarse de forma adecuada y a ser respetuosos con los demás. Educar desde el respeto es cuidar el vínculo entre padres e hijos y favorecer la comunicación constante y el diálogo entre ellos sin poner énfasis en las jerarquías. La idea es que tanto padres como hijos se traten siempre con respeto y sin olvidar que mamá y papá son figuras de autoridad y que cuentan con mayor experiencia y conocimientos sobre ciertos temas.

Si bien al momento de implementar este tipo de crianza pueden surgir dificultades y cuestiones vinculadas a los límites, el modelo se fundamenta en el respeto entre los padres, el niño y su entorno cercano. En este contexto, se entiende que una actitud de respeto hacia cualquier persona se responde igualmente con una acción respetuosa. Aquí, es pertinente explicitar que cuando se habla de respeto se está haciendo referencia a uno de los valores más importantes para la vida en sociedad. El respeto es aceptar a los demás como son, con sus características e individualidades sin pretender cambiarlos. Asimismo, respetar implica valorar las cualidades del otro y tratar a los demás como quisiéramos que nos traten a nosotros, siendo conscientes tanto de nuestros deberes y derechos, como de los de los demás. En esa línea, el respeto es un valor que incluye reciprocidad.

En la educación tradicional se busca que los niños interioricen las normas porque sus padres lo decían, porque les debían obediencia y respeto por ser mayores. Esto, en muchas oportunidades determina que los chicos tengan que seguir las normas sin entenderlas. Por su parte, lo que la crianza busca es que los niños puedan entender el porqué de las normas, reflexionar sobre ellas, aprender a tomar mejores decisiones y elegir con mayor autonomía. De igual modo, con este estilo de crianza se procura que los chicos puedan desarrollar sus propias ideas, cuestionarse, reflexionar y dar a conocer sus puntos de vista, siempre por los canales adecuados y guardando el debido respeto y las formas al hacerlo. Con esto, los chicos aprenden a argumentar, desarrollan el pensamiento crítico, se expresan y pueden explicar de forma razonada sus opiniones y conocimientos, aunque no tengan siempre razón o no estén de acuerdo con lo que otros plantean. El buen trato es una condición de este estilo de crianza: si nos equivocamos o decimos algo errado, no nos gustaría que nos tachen o nos anulen, sino que, por el contrario, a través de una comunicación amigable y enriquecedora nos muestren nuestro error.

¿Qué no es crianza respetuosa? 

Es común confundir la crianza respetuosa con la falta de límites. Algunas personas han entendido que educar desde el respeto implica ser totalmente permisivo y formar a los pequeños sin normas ni consecuencias, o sin el principio de autoridad. Es importante que quede claro que esto no es así. Aprender a relacionarse con respeto está directamente relacionado con la capacidad de poner límites y de respetar los límites de los demás.

En el siguiente cuadro podemos ver con mayor claridad las diferencias[3]:

Es crianza respetuosa

No es crianza respetuosa

Poner límites claros, comprensibles y consistentes, no deben cambiar según el momento.

Conceder cualquier deseo al niño.

Entender cuáles son sus necesidades emocionales y responder a ellas de la forma más apropiada.

Dar al niño todo lo que pida y en el momento que lo pida.

Explicar el porqué de los límites. 

Escuchar algunas veces y otras no según las circunstancias.

Tener en cuenta lo que los pequeños sienten y validar sus emociones.

Improvisar nuestras decisiones según el humor, el estado de ánimo y el nivel de cansancio que tengamos.

Tomar suficiente tiempo para escuchar sus razones y comprenderlas.

Dejar de aplicar las consecuencias al rebasar los límites.

 

A través de la crianza respetuosa los padres proponen límites razonables, no castigos. También, proponen normas con sentido y adecuadas para el momento de desarrollo e el que se encuentra el niño (tanto emocional como cognitivo).

Los límites ayudan a que los niños se sientan más seguros y tengan mayor claridad acerca de qué se espera de ellos. En este sentido, es fundamental construir las normas con los niños para que puedan comprenderlas. También, es necesario dialogar con ellos por si muestran alguna dificultad para identificar las razones que están detrás de las normas. En esa línea, en caso de que los pequeños incumplan los límites es importante establecer consecuencias naturales (que provienen de la misma situación) o lógicas (en este caso el adulto aplica una consecuencia que no es natural, pero sí “lógica” o vinculada con la conducta), claras y realistas. Además, las consecuencias deben ser proporcionadas, ligadas a la falta e inmediatas.

Cuando hablamos de consecuencias debe quedar claro que no nos referimos a castigos (estos crean sentimientos negativos y resentimiento). La disciplina respetuosa intenta no recurrir al castigo, sino a restaurar el orden que se ha roto al no respetar el límite impuesto. Así, una consecuencia es aquello que surge de una conducta inadecuada y que tiene como objetivo que el niño aprenda en base a las acciones que cometió. Considerando lo señalado, es bueno preguntarse ¿qué debe aprender el niño?

Por otro lado, si aplicamos la misma consecuencia para diferentes conductas corremos el riesgo de que las consecuencias pierdan su efectividad. Es necesario tener en cuenta que las consecuencias deben aplicarse de forma consistente; es decir, en todas las ocasiones. Finalmente, es fundamental que el niño conozca antes las consecuencias que se aplicarán cuando incumpla las normas establecidas.

¿Cuáles son las ventajas de la crianza respetuosa?

Los pequeños desarrollan una mejor gestión de sus emociones, son capaces de reconocerlas y plantear estrategias para atenderlas o manejarlas mejor. De igual modo, este estilo de crianza repercute en una mejor autoestima, esto debido a que los niños desarrollan más confianza en sí mismos, se sienten más seguros e interiorizan que sus opiniones son valoradas y escuchadas por los demás. También, con la crianza respetuosa los pequeños aprenden a ser más tolerantes con la diversidad y a escuchar a los demás, aunque no piensen igual o no estén de acuerdo con sus posturas. Otra ventaja importante es la capacidad de desarrollar mayores niveles de sociabilidad y empatía: estos chicos están más acostumbrados a relacionarse con los demás y a dar a conocer sus opiniones, así como a escuchar a todos por igual, mostrándose comprensivos y poniéndose en el lugar del otro.

En general, los niños que han vivido con padres que han aplicado el estilo de crianza respetuosa saben expresarse con mayor facilidad (suelen ser más asertivos) y se sienten más seguros y autónomos. Finalmente, se menciona como ventaja el que sean niños más sanos y con un mayor grado de felicidad. En general, los niños que se educan en un espacio en el que prima el respeto crecen en un ambiente más acogedor y amable en el que pueden sentirse más tranquilos y libres de estrés, un lugar donde son valorados y queridos por lo que son.

Referencias:

 

 

[1] Conozcamos qué es la crianza respetuosa y ¡celebremos su día! (2022). En: https://www.doctoraki.com/blog/bienestar-y-salud/crianza-respetuosa-que-es-y-sus-8-claves/

[2] Tipos de Apego y sus implicaciones psicológicas (2023). En:

https://www.mentesabiertaspsicologia.com/blog-psicologia/tipos-de-apego-y-sus-implicaciones-psicologicas#:~:text=1.-,Apego%20seguro,en%20proporcionar%20cuidados%20y%20seguridad.

[3] Cuadro tomado textual de: ¿Qué es y qué no es la Educación Respetuosa? En: https://colegiokhalilgibran.es/2022/09/19/que-es-y-que-no-es-la-educacion-respetuosa/

 

 

La dificultad de procesamiento sensorial es una condición en la que el sistema nervioso del niño se ve abrumado o desbordado al recibir una serie de estímulos del exterior que no puede procesar de manera adecuada. Estos niños se sobrecargan sensorialmente por la cantidad o intensidad de estímulos sensoriales a los que están expuestos, aunque para el resto de las personas estos estímulos puedan no ser percibidos como excesivos o demasiado intensos. Los estímulos a los que se hace referencia incluyen lo que el niño ve, escucha, toca, huele y saborea.

Los niños con sobrecarga sensorial pueden tener dificultades para filtrar, procesar y responder adecuadamente a los estímulos sensoriales. Esto puede generar una variedad de indicadores y comportamientos, que varían de un niño a otro. Algunos ejemplos de estos indicadores o señales de alerta son:

  • Sensibilidad extrema: El niño puede reaccionar de manera intensa a ruidos más o menos fuertes, luces brillantes, texturas ásperas o incluso ciertos olores o sabores, aunque para las demás personas el estímulo no sea percibido como especialmente fuerte o intenso. Por ejemplo, es común que algunos niños puedan mostrarse sensitivos al tacto, lo que puede llevarlos a evitar algunas fibras, etiquetas en la ropa o incluso el contacto físico.
  • Evitación de situaciones: El niño puede evitar situaciones o lugares que le generen sobrecarga sensorial, por ejemplo, espacios que puedan tener mucho ruido o gente.
  • Comportamientos desafiantes: En algunos casos, los niños pueden presentar conductas evitativas desafiantes tales como berrinches o agresividad.
  • Dificultades en la concentración y atención: La sobrecarga sensorial puede impedir la concentración y la participación del niño en actividades cotidianas.
  • Búsqueda de estímulos sensoriales: De otro lado, algunos niños pueden buscar ciertos estímulos para obtener calma o satisfacción.

 

Es importante destacar que la sobrecarga sensorial puede estar presente en niños con algunas condiciones neurológicas o trastornos del desarrollo, como el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la dificultad del procesamiento sensorial y otros cuadros. Sin embargo, también puede afectar a niños que no tienen ningún diagnóstico específico[1].

El tratamiento de la sobrecarga sensorial puede incluir la terapia ocupacional, que se enfoca en ayudar al niño a regular y procesar adecuadamente los estímulos sensoriales. Por su parte, los padres y educadores también pueden adaptar el entorno para reducir la cantidad de estímulos y proporcionar estrategias que ayuden al niño a manejar la sobrecarga. En general, si se sospecha que un niño puede experimentar dificultades en el procesamiento sensorial es importante consultar a un especialista para una evaluación y un plan de intervención.

¿Qué se puede hacer para apoyar a los niños con esta condición?

Hay varias estrategias que se pueden emplear para apoyarlos, entre ellas:

  • Observar y reconocer las señales: Estar atento a las señales de sobrecarga sensorial es fundamental. Observar cómo reacciona ante diferentes estímulos y registrar qué situaciones parecen serle más desafiantes.
  • Crear un ambiente tranquilo en casa: Para ello, puedes usar iluminación cálida o tenue y música de fondo (sin letra) o instrumental con un volumen bajo; así como evitar los ruidos innecesarios. Este espacio puede tener juguetes o actividades que le ayuden a autorregularse. También, el uso de tapones u orejeras pueden contribuir como paliativos.
  • Ofrecer opciones y promover el control: Proporcionar a tu hijo opciones para que tenga cierto control sobre su entorno. Por ejemplo, que elija la ropa que quiere usar o las actividades que quiere hacer, que pueda manejar el control remoto de los aparatos eléctricos para que aprenda a conocer y manejar la intensidad y el volumen que le acomoda, etc.
  • Enseñar estrategias de afrontamiento: Ayudar a tu hijo a aprender técnicas de respiración profunda, cerrar los ojos, a intentar concentrarse en él mismo y promover el que reflexione en sus sentimientos internos y pensamientos guardando la calma,  etc.
  • Fomentar la comunicación abierta: Anima a tu hijo a expresar cómo se siente y qué le resulta difícil, esto permitirá que entienda mejor sus necesidades y preocupaciones.
  • Planificar las salidas y actividades: Anticipar los detalles de las actividades ayudará a tu hijo a estar preparado y poder lidiar con la situación y le dará herramientas con tiempo. Por ejemplo, pueden llevar un kit con elementos reconfortantes, como audífonos con cancelación de ruido o juguetes sensoriales.
  • Buscar apoyo profesional: Si notas que la sobrecarga sensorial está afectando la vida diaria de tu hijo, es importante buscar a un terapeuta ocupacional u otros profesionales de la salud especialistas en trastornos sensoriales.
  • Educar a los demás: Ayudar a amigos, familiares y educadores a comprender las necesidades de tu hijo y brindarles herramientas para apoyarlo es una excelente forma de contribuir. La empatía y la comprensión son esenciales.
  • No hacerle sentir raro o diferente. Más bien es bueno tener presente que la hipersensibilidad infantil puede ser el anticipo de una capacidad extraordinaria de organización perceptiva que, bien conducida, sería la base para el desarrollo de habilidades y talentos extraordinarios.

Recuerda que cada niño es único, por lo que es importante probar diferentes estrategias y ajustarlas según las necesidades y preferencias de tu hijo. Tu apoyo, paciencia y comprensión serán fundamentales para ayudarlo a manejar la sobrecarga sensorial y tener una experiencia positiva en su entorno.

Referencias:

 

[1]WILMOT, Keri (2022)  Entender las dificultades del procesamiento sensorial En: https://www.understood.org/es-mx/articles/entender-dificultades-procesamiento-sensorial

También son conocidas como personas con alta sensibilidad (PAS). HERNANDEZ, Alicia (2023) "Saber que era una persona altamente sensible fue el gran cambio en mi vida" En: BBC Mundo extraído de https://www.bbc.com/mundo/noticias-64620904

 

 

Hablar en público es una competencia interpersonal que involucra óptimas habilidades de comunicación, entusiasmo y la capacidad de interactuar con una audiencia. Se considera una habilidad blanda[1], que depende más de la forma en que te relacionas con los demás que de cuestiones técnicas. Además, independientemente de la formación que elija una persona para su futuro, va a necesitar de la capacidad de comunicar, expresar ideas y establecer argumentos para desempeñarse en distintos ámbitos de su vida cotidiana.

La oratoria no solo mejora las habilidades de comunicación, sino que también contribuye a aumentar la autoconfianza en los niños. Así, el poder expresarse frente a un público les permite desarrollar habilidades importantes, como la organización, la capacidad de debatir, la argumentación, la defensa de sus ideas y posturas, la persuasión y el liderazgo. En esta línea, es conveniente que los pequeños aprendan a superar el temor que podría generarles el dirigirse a una audiencia y comunicar sus ideas. Debe quedar claro que la oratoria no es una habilidad innata, sino que se puede aprender. En ese sentido, es importante que los niños empiecen con grupos pequeños en los que se sientan cómodos y con temas de su interés. También es básico que se perciban preparados.

A pesar de que en el colegio se exige a los niños estudiar una variedad de áreas, algunas muy desafiantes, no siempre se incluye en el currículo el aprendizaje de cómo hablar en público. En muchas aulas es evidente el miedo escénico de algunos alumnos al salir a explicar algo en la pizarra, hacer preguntas o realizar una presentación.

Numerosos estudios respaldan que los niños que reciben una educación que incluye la habilidad para hablar en público tienen mayores posibilidades de destacar al integrarse con un nuevo equipo, al realizar presentaciones, buscar empleo e incluso iniciar un emprendimiento.

Algunas claves para aprender a hablar en público son:

Antes de comenzar, enséñele al niño a que piense en su audiencia y en lo que él espera obtener con su presentación. El hacerle algunas preguntas como ¿Quiénes van a escucharte? ¿Cuál es la idea principal que quieres transmitir? ¿Cuál es el objetivo de tu presentación? ¿Cómo vas a organizar tu discurso? ¿Qué ideas fuerza vas a querer afianzar? ¿Qué edad o características tiene tu público?, etc. puede ayudarlo a evaluar estos factores y a ajustar su presentación.

Observar, escuchar, practicar y saber frasear una idea para que se entienda y se recuerde son cuatro ingredientes básicos para aprender a hablar en público. Sin embargo, primero los pequeños tienen que aprender a desinhibirse, a manejar sus emociones y a creer en ellos mismos.

Para ello, se sugieren algunas pautas que se pueden realizar en la escuela y en la casa:

  • Organiza pequeñas presentaciones y grupos pequeños: Pide a los niños que hagan pequeñas presentaciones entre ellos sobre temas que les interesen y sobre los que conozcan; esto aumentará su confianza. Desde pequeños se puede ayudar a que aprendan poemas, rimas y canciones. A través de la lectura y la repetición en voz alta, su concentración puede aumentar y esto contribuirá al desarrollo de habilidades de oratoria.
  • Modela el comportamiento: Cuando son chicos, sé un ejemplo y anímalos a hablar en familia o con un público reducido y en confianza sobre un tema que sea de su agrado. También, pueden practicar grabándose para luego brindarles retroalimentación. Es importante enseñarles a no “hablar por hablar” cuando no están informados. En esos casos, es mejor preguntar o escuchar y quedarse callados para luego opinar. 
  • Expón ejemplos de presentaciones: Otra idea consiste en presentarles debates amenos y de temas que a ellos como niños les resulten interesantes. Actualmente, en internet hay una infinidad de videos que podrían servir de inspiración. Claro está que es importante filtrar estos videos y escoger los que brinden estrategias adecuadas, así como temas pertinentes a la edad de los niños.
  • Enseña a escuchar: Deben aprender a escuchar en diversas circunstancias, principalmente cuando algún compañero está presentando información.
  • Fomenta el que hagan preguntas: Los niños deben aprender a no inhibirse de preguntar cuando no hayan entendido o quieran obtener más información sobre lo que se está presentando. Es importante reforzar esta idea y hacerlos sentir cómodos y seguros, siempre enseñándoles a respetar los momentos oportunos y a no interrumpir.
  • Brinda apoyo: Asegúrate de alentar a los niños en todo momento. Hazles saber que están aprendiendo y que pueden cometer errores que les ayudarán a mejorar. En este contexto, cuando están en la escuela, cada presentación es una oportunidad para aprender. También, resulta esencial motivarlos, felicitarlos y aplaudir sus logros. Siempre es positivo dar retroalimentación constructiva sobre lo que hicieron bien y aquello en lo que pueden mejorar.
  • Enseña a que controlen las emociones: Muéstrales técnicas para controlar los nervios, como respirar profundamente antes de comenzar o visualizar una audiencia amigable, mirar a un punto específico, tener ayudas visuales, etc.
  • Plantea juegos de roles: Organiza juegos de roles donde los niños tengan que hablar frente a un grupo. Pueden representar personajes de cuentos o recrear situaciones cotidianas. Esto ayudará a que practiquen la expresión oral y a perder el temor.  
  • Promueve el uso de un lenguaje claro y conciso: Enséñales a organizar sus ideas antes de hablar y a expresarse de forma clara y directa. En esta línea, es importante que ensayen organizar la estructura de su discurso, los aspectos que quieren enfatizar, las ideas fuerza y aquello que quieren que su audiencia recuerde como idea principal. Es importante que no memoricen lo que van a decir, porque esto genera ansiedad y temor a olvidarse partes del discurso. Por el contrario, es preferible que tengan ideas claras y orden para que hablen de lo que saben con espontaneidad.
  • Incentiva el manejo del lenguaje corporal: La expresión facial, el movimiento del cuerpo y de las manos, así como el tiempo de duración de una presentación pueden hacer que esta sea aburrida o emocionante.

En resumen, las ventajas de aprender a hablar en público desde pequeños son numerosas: desarrolla confianza, habilidades de comunicación, capacidad para organizar ideas y comprensión. También, reduce el miedo escénico y promueve el pensamiento crítico y el liderazgo. En general, aprender a hablar en público desde temprana edad proporciona una base sólida para el desarrollo personal, académico y profesional de los niños a lo largo de su vida.

Referencias:

 

[1] Según Goleman, las habilidades blandas o “soft skills” se definen como aquellas vinculadas con la capacidad de la persona para relacionarse con otros, comunicar, compartir información, liderar o conducir, motivar, escuchar y empatizar, trabajar colaborativamente y en red, y para influir a los demás.

El autoconcepto y la autoestima son conceptos relacionados pero distintos, que juegan un papel clave en el desarrollo de los niños.

El autoconcepto es la percepción que una persona tiene sobre sí misma. Incluye las creencias y actitudes que la persona tiene sobre sus habilidades, características físicas, personalidad y roles sociales, entre otras. En el caso de los niños, el autoconcepto se va formando a medida que ellos interactúan con su entorno y reciben retroalimentación sobre su comportamiento y sus acciones.

Por su parte, la autoestima es la evaluación afectiva del propio valor y autoaceptación. Se refiere a cómo los niños se sienten acerca de sí mismos y cuánto valoran su propio ser. Cabe señalar que una autoestima positiva se asocia con sentirse valioso, competente y digno de ser amado, mientras que una autoestima negativa puede generar sentimientos de inseguridad y ansiedad.

¿Cómo se relacionan estos conceptos?

El autoconcepto influye directamente en la autoestima, ya que, si un niño se percibe positivamente, es más probable que tenga una autoestima saludable. La relación entre ambos es bidireccional, y se afectan y refuerzan mutuamente en diferentes áreas de la vida del niño:

  • En el desarrollo emocional: Un autoconcepto positivo y una autoestima saludable fomentan un mayor desarrollo emocional. Los niños con una autoimagen positiva tienden a tener más confianza en sí mismos y a enfrentar los desafíos con una mejor actitud. Esto les permite gestionar mejor sus emociones.
  • En lo que respecta a las relaciones interpersonales: Un niño con una autoestima saludable tiene mejores posibilidades de establecer relaciones sociales positivas. La seguridad en sí mismo contribuirá a mejorar sus habilidades de comunicación y de resolución de conflictos, así como a mantener límites adecuados en sus relaciones con los demás.
  • En lo relacionado con el rendimiento académico: El autoconcepto afecta las expectativas que un niño tiene sobre sus habilidades académicas. Si un pequeño cree que es capaz de aprender, será más probable que se esfuerce y que obtenga un mejor rendimiento.
  • En la toma de decisiones: El contar con un autoconcepto claro y una autoestima positiva contribuye a tomar decisiones más saludables.

Es esencial que los padres fomenten un ambiente cálido y respetuoso de las diferencias, en el que se valoren las habilidades de cada niño y se comunique esto de forma oportuna para que los pequeños desarrollen un autoconcepto positivo y una autoestima saludable.

¿Qué factores influyen en el desarrollo del autoconcepto y la autoestima?

El desarrollo del autoconcepto y la autoestima en los niños es un proceso complejo y multifactorial. Algunos de los principales factores que influyen en su desarrollo son:

  • Las experiencias sociales, incluyendo las interacciones con familiares y amigos, son fundamentales en la formación del autoconcepto y la autoestima del niño. El tipo de apoyo y retroalimentación que reciba durante su desarrollo influirá en cómo se percibe a sí mismo. Vale la pena señalar que el excesivo apoyo y la poca autonomía pueden jugar en contra en este proceso.
  • El entorno familiar desempeña un papel clave. Un ambiente cálido y de apoyo fomentará una autoestima saludable, mientras que un entorno disfuncional puede tener un impacto negativo.
  • Los niños moldean su autoconcepto y autoestima según las figuras de autoridad y modelos que siguen. La forma en que los padres, maestros y otros adultos significativos se ven y valoran influye en cómo los niños desarrollan su propia percepción.
  • Los logros y fracasos en diversas áreas de la vida pueden influir en la percepción que un niño tiene de sus habilidades y competencias, tanto de manera positiva como negativa. De igual modo, la forma como enfrenta los fracasos y qué hacen a partir de ellos, influyen en las percepción y valoración de sí mismos.
  • Las comparaciones sociales que los niños hacen con sus compañeros pueden afectar su percepción de sí mismos. Comparaciones favorables aumentan la autoestima, mientras que las desfavorables tienen un impacto negativo. En este contexto, es positivo que los niños aprendan a aceptar y valorar las diferencias.
  • Los mensajes sociales y culturales influyen en el autoconcepto y la autoestima de un niño. Los estereotipos de género y otros valores transmitidos por la sociedad afectan cómo los niños perciben sus habilidades y roles.
  • La autoevaluación personal es relevante en el desarrollo del autoconcepto y la autoestima. El que los niños puedan tener espacios para el autoconocimiento les va a permitir reconocer mejor en qué pueden mejorar. Además, la capacidad de ser justos y realistas consigo mismos afectará cómo puedan sentirse.
  • Las experiencias de adversidad pueden tener un impacto negativo, especialmente si no reciben el apoyo adecuado para enfrentarlas.

Los adultos que rodean a los niños deben estar atentos a estos factores y brindarles un ambiente de apoyo, comprensión y aliento que permita a los pequeños desarrollar una autoestima y un autoconcepto adecuados.  

¿Cómo fomentar el autoconcepto y la autoestima positivos?

Algunas estrategias para promover una imagen positiva y una autoestima adecuada:

  • Demuestra a los niños que los amas y aceptas tal como son.
  • Elogia los esfuerzos de los niños, incluso en las tareas pequeñas para que se sientan valorados. También resalta sus cualidades y reconoce lo que hicieron y cómo lo hicieron.
  • Promueve el que se pongan metas alcanzables y realistas. Evita imponer expectativas demasiado altas que puedan generar frustración.
  • Ofrece actividades y desafíos que se ajusten a sus habilidades y capacidades. Es esencial que los pequeños experimenten el éxito en diversas áreas; esto los ayudará a que se sientan competentes.
  • Acompaña y contén al niño cuando experimenta un fracaso, enséñale a gestionar sus emociones para superarlo.
  • Estimula la autonomía, permite que los niños tomen decisiones apropiadas para su edad. El sentido de control sobre sus vidas refuerza una imagen positiva de sí mismos.
  • Anima a los niños a expresar sus ideas y emociones, y valora sus opiniones. Escucharlos les hace sentirse valorados y respetados.
  • Ayuda a los niños a enfrentar desafíos. Enséñales habilidades de resolución de problemas y estrategias para el manejo del estrés.
  • Evita comparar a los niños. Cada pequeño es único.
  • Enseña a los niños a respetar y valorar la diversidad. También, fomenta la empatía para reforzar su autoestima y su sentido de pertenencia.
  • Sé un modelo adecuado a seguir. Demuestra una actitud positiva hacia ti y hacia los demás. Evita hablar negativamente de ti mismo.
  • Crea un ambiente seguro en casa y en la escuela, preocúpate por que se sientan cómodos de ser ellos mismos donde estén.

Fomentar el autoconcepto y la autoestima positivos en los niños es un proceso continuo que requiere paciencia y consistencia. Con el tiempo y el apoyo adecuado, ellos pueden desarrollar una imagen positiva y enfrentar los desafíos de la vida con confianza y resiliencia. Esto tiene un impacto significativo en su bienestar emocional y social a lo largo de la vida.

Referencias:

En los últimos años, muchos padres han reducido o eliminado el tiempo de ocio en los niños. Por lo general, las agendas de los pequeños se encuentran repletas de distintos tipos de actividades infantiles, entre ellas las académicas, de aprendizaje, talleres y deportes, por mencionar solo algunas. Si bien es importante que los niños realicen diferentes actividades balanceadas para su desarrollo físico, emocional y cognitivo, algunos padres han perdido de vista algunos componentes cruciales en el desarrollo de los niños: el ocio, las pausas, el silencio y hasta el aburrimiento.

Las investigaciones evidencian que las distintas formas de ocio como los momentos de pausa, silencio, tranquilidad y aburrimiento tienen importantes beneficios para el cerebro de los chicos y para su desarrollo.

El ocio, en su forma básica, implica un momento y un espacio para tomarse un descanso de las obligaciones habituales, incluso para no hacer nada. Las pausas alejan a los niños un rato de los estímulos de juguetes, aparatos electrónicos y el ruido excesivo. Esto les permiten aprender a disfrutar del silencio y a estar consigo mismos. Algunos pequeños pueden requerir de quince minutos de descanso para relajarse, mientras que otros pueden necesitar más tiempo. Es importante escuchar las necesidades del niño y permitir que él nos guíe respecto a cuánto es el tiempo que necesita para encontrar la calma. 

¿Por qué son beneficiosos los momentos de silencio y calma para los niños? ¿Por qué son necesarios los espacios de ocio?

El descanso y el ocio son necesarios para el adecuado desarrollo físico, emocional y cognitivo del niño. Tanto la capacidad para aprender como el desempeño de un niño pequeño están directamente ligados a la posibilidad de que tenga descansos regulares, momentos de calma y espacios de juego libre o de imaginación a lo largo del día. Cuando el niño vive espacios de calma y tiene la oportunidad de poner su mente en blanco para tomarse un descanso, comienza a conectar ideas, deja volar su imaginación y se vincula con distintos medios que le dan la posibilidad de expresarse. Estos momentos de tranquilidad le permiten relajarse, “desconectar” un momento su cerebro y, luego de unos minutos, volver a activarse. Así, el ocio brinda a los niños un espacio libre y desestructurado que da pie al autoconocimiento, la reflexión y posteriormente a la autorregulación.  

El ocio y el juego libre promueven el desarrollo físico y la salud mental del niño.  El pequeño que se siente bien consigo mismo es capaz de disfrutar tanto de leer un libro como de realizar juegos al aire libre. El estar en contacto con la naturaleza, caminar o montar bicicleta y explorar, también le permitirán relacionarse mejor con sus pares a través del juego simbólico y espontáneo luego.

Con respecto al desarrollo cognitivo, el ocio, la relajación y el que los chicos se aburran pueden generar grandes oportunidades para aprender sobre distintos temas de manera informal. El ocio fomenta la curiosidad en los niños y los alienta a hacer preguntas, cuestionarse y buscar diferentes alternativas de respuesta. Así, en los espacios libres y poco estructurados, los pequeños pueden descubrir sus intereses, dar expresión a su creatividad, estimular su pensamiento, su imaginación y también su capacidad para tomar decisiones, elegir y resolver problemas. Cuando los chicos están aburridos, pueden crear sus propios juegos o historias; elaborar proyectos personales de arte y, con ello, desarrollar su capacidad de innovación y de pensar de manera original.

Igualmente, estas pausas pueden promover el desarrollo de habilidades motoras finas y gruesas, al facilitar espacios para el dibujo, la construcción o disfrutar del placer de escuchar música, por ejemplo. Con esto, queda claro que, si bien el desarrollo cognitivo y el aprendizaje son importantes, los espacios libres y de autoconocimiento también son fundamentales para recargar energías y enfrentar los desafíos que se puedan presentar con una mirada distinta y con cierta distancia. En esta línea, es necesario buscar un equilibrio entre las actividades educativas, físicas, lúdicas y el tiempo de ocio; todo esto para proporcionar a los pequeños algunos espacios de crecimiento y el desarrollo de hábitos saludables. El ocio y el juego también pueden constituirse en una forma positiva de liberar el estrés y las tensiones del día a día.

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Finalmente, el descanso y el ocio permiten la descarga sensorial. Los niños pequeños registran todo lo que ven y escuchan a su alrededor. Por ello, son muy comunes los momentos de sobrecarga que generan irritabilidad o pataletas en edades tempranas. Cuando el niño no cuenta con el espacio para tomar distancia, mirar la situación desde fuera y reflexionar, es difícil que logre gestionar sus emociones y tolerar la frustración. 

 

El verano y la desconexión del colegio nos brindan más tiempo para que los niños puedan de descansar y tener periodos de juego, y calma que resulten muy positivos para ellos.  Adicionalmente, estos espacios nos brindan como familia momentos para jugar y realizar actividades diversas.

Aquí algunas ideas que pueden ser divertidas para compartir durante el verano en familia. Recuerden que es importante que sean actividades voluntarias y libres.

 

  • Construyan un fuerte con sábanas y cojines
  • Hagan un collage con viejas fotos
  • Organicen un picnic en el parque
  • Jueguen con cartas
  • Prueben una receta y prepárenla
  • Busquen un tesoro escondido
  • Exploren el vecindario caminando
  • Jueguen carreras de obstáculos
  • Preparen masa o slime
  • Planten semillas de plantas que luego se puedan utilizar en la cocina
  • Prueben distintas técnicas de arte
  • Empiecen una colección.
  • Canten karaoke juntos 
  • Hagan origami o formas nuevas con papel
  • Realicen una presentación de títeres 
  • Hagan un desfile de modas
  • Creen un experimento de ciencias
  • Elaboren modelos usando plastilina
  • Creen una banda familiar
  • Tengan una noche de cine
  • Practiquen yoga juntos
  • Decoren un polo o un gorro con plumones de tela
  • Organicen una actividad de caridad
  • Preparen helado casero
  • Pinten piedras con colores fosforescentes
  • Creen una ciudad con material reciclado
  • Tengan un día de spa
  • Creen videos graciosos. 
  • Elaboren máscaras
  • Experimenten con distintos peinados
  • Practiquen meditación y respiración
  • Organicen un campamento en algún lugar interesante
  • Tomen fotos en los alrededores
  • Elaboren un libro de recetas familiares

 

 

   Referencias:

https://babysparks.com/es/2020/02/11/the-importance-of-quiet-time-for-toddlers/#:~:text=La%20importancia%20de,c%C3%B3modo%20estando%20solo.

  • Integra (2022). La importancia de fomentar el ocio en los niños todo el año. En: https://www.integra.cl/la-importancia-de-fomentar-el-ocio-en-las-ninas-y-ninos-todo-el-ano/
  • Son tus hijos (2017). Beneficios del tiempo de ocio en el desarrollo infantil. En: https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/beneficios-tiempo-ocio-desarrollo-infantil
  • GARCÍA ORGAZ Mar. Conmishijos. 16 beneficios de las actividades de ocio para el desarrollo de los niños. En: https://www.conmishijos.com/ninos/ocio/16-beneficios-de-las-actividades-de-ocio-para-el-desarrollo-de-los-ninos/

El inicio de la etapa escolar, o incluso de la preescolar, supone grandes retos para las familias. El pequeño deja su hogar, conducido por sus padres, para asistir y participar de un ambiente ajeno, tal vez extraño, ante el cual pueden surgir temores y sus diversas manifestaciones. Estos miedos comprometen a los niños y también a los propios padres, sobre todo si son primerizos.

Las reacciones emocionales de los padres son determinantes de la manera como los niños se comportan. Conviene comenzar por evaluar y tomar conciencia de estos temores iniciales, de modo que no interfieran en el proceso adaptativo de su hijo. Esta adaptación está compuesta de dos factores: la asimilación del nuevo modelo en vía de su internalización y la acomodación del comportamiento a las nuevas condiciones.

De acuerdo con la teoría de las tareas del desarrollo de Havighurst[i], cada etapa está influenciada por la biología de la persona (maduración fisiológica y composición genética), su psicología (valores y metas personales), así como su sociología (cultura específica a la que pertenece). Las tareas de desarrollo implican la capacidad física y cognitiva que debe alcanzar una persona en un determinado período de su edad para continuar su desarrollo en otro período posterior.

Es muy comprensible el desasosiego que el llanto de un hijo les produce a sus padres. Es una reacción atávica, inscrita en nuestro cerebro, que responde a necesidades evolutivas; desde el reclamo del lactante, el dolor físico, la pena emocional, etc. Su función es señalar que hay algo que atender. Algunos padres incluso sienten culpa si ven a sus hijos llorar y nos los alivian, pudiendo hacerlo. Sin embargo, permanecer atados a la reacción instintiva del alivio inmediato al sufrimiento puede ser contraproducente. La actitud que favorece un crecimiento saludable hacia la autonomía consiste en evitar la sobre protección.

Es evidente que el criterio para decidir cuándo sí y cuándo no satisfacer una demanda depende de la propia madurez de los padres; es decir de su capacidad para tolerar frustraciones, para discriminar lo importante de lo accesorio y para no ceder a los propios impulsos inmediatos ni a los de sus hijos, y menos a sus maniobras para conseguir sus objetivos. El niño que consigue lo que quiere por medio de berrinches y pataletas difícilmente abandonará un recurso tan efectivo para sus fines, hasta que aprenda que así no funcionan las cosas. El afrontar este proceso "poco a poco" no significa postergar, menos aun evadir, la situación conflictiva; sino enfrentarla paulatinamente, con convicción y con un objetivo claro: promover los recursos de adaptación y el ejercicio de la autonomía.

Cuando el niño se aparta de su hogar y se incorpora a un nuevo ambiente, es inevitable que surja un contraste entre aquello a lo que está habituado y aquello que pueda ser nuevo para él. Mientras mayor sea este contraste, mayor será la dificultad en la adaptación al entorno. Si las características del ambiente hogareño difieren mucho de las características de la escuela, obviamente que el proceso será perturbador. Por esto, es muy importante que estas diferencias ambientales no se tornen en desacuerdos ni estos en desavenencias.

Es imposible replicar en la escuela la multiplicidad de estilos familiares. En algunos casos, los niños llegan al aula acostumbrados a ciertas normas o a la ausencia de ellas, que pueden colisionar con aquellas que rigen el nuevo entorno. En tal sentido, la decisión que los padres tomaron en la elección de la escuela para su hijo requiere estar completada por la confianza, principio activo de la colaboración. Una buena relación inicial entre los padres y la institución es base sólida para una escolaridad exitosa.

El niño, con el ingreso a la escolaridad, comienza a conocer la diversidad. Es el encuentro con otros niños, ajenos al entorno familiar, con quienes establecerá nuevas relaciones. Descubrirán juntos la afinidad y la simpatía, así como las diferencias y antipatías; sobre todo, aprenderán a relacionarse con otros de su edad, a compartir, a respetar espacios ajenos y propios, a saber tranzar, a dejar de lado sus preferencias; en pocas palabras, a desarrollar sus habilidades sociales.

Juntamente con lo anterior, es necesario acotar que el inicio de la escolaridad supone, como ya está mencionado, tareas de desarrollo preliminares; es decir, algunos logros básicos previos que permitan seguir con el proceso de maduración. En casa, es necesario darles importancia a las actividades de la vida cotidiana que permitan que el niño adquiera hábitos de higiene, orden, sueño, alimentación, vestimenta apropiada y todo aquello que depende de la dinámica familiar y que escapa al ámbito escolar.

Una reflexión final acerca del inicio escolar: “Confía en la capacidad de los educadores (...) que es una relación que se irá tejiendo de manera mutua con el tiempo. Pero sobre todo, confía en tu hijo, en sus posibilidades, en su capacidad y en que elaborará sus estrategias y herramientas para desenvolverse en esta nueva situación.”[ii]

 

Lecturas complementarias:

 

El lugar de la espera

 

“Esperar es una lata.

Y, sin embargo, es lo único que nos hace

experimentar el roer del tiempo y sus promesas.”

(Andrea Koller)

 

Toda meta implica constancia, esfuerzo y un tiempo de espera. Para lograr un objetivo, debemos avanzar paso a paso, primero el 1, luego el 2. Así les enseñamos a nuestros niños a leer y a escribir, a compartir, a ser parte de un equipo; pues tendrán pequeños aprendizajes en el tiempo, que luego los llevarán a su objetivo final o a mayores retos. En el camino, seguramente se toparán con irregularidades, con obstáculos que no sabrán cómo enfrentar; pero es entonces cuando dependerán de la guía del adulto para poder atravesar aquellas situaciones y proseguir su marcha.

La perseverancia ante las dificultades contiene aspectos relacionados con el desarrollo socioemocional. La espera y la tolerancia cumplen un rol primordial en cualquier actividad dentro de un ambiente de clase o en cualquier espacio recreativo, tanto para los niños, como para los adolescentes e incluso los adultos. Esto involucra una capacidad de autorregulación. Por ello, es importante que todo individuo llegue a madurar los siguientes aspectos, que se deben trabajar desde la infancia temprana:

  • Tolerar la frustración: Ayudará a tomar consciencia de la diferencia entre “necesito esto ahora” y “es un deseo y puede esperar”. Saber que no todo va a salir perfecto, pero que vale la pena intentarlo, es desde ya un esfuerzo valioso, y puede ser satisfactorio el proceso mismo hacia el logro final. Asimismo, interiorizar que, en la realidad cotidiana, no siempre se logra “ganar”, aunque así lo queramos.
  • Manejo de la impulsividad: Cuando las emociones invaden, puede resultar complicado controlar los impulsos, lo cual podría llevar a tomar malas decisiones. Para evitarlo, los niños deben aprender a pensar antes de actuar. Ese proceso no es fácil, pues requiere de condiciones para obtener la calma.
  • Autonomía y solución de conflictos: Ejercer la autonomía implica asumir responsabilidades, pero también resolver situaciones o conflictos con conocimiento y cuidado, sin demandar satisfacción inmediata. La mayoría de los eventos y soluciones requieren de una elaboración pausada para conseguir que sean efectivas. Asimismo, la experiencia de logro, luego del esfuerzo, fomentará su mayor valoración.

 

Algunas frases que niños y padres suelen usar:

  • “Quiero tal cosa ahora”
  • “Dame ya”
  • “no me sale”
  • “Siempre quiere algo en el momento”
  • “Si no le doy, llora”
  • “No puedo hacerle esperar porque eso significa una pataleta”

 

A continuación, se detallan algunas características que los niños suelen mostrar entre los 3 y 5 años. Esto permitirá actuar con mayor confianza para guiarlos y enseñarles a posponer sus demandas. La idea es fomentar la autorregulación y aprendan a postergar sus deseos.

  • Están capacitados para hacer uso de palabras para expresar pensamientos y sentimientos, y compartir experiencias.
  • Comienzan a ver la relación entre causa y efecto (Si hago esto, ocurrirá lo siguiente.)
  • Pueden leer e interpretar las emociones de los demás, y saben cuándo alguien está enojado o triste.
  • Empiezan a comprender normas sociales simples y pueden comportarse de acuerdo con estas.
  • Aún piensan que son el centro de atención y les es difícil considerar las ideas de otros, pero ello no significa que debamos consentirlo, sino más bien estimular ese aprendizaje.

 

Actualmente, los niños pertenecen a una generación acostumbrada a la inmediatez, a lo instantáneo, al “cuanto antes, mejor”. Lo que tarda pierde valor. Situaciones diarias nos proporcionan ejemplos útiles para comprender lo que nos cuesta saber esperar con tolerancia y paciencia.

 

La tecnología contribuye en muchas labores y aprendizajes; sin embargo, un claro efecto es la necesidad de respuesta rápida e instantánea, lo que nos aleja de la persistencia y forma a niños impacientes que se rinden rápidamente.

 

¿Cuántas veces se ha desatado una rabieta por impaciencia? Ocurre que el niño siente frustración, ansiedad y estrés. Pese a que los pequeños pasan por una etapa egocéntrica, también cuanto antes empiecen a trabajar la paciencia y la empatía, formaremos a niños respetuosos, capaces de manejar situaciones adversas.

 

El efecto de la rapidez innecesaria nos aleja de la calma y dificulta reconocer el valor del tiempo; en cambio puede generar fastidio por tener que detenernos, por ejem observar detalles. A los niños les ayuda tomar consciencia de las particularidades para evitar caer en la superficialidad, para analizar aspectos minuciosos que sumarían a la comprensión y efectividad de las acciones.

 

¿Qué podemos hacer los adultos?

No se trata de facilitar las cosas. Dar espacio y tiempo para que entiendan sus emociones y se reestructuren. Permitirles a los niños experimentar el error. Mostrarles con nuestro comportamiento la flexibilidad y la tolerancia.

 

Algunos consejos prácticos para fomentar buenos hábitos y la espera:

  • Promover pausas activas para respirar y recuperar la posibilidad de resolver la frustración.
  • Enseñar a postergar supuestas necesidades y mostrarles que es un deseo que puede esperar.
  • Enseñar a pensar antes de actuar: “¿Qué me conviene hacer? ¿Es el momento adecuado o puedo esperar? ¿Necesito esto ahora o puede ser luego? ¿Cómo lo resolví?”
  • Formular repreguntas para fomentar la autonomía y la solución de conflictos en lugar de resolverles o darles respuesta inmediata: “¿Qué crees tú? Imaginemos juntos, cómo podríamos hacer. Tal vez nunca te sucedió eso antes pero ¿qué se te ocurre ahora?

 

 

 

 

 

Referencias:

 

i Aprender a esperar: Un buen paso hacia la Resiliencia

https://www.hacerfamilia.com/blogs/noticia-aprender-esperar-buen-paso-resiliencia-20161010105946.html

 

ii Trucos de una mamá para que los niños aprendan a saber esperar

https://www.guiainfantil.com/familia/padres/trucos-de-una-mama-para-que-los-ninos-aprendan-a-saber-esperar/

 

iii Psicologiaymente.com

   7 consejos para la autorregulación emocional. Técnicas de Control Emocional.

https://psicologiaymente.com/psicologia/consejos-autorregulacion-emocional

 

iv Facultades de niños entre los 3 y 5 años

https://www.apa.org/act/resources/espanol/facultades-5-anos

 

v López González, L. (2015). Meditación para niños (2da edición). Plataforma Editorial, España.

 

 

Marzo, 2024

 

Ps. Ximena Urrutia

Dpto. Psicopedagógico

Colegio Trener

Dejar el cuidado de los hijos en manos de terceras personas no resulta fácil ni para los pequeños ni para los padres. A veces, algunos padres se sienten afectados con sentimientos que les dificultan la despedida de sus hijos cuando estos deben iniciar clases después de las vacaciones. Además, les genera incertidumbre no conocer a las personas que estarán a su cargo.

El inicio del año escolar supone un proceso de adaptación o readaptación a la nueva rutina, tanto de los niños como de las familias. Ir a la escuela no implica solo cambios en los horarios y actividades cotidianas, sino también la movilización de emociones como miedo, ansiedad, curiosidad, expectativa, deseo, inseguridad, etc. que se presentan en los niños y en sus padres, principalmente para quienes asistirán por primera vez.

Para los más pequeños, dejar su casa y a las personas que están con ellos significa una experiencia considerable. Además, el primer día el pequeño se enfrentará a un lugar nuevo, adultos que no conoce, compañeros con los que va a compartir el espacio, la atención y el cuidado de los profesores, entre otros.

Para que los cambios no sean vividos de manera brusca, es aconsejable acompañar a los chicos en su adaptación. Sin embargo, cada niño y cada familia tienen un ritmo y estilos distintos y es importante respetarlos. Para lograrlo, habrá que ser pacientes, mostrar una actitud positiva y brindarles mucha calma. La idea es que el periodo de la adaptación se dé de la manera más natural posible.

La mayor parte de centros que atienden niños pequeños tienen un horario especial durante los primeros días de clases, con la finalidad de presentarles su nueva rutina, el lugar y a las personas que los tendrán a su cargo.

Este proceso, gradual y con atención hacia los sentimientos de cada niño y de sus padres, será parte importante del desarrollo de todos. También dará la posibilidad a los maestros de dedicarle un tiempo personal a cada niño para irlos conociendo y estableciendo vínculos más cercanos.

Es nuestro deber como padres transmitirles la importancia y necesidad de formar parte de una comunidad educativa, y esforzarse para lograr sus metas. Además, la escuela es un espacio invalorable de socialización y de formación individual y colectiva. También, es importante transmitir la confianza de que en la escuela tendrán la oportunidad de conocer a otros niños, hacer amistades y vivir experiencias felices e interesantes.

Es conveniente que padres y profesores trabajen juntos para lograr una comunicación efectiva y que el proceso sea una experiencia alegre, positiva y productiva. Serán los maestros quienes darán las pautas adecuadas y explicarán el procedimiento a seguir, mientras que los padres brindarán la información necesaria que les permita a los primeros comenzar a conocer a sus alumnos.

 

 

Algunos consejos para poner en práctica:

1. Conversar con toda la familia. Comentar sobre lo emocionante que será empezar este año el nido o el colegio. Expliquémosle que las vacaciones están acabando, que volverá a ver a los amigos y que conocerá a nuevos.

2. Adaptar los horarios. Conforme se acerque el regreso a clases, ajustar las rutinas en casa para que los cambios no sean bruscos. Por ejemplo, adelantar la hora de acostarse y de levantarse. Si el niño suele hacer siesta, retrasar el horario para que coincida con la escuela y acostumbrarlo a comer algo a media mañana.

3. Permitir que participen en la elección de sus útiles. Dejarlos elegir su lonchera, mochila y cartuchera ayudará a que se sientan involucrados y contentos.

4. Facilitar que el niño lleve un objeto de apego. Los más pequeños a veces necesitan contar con un objeto de su preferencia y personal que lo hará sentirse más unido con su hogar y acompañado, al menos por un periodo.

5. Promover las despedidas expeditivas. Evite prolongar las despedidas y los dramatismos.

6. Mantener a una misma persona a cargo del proceso, de ser posible. Es positivo que la persona que acompañe al niño en el proceso de adaptación sea, en principio, la misma. Además, que cuente con la paciencia y el tiempo necesario para ello y que sea una persona cercana al pequeño, alguien que le transmita confianza y tranquilidad.

7. Motivar al niño y darle buen ánimo. Aun cuando dejarlos en el nido o colegio nos cause angustia, debemos tratar de mostrarnos tranquilos de que los estamos dejando en un lugar seguro, donde la pasarán bien.

8. Ser puntual. Es importante ser puntuales tanto al llegar como a la hora de salida; si es posible estar unos minutos antes, de manera que nos aseguremos que nos vean inmediatamente y evitemos angustias. También, el ser puntual le dará la tranquilidad al niño de que cumplimos con lo prometido y que pueden confiar en lo que hemos acordado.

9. Mantener una comunicación fluida con el profesor. Es importante estar en contacto directo con el profesor, plantearle nuestras dudas o preocupaciones y contarle sobre nuestro hijo. Esto lo ayudará a entender mejor al pequeño y contribuirá a que los padres se sientan escuchados y apoyados.

La reacción de cada niño será distinta en este proceso de adaptación. Algunos lo llevarán con más naturalidad mientras que otros podrán presentar mayores dificultades. Es totalmente normal que cada familia lo viva de forma distinta. Lo ideal es que poco a poco los niños logren sentirse cómodos y acogidos en la escuela. Sin embargo, si este periodo se prolonga más allá de lo esperado será necesario hablar abiertamente del problema, tal vez buscar ayuda profesional y hacer un trabajo especial de coordinación entre la familia y los maestros. Trabajar juntos con apertura y confianza marcará una buena ruta para lo que venga después en el resto de la vida escolar.

Referencias:

 

Estamos todos bien.

Les pedimos seguir las instrucciones para venir a recoger a sus hijos: Circular 008 - 2023 Defensa Civil   

Colegio Trener de Monterrico.

 

Cuando se menciona el concepto de salud, se suele pensar en salud física, es decir la salud del cuerpo o de alguna parte de este. Sin embargo, cuando hablamos de salud mental debemos pensar en el desarrollo integral de la persona e incluir los factores educativos, emocionales y conductuales que forman parte de su vida.

Según la Organización mundial de la salud (2022), “La salud mental es un estado de bienestar que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender trabajar adecuadamente, así como contribuir a la mejora de su comunidad. Es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos. La salud mental es, además, un derecho humano fundamental y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico”. [1]

Los padres desempeñan un papel crucial en la detección de problemas de salud mental en los niños. Algunas señales de alerta sobre las que debemos prestar atención al observar el comportamiento de los chicos y su interacción con otros son las siguientes:

  • Mantenerse encerrado o no querer compartir con sus compañeros: Por ejemplo, cuando el niño se mantiene aislado y no muestra interés por estar con sus compañeros, cuando deja de interactuar o de reunirse con las personas con las que antes solía disfrutar.
  • Sentir irritabilidad: El pequeño se muestra a la defensiva, poco tolerante y reacciona fastidiado y con cólera, o le cuesta dar a conocer sus emociones por la vía adecuada. 
  • Mostrar tristeza frecuente o inexplicable: Cuando, sin entender muy bien por qué, el chico se muestra triste, preocupado o ansioso por una causa poco aparente que no logra expresar o comprender.
  • Tener muy poca energía: Cuando el niño se siente agotado y no cuenta con energía para realizar las actividades que normalmente llevaba a cabo. Se muestra poco esperanzado y sin expectativas.
  • Dejar de compartir lo que el niño siente con su familia: Cuando el chico deja de contar lo que le pasa o lo que siente y deja de comunicarse con los distintos miembros de su familia.
  • Presentar dificultades para dormir: Pueden presentarse trastornos del sueño, como dificultades para conciliar el sueño, levantarse con pesadillas o ansiedad, incapacidad para dormir la noche de corrido, dificultades para dormir solo, entre otras.   
  • Experimentar cambios en el apetito: Pueden aparecer cambios repentinos en la alimentación del pequeño. Por ejemplo, reduce la cantidad de alimentos y se siente inapetente, come con ansiedad y lo hace por gula, cambia de gustos o deja de comer distintos alimentos que antes sí consumía.
  • Tener cambios marcados en el rendimiento académico o en el aprendizaje: El niño empieza a distraerse en el aula y deja de realizar las tareas encomendadas, o ya no lo hace con dedicación. En este caso, puede suceder que se desconcentre o solo haga lo mínimo indispensable.
  • Experimentar dolores o molestias inexplicables: Cuando el niño se siente físicamente mal y presenta un malestar que no tiene un origen claro. Por ejemplo, dolor en el cuerpo, agotamiento, malestares de cabeza, estrés, etc.

De otro lado, además de observar el comportamiento de los chicos de la manera más objetiva posible, los padres son también una fuente de información valiosa, para los profesionales de la salud mental y para los maestros, sobre el historial médico, familiar, social y del entorno del pequeño. Esta fuente de información contribuirá, de forma significativa, a hacer un diagnóstico preciso y ayudará a proporcionar un tratamiento oportuno y más efectivo en caso fuera necesario.

Como sabemos, el primer espacio de socialización de los niños es la familia. Por ello, es necesario generar un ambiente positivo en casa y “suficientemente” bueno que contribuya a promover la salud mental de los hijos en el hogar.

A continuación, algunas estrategias para promover la salud mental de los hijos:

  • Establecer un clima democrático en casa en el que todos se sientan cómodos y tengan la oportunidad de opinar, siempre en un ambiente de respeto.
  • Fomentar la asertividad en casa, es decir la posibilidad de expresar los propios sentimientos, preferencias, opiniones y necesidades, de manera adecuada y respetando al mismo tiempo los derechos de los demás.
  • Compartir las tareas y responsabilidades del hogar de manera que cada uno de los miembros de la familia se comprometa con ellas. Los niños necesitan desarrollar hábitos para poder saber qué les corresponde hacer a lo largo del día. La planificación les brinda seguridad.
  • Promover el diálogo y la comunicación entre los diferentes miembros de la familia. Es importante buscar espacios para conversar acerca del día a día, las preocupaciones, sentimientos y proyectos que cada integrante de la familia tiene.
  • Fomentar la expresión de emociones. Es necesario enseñar a los hijos a identificar sus emociones y verbalizarlas. También, es positivo que los niños amplíen su vocabulario para poder expresar cómo se sienten y brindarles distintos canales y medios para ello tales como el arte, el juego y la música, por ejemplo.
  • Propiciar la escucha activa al interior de la familia y brindar a todos la oportunidad de plantear sus ideas, inclusive a los más pequeños.
  • Reconocer y felicitar los logros importantes que cada uno alcance al interior de la familia. Celebrar los momentos de alegría y compartir expresiones afectivas que sean gratificantes y estimulen sentimientos de felicidad.
  • Acompañar a los chicos en los momentos difíciles, prestarles atención, brindarles muestras de afecto y soporte emocional.
  • Mostrar optimismo, es decir, capacidad para mantener la esperanza y la motivación ante el cambio.
  • Conocer el círculo de amistades de nuestros hijos para poder estar más cerca de lo que les pasa y comprender mejor sus experiencias. En esta línea, buscar que establezcan relaciones positivas basadas en el respeto, la buena voluntad y el deseo de soporte y mejora.
  • Fomentar la inteligencia intrapersonal, es decir ayudarlos a desarrollar conciencia sobre sus propias capacidades y limitaciones para que pueda tener una comprensión más real de qué quieren, no solo desde un aspecto racional, sino también desde el reconocimiento de sus emociones.
  • Propiciar su sentido de aceptación social, el que se sientan parte de un grupo y sean capaces de ubicarse en un rol acorde a su edad, sus intereses y gustos dentro de la comunidad.
  • Enseñar a resolver problemas. Los padres pueden promover en sus hijos algunas estrategias de afrontamiento para resolver problemas y lidiar con el estrés cotidiano. Por ejemplo, herramientas de relajación, analizar ventajas y desventajas de distintas situaciones, ensayar alternativas de solución, etc.
  • Brindar espacios de juego y actividad física al aire libre. El juego y las actividades de movimiento, principalmente cuando se dan en contacto con la naturaleza, son medios que contribuyen a promover la salud emocional y el bienestar físico de los chicos.

En resumen, los padres juegan un papel clave en la promoción de la salud mental de sus hijos desde que son pequeños y en la detección de problemas o señales de alerta a temprana edad. Es importante considerar que cuando los problemas de salud mental son tratados y atendidos de forma temprana, tienen un mejor pronóstico.  

Referencias:

 

  • Cuadernos de información (UNICEF, 2021) Derechos, salud mental y educación: Un enfoque para promover la salud mental y psicosocial desde los centros educativos.
  • Cuadernos de información (UNICEF, 2021-2022) Educando la Conciencia: El papel de la educación para promover el derecho a la salud mental y el desarrollo de hábitos positivos.
  • ROJAS JACQUELINE (2017). La familia, un importante soporte de la salud mental. En: https://blogs.upn.edu.pe/salud/2017/03/13/la-familia-un-importante-soporte-de-la-saludmental/#:~:text=Celebrar%20los%20momentos%20importantes%20(buenas,muestra%20de%20afecto%20y%20cari%C3%B1o.
  • SABATER, Valerie (2022). Formas en que los padres afectan nuestra salud mental. En: https://lamenteesmaravillosa.com/padres-afectan-a-nuestra-salud-mental/.
  • NOVELLA Angelino & ROCA DE DAÑINO, María (2010). Escuela Espacio de salud mental (APNA).
  • Salud mental: Fortalecer nuestra respuesta (2022) Organización Mundial de la Salud. En: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response.
  • SARMIENTO, María José (2017). Boletín Nuestro Diario Vivir: Salud mental y escuela. En: Boletín #03: Salud mental y escuela – APS – Punto de Apoyo | Programa Intervenciones en Salud Mental PUHJ-HUSI (javeriana.edu.co).
  • VALDIVIA PRIETO, Estela (2023). En: https://www.som360.org/es/blog/proteger-salud-mental-desde-centros-educativos.

 

 

[1] ¡Es el momento! cuide su salud mental y la de los suyos (2022).  Or4ganización Panamericana de la Salud (OPS) y Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

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Actualmente,   en   la   mayoría   de   las   familias,   ambos  padres  salen  de  casa  a  trabajar,  por  lo  que muchas veces tienen la necesidad de cubrir su  ausencia  ocupando  el  tiempo  de  los  niños  en   múltiples   actividades,   incluso   después   de   la  jornada  escolar.  Tratan  de  llenar  el  cien  por  ciento de la tarde con clases, citas para jugar con amigos u otros compromisos.

Si se planifican siempre las actividades de los niños   y   éstos   reciben   órdenes   por   parte   de   los   adultos,   sobre   qué   hacer,   cómo   hacerlo,   dónde  y  con  quién,  podrían  perder  la  iniciativa  y  la  capacidad  para  pensar  sobre  lo  que  están  haciendo o quisieran hacer.

Si   bien   las   actividades   extracurriculares   son   provechosas, el que a veces se sientan aburridos también lo es. Los niños y los adultos necesitan aprender  a  darse  tiempo  para  ellos,  a  hacer  una  pausa  que  les  permita  silenciar  la  gran  cantidad  de estímulos externos que suelen recibir en el día a  día.  Esta  pausa  les  ayudará  a  conectarse  con  su mundo interior y a escucharse a sí mismos, a aprender  a  observar,  a  reconocer  sus  intereses,  desarrollar su fantasía y a entretenerse solos.

Cuando  los  niños  aprenden  a  estar  solos  (sin  tecnología  de  por  medio)  logran  conectarse  con  ellos  mismos  y  encontrar  actividades  que  les  resulten entretenidas, lo que les permite desarrollar una mayor flexibilidad de pensamiento, volverse más  tolerantes,  creativos,  autónomos  y  con  una  mejor  capacidad  para  solucionar  problemas.  El  placer  de  estar  solo  es  un  sentimiento  que  se  puede inculcar desde pequeños de forma gradual.

En   este   sentido,   es   provechoso   olvidarse   de   la   agenda   y   dejar   a   los   pequeños   proponer   otras  posibilidades.  Los  momentos  de  calma  y  reflexión, muchas veces permiten el surgimiento de nuevas ideas y nos dan la oportunidad de ver las  cosas  desde  otra  perspectiva.  El  cerebro,  que  siempre  está  en  funcionamiento,  necesita  tomarse  un  descanso  para  distraerse  y  poder  trabajar de manera más productiva.

Las   pausas   y   la   inactividad   son   espacios   constructivos, el que los niños crezcan con la idea de que deben estar todo el tiempo en movimiento o  entretenidos  no  siempre  es  positivo.  Si  las  personas  se  permiten  aburrirse  o  se  involucran  en  actividades  poco  divertidas,  la  mente  tendrá  la  oportunidad  de  generar  ideas  más  creativas,  imaginar e, incluso, crear o solucionar problemas de  manera  más  eficaz.  Las  ideas  creativas  o innovadoras necesitan tiempo, calma y paciencia para gestarse.

Como   adultos   también   es   importante   dar   el   ejemplo  y  permitirnos  espacios  sin  hacer  nada.  Estamos   acostumbrados   a   realizar   diversas   tareas al mismo tiempo sin dejar periodos libres, ya que el ocio puede tener una connotación social negativa y podemos percibirlo como algo “malo”.

Además,   se   suele   pensar   que   la   soledad   es   una   experiencia   desagradable.      Sin   embargo,   los  espacios  de  soledad  pueden  tener  muchos  efectos positivos en el desarrollo de las personas. Estos   momentos   nos   regalan   la   posibilidad   de   distanciarnos   de   los   estímulos   externos,   relajar  nuestros  pensamientos,  reflexionar sobre  diversos  temas,  ordenar  nuestras  ideas,  conocernos  mejor  y  conectarnos  con  nosotros  mismos.Algunos motivos para que los pequeños aprendan a valorar su tiempo en soledad son:

  • Se   conocen   mejor.   El   contar   con   tiempo   a  solas  permite  a  los  niños  y  también  a  los   adultos   prestar   más   atención   a   sus   pensamientos,  sentimientos  y  sensaciones  corporales.   De   igual   modo,   les   brinda   un   espacio de calma para observarse y centrarse en  sí  mismos.  Cuando  son  más  grandes,  los  ayuda a tomar conciencia sobre sus acciones y reflexionar sobre sus metas, sus logros y sus   aspiraciones.   Al   conocerse   mejor,   los   niños ganan mayor confianza en sí mismos, aprenden a tomar sus decisiones y elevan su autoestima,  lo  que  genera  una  sensación  de  satisfacción  e  independencia  y  les  permite  una mejor socialización.
  • Se animan a explorar más el entorno. Cuando aprenden a estar solos y se sienten cómodos y    seguros    consigo    mismos,    desarrollan    confianza para explorar su medio y cuentan con   más   estrategias   para   enfrentarse   a   situaciones  nuevas,  valerse  por  sí  mismos  y  elegir.  Además,  es  positivo  que  aprendan  a  entretenerse  de  forma  independiente,  sin  la  necesidad  de  acudir  a  papá  o  mamá.  Esto  les   brinda   una   sensación   de   autonomía   que  les  permite  mayores  oportunidades  de  aprendizaje.
  • Desarrollan  la  imaginación.  Los  niños  están  acostumbrados   a   seguir   pautas,   horarios   y  rutinas.  En  este  contexto,  es  importante  facilitarles   espacios   en   los   que   puedan   estar  solos  para  que  encuentren  formas  de  divertirse usando la fantasía. La imaginación es  inherente  a  los  niños,  sólo  es  necesario  darles la oportunidad para dejarla fluir.
  • Gestionan    mejor    sus    emociones.    Pasar    un  tiempo  a  solas  ayuda  a  niños  y  adultos  a   ordenar   sus   ideas   y   a   reconocer   sus   sentimientos. Si bien grandes y chicos pueden sentirse   tristes,   molestos   o   contentos,   lo   importante  es  que  logren  identificar  sus emociones y gestionarlas.

Si  bien  es  necesario  que  los  niños  aprendan  a  estar  solos,  porque  trae  muchas  ventajas,  es  muy  importante  también  que  puedan  disfrutar  de la compañía de los adultos de su entorno y de otros niños, ya que el pasar tiempo significativo y de calidad con ellos contribuirá a su desarrollo. El  ser  humano  es  sociable  por  naturaleza  y  los  niños, al relacionarse, aprenden a formar vínculos, interactuar  con  otros,  jugar  en  grupo,  socializar,  seguir reglas y normas de convivencia.

El  tiempo  en  compañía  de  otros  y  el  tiempo  en   soledad   se   complementan   y   ambos   son   necesarios  para  el  sano  desarrollo  de los  niños  y  adultos,  tanto  en  el  aspecto  social  como  en  el  emocional e intelectual.

Referencias

  • Aprendiendo  juntos,  (junio,  21  de  2016).  Los  niños  también  necesitan  estar  solos.  En:  https://www.educo.org/Blog/los-ninos-tambien-necesitan-estar-solos
  • BUZYN,  Etty.  El  aburrimiento  y  los  niños.  Qué  hacer  con  un  niño aburrido. En: https://www.conmishijos.com/educacion/comportamiento/el-aburrimiento-y-los-ninos/
  • JARRET, Christian. Reasearch Digest-The British Psychological Society.  (6  de  noviembre,  2017).  The  deactivation  effect:  What 15 minutes device-free solitude does to your emotions. En: https://digest.bps.org.uk/2017/11/06/the-deactivation-effect-what-15-minutes-device-free-solicitude-does-to-your-emotions/
  • MEDINA, Vilma. (26 de mayo de 2016) ¿Por qué los niños se aburren   tanto?   En:https://www.guiainfantil.com/blog/336/por-que-los-ninos-se-aburren-tanto.html• PADILLA,  María  José.  (setiembre,  2018).  Por  qué  debemos  enseñar a los niños a disfrutar de la soledad. En: https://www.guiainfantil.com/educacion/por-que-debemos-ensenar-a-los-ninos-a-disfrutar-de-la-soledad/
  • PORTALATÌN,    Beatriz.    Sociedad    de    Psicología    Infantil.    (10   de   julio   de   2017).   ¿Por   qué   es   bueno   que   los   niños       se  aburran?   En:  https://www.elmundo.es/sociedad/2016/07/06/577bd70422601d10218b4584.html
  • ROLDAN,  María  José.  Por  qué  es  importante  para  los  niños  jugar  solos  En:  https://www.etapainfantil.com/importante-ninos-jugar-solos
  • ROLDAN,  María  José.  Beneficios  del  aburrimiento  en los    niños.    En:    https://www.etapainfantil.com/beneficios-aburrimiento-ninos• ZULEYVIC, Adriana. (27 de marzo, 2017). Enseña a tu hijo el valor  de  pasar  tiempo  con  él  mismo.  En:  https://eresmama.com/ensena-hijo-valor-pasar-tiempo/#!kalooga-27238/tiempo.

Requisitos:

  • Experiencia mínima de 3 años con niños y jóvenes.
  • Disponibilidad completa e inmediata.
  • Manejo de Microsoft Office.

Remitir CV con las expectativas salariales a ggarcia@trener.edu.pe

  1. Nueva opción de monedas UDS, PEN
  2. Nueva opción de descuento en toda la tienda
  1. Encriptación de contraseñas
  2. Integración de CKeditor para edición de contenidos
  3. Botón de administrador de imágenes en página de edicion de entrada
  4. Contador de visitas diarias (requiere activación automática o registro manual).
  1. Campo de búsqueda de entradas en listado
  2. Soporte de imagenes jpg y png.
  3. Integración de API de Facebook para contabilizar Likes y compartir.
  4. Integración de Google Analitics de Estudio Trilito
  5. Integración de Google Recaptcha V2 en formularios
  1. Entradas con url amigables
  2. Imagenes renombradas para url amigables
  1. Codificación de idioma principal
  2. Codificación de país y región
  3. Nuevas opciones para inmuebles: servicios, áreas comunes
  1. Nuevas opciones para productos: talla, peso, dimensiones
  1. Nueva página de login con logotipo SVG
  2. Contador de caracteres y palabras en los campos de contenidos de entradas
  3. Botón de generador de imagen de Open Graph (vista previa de página, requiere la configuración de una plantilla de contenidos), para redes sociales
  4. Panel de control con barra lateral a partir de 992px (más espacio de trabajo para pantallas de menor tamaño)
  5. Se eliminó la descripción del website y las keywors, estan se deberán colocar en cada una de las páginas de contenido o entradas de blog.
  1. Implementación de Favicón, permite cambiar el ícono de la barra de direcciones.
  1. Implementación de subida de logotipos
  1. Nuevos idiomas:francés
  1. Actualización de sistema con Bootstrap 3.3.7
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  1. Actualización de CKeditor
  1. Implementación de edición .htaccess
  2. Implementación de edición robots.txt
  3. Implementación de generación automática de sitemap.xml
  1. Actualización a Bootrap 4
  2. Actualización de FonAwesome
  3. Implementación de Google reCaptcha V3
  4. Nueva opción para configuración de Website
  5. Nueva opción para configuración de Negocio
  6. Edición de paleta de colores
  7. Edición de tipografía
  1. Actualización a Bootstap 4.1.3

Es verdad que los chicos deben prepararse para competir en la vida. En esta línea, los padres y las escuelas algunas veces los exponen a situaciones de competencia con la idea de enseñarles a “sobresalir”, a veces demasiado temprano o con niveles exagerados de exigencia y estrés. Además de sobre estimularlos desde que son pequeños, al inscribirlos en todo tipo de clases y talleres, se exagera en medir sus logros con notas o premios, los contrastan con los de otros niños y, muchas veces, los comparan incluso con sus hermanos y se exacerba el afán de ganar.

No es recomendable enfrentarlos a muy temprana edad a situaciones de excesiva competencia, donde solo algunos sean los ganadores. Del mismo modo, el centrarse en premios y establecer en el aula un “orden de méritos” tampoco es positivo. La competencia es algo que irá apareciendo naturalmente queramos o no.

Cuando son pequeños es necesario considerar otros aspectos que debemos trabajar primero, entre ellos: el generar un ambiente seguro donde los niños se sientan cómodos de participar y en el que se fomente el trabajo en conjunto. Igualmente, es importante promover un espacio en el que se reconozca el esfuerzo y se valore la perseverancia y la constancia. Es bueno ayudarlos a descubrir que en todos los procesos van aprendiendo, que es natural ensayar, equivocarse y corregirse, así podrán desarrollar una mentalidad de crecimiento. Pero lo más importante es que las actividades mismas les generen placer, se sientan motivados y que puedan disfrutar al aprender y cooperar.

Los niños construyen su imagen y personalidad a partir de diversos factores como, por ejemplo, la manera en la que se enfrentan a los retos, éxitos y fracasos, la retroalimentación que reciben de las personas cercanas a ellos, etc. Por lo tanto, no es conveniente compararlos con otros, ya que su identidad aún está en formación y no han logrado consolidarla.

En este contexto, es adecuado “bajar el volumen” a la competencia para poder focalizarnos en los demás aspectos mencionados primero y de esa manera, prepararlos para una competencia sana que les permitirá desarrollar habilidades sociales, aprender a respetar turnos, a perseverar y a formar parte de un equipo para lograr un objetivo común.

¿Qué podemos hacer para fomentar la sana competencia?

  • Enséñales a disfrutar de la experiencia. Uno persevera en una actividad por el placer que encuentra en ella. Por ello, es conveniente preguntarles, ¿cómo lo pasaron durante la actividad?, ¿qué lecciones aprendieron en el proceso?, ¿qué fue lo que más les gustó y lo que menos les gustó?, ¿qué pueden hacer para mejorar su desempeño y así disfrutarla más?, etc.
  • Utiliza un lenguaje positivo y de aliento. Es fundamental prestar atención al estilo de lenguaje y a la forma de comunicación que usamos con nuestros hijos, pues no solamente se transmite con palabras. Los gestos, la actitud, el tono de voz, el énfasis en algunas frases, etc. pueden ser a veces más reveladores. Enfoquemos nuestras palabras en lo que queremos que suceda y no en aquello que deseamos evitar. Tratemos de no usar “etiquetas” ni calificativos cuando nos referimos a los niños, ya que estos podrían interferir en la imagen que ellos se formen de sí mismos.
  • Reflexiona con ellos sobre el trabajo logrado individualmente y en equipo. Al final de una jornada o una tarea cumplida, siempre es bueno reflexionar con ellos sobre el proceso y sobre los logros obtenidos: qué estrategias utilizaron, cuáles funcionaron mejor, qué cambiarían, que rol desempeñaron, etc., así como reconocer el rol de los otros y valorar lo que aprendieron de ellos. En esta línea, es necesario mencionar que, muchas veces, la cooperación permite logros que individualmente no serían posibles de alcanzar.
  • Fomenta actitudes de cooperación y ayuda a los demás. El trabajo en equipo fortalece la relación entre las personas. Los niños, en esta situación, llegan a un mejor entendimiento, se aceptan y se apoyan mutuamente. Además, unen esfuerzos para lograr un objetivo común, ya sea en contextos recreativos, académicos o deportivos. El trabajo cooperativo los ayuda a sentirse unidos (parte de un grupo), ganar autoestima, lidiar mejor con el estrés, asumir responsabilidades con mayor compromiso y a estar motivados, así como a reconocer que son diferentes, tolerar y valorar otras maneras, y ritmos para hacer las cosas.
  • Enséñales con el ejemplo. Los padres son los referentes más importantes para sus hijos, ellos los observan y tienden a imitarlos. Los niños aprenden más con lo que ven que con lo que se les dice. Por ejemplo, frente a una competencia deportiva, los niños replicarán la actitud y conducta de sus padres ya sea esta positiva o no. Si los padres agreden al rival, se burlan, gritan, etc. ellos interiorizarán como normales estas manifestaciones y las imitarán en diferentes contextos.
  • Apóyalos independientemente del resultado que obtengan. Brinda soporte emocional y acoge a tus hijos por el solo hecho de esforzarse frente a una situación, independientemente de si tienen éxito o no. Retroalimenta su trabajo y su desempeño, y valora el hecho de que dieron lo mejor de sí. Acompáñalos en este proceso, rescata lo positivo y refuerza sus logros para darles confianza y que puedan intentarlo cuantas veces sea necesario. Esta actitud contribuye a desarrollar hijos sanos y con altas posibilidades de éxito. Si los vas a felicitar, menciona aspectos concretos que sean valiosos y no te centres solo en los resultados. Para lograr una mentalidad de crecimiento es bueno no quedarse en calificar las habilidades sino valorar las actitudes y las acciones.
  • Enséñales a aprender de sus errores. Si bien a nadie le gusta equivocarse o errar y, al contrario, es natural que las personas prefieran que las actividades que hacen les salgan bien, es positivo que los niños aprendan que equivocarse no es malo, sino que es normal y los errores les pueden enseñar a superarse a sí mismos. También es básico transmitirles el mensaje de que no hay que esforzarse por ganar siempre sino por mejorar y por intentar hacer las cosas bien. Así, se pueden trazar nuevos retos y plantear objetivos que les permitan mejorar para la siguiente actividad, juego o tarea, siempre de acuerdo a sus características individuales, habilidades y ritmos de aprendizaje.

Uno de los objetivos que como padres debemos plantearnos, es lograr que nuestros hijos sean buenas personas, con una buena autoestima y que no se amilanen frente a los obstáculos, que entiendan que de los errores se aprende y que el esfuerzo en común produce mayor satisfacción y beneficio.

 

Señales de alerta que debemos tener en cuenta en nuestros hijos:

Cuando los niños presentan algunas de estas conductas, debemos prestar especial atención, ya que podrían estar siendo excesivamente competitivos y afectar su sano desarrollo emocional.

  • Se jactan de sus logros y tratan de opacar a los demás.
  • Justifican sus derrotas y culpan a otros o no las aceptan.
  • Están estresados.
  • Piensan que el fin justifica los medios y actúan a veces con prepotencia con tal de lograr su cometido.
  • Se castigan a sí mismos cuando se equivocan.
  • Hacen trampa.
  • Modifican las reglas para su beneficio
  • Evidencian un pobre manejo de la frustración.
  • Prefieren enfrentar a los débiles porque así se aseguran la victoria.

Referencias

En los últimos tiempos, tanto la madre como el padre, además de ejercer su rol parental, aspiran a un desarrollo profesional y personal. Los padres estudian distintas carreras, culminan una maestría, buscan capacitarse en diferentes áreas y también intentan aprovechar su tiempo libre, viajar, hacer ejercicio o desarrollar alguna otra habilidad o talento de la que disfrutan.  

En este contexto, el ritmo de vida acelerado, la carga laboral, la exigencia y competencia en los distintos puestos de trabajo determinan que un gran porcentaje de familias retomen rápidamente, después del nacimiento de sus hijos, su rutina, vida laboral y profesional, y deban separarse de los pequeños o encomendar su cuidado a terceras personas.

De otro lado, los bebés necesitan, cuando son pequeños, que sus figuras de apego estén ahí para alimentarlos, protegerlos, cuidarlos, hablarles, estimularlos y jugar con ellos. De igual modo, cuando son un poco más grandes, necesitan que sus padres sean parte de su rutina y que puedan compartir con ellos sus alegrías, satisfacciones y decepciones. Tanto padres como hijos requieren pasar tiempo juntos para conocerse, relacionarse y generar vínculos. Este proceso demanda compromiso, dedicación y paciencia.

Para los niños, es muy importante ver a sus padres interesados en ellos y sentir que son parte esencial de las distintas actividades que realizan. Por ejemplo, ver que van a sus presentaciones escolares, que participan en los campeonatos deportivos, que asisten a casas de algunos amigos, los llevan a los cumpleaños y celebraciones, entre otras actividades cotidianas, pero, sobre todo, ver que se toman el tiempo para conversar y hacer cosas juntos. Si bien no siempre los padres tendrán el tiempo para lograr estar con ellos en todas las situaciones en que les gustaría, se hace indispensable organizarse, priorizar actividades y compartir tareas con el cónyuge o con los demás miembros de la familia, para que puedan acompañar a los niños, y explicarles siempre qué sucederá en cada situación, para que estén prevenidos y no los esperen en vano.

Así, resulta fundamental encontrar un equilibrio razonable entre el rol de padres, la vida profesional y el desarrollo personal. Los niños necesitan crecer sintiéndose atendidos, comprendidos y, a la vez, con cierto nivel de autonomía para desenvolverse exitosamente.

¿Cómo lograr este equilibrio?

  • Levántate temprano. La mañana resulta provechosa para adelantar algunas tareas pendientes antes de que los niños salgan al colegio o una vez que han partido, dependiendo de nuestro horario de ingreso laboral. Por ejemplo, dejar algo listo para el almuerzo, organizar algunas actividades del día, ordenar un poco y hasta tal vez hacer un poco de ejercicio.  
  • Organiza tu rutina. Cada vez se hace más necesario llevar una rutina y una agenda que nos permita distribuir las labores de la casa, las actividades con los niños y las responsabilidades del trabajo. Solo si podemos organizarnos con anticipación para sistematizar algunas tareas y logramos que cada uno de los miembros de la familia asuma parte de la responsabilidad, podremos optimizar el tiempo para poder cumplir con todo lo esperado. Así, es positivo, por ejemplo, hacer las compras una vez a la semana, dejar el menú organizado y las tareas distribuidas para que nos faciliten los quehaceres. Del mismo modo, es beneficioso dejar todo listo la noche anterior: loncheras y meriendas dispuestas, mesa tendida para el desayuno, ropa necesaria, mochilas, circulares firmadas, agendas revisadas, etc. En estas tareas es útil y provechoso incluir a los pequeños de modo que aprendan a colaborar en las actividades del hogar y adquieran buenos hábitos. Además, hacer que todos participen permite que podamos compartir tiempo juntos, que los niños sepan con anticipación lo que a cada uno le corresponde hacer y que desarrollen responsabilidad y mayor autonomía.
  • Prioriza los momentos en familia. Uno de los espacios más provechosos durante el día es la mañana ya que es posible desayunar juntos, planificar el día y ponerse de acuerdo sobre las distintas rutinas y responsabilidades a seguir. En esta línea, siempre es recomendable respetar el espacio en familia, del mismo modo que es positivo apagar el teléfono, no responder correos y disfrutar de un tiempo juntos. También, es importante evitar llevar trabajo a casa para no distraernos y poder dedicar realmente tiempo de calidad a la familia. Asimismo, es bueno convertir en “sagrados” los momentos familiares y buscar establecer una rutina donde se respeten, por ejemplo: las comidas en las que todos puedan estar presentes y compartir anécdotas sobre su día, la visita a los abuelos los fines de semana, el practicar un deporte juntos, etc.
  • Busca flexibilidad en tus horarios. Si el trabajo de alguno de los padres lo permite, es recomendable tener cierta flexibilidad en los horarios laborales. Con esa posibilidad será más fácil distribuir tareas y cumplir con las distintas responsabilidades, así como acompañar a los niños en algunos espacios en los que lo requieran, por ejemplo, para dedicarles tiempo por la tarde, jugar un rato con ellos, llevarlos o recogerlos del colegio o de alguna clase, acompañarlos a citas médicas, ayudarlos en una tarea, etc.
  • Escoge un buen lugar para dejar a los niños durante la jornada laboral. Según tu horario y de tus posibilidades, busca una persona o familiar que pueda ayudar en casa durante el tiempo en que estén trabajando. También, es factible encontrar una cuna o un centro especializado en el que puedan ayudarte con el cuidado del niño durante algunas horas. Procura que sea cerca de tu casa o tu trabajo, para que puedas acceder fácilmente y compartir las responsabilidades con tu pareja. Así, será más fácil y equitativo para ambos.
  • Mantente en contacto: Hoy en día existen una serie de herramientas que permiten mantener fácilmente el contacto con los niños durante el día. Es importante que estés al tanto de sus actividades y puedas conversar con ellos sobre cómo les fue en el colegio, cómo se sintieron, qué hicieron, qué tal la pasaron, a qué hora llegaron, actividades o tareas pendientes, rutinas, entre otros temas a través llamadas telefónicas, Facetime, WhatsApp, video llamadas, etc. De ese modo, puedes compartir un momento con ellos, supervisar sus actividades y brindarles orientación si lo requieren. Con estas pequeñas acciones, los niños sentirán tu apoyo y que estás atento y presente.
  • Busca tiempo para ti. Siempre es necesario tener momentos en los que puedas descansar, desconectarte y salir con amigos o con tu pareja: es saludable ir al cine, escuchar música, ver una buena película, reír, conversar o salir a caminar. Como padres, debemos cuidar nuestras relaciones adultas, amistades y de pareja, pues esto nos ayudará a sentirnos acompañados, escuchados y contenidos en nuestra ardua labor, además de ser un tiempo para relajarnos y disfrutar. Para ello, es necesario aprender a decir que no algunas veces y distribuir e identificar tus prioridades, ya que no siempre podemos complacer a todos en todo momento. Además, esta sana costumbre será un ejemplo para tus hijos, quienes verán que es posible darse un tiempo también para uno mismo.
  • Organiza tus vacaciones con tiempo. En lo medida de lo posible haz que coincidan con las de los niños; trata de hacer planes de vacaciones con tus hijos y planificarlas con tiempo, de ese modo podrás disfrutarlas y distribuir mejor tu presupuesto.

Cuando ambos padres trabajan fuera de la casa pueden surgir algunos problemas, pero también oportunidades de crecimiento y aprendizaje para todos los miembros de la familia. Depende de cómo nos organicemos, el ejemplo que les demos a los hijos y la actitud con la que asumimos el reto de manera conjunta y equitativa. Es importante considerar que, aunque estemos fuera de casa, podemos tomar las medidas necesarias para que los niños se sientan contenidos, aprendan a asumir sus responsabilidades y a seguir las reglas de casa.

Referencias

  • GARCIA – TORNEL, Santiago. (2007) Trabajamos, ¡quién cuidará a nuestros hijos? Barcelona, Ed. Edebé.
  • BALLENATO, Guillermo. (2014) Educar sin gritar. Buenos Aires, Ed. El Ateneo
  • ACEVEDO, Annie. (2005) ¿Qué hago con mis hijos? Colombia. Ed Norma
  • LERNER, Roberto. (2006) Las hojas de Crianza. Lima. Ed. Letras e Imágenes.

 

 

 

 

El uso de la tecnología puede ser positivo ya que esta aporta muchos beneficios: permite acceder a gran cantidad de información de manera rápida, brinda distintas y nuevas formas de comunicación, facilita espacios de relación y acorta distancias. También, es un medio de entretenimiento y puede ayudar a promover ciertas relaciones sociales ya que brinda herramientas que facilitan el trabajo cooperativo, la comunicación y el intercambio con personas con intereses afines a los nuestros. 

Sin embargo, el excesivo uso de estos dispositivos trae consecuencias negativas. Sobre todo, en los más pequeños, quienes aún están en proceso de crecimiento y de formación del carácter por lo que pueden resultar altamente influenciables. Las pantallas producen fascinación, el brillo, los colores, el sonido, la velocidad con la que los niños obtienen respuestas, etc. son algunas de las características que, contribuyen a que los niños se queden “pegados” a ellas. El uso de los dispositivos puede conducir a los pequeños a buscar constante estimulación y a querer repetir la actividad muchas veces para sentir la satisfacción que esta le genera. En este sentido, las pantallas pueden resultar adictivas.

Otro efecto negativo, es el fácil acceso a determinados contenidos para los cuales los niños aún no están preparados. Asimismo, la posibilidad de interactuar virtualmente con otros usuarios, generalmente desconocidos, conlleva grandes riesgos. El consumismo, es otro problema al que se enfrentan quienes utilizan estos artefactos (sean grandes o chicos) ya que en ellos se ofrecen constantemente productos que buscan generar nuevas necesidades que lleven al público usuario ya sea a comprar o realizar determinadas actividades.  

En casos más extremos, puede promover el aislamiento en los niños, la dependencia y hasta llegar a alterar sus horas de sueño lo que genera fatiga e irritabilidad. De igual modo, el cansancio físico y los periodos cortos de sueño podrían llegar a afectar el ritmo de estudio de los niños, los niveles de rendimiento en la escuela, su comportamiento y sus lapsos de atención-concentración.

En torno a este aspecto, es importante señalar que muchas veces, son los adultos a cargo de los pequeños quienes recurren a la tecnología para conseguir que los niños cumplan con algunos objetivos, por ejemplo: comer, quedarse quietos cuando tienen que esperar, sentarse tranquilos en el auto o simplemente para que se distraigan mientras los mayores están ocupados. Este recurso no siempre es positivo, ya que puede transmitir a los niños el equivocado mensaje de que cuando algo no les gusta, se aburren o se sienten incómodos, está bien recurrir a las pantallas para abstraerse y eludir la situación.

Los niños necesitan de otros niños para aprender a socializar, jugar, conversar, pelearse, compartir, etc., ya que estas experiencias son esenciales para lograr un desarrollo sano y emocionalmente estable. A través de ellas, los pequeños obtienen las herramientas para construir su personalidad, forjar su carácter y conocerse a sí mismos. En este sentido, es necesario mencionar que el excesivo uso de los dispositivos puede interferir con el desarrollo de las habilidades sociales y la formación del carácter, ya que poco a poco los niños empiezan a escoger quedarse en casa, con la computadora, en lugar de jugar con sus pares o familiares.

De igual modo, se aburren con facilidad, se acostumbran a depender de la tecnología para divertirse y no logran usar su imaginación, simbolizar en sus juegos, ni interactuar, incluso si están compartiendo el mismo espacio. Así, los pequeños dejan de salir a montar bicicleta, jugar en el parque, conversar, construir con bloques, jugar juegos de mesa, armar, dibujar, etc.

En este contexto, donde lo que prima es la búsqueda de satisfacciones inmediatas, la impaciencia, la falta de relaciones interpersonales y la disminución de las interacciones con la naturaleza, se podrían desarrollar personalidades insatisfechas que no logran sentirse contentas con nada, que se aburren con facilidad o que huyen de los problemas porque no saben esforzarse para resolverlos. Por ello, es importante aprender a hacer uso de las tecnologías con moderación y evitar caer en excesos, aunque sea una tarea difícil.

¿Cómo generar un uso responsable de los dispositivos electrónicos?

Aquí se presentan algunos consejos:

  • Dar el ejemplo con nuestros hábitos de uso.
  • No usar la tecnología ni los dispositivos como si fueran una niñera.
  • Conocer los juegos y las páginas que frecuentan los niños para acompañarlos durante su uso y orientarlos sobre los contenidos que ven.
  • Acordar normas de uso de estos dispositivos en familia, verbalizarlas y utilizar recordatorios para cumplirlas (timer, carteles, alarmas, etc.).
  • Establecer horarios y lugares de uso razonables de acuerdo a la edad. Pactar la hora en la que deben apagarse.
  • Limitar su uso y establecer lugares donde se “dejan” en determinados momentos (comer, dormir, conversar, jugar o hacer tareas).
  • Promover el uso intercalado y moderado de las pantallas con otras actividades de modo que los niños no dejen de interactuar entre sí, hacer ejercicios, conectarse con la realidad, jugar y pasar tiempo en familia.
  • Enseñar a los niños a cuidar su privacidad e intimidad, y explicarles los riesgos que conlleva contactar con desconocidos, publicar fotos o datos personales, entre otros.
  • Establecer protocolos familiares de seguridad para protegerse de los malos usuarios, conversar sobre ellos e implementarlos en casa de manera clara y consistente. 
  • Enseñar a los pequeños a pedir ayuda cuando encuentran información que les incomoda o asusta. También, si los contacta alguna persona que no conocen.
  • Usar aplicaciones para limitar el acceso a algunos sitios web que no son apropiados para la edad de los niños o transmiten contenidos inadecuados.
  • Evitar que los pequeños usen sus dispositivos electrónicos mientras realizan sus deberes escolares, salvo como herramienta de consulta.

Las pantallas en sí, no son una amenaza para las personas, es el mal uso de estas lo que puede traer consecuencias negativas, sobre todo en los más pequeños. Por ello es importante informarse, conocer y desarrollar en familia pautas y estrategias para usarlas de manera positiva y obtener el máximo beneficio de ellas.

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La Academia Americana de Pediatría (AAP)1 sostiene entre sus recomendaciones que:

  • Para los niños menores de 18 meses, se debe evitar el consumo y el uso de las pantallas en la medida de lo posible. Los padres de niños entre 18 y 24 meses de edad que quieran introducir a sus pequeños en algún contenido digital deben elegir programas de alta calidad y verlos con ellos para ayudarlos a discernir sobre lo que están viendo.
  • Para los niños entre los 2 y los 5 años edad, se debe limitar el uso a una hora al día de programas de alta calidad. Asimismo, los padres deben ver el contenido mediático junto con sus niños para ayudarlos a entender los que están viendo y que puedan aplicarlo al mundo que los rodea.
  • Para los niños de 6 años en adelante, los padres deben establecer límites coherentes sobre el tiempo y el tipo de contenido que sus niños visualizan. Así, podrán cerciorarse de que su consumo no acapare el tiempo que debería estar destinado al sueño, alimentación, ejercicio y otras actividades esenciales para la salud. 

1La American Academy of Pediatrics publica nuevas recomendaciones para el consumo mediático de los niños. En: https://healthychildren.org/spanish/news/paginas/aap-announces-new-recommendations-for-childrens-media-use.aspx

Fuentes

Los niños nacen con una dependencia casi absoluta de sus padres o cuidadores. Conforme van creciendo y alcanzando la suficiente madurez física y emocional, lograrán obtener mayores niveles de autonomía en las distintas áreas de su vida. En los primeros años, desarrollarán destrezas para trasladarse, jugar, alimentarse, asearse, vestirse, etc. Más adelante, serán capaces de tomar decisiones, asumir las consecuencias de sus actos, actuar con responsabilidad o gestionar sus emociones. Así, paulatinamente, irán aprendiendo nuevas habilidades que les permitirán realizar acciones cada vez más complejas y solucionar problemas.

Para que el niño adquiera sentimientos de seguridad necesarios para lograr un sano desarrollo, es importante que logre establecer un vínculo de confianza con sus padres o cuidadores. La relación afectiva que él llegue a entablar con ellos le dará la confianza básica imprescindible para animarse a explorar su entorno e ir poco a poco adquiriendo una mayor autonomía.

En este contexto, la familia cumple un rol primordial, puesto que será la encargada de establecer las primeras pautas de cómo el niño puede enfrentarse al mundo. Si queremos que nuestros hijos se sientan seguros de sí y sean exitosos, debemos primero nosotros confiar en sus capacidades y delegarles responsabilidades desde muy pequeños, siempre que estas estén dentro de sus posibilidades.

Cuando los niños cumplen con sus actividades, es importante afianzar sus logros con elogios moderados y enfatizar el esfuerzo por la tarea realizada. Al mismo tiempo, hay que saber dosificar y no exagerar estos elogios, ya que se corre el riesgo de perder credibilidad o condicionarlos a actuar únicamente para obtener el refuerzo positivo y no hacerlo a conciencia. En este sentido, es fundamental tomar en cuenta que las recompensas externas tienden a inhibir la motivación intrínseca, que es lo que finalmente queremos lograr para que sean realmente autónomos y actúen por convicción y no por la recompensa, el temor o la obligación.

Debemos estar atentos a no caer en la sobreprotección ya que muchas veces pensamos que haciendo las cosas por ellos los estamos ayudando, lo cual no podría estar más lejos de la verdad. El mensaje que les estamos transmitiendo al hacer las cosas por ellos, es el de incapacidad para asumir sus responsabilidades, lo cual genera consecuencias negativas para su desarrollo en general.

Evitarles la frustración y el sufrimiento, si bien les “facilita la vida”, no les permite hacer las tareas para las que ya están preparados; tampoco les da la oportunidad de poner en práctica determinadas habilidades, ni desarrollar recursos necesarios para enfrentarse por sí mismos a las distintas situaciones que se les puedan presentar. Las frustraciones son inevitables; por lo tanto, hay que aprender a manejarlas.

¿Cómo puedes ayudar a los niños a desarrollar su autonomía?

  • Aprovecha situaciones cotidianas para fomentar su independencia: los niños aprenden a ser autónomos al realizar diferentes actividades diarias tanto en casa como en el colegio. En esta línea, es necesario enseñarles a crear ciertos hábitos por sí mismos, como vestirse, ponerse y sacarse los zapatos, ir al baño solos, ordenar sus cosas, etc. También es importante que tengan la oportunidad de asumir solos las responsabilidades escolares, entre ellas: anotar en su agenda, hacer las tareas, estudiar solos, etc.
  • Dale tiempo para aprender y practicar: las rutinas diarias no son sencillas para los pequeños, por ello es necesario armarse de paciencia y permitirles practicar y tomarse su tiempo hasta que puedan lograrlo con la mínima ayuda. Como adultos podemos mantenernos cerca y alentarlos, crear un ambiente favorable y motivador en el que se le ofrezcan distintas oportunidades y recursos.
  • Promueve su capacidad para tomar decisiones: es importante incluirlos en decisiones que les competen y en las cuales puedan dar su opinión, de acuerdo a las alternativas que les podemos plantear, viables y de acuerdo a la edad. Por ejemplo: lo que llevarán en su lonchera, escoger qué ropa usarán, qué libro prefieren leer, etc. Con referencia a esto, sería positivo mencionar que las buenas decisiones generalmente son producto de contar con información previa sobre el tema en cuestión. Por ello, es recomendable proporcionarles, en la medida de lo posible, la información necesaria para que tengan los elementos adecuados al decidir.
  • Déjalo probar: si descubres que tu hijo está interesado en realizar alguna tarea novedosa, o en experimentar algo distinto, no lo desalientes, ni lo restrinjas diciéndole que es muy pequeño o que no va a poder, siempre y cuando esté dentro de sus posibilidades y no atente contra su seguridad. Es beneficioso permitirle que lo intente y hacerlo sentir que su esfuerzo es valioso, aunque no lo haga perfecto. En general, esta actitud y el valorar siempre la experiencia ajena como ejemplo, le permitirá aprender y desarrollar mayor motivación para ser independiente.
  • No resuelvas sus problemas ni corrijas por ellos sus errores: ayúdalo a plantear alternativas de solución e ir probándolas, enséñale que para hacer algo bien, es importante practicar mucho y algunas veces equivocarse. Dale las pautas para resolver problemas, pero deja que él encuentre la solución. La frustración es parte del aprendizaje, aunque a nadie le gusta cometer errores. Siempre transmite el mensaje de que los errores son una fuente de aprendizaje, que es normal equivocarse y que ellos pueden solucionarlo.
  • Establece límites y reglas claras: ayúdalo a entender que ser autónomo no quiere decir decidir sin considerar al otro. Ser autónomo implica negociar los puntos de vista, respetar los límites y autorregularse para ello. Por eso no temas en marcar esos límites y en plantear situaciones en las que tu hijo deba ser empático con los demás y con el bien común. Para ello, brinda pautas claras, establece acuerdos y pon consecuencias que guarden proporcionalidad con la edad de tu hijo y con la falta cometida. Evita los premios y castigos.

Es importante que, como padres, sepamos encontrar el equilibrio al establecer acuerdos en la crianza de los hijos. Debemos evitar la excesiva permisividad y la sobreprotección y tratar de acercarnos más hacia un rol de guía y facilitador. La idea es orientar a nuestros hijos sin ser controladores. Dejemos que cometan sus propios errores, que resuelvan sus problemas y tomen sus decisiones, pero estemos ahí para acompañarlos y aconsejarlos cuando sea necesario. Alentémoslos a enfrentar retos y a confiar en sus capacidades. Esto les dará seguridad en sí mismos y les permitirá desarrollar su propio criterio haciéndolos más autónomos.

Referencias

  • Actualización a FontAwesome 5.10.1

Entendemos por acompañamiento temprano a la acción respetuosa de estar con el niño, observarlo y contenerlo en su desarrollo desde sus primeros meses.  En ese sentido, acompañar respetuosamente significa brindar al pequeño un entorno adecuado para que pueda sentirse seguro y explore el mundo desde sus posibilidades sin precipitar posturas ni movimientos que no hace por sí mismo.

El acompañamiento se basa en la confianza y en el respeto del adulto hacia el niño, en valorar cada una de sus etapas y sus logros, en dejarlo ser protagonista de sus aprendizajes. En este contexto, la observación y la escucha son herramientas indispensables que brindan información necesaria para entrar en sintonía con el pequeño.

“Acompañamiento respetuoso es (…) permitir ser, respetar ritmos, intereses, emociones, pensamientos, juegos, aprendizajes, descubrimientos… para que [los niños] puedan conectar con ellos mismos. [Acompañar] es confiar en sus capacidades, facilitar su autonomía, dar seguridad emocional y física. Es observar, es amar incondicionalmente. Acompañar (…) nos permite estar para ser y dejar ser.” (1)

Se trata de que el adulto acompañante provea al niño de un entorno con las condiciones propicias para que se desenvuelva libremente, con autonomía y confianza. Este espacio físico debe ser un ambiente seguro y cómodo, en el que pueda moverse por sí mismo para manipular objetos, explorar posturas e interactuar con lo que hay a su alrededor potenciando su interés por descubrir. Así se promoverá que el niño juegue en el espacio y se adueñe de su entorno según su nivel de madurez, sin sentirse exigido frente a actividades para las que aún no está preparado o no se siente motivado.

La presencia del adulto que acompaña al niño es fundamental. Este entiende los procesos de maduración y las etapas del desarrollo por las que está pasando el pequeño. Además, se preocupa por conocer su contexto particular, su entorno familiar, sus tiempos y su historia. Así, se respeta a cada uno según como es, sin la presión por cumplir objetivos en determinados tiempos.

El adulto se convierte en el mediador entre el niño y su entorno. Será él quien le proporcione un espacio (no solo físico) seguro y de contención para que pueda explorar con confianza y seguridad, sabiéndose mirado y cuidado. A partir de este vínculo, el niño empezará su relación con el ambiente y los objetos que lo rodean, y establecerá sus primeros contactos con la realidad. No se trata pues de estimular desde afuera el aprendizaje del niño, sino, más bien, de acompañarlo en sus descubrimientos, ya que el deseo de aprender nace desde adentro.

“Cuando el niño actúa por su propia iniciativa e interés, adquiere capacidades y conocimientos mucho más sólidos que si se intenta inculcarle desde el exterior estos mismos aprendizajes” (Emmi Pikler) (2)

Como sabemos, el niño construye sus aprendizajes y descubre su entorno cuando establece relaciones interpersonales. Por ello, primero necesita crear vínculos con sus cuidadores más cercanos, ser mirado con afecto y sostenido en toda su integridad para, a partir de ahí, poder construirse.

De este modo, los cuidados cotidianos se convertirán en experiencias valiosas a nivel sensorial, motor y afectivo. A través de ellos, el niño podrá recibir un adecuado mensaje de contención y seguridad afectiva que le devuelva una imagen positiva de sí mismo, que le permita experimentar bienestar y reconocimiento por lograr lo que desea.

La sola presencia del adulto significativo, el cargarlo, acariciarlo y hablarle durante las rutinas contribuyen a estructurar su personalidad y promueven una motivación permanente para el niño. Así, los aprendizajes que se produzcan serán especiales y duraderos ya que estarán enmarcados en un espacio cargado de afecto.

En este sentido, la comunicación verbal y gestual del adulto que acompaña al niño es imprescindible. A través de ella, este podrá anticipar al bebé las acciones que va a realizar y que están vinculadas con sus rutinas de cuidado, alimentación y aseo.

Es importante señalar que el acompañamiento respetuoso no plantea “dejar solo al niño” sino que, por el contrario, postula permitirle actuar considerando sus iniciativas, siempre acogiéndolo y estando atentos a sus necesidades. Tampoco propone “dejar al niño hacer lo que quiera”, ya que los pequeños necesitan límites que les brinden información sobre lo que está permitido y lo que no. Eso les da seguridad y les permite explorar con mayor familiaridad su entorno. El adulto renueva con su presencia la confianza del niño, y le devuelve certeza y seguridad para desplegar sus intenciones. Bajo esta mirada, el pequeño logrará ser activo y autónomo.

No es necesario intervenir de forma constante ni brindar estrategias y entrenamiento a los niños, ellos recogerán de su medio las enseñanzas que consideren valiosas, siempre y cuando estemos cerca y disponibles, enriqueciendo las condiciones de su entorno.

El acompañamiento temprano fomenta en los niños una mayor capacidad de autonomía e iniciativa para enfrentar situaciones cotidianas, usando su creatividad. También favorece el desarrollo de su autoestima e independencia, ya que se acostumbran a hacer las cosas por sí mismos, bajo una mirada de amor y respeto. Las interacciones que tenga el niño con sus adultos significativos lo modelarán y acompañarán en el futuro. Esto, a su vez, les permitirá ir formando su personalidad y carácter.

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Citas textuales

  1. y (2) ANTOÑANZAS Cristina (2017). Acompañamiento respetuoso vs Estimulación Temprana En: https://www.transformandonos.com/acompanamiento-respetuoso-vs-estimulacion-temprana/

Referencias

Al interior de una familia, es común que puedan surgir conflictos, pues la convivencia conlleva un contexto social particular, donde se comparte no solo el espacio físico, sino también diferentes responsabilidades, tareas, rutinas, normas, pero también afectos, emociones e intimidad. Así, la vida familiar implica, muchas veces, ceder ante los demás y, otras veces, negociar para hacer valer los propios intereses.

La relación entre los padres trae consigo amor, comprensión, cooperación, compromiso, etc. pero también puede traer frustración, cólera, duda, desilusión, entre otros. Esto es en parte, porque los miembros que conforman una pareja son diferentes y tienen formas distintas de pensar y de aproximarse a las diversas situaciones que se les van presentando a lo largo de la vida. Así pues, es normal que los integrantes de una pareja tengan diferencias en cuanto a ideas, opiniones, valores y prioridades. Sin embargo, si estas divergencias son mal manejadas conllevarían discusiones frecuentes y cierto nivel de tensión en casa, que podría afectar de forma negativa a los distintos integrantes de la familia y, principalmente, a los hijos.

En esta línea, resulta importante que se logren encontrar caminos adecuados y estrategias apropiadas de comunicación que permitan resolver los conflictos al interior de la familia, a través del diálogo y siempre con respeto.

Si, por el contrario, los padres no logran comunicarse de forma adecuada y utilizan comentarios hirientes, sarcasmo, burlas, gritos o humillaciones, las discusiones podrían tornarse intensas e insostenibles en casa y el conflicto se volvería habitual. 

Cuando los niños viven en un lugar en el que se respira tensión y donde se experimentan fricciones de manera sistemática, pueden verse afectados emocionalmente, lo que resulta negativo para su desarrollo. Así, algunos niños podrán perder estabilidad emocional, mostrarse inseguros, ansiosos, excesivamente sensibles e irritables o presentar dificultades para relacionarse con los demás. Otros podrán manifestar problemas de conducta, mostrar un comportamiento agresivo, disminuir su rendimiento en la escuela o buscar llamar la atención, etc.

“Las consecuencias emocionales del conflicto varían en función de factores como las características de personalidad de los implicados, la intensidad, frecuencia y la forma de resolución de los mismos”. (Grych et al. 1990)[1]

Además, es importante reconocer que los padres son modelos de identificación para los niños y que ellos están aprendiendo a comunicarse y relacionarse con los demás en función del ejemplo que reciben. De esta manera, si el niño crece en un ambiente en el que se permite usar frases hirientes, será más probable que normalice esta conducta y, luego, la reproduzca con sus pares.

En este contexto, es muy importante que los adultos aprendan a reconocer sus emociones y desarrollen la habilidad de comunicarse de forma asertiva. Entendemos por asertividad, “la habilidad de expresar sentimientos, ideas y puntos de vista, en general; sin herir a los demás, manifestando respeto por el otro, evitando emitir juicios u opiniones que descalifiquen y sin hacer críticas destructivas”. (Minedu, 2013)[2]  

De este modo, el aprender a mostrar una actitud asertiva contribuirá a la convivencia y a la cooperación, promoviendo la tolerancia y reduciendo la agresividad al interior de las relaciones familiares.

Algunas buenas prácticas para lograr establecer un clima familiar cordial, saludable, cálido y enriquecedor para el bienestar de todos los miembros de la familia y, sobre todo, para salvaguardar la salud emocional de los niños son:

  • Aprender a expresar las emociones en lugar de reprimirlas y acumularlas, ayuda a desahogarse de manera regulada y atenúa las sobrerreacciones, sobre todo frente a los hijos. Muchas veces, cuando existen problemas y desacuerdos de forma continua en la pareja, se van guardando sentimientos negativos que luego salen a tallar en distintos momentos de la vida cotidiana sin tanto control.
  • Buscar siempre ser constructivo cuando una discusión se presenta y evitar reproches. Es más productivo encontrar juntos la solución.
  • Fomentar el diálogo y la capacidad de escucha. Generar espacios de intercambio dentro de la familia contribuye a un mejor entendimiento de las posturas de los demás, lo que a su vez ayuda a desarrollar la empatía y facilita la resolución pacífica de los conflictos. De esta forma, se podrán encontrar soluciones consensuadas, duraderas y satisfactorias para todos. 
  • Saber pedir perdón cuando hemos cometido un error. Esto demuestra a los niños que podemos equivocarnos y que lo valioso es reconocerlo, rectificar y reconciliarse. Incluso es importante aprender a lamentar la situación o cómo se siente el otro, aunque no sea nuestra responsabilidad propiamente y por ende no debamos una disculpa. La empatía acerca y el orgullo nos distancia.
  • Usar un tono de voz apropiado. Cuando se presenta una discusión, es mejor no levantar la voz. Los gritos asustan y confunden a los niños.
  • Evitar generalizar y etiquetar. Es mejor referirse al hecho concreto que motiva la desavenencia en el momento en que sucede, en lugar de calificar negativamente a la persona.
  • No hablar sobre determinados temas delante de los hijos. No es recomendable involucrar a los niños en algunas decisiones que corresponden a los adultos, ni tampoco exponerlos a situaciones que aún no están preparados para manejar o a discusiones que podrían confundirlos.
  • Nunca desautorizar al otro padre frente a los hijos. Esto puede generar confusión en ellos. Es mejor buscar un momento a solas donde puedan ponerse de acuerdo sobre las respuestas que les darán.
  • No calificar de forma negativa al otro padre delante de los hijos. Los niños necesitan mantener afectos y relaciones sanas con ambos padres, por lo que no es adecuado que un padre hable mal del otro.
  • No poner a los hijos en la situación de tomar partido. Para los niños ambos padres significan una parte importante de sí mismos. Si los exponemos a elegir, los estaremos conminando a “traicionar” al otro.

El que exista un conflicto entre los padres no siempre significará que habrá una ruptura en la relación. Por el contrario, los conflictos bien manejados en casa, pueden ser valiosas oportunidades de aprendizaje para los niños en las que podrán desarrollar tolerancia, empatía, habilidades de comunicación y negociación; respeto, capacidad de reflexión, y de perdón, entre otras.  Intentar resolver los conflictos de pareja de forma asertiva será un modelo positivo para los hijos y para sus relaciones sociales a futuro. Los niños aprenderán en casa la manera de conducirse frente a los demás.

 


[1] PSISE Psicólogos Infantiles Madrid ¿Cómo afectan a los hijos las discusiones entre los padres? En: https://psisemadrid.org/como-afectan-a-los-hijos-las-discusiones-entre-los-padres/

 

[2] Minedu, 2013 “Aprendiendo a resolver conflictos en las instituciones educativas”. pp.81. Lima, Perú.

Britannica Online:  www.School.eb.com (para usarla en casa debes revisar usuario y contraseña en los labs)

Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: www.rae.es

PÁGINAS WEB  RECOMENDADAS:

www.elhuevodechocolate.com: Pretende conservar y difundir el folclore infantil en cualquiera de sus facetas: cuentos, costumbres, tradiciones, refranes, romances, fábulas, canciones, villancicos, pasatiempos, acertijos, trabalenguas, retahí- las, adivinanzas y juegos.

www.genmagic.org/: Juegos en flash para primaria.

www.fossweb.com: Juegos y experimentos de Science para todos los grados. Actividades integradas para los diferentes niveles.

www.learningplanet.com: Contiene actividades diferenciadas por grados, niveles, temas o categorías. También incluye juegos gratis en línea desde kinder hasta 6to grado. Todos los juegos son educativos.

www.AAA.math.com:  Información, recursos, actividades para  alumnos. Incluye tutoriales de temas matemáticos desde sumas,  restas  hasta  Álgebra, Trigonometría. También  tiene  calculadoras  básicas,  científicas,  de  porcentajes,  números primarios y una calculadora trigonométrica. Incluye juegos que involucran ejercitar la memoria.

www.kidsplanet.org: Página dedicada a la defensa de la vida animal salvaje. Contiene información referente a las especies en los continentes e información sobre éstas. También se puede acceder a juegos que involucran la defensa animal.

www.funbrain.com:  Juegos  educativos  por  áreas,  Matemática,  Arte,  Historia,  Música,  Ciencia  y  tecnología. También tiene información para padres y profesores.

www.yahooligans.com: Buscador de yahoo con temas puramente escolares. Es más gráfico que el buscador de Yahoo regular. Contiene un directorio temático.

www.starfall.com: Página donde se puede aprende a leer. Ofrece materiales para clase, actividades en línea. Está separado por niveles desde las vocales y abecedario hasta cuentos, historietas, etc.

¿QUÉ ES EL CHAT?

El chat, que significa “charla” en inglés, es un medio de comunicación que nos permite mantener una conversación en tiempo real con otras personas conectadas a Internet. Mediante la computadora se puede conocer gente nueva y comunicarte con amigos y extraños a través de la web.

Algunos de estos chats los podemos encontrar simplemente navegando por Internet o bajando un programa determinado, pero muchos no tienen las medidas de seguridad necesarias sobre el tipo de lenguaje, información o archivos que se transmite en ese salón de chat.

Ya habiendo dado una breve definición de lo que es el chat, deberíamos preguntarnos si las personas que contactamos son realmente quienes dicen ser.

En nuestro medio es muy común encontrar o escuchar a los chicos comentando sobre las personas que conocieron en el chat, siendo éstos quizá solo personajes creados para el chat. Ten presente que tú no sabes que si quien dice ser Juan Pérez de 15 años es Juan Pérez de 40 y no sabemos qué intenciones puede tener al estar en el chat.

¿Existen chats más seguros que otros?

Efectivamente, sí existen programas en los cuales podemos tener seguridad de que la persona con quien entablamos comunicación es conocida y así poder pasar un rato agradable.

El más usado es el MS Messenger de Microsoft, en el cual sólo necesitas tener una cuenta de correo electrónico.

Este sistema es seguro ya que, las personas con quien vas a conversar tienen que ser “invitadas” necesariamente por ti y deben ser usuarios de Hotmail. Si quieres conocer un poco más de MS Messenger entra a la página http://messenger.yupimsn.com/

Otro programa que también se distingue por su seguridad en las comunicaciones en tiempo real es el Yahoo Messenger que te ofrece fondos interactivos para conversaciones, de la misma forma que en el MS Messenger uno es quien invita a las personas que tienen ya un correo. Si quieres conocer un poco más de Yahoo Messenger entra a la página http://espanol.messenger.yahoo.com/.

Medidas indispensables

Por eso es esencial tomar las medidas para prevenir situaciones desagradables. Algunas de estas medidas que podríamos conversar con los chicos son:

  • No mentir sobre la edad, existen salas de chat donde el ingreso es por edades.
  • Nunca compartir la contraseña de acceso a nuestro correo electrónico con ningún amigo y mucho menos con ningún extraño.
  • No seleccionar la opción “Recordar contraseña” al ingresar.
  • Avisar inmediatamente a un adulto, si consideran que algún mensaje puede ser peligroso o extraño.
  • No brindar datos personales, ni de nuestros familiares.
  • No aceptar ningún tipo de archivo que algún extraño envíe por el chat o por tu correo electrónico, porque podría tratarse de un virus.
  • No chatear en cabinas nunca. En las cabinas el acceso a Internet no es seguro, es ilimitado sin ningún tipo de control sobre los accesos a las salas de Chat ni a la misma cabina, como espacio físico.

No tener encuentros reales con ninguna persona que hayamos conocido por el chat.

En el colegio, como en todos lados, somos conscientes de las inmensas oportunidades que nos brinda internet. Para el aprendizaje ofrece una riqueza infinita de fuentes e interacciones, de manera fácil, actualizada y rápida… siempre y cuando la sepamos usar.

En primer lugar resulta interesante conversar con los chicos para descubrir lo que varias investigaciones ya están reportando:

  • No muchos la usan espontáneamente para aprender. Muchos usan más las redes sociales, la música y los videojuegos y a veces no la usan ni para cosas tan simples como “googlear” una pregunta que no conocen, un dato que han olvidado, etc.
  • Pocos saben “desconectarse” el rato necesario de las diversas “ventanas abiertas” para focalizarse en tareas más complejas que requieren de toda nuestra concentración. Está probado que no existe realmente el multitasking a nivel del funcionamiento cerebral, ni siquiera en esta nueva generación Windows. Para muchos la sensación de aburrimiento crece si no están conectados, dificultando las posibilidades de disfrutar como se debe de otras actividades, pues se genera la expectativa de que todo debe ser divertido para ser bueno.
  • Muchos recurren fácilmente al “copy and paste” y se quedan con la sensación de que eso implica investigar, y que solo cambiar unas cuantas palabras o parafrasear implica que ya no están plagiando, en vez de citar las fuentes como deberían. De alguna manera se hace difícil aprender que las cosas bien hechas cuestan algo de esfuerzo.
  • Pocos verifican la validez de las páginas, su actualización o calidad, y simplemente se alegran de haber encontrado algo de lo que buscaban.

Si lográramos cambiar estos malos hábitos, el uso de internet cobraría otro valor y le daría más sentido a la presencia que tiene en la vida de los alumnos.

Por otro lado, internet está ofreciendo oportunidades de interacción que pueden ser un arma de doble filo, si no intervenimos desde temprana edad para fijar hábitos saludables.

Por un lado vemos un uso elevado en algunos niños de los videojuegos y los juegos online que puede terminar ocasionando graves problemas difíciles de revertir cuando sean evidentes. Nos referimos a cómo el uso indiscriminado, frecuente y elevado de la mayoría de videojuegos incrementa las actitudes agresivas en los juegos de los niños (al igual que ocurre con la televisión incluidos algunos programas infantiles), quienes hasta llegan a enfrentar de manera muy ligera y hasta fantasiosa los efectos de los juegos agresivos. Asimismo, ya entrando a la adolescencia no son pocos los casos en que se desarrolla una adicción a estos juegos, por la cual los chicos dejan de realizar una serie de otras actividades que resultan más necesarias y saludables para ellos.


Más que prohibir el uso de estos juegos, o en general de internet, lo que más servirá a largo plazo es estar atentos a la manera en que nuestros hijos se relacionan con estas herramientas, tanto para detectar señales de alerta, como para enseñarles a poner los límites y ser críticos ellos mismos. Es importante aprender a limitar el tiempo que se pasa conectado, sobre todo buscando el equilibrio con otras actividades que promueven el desarrollo personal, emocional e intelectual que esperamos. Si un niño no es capaz de apagar la computadora para ir a jugar con sus amigos, salir a pasear o disfrutar de un tiempo en familia, será una señal de alerta.

En segundo lugar el uso de Facebook, o las redes sociales en general, está generando también una serie de preocupaciones. Definitivamente vemos que su buen uso resulta bastante complicado para los chicos, especialmente los menores. Por algo una de las políticas de uso* de facebook fija los 13 años como la edad mínima para afiliarse (antes era incluso 16 años).

¿Qué hacer entonces para promover el buen uso de internet en casa?

Cada familia deberá fijar sus propias reglas pero sobre todo se trata de mantener una comunicación fluida al respecto. Será importante tomarse un tiempo para navegar juntos por internet, modelar algunas buenas prácticas, conocer las páginas que visitan sus hijos, los juegos que juegan y con quiénes se contactan. Es necesario hablar de los riesgos y entender que los hay como también en la calle y que por eso es necesario que ustedes puedan ver lo que hacen en internet. Si esto está claro desde un inicio se podrá evitar el control a escondidas por el que algunos padres terminan optando a veces.

Algo que dificulta que los padres cumplan este rol a cabalidad es la costumbre cada vez más difundida de que los chicos tengan sus propios aparatos, computadoras, tablets y celulares, de modo que sea fácil usarlos con total independencia y fuera de la supervisión de los padres. Es recomendable que en una primera etapa no sea así. En general, también desde otros puntos de vista, valdría la pena pensar si es conveniente que los chicos tengan aparatos tan caros con las últimas y más avanzadas posibilidades de comunicación desde tan temprana edad.

Finalmente se debe conversar sobre la conducta que como padres esperamos que tengan nuestros hijos en internet y establecer códigos de ética respecto a qué se publica o qué se dice en internet, que impliquen no solo su protección sino también el respeto a los demás.

Próximamente: sobre las redes sociales y el facebook (parte 2)

*En el FB se menciona lo siguiente en sus políticas (sobre edad y restricción de edad).

  1. No utilizarás Facebook si eres menor de 13 años.
  2. No desarrollarás ni harás uso de aplicaciones de terceros que contengan, publiciten o promocionen de cualquier otro modo contenido relacionado con el consumo de alcohol o las citas, o bien de naturaleza adulta (incluidos los anuncios) sin las restricciones de edad apropiadas.

El artículo completo se encuentra en la siguiente web https://www.facebook.com/legal/terms

Estamos buscando nuevos profesores para diversos grados y áreas curriculares en castellano e inglés.

Se necesita tener título de profesor o título universitario del área curricular en cuestión, así como experiencia mínima de 4 años.

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Por Dra. Delaney Ruston

Pensé que no podría ser posible, pero para los adolescentes de 13 a 18 años, el tiempo frente a la pantalla aumentó 42 minutos en los últimos cuatro años. Los adolescentes ahora pasan, en promedio, 7 horas y 22 minutos por día en pantallas, sin incluir tareas en casa o tareas escolares. Estas cifras provienen de una encuesta reciente realizada por Common Sense Media.

Una de las razones por las que 7:22 es tan alto es que esta encuesta cuenta el tiempo de hacer más de una cosa en pantalla, como una exposición de pantalla separada. Esto significa que, si un adolescente está mirando un programa, por ejemplo, The Office, durante una hora, y al mismo tiempo está haciendo redes sociales en su teléfono durante esa hora, entonces se cuentan como dos horas de tiempo frente a la pantalla. Incluso así, 7 horas 22 minutos es una cifra tremendamente alta. Además, este es solo el promedio, por lo que el 29% de los adolescentes informan estar en pantallas durante más de 8 horas al día.

Además, el último informe encontró un aumento significativo en el tiempo dedicado a mirar videos de YouTube, lo que me preocupa. Las empresas están haciendo un trabajo fantástico al usar todos los datos de nuestros hijos (y los nuestros) para ofrecer un flujo interminable de videos tentadores. No es de extrañar que, según un informe, el 70% de todos los videos vistos en YouTube sean los "recomendados": estos son los videos que aparecen en la barra lateral, cuando está viendo un video en YouTube.

Entonces, ¿qué depara este futuro? ¿Cuánto mejor llegarán las empresas a ofrecernos videos muy atractivos y altamente personalizados que aparecen sin cesar? (Intenté llegar al final del desplazamiento cuando hago clic en mi página de YouTube, pero, por desgracia, no puedo entender cómo hacerlo. Si sabe cómo, hágamelo saber).

Otro hallazgo preocupante en la encuesta de Common Sense Media es que el número de niños de 8 años que tienen sus propios teléfonos inteligentes aumentó en solo cuatro años del 11% al 19%. Este es un porcentaje sorprendentemente alto. El informe no especifica a qué tienen acceso los niños de 8 años en sus teléfonos inteligentes, o cuántos de sus cuidadores utilizan herramientas de bloqueo. Aun así, estoy segura de que no es el 100%, y me preocupa toda la exposición a contenido aterrador e inapropiado.

Me preocupa el hecho de que todos estos niños pequeños están ahora desarrollando hábitos para su futuro. En los EE. UU., El niño promedio de 8 a 12 años pasa 4 horas y 44 minutos en una pantalla por día, sin incluir el tiempo que pasa en la escuela para el trabajo de clase o la tarea. Y ahora gran parte del tiempo frente a la pantalla está en un teléfono inteligente. Los hábitos de querer estar conectado, comprobar todo el tiempo, comienzan ahora siendo mucho más jóvenes.

Hoy quiero felicitar a algunos de los grupos e individuos que están trabajando para prevenir que sea demasiado pronto y demasiado tiempo frente a la pantalla para los jóvenes de hoy.

Acabo de tener el placer de leer el nuevo libro de Tiffany Shlain 24/6, basado en la tradición de 8 años de su familia de hacer un Shabat tecnológico. Su esposo y sus dos hijas dejan de usar toda tecnología (con algunas excepciones menores) desde la puesta del sol de los viernes hasta la puesta del sol de los sábados. Su libro analiza la historia de una multitud de temas interesantes, como el origen de los fines de semana. Lo que es más importante, analiza los méritos de conseguir tiempo sin pantalla y ofrece muchos consejos prácticos sobre cómo hacerlo, incluido el inicio de la práctica del tipo Shabat.

Existe el movimiento creado por padres, llamado Wait Before 8th (Espera hasta 8.º), que alienta a los padres a esperar hasta que su hijo esté en octavo grado para darle su propio teléfono inteligente. Desde su inicio en 2017, tienen 22,000 personas que se han comprometido. Han hecho un trabajo impresionante al correr la voz sobre lo que están haciendo.

Nuestro movimiento, Away For The Day (Fuera todo el día), continúa creciendo. Recibimos muchos correos electrónicos de padres que dicen cómo están usando los recursos en Awayfortheday.org para ir a sus escuelas y trabajar para que los teléfonos no estén a la vista durante el día. Si vamos a hacer mella en las 7:22 horas que los niños pasan en las pantallas, este tipo de acciones son cruciales.

Padres ayudando a padres. Esta idea es una conexión tan esencial que se hace necesaria, con tantos padres sintiéndose increíblemente desquiciados al tratar de lograr un equilibrio tecnológico en el trabajo de sus hijos. Algo que puede ayudar a estos padres son los esfuerzos de otros padres en sus comunidades. Justo esta semana, hablé con dos mujeres que han estado actuando como mentoras y entrenadoras de otros padres en sus círculos. Uno de ellos ha dado "charlas tecnológicas" a grupos de padres.

Entonces, para el Tech Talk Tuesday de hoy, hablemos con nuestros hijos sobre los resultados de la última encuesta sobre los aumentos considerables en el tiempo que pasan en las pantallas. Aquí hay algunas preguntas para comenzar una conversación:

  • ¿Cuántas horas crees que está el adolescente promedio ante una pantalla? ¿Qué tanto el promedio de 8 a 12 años de edad?
  • ¿Qué crees que es lo más importante que hacen los niños de 8 a 18 años en esas horas? (Respuesta: viendo televisión / videos)
  • ¿Alguna vez has visto las "recomendaciones" de YouTube?
  • ¿Hasta qué punto son útiles estas recomendaciones? ¿No es útil? ¿Es bueno para la sociedad?

Si está interesado en obtener mayor información acerca de este y otros temas relacionados, puede acudir a:

https://www.screenagersmovie.com/tech-talk-tuesdays

Noviembre, 2019

“La palabra hábito quiere decir conducta aprendida que se repite frecuentemente, y viene del vocablo latino habitus, que significa costumbre.”[1]

Los hábitos son pautas estables de comportamiento que realizamos de forma continua, y que ayudan a los pequeños a organizarse y a orientarse mejor. Suelen ser secuencias de acciones aprendidas (por medio de la repetición voluntaria) que requieren de poco procesamiento mental y que una vez incorporadas se llevan a cabo de forma automática.  

Todos los días realizamos una serie de acciones cotidianas a las que normalmente no les prestamos mayor atención; sin embargo, estas rutinas llegan a formar parte de nuestras actividades diarias y las llevamos a cabo casi sin darnos cuenta. Los hábitos están presentes de manera importante en nuestra vida: cuando nos levantamos, nos aseamos, nos vestimos, comemos, etc.

Así, el hábito, que supone constancia y regularidad, se convierte en un mecanismo estable, casi automático, a través del cual desarrollamos destrezas que podemos aplicar en distintas situaciones. El realizar tareas y acciones de manera habitual, casi sin pensar, nos deja espacio para ocupar nuestra mente en otras actividades, lo cual nos permite tener una vida más llevadera y ordenada. 

Las rutinas diarias ofrecen a los niños distintas oportunidades de aprendizaje. A través de ellas y de las acciones que les enseñamos se irán instaurando los hábitos que los acompañarán en su desarrollo.

Los niños no nacen con hábitos, estos se adquieren a lo largo de la vida y, cuanto más pronto los iniciemos en ello, mejor. Además, lo que se aprende en los primeros años de vida se incorpora con mayor arraigo a la personalidad del niño y termina por formar parte de su identidad. Como sabemos, la infancia es el periodo más sensible y propicio para la incorporación de nuevos aprendizajes.

Una de las características esenciales de los hábitos es que se repiten, lo que permitirá que el niño desarrolle seguridad. Este sentimiento de confianza le brindará estabilidad emocional y le ayudará a desarrollar la capacidad de anticipación. De esta forma, al establecer horarios y rutinas durante el día, los niños irán aprendiendo a identificar qué es lo que se espera de ellos y comenzarán a adquirir el sentido de la responsabilidad, la virtud del orden y la capacidad de previsión.

¿Cómo lograrlo?

  • Utilizar nuestro ejemplo como un referente.

Los niños aprenden de lo que ven y suelen imitar las acciones de sus padres y seres queridos. Por ello, nuestro actuar cumple un papel fundamental en la adquisición de hábitos, valores y actitudes.

  • Respetar los gustos del niño y tener en cuenta sus necesidades.

Es importante mostrarse respetuoso y tolerante con los pequeños. Cuando se busca desarrollar conductas y hábitos es necesario ser flexibles y evitar castigos, gritos y mensajes ambiguos. Los niños aprenden a diferentes ritmos y con distintas estrategias, de acuerdo a sus características personales. 

  • Verbalizar acciones y describir las conductas de manera específica. Es importante explicar a los niños la conducta que queremos que aprendan, describiendo la secuencia de acciones que ésta implica de forma detallada y específica. También es necesario tomar en cuenta la edad y el nivel de desarrollo de los pequeños. Por ejemplo, para enseñarles a lavarse los dientes debemos explicarles que, primero deben abrir la pasta, luego colocarla en el cepillo y cerrar la pasta, posteriormente abrir el caño, mojar el cepillo, y cepillarse los dientes de arriba abajo y en forma de pequeños círculos.  
  • Dar instrucciones simples y claras.

Las indicaciones cortas, directas y claras funcionan mejor que los grandes discursos. El que exista un orden para llevar a cabo las acciones cotidianas y las rutinas reduce la ansiedad y la incertidumbre. Por ejemplo, el contar con un ritual o una secuencia de acciones para ir a dormir es una buena práctica para relajarse y transmitir confianza. 

  • Ser constantes y repetir.

Para crear, fijar y estabilizar hábitos en los niños es necesario armarse de paciencia, ser constantes y trabajar con los pequeños de manera repetitiva hasta que logren la automatización.

  • Establecer horarios y secuencias en el orden del día.

Es de gran ayuda establecer secuencias, rutinas y horarios para llevar a cabo las diferentes actividades diarias que suelen repetirse en el tiempo, tanto en el aula como en casa. Por ejemplo: horarios para el baño, para la comida, para la realización de tareas, para el descanso, etc.

  • Inculcar buenos modales y buenas costumbres es beneficioso.

El entorno cumple un papel fundamental en los hábitos que desarrollan los niños. El ambiente que perciben en el colegio, en la casa y en los lugares que frecuentan afectará sus conductas y los hábitos que incorporen.   

  • Fomentar la participación activa del niño en las tareas de la casa.

El que sean responsables de sus cosas y que cumplan con ciertas tareas en casa facilita la incorporación de hábitos. Por ejemplo, el pedirles que ordenen su cuarto cuando terminan de jugar o que saquen su ropa para el día siguiente, que tiendan su cama, pongan la mesa, entre otras cosas.

  • Incluir el juego como medio de aprendizaje.

Realizar las actividades diarias con buen humor y una dosis de diversión contribuye a que los niños se sientan más relajados y cómodos con lo que les estamos tratando de inculcar. Esto ayudará a que incorporen los hábitos con mayor disposición.

Si bien al principio los padres acompañan, enseñan y ayudan a los niños en la adquisición de hábitos y rutinas, la idea es que poco a poco los adultos empiecen a retirarse, dejándoles cierta independencia y responsabilidad para que logren hacerlo solos. Conforme pasa el tiempo, los hábitos se constituirán en marcos de referencia para los niños y les brindarán seguridad, estabilidad y autonomía. Así, llegarán a sentirse cómodos con las rutinas establecidas y a conocerlas paso a paso.

 


[1] PEARCE, John. “Buenos hábitos y malos hábitos: de la vida en familia a la vida en sociedad.” Pg. 13.

 

Referencias:

“El objetivo principal de la educación es formar hombres capaces de hacer cosas nuevas que no repitan simplemente lo que otras generaciones han hecho: hombres que sean creativos y que tengan inventiva (…). El segundo objetivo de la educación es formar mentes capaces de ejercer la crítica, que puedan comprobar por sí mismas lo que se les presenta y no aceptarlo simplemente sin más”. (Jean Piaget)

Tradicionalmente, la educación estuvo centrada en la adquisición de conocimientos. Tanto los padres como los maestros se esforzaban por lograr que los niños memoricen diferentes temas o contenidos que resultaban relevantes para el aprendizaje. Así, durante mucho tiempo el aprendizaje fue entendido como sinónimo de adquirir gran cantidad de información (Pozo, Mateos & Pérez, 2006).

Sin embargo, esta manera de entender el aprendizaje resulta poco eficaz en medio de las nuevas formas de producción y distribución del conocimiento. Hoy, el conocimiento es accesible para todos y la información se actualiza constantemente de modo progresivo y a gran velocidad.

En este contexto, es comprensible que el paradigma de la educación haya cambiado y que la capacidad de pensamiento crítico sea considerada una de las habilidades más importantes a desarrollar en los individuos. En la actualidad, los chicos se ven impulsados a desarrollar estrategias y habilidades que les permitan procesar la gran cantidad de información a la que están expuestos. Además, las personas necesitan contrastar ideas, analizar diferentes perspectivas, sacar conclusiones, formular preguntas y construir su aprendizaje. De esta manera, serán capaces de tener puntos de vista propios y de plantear soluciones creativas ante las diferentes problemáticas que se les presenten.

Entendemos por pensamiento crítico a la capacidad para reflexionar y cuestionar distintas situaciones y aspectos del mundo que nos rodea. Pensar críticamente implica establecer conexiones lógicas entre ideas, hacer relaciones conceptuales, formular hipótesis, elaborar argumentos para sustentar puntos de vista, hacer preguntas para profundizar y entender mejor las ideas propias y ajenas, así como conocer el entorno y las diferentes situaciones que nos rodean. “Asimismo, es la capacidad para tomar decisiones meditadas y realizar juicios razonados, basados en datos fiables”[1].

Pensar críticamente ayuda a las personas a solucionar problemas de manera más eficiente y autónoma. Por ello, resulta fundamental brindar a los niños la oportunidad de pensar por sí mismos y desenvolverse de manera independiente. La idea central sería estimularlos a pensar de forma acuciosa y diferente, promover que miren los distintos puntos de vista ante una misma situación, fomentar el planteamiento de diversas soluciones para un mismo tema o problema y generar cuestionamientos sobre su entorno. 

Entonces, ¿cómo promover el pensamiento crítico en los niños?

  • Animarlos a hacer preguntas y orientarlos para encontrar las respuestas. Para los niños es interesante explorar y entender cómo funciona el mundo que los rodea. Por ello, es importante promover su curiosidad, y alentarlos a preguntar a otras personas de su confianza para poder obtener información válida y esclarecedora. También es recomendable brindarles distintas estrategias para obtener información. En este sentido, es enriquecedor enseñarles y acompañarlos a consultar fuentes variadas tales como cuentos, internet, revistas, libros, etc. (siempre teniendo en cuenta su edad) para que aprendan a comparar información, complementarla y analizar si es confiable o no.

 

Algunos ejemplos de preguntas interesantes son: ¿Qué información tienes o recuerdas respecto de…? ¿Por qué crees que esto sucede? ¿Qué pasaría si…? ¿Cómo crees que sea posible que...? ¿Qué harías tú en su lugar? ¿Cuáles serían las consecuencias si…? , etc.

 

  • Enseñarles a analizar las causas y consecuencias de las distintas situaciones para que puedan tomar decisiones informadas. Es positivo conversar y analizar con los pequeños sobre las posibles causas o consecuencias de las decisiones que tomen y de las situaciones cotidianas que se les presenten. Esta práctica les enseña a prever y organizarse mejor.
  • Debatir con ellos sobre diferentes tópicos de su interés. Cuando los niños están interesados en algún tema en particular es importante apoyarlos y acompañarlos en esta curiosidad, pues estarán más dispuestos a argumentar y a debatir sobre el tópico en cuestión. En esta línea, es bueno promover siempre el diálogo y el debate respetuoso, donde cada uno da a conocer su opinión.
  • Analizar eventos del día a día, noticias sencillas, alguna película o historia. Muchas situaciones pueden convertirse en una buena oportunidad para generar una conversación, hacer preguntas y debatir sobre distintos aspectos y puntos de vista. Analizar posibles conflictos y acompañarlos en su resolución es también positivo. 
  • Darles oportunidad de elegir y decidir con autonomía. Es necesario acompañarlos en este proceso y dejarlos escoger desde pequeños en situaciones cotidianas (siempre dentro de lo razonable para su edad y con límites claros), así aprenderán a establecer prioridades, asumir errores y responsabilidades.
  • Apoyarlos en sus iniciativas. Los niños aprenden de su propia experiencia. Por ello, es valioso dejarlos tomar decisiones y animarlos a experimentar, a perseguir sus objetivos y a llevar a cabo sus iniciativas. Con la experiencia aprenderán a ser responsables, asumir sus errores, establecer prioridades y a buscar soluciones.

 

Padres y maestros son responsables de enseñar a los niños distintas habilidades para la vida, entre ellas, el pensamiento crítico. Esta habilidad, cuando se desarrolla, ayuda a los niños y a los adultos a seleccionar mejor la información, a filtrar y evaluar lo que escuchan, a tomar mejores decisiones, a comunicarse mejor, a responder preguntas y a solucionar problemas.

 


[1] TOURON JAVIER, 48 preguntas para fomentar el pensamiento crítico. En: http://webdelmaestrocmf.com/portal/48-preguntas-para-fomentar-pensamiento-critico/

 

Referencias:

6ºC en Lunahuaná

Día 1

Partimos a las 8:50 a.m. del Colegio a Lunahuaná. A mitad de camino paramos en un grifo a ir al baño y comprar una sola cosa. Luego fuimos a Incahuasi y subimos a un cerro y nos explicaron cómo se hizo una ciudad de piedra y barro. Luego nos instalamos en el hotel y después de almuerzo nos dividimos en dos grupos. Uno se fue a ver al apicultor. Allí vimos abejas y cómo se colecta la miel. El otro se fue a una bodega de pisco, les explicaron el proceso y pisaron uvas. Luego volvimos al hotel, cenamos y ahorita estamos en la hora estudio.

Sebastián Salas

 

Incahuasi

 

We started our trip almost 9 o’clock. After more than one hour we stopped at a gas station for a while. Then we continued our trip until we arrived to Incahuasi, where we explored and collected information about the past. We also climbed a small mountain there. We continued and after one hour we finally arrived to the hotel where we ate lunch. Then we divided into groups and did some traditional activities of Lunahuana. We finished the activities two hours later and we went back to the hotel. We had dinner and then study time.

Edgar Cuadros

Today we learned many things. The first thing we did was to go to Incahuasi, the place where the Incas ruled the valley. Then we went to learn about wine making and stepped on grapes with our feet. Next we went to see the bees and we saw the queen bee. We learned about them and we tasted some honey. We went back to the hotel, had dinner, studied and then I’m going to go to sleep.

Luana Chicoma

Visita a la apícola

 

Salimos del colegio Trener a las 8:45 de la mañana. Después de 40 minutos pasamos por Cero Azul. A las 11:57 de la mañana y llegamos a Incahuasi donde nos contaron varias cosas del este lugar. En este caso nos tuvimos que separar en los dos grupos ya preparados. Salimos de ahí a las 12:48 p.m. y llegamos al hotel a las 13:07 p.m. Organizamos los cuartos y 10 minutos después bajamos a almorzar. Nos dijeron 30 minutos para descansar y preparar nuestras cosas para las visitas de la tarde (ver a las abejas y conocer acerca del vino). Cuando los grupos terminaron esas dos actividades actividades nos dirigimos al hotel. Tuvimos una hora libre, cenamos a las 7:30 p.m. y después estudiamos.

Andrea Camino

Visita a la vitivinícola

 

Día 2

Today my friends and I went to a farm to harvest “nísperos”. My group received sticks used to get to the branches of the tree. We chose the biggest tree of all. We collected lots of “nísperos” from our tree. The driest ones were considered the sweetest ones. I really enjoyed this experience and I highly recommend it.

Joaquin Simon

 

My experience in the river fishing shrimp was very good because I liked being under the water and it was very exciting. One thing I liked was to swim, and looking for the shrimp was very interesting. We didn’t catch any but we saw a lot!

Adrián Felix

La actividad de ciclismo en ruta fue una experiencia divertida. La mayoría montó en bicicleta, pero algunos prefirieron no hacerlo o pararon en el camino. El recorrido subía y bajaba. De ida fue más subida y de vuelta más bajada. Los instructores y profesores ayudaban si había algún problema. Subimos el cerro y visitamos una momia. El bus también estaba para ayudar a los que estaban caminando. Al final todos terminaron colaborando con esta actividad.

Josémaria Solis

 

Cuando entramos a la zona de cuyes nos echaron un desinfectante en la planta de las zapatillas y nos pusieron una bata para entrar. Luego de eso nos explicaron y nos enseñaron un poco acerca los cuyes. Después nos dieron comida para darle a los cuyes. Al final nos dejaron cargar los cuyes un rato y luego devolvimos las batas y nos fuimos.

Rodrigo Pacheco

 

Screenagers: Crecer en la Era Digital

Riesgos emocionales de la vida en línea

https://www.screenagersmovie.com/tech-talk-tuesdays/emotional-risks-of-online-life

Por Delaney Ruston M.D.

Un maestro de escuela me dijo recientemente que a una estudiante de Secundaria no le gustaba la forma en que otra estudiante actuaba en Instagram y, por lo tanto, la bloqueó. La chica bloqueada se enojó tanto que comenzó a enviar mensajes amenazantes a la primera. Se puso tan mal que varios adultos entraron en la situación.

Recientemente, en una proyección de Screenagers “SIGUIENTE CAPÍTULO”, la directora de la escuela me dijo que tenía un grupo de niños que se enviaban cosas inapropiadas entre ellos en las redes sociales. Cuando les dijo a los chicos que esto podría volverse en su contra, es decir, que las cosas pueden durar para siempre en Internet, respondieron:

"Sí, escuchamos eso, pero nunca escuchamos una historia de que algo malo esté sucediendo".

Esto me hizo pensar en un poderoso episodio del podcast Hidden Brain llamado Online Behavior, Real-Life Consequences: The Unfolding of a Social Media Scandal (https://www.npr.org/2019/09/06/758281834/you-cant-hit-unsend-how-a-social-media-scandal-unfolded-at-harvard). Se trata de lo que le sucedió a un estudiante cuando publicó cosas inapropiadas que terminaron costándole una educación en Harvard. La historia muy emotiva se cuenta maravillosamente y es un gran episodio para escuchar con tus hijos adolescentes.

Para este Tech Talk Tuesday, estoy interesada en la variedad de problemas y emociones que surgen al pasar tiempo en las redes sociales. Emily Weinstein es investigadora en la Escuela de Graduados de Educación de Harvard y ha realizado algunas de las mejores investigaciones sobre las emociones que los adolescentes sienten en torno a la tecnología. En su estudio, “El sube y baja de las redes sociales: influencias positivas y negativas en el bienestar afectivo de los adolescentes”, encuestó a más de 500 adolescentes y entrevistó a 26 de ellos en profundidad sobre:

  • Autoexpresión
  • Interacciones relacionales
  • Exploración (buscar intereses como cocinar o bailar; aprender sobre el mundo, etc.)
  • Navegación (desplazarse hacia abajo en Instagram, por ejemplo)

No es sorprendente que Weinstein descubriera que la "experiencia en las redes sociales de cada entrevistado se caracteriza por efectos tanto positivos como negativos en múltiples dimensiones".

Estas son algunas de las conclusiones de su investigación:

  • La experiencia adversa más común que los adolescentes enfatizan es cómo otros juzgan su autoexpresión. (La autoexpresión también se informó como una fuente de emoción positiva para la mayoría de los entrevistados).
  • Las interacciones relacionales son los sentimientos positivos más comunes que experimentan los adolescentes.
  • La mayoría de los adolescentes afirmó que las interacciones relacionales también podrían causar emociones negativas al sentirse excluido o desconectado.

Compartir estos extractos de las entrevistas con los participantes en el estudio puede ser una buena manera de comenzar una discusión sobre las emociones y las redes sociales. No es una coincidencia que coloque respuestas positivas al inicio. Comenzar con lo positivo promueve conversaciones más atractivas con niños y adolescentes, quienes a menudo se ponen a la defensiva frente a problemas tecnológicos.

"Ron (18 años) usa regularmente historias de Snapchat para expresarse con sus amigos y compañeros. 'Me siento bien cuando publico algo. Me siento un poco feliz ... Cada vez que tengo una idea, me emociona mucho, quiero ponerlo ahí afuera ".

"La huella de Instagram de Paola (16 años) sirve como un valioso registro de desarrollo:" Puede mirar hacia atrás a todas sus fotos antiguas ... y puede ver cómo se ha desarrollado durante todo ese [tiempo]. Y eso es genial ... Creo que es genial ver cómo progresas a lo largo del [tiempo], cómo cambia tu personalidad, si es así ".

"Al mismo tiempo, los adolescentes se preocupan por cómo otros juzgan su autoexpresión. Paola admite sentirse 'vacilante' 'cada vez que publico [en Instagram], me preocupo mucho'. Paola explica, sobre la posibilidad de que a los compañeros 'no les guste algo sobre [mi publicación] o les guste algo al respecto y lo capturarán y ... podría ir a cualquier parte'. Paola maneja su preocupación por los comentarios de sus pares, buscando la aprobación de sus amigos antes de publicar algo en las redes sociales ".

"Tony también se preocupa por la posibilidad de que alguien 'capture' una de sus publicaciones de Instagram o Snapchat; él ve cada expresión como un 'virus' potencial que nunca desaparecerá.

Una conclusión clave de todas estas entrevistas, que era previsible por supuesto, es que cada adolescente describe tener emociones negativas y positivas vinculadas a las redes sociales. Uno de los temas críticos en todo esto es cómo los adolescentes enfrentan sus experiencias y emociones.

Aquí hay algunas preguntas para comenzar una conversación sobre las emociones:

  • ¿Qué plataforma de redes sociales es más importante para ti en este momento?
  • ¿Qué tipo de interacciones en ese sitio te hacen sentir bien?
  • ¿Qué tipo de interacciones en ese sitio te hacen sentir mal?
  • ¿Hay ciertos sitios en los que publicas cuando te sientes bien? ¿O a otros cuando te sientes mal?
  • ¿Tienes alguna forma de pensar, contrastar o chequear si una publicación tendrá un buen efecto y no te traerá problemas?

* Nos encantaría que comparta este TTT de cualquier manera que funcione para usted, ya sea en las redes sociales o mediante un boletín informativo. Si desea enviarlo en su boletín informativo, solo le pedimos que nos acredite y enlace a nuestro sitio web https://www.screenagersmovie.com/

Octubre, 2019

En la ciudad, donde el ritmo de vida es acelerado y las áreas verdes, a veces escasas, es cada vez más difícil encontrar el tiempo para llevar a los niños a lugares abiertos en donde puedan estar en contacto con la naturaleza y jugar libremente. Esto trae como consecuencia que los pequeños se queden en casa, en espacios cerrados, con pocas posibilidades de movimiento y que estén buscando entretenimiento en la televisión, los video juegos, la computadora o en otras actividades sedentarias.

El poder jugar libremente con otros niños y el contar con experiencias en espacios abiertos y naturales aporta, no solamente al sano entretenimiento y a la distracción de los pequeños, sino que también y, principalmente, contribuye a su salud, a su desarrollo cognitivo y a su bienestar emocional.

Existen numerosos estudios en los que se ha demostrado que el contacto con la naturaleza: la tierra, las plantas, la brisa del mar, los rayos solares, el campo, las montañas, los ríos, etc., proporciona diferentes beneficios para las personas en general. Así, promover que los niños jueguen al aire libre es positivo para desarrollar su aprendizaje, sus niveles de concentración, sus habilidades sociales y emocionales, entre otras. Algunos de los aportes del contacto con la naturaleza son los siguientes: 

  • Estimula la curiosidad. Los ambientes naturales están repletos de objetos desconocidos que los pequeños pueden investigar y explorar con todos sus sentidos para satisfacer su inagotable curiosidad. Como sabemos, los niños tienen el interés innato por descubrir el mundo que les rodea y por encontrar una explicación para cada cosa que ven. En esta línea, los espacios abiertos son una caja de sorpresas.
  • Promueve la creatividad y la imaginación. La variedad de estímulos que ofrece la naturaleza le brinda al niño la oportunidad de moverse libremente, experimentar y dar rienda suelta a su creatividad e imaginación. Los niños expuestos a ambientes naturales son más propensos a imaginar que están formando parte de una historia o una aventura, inventan juegos con los elementos que encuentran, buscan la manera de resolver incógnitas o problemas, convierten un matorral en un escondite, un árbol en una casa, un tronco en un barco o dibujan figuras en la arena, entre otras actividades. En suma, jugar al aire libre ayuda a los pequeños a pensar de manera creativa y les permite desarrollar interés por su entorno.
  • Fomenta el movimiento libre y el ejercicio. Los pequeños disfrutan de trepar, correr, saltar y en general de las actividades que impliquen utilizar sus destrezas motoras. Así, un parque, la playa, el campo, el mar, el río, etc. significan para ellos una excelente oportunidad para probar su cuerpo, su equilibrio, sus movimientos y desplegar su energía. Los espacios naturales fomentan la práctica de ejercicio, permiten a los niños probar su agilidad, practicar diferentes movimientos y ganar coordinación, así como mejorar su salud y la condición física de los distintos órganos del cuerpo (corazón, pulmones, músculos, articulaciones, etc.).
  • Estimula el desarrollo cognitivo. Según H. Gardner (1995) el contacto con la naturaleza ayuda a desarrollar uno de los ocho tipos de inteligencias, la naturalista. Esta última está vinculada con la capacidad de observación, experimentación, reflexión y cuestionamiento del entorno. En este sentido, los niños que se interrelacionan con ambientes naturales adquieren habilidades importantes como agudeza visual, capacidad de clasificación, reconocimiento de diversas especies de animales o plantas y la posibilidad de familiarizarse con ellas. Así, el tener la oportunidad de estar en espacios verdes y en el campo les permite también reconocer diferentes climas, terrenos y recursos naturales.   
  • Motiva el aprendizaje e incrementa la capacidad de concentración. Cuando un niño utiliza todos sus sentidos para explorar y experimentar aprende con mayor facilidad, ya que se fomentan las conexiones neuronales y, por lo mismo, la información adquirida se fija en la memoria con mayor facilidad. En los espacios verdes y naturales los estímulos son más pausados y el cerebro se permite momentos de desconexión y descanso, esenciales para focalizar la atención, a diferencia de lo que sucede en ambientes donde los estímulos son invasivos y permanentes, como TV, celular, anuncios, ruidos de los autos, etc.
  • Desarrolla la autonomía y eleva la autoestima. Los diferentes entornos naturales ofrecen a los niños diversas situaciones, terrenos y contextos que los retan a pensar, evaluar alternativas, plantear y probar soluciones por ellos mismos. En este contexto, las reglas y normas suelen ser más permisivas (sin descuidar aquellas que hacen referencia a su seguridad personal) brindándoles la oportunidad de sentirse más libres e independientes para desplazarse y explorar su cuerpo, lo que los ayuda a ganar mayor seguridad.
  • Reduce el estrés y libera tensiones. La naturaleza proporciona a grandes y chicos la oportunidad para desconectarse de las rutinas y exigencias diarias. Además, les permite estar en calma, les brinda serenidad y los ayuda a encontrarse consigo mismos. Hay estudios que hablan del contacto sensorial con elementos naturales como estimulantes del bienestar (por ejemplo, el contacto con el agua, caminar en el césped o en la arena sin zapatos, escuchar el cantar de los pájaros, el resonar de las olas, entre otros). También, se ha comprobado que pasar tiempo al aire libre, contribuye a estimular la liberación de endorfinas[1] y a fortalecer el sistema inmunológico. De igual modo, estar expuestos al sol, por un tiempo moderado (siempre con protección solar) es importante porque ayuda a que el cuerpo produzca vitamina D, elemento necesario para la absorción del calcio en los huesos. 
  • Desarrolla la conciencia ecológica.  Los niños que juegan al aire libre son más sensibles al medio ambiente y aprenden a valorar los recursos naturales con más facilidad. Así, serán más empáticos al momento de reciclar, cuidar de los animales y las plantas, reducir el consumo de agua, y en general, proteger los recursos naturales.

Nuestro rol como padres es fundamental, ya que seremos el ejemplo que nuestros hijos imitarán. Si queremos que desarrollen buenos hábitos, que valoren la naturaleza y cuiden su salud, es importante que como familia nos tomemos el tiempo para buscar espacios y actividades al aire libre en diversos entornos naturales como, por ejemplo, realizar paseos a la playa, montar bicicleta, salir a hacer deporte en los parques cercanos, organizar caminatas, hacer un picnic, visitar una zona campestre en la que puedan encontrar ríos, lagunas, montañas, etc. También podemos realizar actividades como cuidar del jardín (interior o exterior), regar las plantas de las macetas, hacer un biohuerto, cuidar de las mascotas y otros animales domésticos, participar en campañas de reciclaje y en actividades vinculadas al cuidado del medio ambiente entre otras muchas actividades.

 

 

Referencias

 


[1]Sustancia química producida de forma natural en el cerebro, que bloquea la sensación de dolor y está relacionada   con las respuestas emocionales placenteras. RAE https://dle.rae.es/?id=FEBAWem

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Comenzamos con las chicas de 6º grado el taller sobre Pensamiento Computacional y su importancia en la actualidad. Para enseñar el concepto de algoritmos, como un ordenamiento previo a la programación, desarrollaron una ficha propuesta por CODE, esta actividad les permitió identificar que existen diferentes formas de llegar a la solución de un problema o tomar una decisión.

Luego, experimentaron de manera lúdica en la plataforma de CODE resolviendo laberintos con ayuda de bloques de programación, y aplicando algunas estructuras de control como REPEAT y REPEAT UNTIL. Este momento permitió a cada participante experimentar a su ritmo y recibir retroalimentación de cómo habían logrado superar cada nivel. Finalmente, personalizaron su diploma de participación para la impresión. ¡Bravo chicas!

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Our Handball teams continued their excellent year with the under 17 boys team winning the Copa Trener on Saturday in an unbelievable final that finished 23-22 against Tupac Amaru.  The under 12 boys also had an excellent tournament in the Copa Miraflores a couple of weeks ago where they narrowly lost in the final.  Well done to all the boys and coach Adriana.

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  • Teaching qualification or University degree.
  • Teaching experience.
  • Fluent English.

Please submit résumé by e-mail to cvs@trener.edu.pe.
Include your salary expectations.

El sentido del humor[1] es un recurso valioso al momento de educar. Los niños cuyos padres ríen y, en general, muestran un sentido del humor positivo, suelen desarrollar mayor flexibilidad de pensamiento y capacidad de adaptación, en cuanto crecen en un ambiente más relajado[2]. Ahora bien, no se trata de convertirse en comediante, ni en bromista, ni de hacer de cada situación un chiste, pero sí de introducir el buen humor (propensión más o menos duradera a mostrarse alegre y complaciente[3]) en la cotidianeidad.

A los niños les encanta reír y divertirse desde muy pequeños, y lo hacen instintivamente. Su sentido del humor evoluciona conforme crecen y se ve influenciado por factores culturales. Sin embargo, cada niño, cada edad, cada familia, cada grupo social y cada cultura tienen un sentido del humor característico.

La socialización cumple un rol importante en el desarrollo del sentido del humor. Si bien la risa en los recién nacidos surge como un gesto que podría considerarse involuntario, conforme los pequeños van creciendo y reconociendo a las personas a su alrededor, van mostrando alegría y risas, entre otras reacciones, al compartir momentos y experiencias con ellas. El llanto, junto con la risa son los primeros comportamientos sociales del bebé.

Hacia los cuatro o seis meses, las risas se dan principalmente por imitación o por contagio, y sin humor. Luego, conforme los padres o cuidadores del bebé pasan más tiempo con él, suelen empezar a descubrir pequeñas acciones –como muecas, cosquillas, gestos con las manos, entre otros–  que los hacen reír de forma espontánea, y que los adultos tienden a repetir hasta que logran arrancarle algunas carcajadas al bebé. Allí, se empieza a hacer evidente lo que podría llamarse la sonrisa social, es decir la sonrisa del niño en respuesta a un estímulo o acción producida por otra persona, por lo general, su cuidador primario. De esta forma, la risa se presenta como una emoción positiva que permite a los niños sentirse en confianza y acercarse a los demás, lo que constituye un hito importante en el desarrollo social.

Poco a poco, en la interacción diaria, los niños comienzan a asumir un rol más activo al estar pendientes de las reacciones emocionales de sus padres e imitarlos. Así, la actitud que los padres adopten frente a las distintas situaciones cotidianas será reproducida por sus hijos. En este contexto, suele suceder que el niño repite algo que alguna vez hizo sin querer y que a los adultos les causó risa. Esto, en parte, porque la risa y las emociones positivas que la acompañan, impactan en el niño reforzando la conducta.

Según Gina Mireault y Jhon Sparrow (2016), investigadores de la Universidad de Nuevo Hampshire, Estados Unidos, el sentido del humor se aprende. Ellos plantean que, “los bebés comienzan a formar el sentido del humor (…) entre los 6 y los 12 meses, etapa en la que buscan a sus padres como referente a la hora de expresar las emociones. [Además, señalan que] a  partir de los 18 meses, los bebés ya son capaces de crear sus propias acciones cómicas, buscando las risas en los demás”[4]

Entre los seis y los nueve meses, los bebés disfrutan del juego de esconderse y aparecer detrás de las manos o de una manta, y esto responde a un hecho fundamental: los pequeños a esta edad comienzan a comprender que los objetos y las personas siguen existiendo, aunque estén fuera de su campo visual. Entonces, si bien la desaparición de alguien cercano le produce cierta tensión, llegan a disfrutar mucho y ríen espontáneamente cuando logran ver que la persona aparece nuevamente y se sienten seguros. 

A edades tempranas, otros juegos que provocan placer en los bebés son el balanceo en los brazos del adulto, los sonidos de animales, el escuchar pequeñas canciones de forma repetida, el ser sorprendidos con gestos exagerados, con sonidos o movimientos diferentes a los que están acostumbrados, entre otros.

Posteriormente, con el desarrollo de las habilidades cognitivas y lingüísticas, las actividades o situaciones que producen risa a los niños se van tornando cada vez más elaboradas. Así, a partir de los dos años, y según van desarrollando el lenguaje, este pasa a formar parte importante del desarrollo del sentido del humor. A esta edad, los pequeños empiezan a entender cuando alguien hace algo equivocado o exagerado, les producen risa los juegos de palabras, las incongruencias, las ocurrencias de los otros, el saltarse las reglas, los bailes o gestos que realizamos con el cuerpo, entre otros.

Unos años después, conforme van creciendo, los niños irán incorporando de manera paulatina y progresiva elementos más sofisticados en el desarrollo del sentido del humor, tales como el sarcasmo, el doble sentido, etc. Es importante señalar que los rangos de edad varían, pues no todos los pequeños alcanzan los mismos hitos de desarrollo en periodos similares.

Como padres, es importante desarrollar el sentido del humor apropiado[5] en la  crianza –que no se burle, ofenda ni desvalorice a los demás– desde que los niños son pequeños, ya que, además de favorecer la comunicación espontánea y de generar un ambiente más relajado entre padres e hijos, trae una serie de beneficios tales como:   

  • Disminuir el nivel de estrés y liberar tensiones. Estar alegres fortalece el sistema inmune, favorece la producción de endorfinas y libera serotonina y dopamina, sustancias que contribuyen a la sensación de bienestar.
  • Ayudar a estrechar vínculos y a crear un ambiente más alegre y jovial. El sentido del humor favorece las relaciones de confianza con otras personas, tanto en el ámbito familiar como en el escolar o social: la risa, los chistes, algunas frases, palabras o situaciones graciosas se vuelven repetitivas y promueven también el sentido de pertenencia al existir un lenguaje compartido.
  • Reducir el nivel de violencia y agresividad. En general, el sentido del humor facilita la espontaneidad y el desarrollo de la tolerancia y aceptación entre las personas.
  • Desarrollar la creatividad. Promueve una forma diferente de “leer” la realidad y de plantear soluciones a los conflictos. En este sentido, el humor ayuda a tomar de manera más ligera los problemas y a sobrellevarlos con positivismo. Además, permite cambiar el ángulo de visión de las cosas y plantear perspectivas diferentes de las dificultades.
  • Contribuir al aprendizaje. Lo que se aprende con humor y con emoción, no se olvida fácilmente. Fernández Solís (1999)5 señala que el humor ayuda a “agilizar y enriquecer los procesos de enseñanza aprendizaje. (…) En estos procesos, el humor introduce nuevas variables en la transmisión y elaboración de la información” por lo que ayuda a mejorar la calidad y el rendimiento de las personas en general. Cuando los niños aprenden con humor desarrollan una actitud más positiva hacia lo que están aprendiendo, esto colabora a nivel de motivación, atención y memoria, además de mejorar la relación entre educador-educado y facilitar la comunicación en espacios de mayor cercanía y confianza.

Referencias:

 


[1] Martin Seligman, reconocido investigador de la psicología positiva, define el sentido del humor como “la capacidad para experimentar y/o estimular una reacción muy específica, la risa” para así poder despertar y desarrollar un estado de ánimo positivo que favorezca la crianza.

[2] TIERNO, Bernabé (2007) Optimismo vital: manual completo de psicología positiva. Ed. Temas de hoy, España.

[3] Diccionario de la Real Academia Española. En: www.rae.es

[4] ESTEBAN, Estefanía  (2016) Los bebés aprenden a tener sentido del humor de sus padres. En: https://www.guiainfantil.com/blog/alimentacion/bebes/los-bebes-aprenden-a-tener-sentido-del-humor-de-sus-padres/

[5] LÓPEZ MARTÍNEZ, Olivia, SEVILLA MORENO D. Antonio y RUIZ ESTEBAN, Cecilia (2009). ¿Por qué la creatividad y el sentido del humor  en la educación? En: International Journal of Development and Educational Psychology.  INFAD, año XXI Número 1 (2009, Vol.2)

Delaney Ruston escribió en su web Screenagers en una de sus Tuesdays Talks* de enero:

“Algunos titulares implican que los teléfonos inteligentes están destruyendo una generación, mientras que otros dicen que hay poco de qué preocuparse. Este debate no ayuda con la pregunta apremiante, ¿Qué debe hacer un padre?

El tiempo de pantalla excesivo puede ser una señal de alerta de que un adolescente está teniendo dificultades emocionales. Los adolescentes a menudo van a las pantallas para escapar de los resentimientos. Pero por cortos períodos de tiempo también pueden presentar riesgos. Solo lleva un minuto experimentar la crueldad en línea. Aun así, la mayoría de veces que los adolescentes están en pantallas, no experimentan cosas negativas.

Si tenemos demasiado miedo, ponemos a los adolescentes a la defensiva, alienándolos. Si los padres adoptan el enfoque opuesto y no intervienen, es probable que los adolescentes también se desvinculen.

Hay algunas acciones simples que todos los padres pueden tomar para ayudar a sus hijos adolescentes. Fomente las conversaciones abiertas y evite la actitud defensiva, reconociendo primero el importante papel que juegan sus teléfonos en sus vidas y luego pregunte sobre las cosas difíciles.

Aliéntelos a que sean conscientes de cómo sus experiencias digitales los hacen sentir. Aborde problemas irrefutables como la falta de sueño al requerir que los teléfonos salgan de sus habitaciones antes de acostarse.”

Y recientemente complementa estas ideas con una propuesta que va en la línea de una medida que hemos tomado en el colegio y sobre la que estamos conversando con sus hijos e hijas. (Hemos puesto unas cajas con llave en cada salón de 5º a 11º para colocar los celulares al inicio del día, dado que la norma dice que deben estar apagados y guardados hasta la salida, pero a veces resulta difícil de cumplir. No lo hacemos con los menores porque asumimos que no tienen celular ni lo traen. Si no es el caso lo vemos como una excepción y podemos atenderla así.) Dice Delaney Ruston:

“Desenchufarse” Dentro de cuatro días es el Día Nacional de la Desconexión, que comienza a la puesta del sol, el viernes 6 de marzo, y continúa hasta la puesta del sol el sábado 7 de marzo. Esta es una oportunidad perfecta para hablar con los jóvenes sobre cómo se sentirían ellos (y usted) acerca de guardar la tecnología durante 24 horas (menos o más) para este Día Nacional de la Desconexión. Las preguntas clave para hacer son: "¿Por qué hacerlo?" "¿Será tranquilo o estresante?" ¿Y, cómo hacerlo?"

El Día Nacional de la Desconexión comenzó hace aproximadamente una década. El proyecto es consecuencia del Manifiesto del Sábado, una adaptación del ritual de labrar un día por semana para desconectarse, relajarse, reflexionar, salir al aire libre y relacionarse con sus seres queridos.

Ahora cada año, hay más de 1,000 eventos en todo el país.

Incluso si no funciona para usted o sus hijos desconectarse durante 24 horas enteras, valdría la pena elegir solo un segmento de ese tiempo, como tal vez la noche del 6 de marzo. No importa qué, estas son preguntas que merecen una lluvia de ideas.

¿Por qué hacerlo?

Hay muchas razones que propondré aquí, pero, por supuesto, también hay muchas otras.

Una razón es "liberarse de la automaticidad". Se me ocurrió esta línea pensando en el Día Nacional de Desenchufar. Uno adquiere una gran cantidad de conocimiento al salir de los hábitos. Darse cuenta de las urgencias puede ser educativo, como la necesidad de revisar un teléfono o una computadora portátil, o la necesidad de elegir un controlador de videojuego. Pueden surgir pensamientos como "Wow, nunca pensé cuántas veces voy a hacer esto o aquello" o "Wow, nunca supe que sería tan difícil resistir el impulso de ..." o "Wow, se sintió genial saber que no era una opción para mí usar una pantalla por defecto durante ese período de tiempo ".

El "porqué" de su familia puede ser reclamar una sensación de relajación juntos. En una encuesta de padres, de la Asociación Americana de Psicología de 2017, el 45 por ciento informó que se sintió desconectado de sus familias, incluso cuando estaban juntos, debido a la tecnología.

Acabo de enterarme de la aplicación, lilspace, que contacta a los patrocinadores de negocios con las personas que se desconectan. Por cada minuto que la persona se desconecta, la empresa dona a una organización benéfica designada o sin fines de lucro. En marzo, cuando uno usa la aplicación para cronometrar sus minutos desconectados, un fabricante de calcetines le dará un nuevo par de calcetines a una persona que vive en un refugio para personas sin hogar.

Las escuelas, o incluso solo las clases individuales, pueden considerar un día desconectado, no tiene que ser esta semana. Crear oportunidades para sacudir el statu quo es la manera perfecta de generar discusiones reflexivas sobre cómo la tecnología ayuda a aprender, lo dificulta, afecta el tiempo entre estudiantes y maestros juntos, y el tiempo entre pares. Enmarcar un día desconectado en la escuela como un "Experimento en Ciudadanía Digital" podría ser genial.

¿Será tranquilo o estresante?

Algunas personas dan la bienvenida al evento como un tiempo libre de la constante atracción mental de los dispositivos. Este "no" total puede permitir que sucedan otras cosas. Otros pueden reaccionar inundados de sentimientos de ansiedad.

Recientemente, el MIT Review escribió sobre el trabajo del profesor Ron Srigley con sus alumnos. En 2015, Srigley les pidió a sus alumnos que intentaran ir varios días sin usar sus teléfonos celulares. En 2019, nuevamente les pidió a los estudiantes que hicieran lo mismo. Cada año, muchos estudiantes se inscribieron para el desafío. Los estudiantes de ambos años informaron las ventajas y desventajas de sus experiencias.

Algunos estudiantes reflexionaron sobre los aspectos positivos de no tener un teléfono e informaron que era más fácil completar el trabajo escolar. "Escribir un documento y no tener un teléfono aumentó la productividad al menos el doble", afirmó uno de los estudiantes. "Estás concentrado en una tarea y no te preocupas por nada más".

Algunos estudiantes obtuvieron ideas esenciales durante el desafío. Un estudiante escribió: "Tener un teléfono celular realmente ha afectado mi código moral personal y esto me asusta ... Lamento admitir que he enviado mensajes de texto en clase este año, algo que me juré en la escuela secundaria que nunca haría ..."

No es sorprendente que, en 2019, los estudiantes fueran más dependientes. Fue más difícil para ellos quedarse sin sus teléfonos y todas las herramientas que viven en ellos, como el horario del autobús o las aplicaciones de pago.

¿Cómo hacerlo?

Si decide desconectarse, ¿cómo puede aumentar la posibilidad de que sea relajante? Una forma es planificar. Durante mucho tiempo, experimenté todos los martes, desconectándome desde la cena hasta la mañana siguiente. Cualquier cambio de hábito es en verdad un experimento, y me llevó un tiempo darme cuenta de lo importante que era para mí planificar los correos electrónicos que tendría que enviar antes de sentarme a cenar. También necesitaba planificar cosas alternativas para poder resistir el impulso de agarrar mi computadora portátil. Por ejemplo, establecería un proyecto de cuentas y pondría una revista divertida junto a mi sofá, que tenía la intención de leer, como National Geographic o Eating Well. Durante estos meses, una cosa que me encantó fue que estaba más relajada y disponible para mi familia los martes por la noche.

¿Podría sugerir un juego de cartas en lugar de un videojuego o qué tal una búsqueda del tesoro por cosas que podrían encontrar afuera? O, si conduce en algún lugar, quizás hable sobre los juegos de autos que solíamos hacer en los "viejos tiempos", donde buscábamos diferentes placas de diferentes estados.

Aquí hay algunas preguntas para iniciar la discusión sobre el Día Nacional de la Desconexión:

Si fuera a desconectarse por el día, ¿qué cosas esperas que sean las mejores del día? ¿Cuáles serían las peores?

¿Cuáles son algunas de las formas en que organizarías el día, para que no haya tanta atracción hacia sus dispositivos?

¿Crees que podrías reunir a un grupo de amigos para desconectarse durante 24 horas? ¿O una cantidad de tiempo diferente?

¿Qué cosas te gustaría hacer o de qué conversarías al disponer de ese tiempo? (Justo este fin de semana es el Día de la mujer y hay muchas noticias importantes al respecto sobre la que podríamos tener interesantes conversaciones en familia.)

¿Cómo te estás sintiendo en el colegio con la nueva medida? ¿Has pensado en buscarle la vuelta? ¿Cómo te podría ayudar a cumplirlo y a verle el beneficio? (Como papás y mamás deben tener claro que, si llaman a su hijo(a) durante el día escolar y les contesta, o si ellos los llaman a ustedes, es porque han incumplido dos normas: no guardar el celular en el lugar correspondiente y además sacarlo, prenderlo y usarlo en horario de clases. El respeto y el cumplimiento de las normas debe ser parte importante de la educación que recibe su hijo aquí y en casa.)

 

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3 de marzo de 2020

En concordancia con las medidas ordenadas por el gobierno, el Colegio Trener ha suspendido sus actividades presenciales. Sin embargo, es importante mencionarle que contamos con un equipo que estará a su disposición en caso requiera información de nosotros. Para efectos del proceso de admisión, podremos coordinar reuniones virtuales a través de Whatsapp o skype.

Esperamos que estos medios nos ayuden a mantener contacto y a satisfacer las inquietudes que puedan tener. Agradecemos difundir esta información entre su comunidad.

Contacto: Inés Trelles

Mail: itrelles@trener.edu.pe

Estimados padres de familia:

Les informamos que en virtud de las medidas adoptadas por el Gobierno, hemos suspendido por ahora el plazo de inscripción para PK 2022. Una vez que retornemos a las labores estaremos informando sobre el nuevo plazo. Para cualquier consulta o en caso deseen ir avanzando con el proceso de admisión, pueden comunicarse con nosotros al siguiente correo: cmaldona@trener.edu.pe

  • Actualización a Bootstrap 4.4.1

Los adolescentes y el aislamiento obligatorio

Durante estos días difíciles de aislamiento social, todos, adultos, niños y adolescentes, sufrimos los efectos negativos sobre nuestro estado anímico, pero unos más que otros. Mal que bien, los adultos hemos desarrollado, a lo largo de nuestras vidas, recursos psicológicos que nos ayudan a sobreponernos a frustraciones de todo tipo, a regular nuestras reacciones, incluso a recuperarnos ante situaciones traumáticas. Los niños, por su parte, valoran y disfrutan de la compañía de sus padres y se sienten bien al saberse protegidos y cuidados por ellos. En cambio, los adolescentes, en situaciones graves como esta, las sufren de una manera particularmente intensa. Su naturaleza muchas veces se ve doblegada por las circunstancias, sin haber adquirido suficientemente las habilidades requeridas para afrontarlas. Quisiéramos proponer algunos temas de reflexión al respecto:

La importancia de las relaciones sociales entre pares

En la adolescencia, la participación en grupos sociales resulta una experiencia emocional y afectiva trascendental. Todos conocemos de la necesidad que tienen de la conexión y pertenencia a una cultura que les es propia y que guardan celosamente de la intromisión adulta. También conocemos de las reacciones, a veces violentas, ante la posibilidad de que estas se vean interferidas. El aislamiento obligatorio les es durísimo de aceptar y de asimilar, por temporal que fuere. Los adultos debemos tener consciencia de esta necesidad natural, propia de su etapa de desarrollo, y saber atenuar con simpatía y tino las conductas impulsivas que pueden presentarse. Es conveniente facilitar la comunicación con sus amistades, en la medida de lo posible por medios audiovisuales que, si bien no equivalen, sí atenúan la distancia. Asimismo, interesarse con autenticidad por sus gustos y aficiones, aprender de ellos, “ponerse al día” con sus valores, sus ambiciones e ideales y compartir lo que hubo sido la propia experiencia adolescente.
 

La relación conflictiva con la autoridad

También sabemos de la tendencia espontánea de los adolescentes de adoptar una postura opositora ante lo que fácilmente consideran como autoritarismo, lo que despierta su ánimo de rebeldía. Los adultos debemos tener en cuenta que esta actitud es parte de su aprendizaje de la autonomía personal, que se encuentra en medio proceso. En estas condiciones, es mucho mejor pedirles que ordenarles, proponerles en vez de obligarles y agradecerles lo que en otros momentos pueda ser pasado por alto como parte de lo que se espera de ellos.
 

El aire libre y los espacios exteriores

Los adolescentes sienten con mayor intensidad la necesidad de “estar afuera”, de salir, de moverse, agitarse, tener actividad física. Es lo que la naturaleza les demanda. El deporte, el baile, el despliegue de sus habilidades psicomotrices en general constituyen actividades vitales para su crecimiento saludable, mucho más que para los adultos, aunque también lo sea para los niños. Es plausible que, ante el encierro, en ocasiones se sientan enfurecidos “como león en jaula”. No es sorprendente que así sea y tal situación requiere comprensión, tolerancia, pero también seguridad en el ejercicio prudente y razonable de la autoridad. Es una excelente ocasión para fortalecer la convicción de que esta es necesaria y conveniente, sobre todo en situaciones exigentes como la que estamos atravesando.
 

La alimentación y el sueño

Los requerimientos del organismo adolescente son muy propios de su etapa evolutiva y es necesario tenerlos en cuenta. Su despliegue hormonal les hace buscar fuentes inmediatas de energía, de allí su afición a veces desmedida de dosis altas de calorías (”comida chatarra”, gaseosas, dulces, etc.) Al mismo tiempo y paradójicamente, se acentúa el cuidado de la propia imagen corporal. El dilema entre la “comida saludable” y los atracones forma parte de su aprendizaje y debe ser tomado en cuenta ante circunstancias de limitaciones al consumo. Del mismo modo, el Sistema Nervioso adolescente tiene una dinámica propia en cuanto al descanso nocturno. El sueño se presenta más tarde de lo acostumbrado en la infancia y suelen tardar en dormirse, incluso con episodios de insomnio, lo que afecta su desempeño físico y emocional. Si bien acostarse y levantarse temprano sean una costumbre saludable, a los adolescentes se les hace difícil. Es mejor evitar que duerman durante la vigilia y que tengan alguna actividad apacible y relajante antes de acostarse. Los juegos y la conversación familiares ayudan en esta dirección. La lectura personal e individual se hace difícil en situaciones estresantes, incluso para los adultos, pues no es fácil desprenderse de la realidad inmediata para sumirse en la abstracción. Aun así, vale la pena intentarla.

Estas consideraciones tienen la pretensión de colaborar con ideas útiles que contribuyan, con la buena voluntad que requieren, a mejorar el ambiente familiar y a prevenir situaciones conflictivas innecesarias para sobrellevar este tiempo exigente, que requiere de nuestra templanza.

Abril de 2021

Departamento psicopedagógico

Colegio Trener

¡LA MOTIVACIÓN ES NUESTRA ALIADA! 

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La motivación es la clave del aprendizaje. Si los niños están motivados, estarán predispuestos a aprender, a involucrarse en la tarea y a poner todo su empeño en lograr el objetivo.  Lo mismo ocurre para enfrentar retos y tareas como miembro de una familia, ahora que estamos todos en casa.

Para comenzar, algunas ideas generales sobre la motivación:

  1. La motivación por hacer algo disminuye cuando es obligatorio. En general, la motivación es mayor cuando proviene de la propia iniciativa y de la propia elección (motivación intrínseca). Hay que pensar en cómo dar opciones para decidir y para tomar iniciativas.
  2. La motivación disminuye cuando hay exceso de vigilancia o control. La idea de tener a alguien “detrás” para el cumplimiento de una tarea resulta en el mensaje de que, si no fuera así, no la haría y que la vigilancia es necesaria para trabajar bien. Una cosa es supervisar y otra, perseguir.
  3. Las recompensas y castigos (motivación extrínseca) debilita la motivación propia (m. Intrínseca). Si a una conducta espontánea y natural se le recompensa, cuando la recompensa cese, la conducta se extinguirá. Igualmente, cuando se castiga la falta de una actividad que suele darse voluntariamente, esta tiende a perderse.
  4. La motivación se ve muy favorecida cuando la persona siente que es bueno o capaz en lo que está haciendo (competencia auto percibida). Saberse hábil en algo no solo contribuye a sentirse bien, sino que estimula a hacerlo más y mejor.
  5. La motivación se pierde cuando los esfuerzos por realizar una tarea son infructuosos. Es natural el evitar la frustración y el trabajo inútil (desmotivación aprendida).
  6. Si bien los premios y las recompensas son un refuerzo positivo muy poderoso inicialmente, su exceso es contraproducente, pues se necesitará ir incrementándolos progresivamente para obtener los mismos resultados, y si aquellas se mantienen invariables, la motivación disminuye. Lo mismo ocurre con los castigos, que cada vez tendrán que ser mayores, debido a la capacidad de adaptación. Por eso es bueno dosificar y pensar bien en el tipo de recompensas que usaremos y combinarlas con reflexión y otros elementos.

Les daremos algunas “ideas prácticas” que pueden aplicar en su día a día:

1. Utilicen la imaginación como un recurso: Si consiguen captar su atención con algo que les guste, les será mucho más fácil cumplir los objetivos. Es importante tener en cuenta la personalidad y los gustos de los chicos. Por ejemplo; pueden hacer de cada tarea una nueva misión por cumplir, hacer un juego de roles en el que el de ellos es muy relevante, etc.

2. Cuéntenles sus experiencias personales: Pueden compartir con sus hijos cómo llevan las responsabilidades del trabajo en casa y cuánto están aprendiendo de esta nueva experiencia. Motívenlos con el ejemplo: Si ustedes cumplen, ellos también pueden lograrlo. O si ustedes tienen dificultades, pero siguen intentando, eso es muy educativo para ellos. Hacer cosas juntos permite este intercambio de manera natural.

3. Intenten mostrar siempre una actitud positiva: Busquen que descubran que pueden disfrutar mucho haciendo las cosas cotidianas de la casa, así como las actividades que les propone el colegio, si ponen ganas. Conversen sobre cómo creen que podrían hacerlo mejor y a la vez disfrutarlo más. Escúchenlos.

4. Reconozcan su esfuerzo: Felicítenlos cuando lo intentan y ponen todo de su parte para que salga bien y no solo cuando el resultado es bueno… lo más importante es su ACTITUD para hacer las cosas, pero también hacer visibles las estrategias que les van funcionando mejor, más allá del resultado.

5. Ayuden a que se preparen mentalmente para lo que tienen que hacer:  Es muy importante especialmente cuando se trata de algo que no les gusta o es desconocido.  No es lo mismo que se vayan preparando y haciendo a la idea de que lo tienen que hacer, a que les tome por sorpresa.

6. Marquen objetivos a corto plazo: sobre todo en tareas complejas o largas. Ayúdenlos a que se planteen retos ellos mismos con objetivos concretos y alcanzables para que sientan la satisfacción del logro… la motivación se retroalimenta a medida que pueden decidir por ellos mismos y van consiguiendo objetivos, y si es muy largo el proceso se podrán desanimar …

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7. Denles tiempo para que lleven a cabo la actividad propuesta. Aunque eso implique hacerlo en diferentes momentos o días. Es bueno aprender que algunas cosas toman tiempo y no se trata de correr.

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8. Hagan que entiendan el ERROR como una OPORTUNIDAD para seguir mejorando y no como un fracaso.  Esa es la única manera de mejorar, aprender, crecer y lograr lo que se proponen.

9. Encuentren momentos de relajación: Busquen una actividad que les guste y los relaje, para que luego sea más fácil seguir con sus tareas. Algunos ejemplos pueden ser: escuchar música, cantar, pintar, hacer mandalas, hacer ejercicios de respiración, etc.

10. Motívenlos conversando sobre NUEVOS HÉROES y HEROÍNAS, nuevos modelos para su hijo… Háblenles de todas las personas que en este momento se están esforzando de manera especial. Esto los incluye a ustedes, quienes están tratando de estar ahí para ellos a pesar de todas las otras tareas que deben cumplir, las del hogar y las de su trabajo. Igualmente ayúdenlos a ver lo que sus profesores pueden estar teniendo que hacer para enviarles las tareas y conectarse en cada clase, y cómo se están esforzando por enseñarles de una manera a la que tampoco ellos están acostumbrados. ¿Qué tipo de héroe o heroína quieren ser ellos? ¿En qué pueden mostrar ese esfuerzo especial y esa capacidad de pensar más en los demás?

 

Recuerden que parte esencial de la motivación tiene que ver con sentirse capaz y autónomo, pero también conectado. Por ello es importante que sientan que se confía en ellos para tomar algunas decisiones para superar los retos propuestos, pero que al mismo tiempo ustedes están ahí para ellos.

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Psicopedagógico y DANEE   

ABRIL 2020

El aprendizaje y la atención

Es conocido el efecto negativo que tiene el estrés y la ansiedad sobre la capacidad atencional. Más aun cuando coincide con demandas adicionales o inusuales, como cumplir con los actuales requerimientos de la educación a distancia y el uso de la tecnología, junto con la organización de tareas domésticas y exigencias emocionales para todos. Al respecto, el material siguiente ha sido extraído, editado y adaptado por el Departamento psicopedagógico y el Departamento de atención a las necesidades educativas especiales (DANEE), de MISIÓN TDAH | ROMINA OLMEDO.

Se trata de dar algunas ideas para trabajar el tema de las dificultades de atención, sobre todo con quienes tienen una condición particular limitación al respecto.

CÓMO AYUDAR A ESTUDIAR A UN NIÑO CON TDAH. TIPS QUE HACEN EL ESTUDIO EFICAZ

TIP 1: Un gran secreto sobre la motivación: Un niño con TDAH motivado puede tener un mejor desempeño escolar que un niño sin TDAH desmotivado. Si el niño no logra motivarse de manera autónoma, podemos apoyarlo de modo sistemático y perseverante.

Preséntale el aprendizaje como un descubrimiento: utiliza tics, cuéntale una historia, muéstrale un video, etc. Acerca de personas que han cambiado el rumbo de la humanidad por tener el gusto de aprender, aplicar, y pensar diferente.

Vincula lo que aprenderá, a su cotidianidad. De esta manera, el aprendizaje adquiere sentido; por ejemplo, no es lo mismo aprender fracciones porque es un contenido de matemáticas, que aprender a fraccionar un trozo de pastel, el dinero del paseo y cosas así.

Aplica refuerzos positivos. Son técnicas sencillas y poderosas, puesto que, con solo un movimiento de cabeza, una mano sobre su hombro, un like, puedes permitirle que se sienta reconocido, que desarrolle confianza en sí.

Los niños viven en el presente. Es poco probable lograr motivarles a estudiar con que las tareas sirven para su futuro.  Miedo y castigos no son motivadores, sino que generan más estrés y frustración. Esto resulta en DESMOTIVACIÓN. ¡Evítalo!

TIP 2: Cómo crear tiempo cuando no lo hay: La estimación temporal es algo que los niños no manejan de manera espontánea. Por esto, la mayoría de niños que presentan características de TDAH invierten mucho tiempo sin lograr los objetivos trazados. Para evitar esto, los adultos debemos entrenar la habilidad de gestión temporal con el uso de diversos medios, como calendarios, relojes de pared o de arena, cronómetros, agendas, planificadores, etc. La gestión del tiempo permite "crear" tiempo cuando este “no alcanza”.

Pasos para organizar el tiempo. Apunta las actividades mensuales más importantes, incluso el tiempo libre. Se sugiere que esta actividad se haga en conjunto con el niño, en un calendario o agenda que vea y utilice a menudo. Además, hacerle preguntas para ayudar al desarrollo de la estimación temporal; por ejemplo, medir el tiempo y conversar sobre el resultado. ("¿Cuánto tiempo crees que tardarás en comer?")

Prepara lo necesario para el tiempo de estudio. Comienza por revisar el calendario o agenda y preparar los materiales necesarios para el tiempo de estudio y evitar distracciones. (cuaderno, libro, materiales, estuche, reloj, computador conectado a internet, materiales anexos etc.)

Planifica el tiempo.  Calcula el tiempo necesario para cada tarea. Para esto, se debe estimar el tiempo en conjunto con el niño. A menudo estimará de manera inadecuada, por eso al comienzo debemos acompañarlo y corregir la estimación en caso de que sea necesario.

Prevé descansos.  Si el tiempo no fue suficiente, se puede añadirlo o dividir la tarea en dos periodos. Para que esto resulte, será necesario valerse de un reloj o cronómetro que nos avisarán cuando el tiempo previsto haya concluido. Se recomienda que por cada tarea se inviertan entre 20 o 25 minutos con intervalos de 5 minutos de descanso en los que debe desconectar, se pueda mover o estirar el cuerpo, beber agua, descansar en un sofá, etc.

TIP 3: El arte de preparar un lugar para aumentar su atención y disminuir la distracción: Eliminar los distractores puede ayudar a mejorar la atención y, con esto, su capacidad de concentración. Debemos recordar que los niños con TDAH presentan dificultad para filtrar los estímulos del medio ambiente. El paso de un insecto o el ruido exterior pueden generar que el niño pierda la atención en la tarea que está realizando. Asimismo, tardan más en regresar a focalizar su atención en la tarea. Por esto es necesario disminuir al mínimo los posibles focos de distracción y para ello hay que ayudarlos a gestionar un lugar libre de distractores para aprender:

No sobrecargar el espacio. Las paredes no se deben adornar con señales visuales, a menos que sean necesarias; es decir, que cumplan la función de recordar algo o que puedan servir para apuntes; esto también rige para los estímulos auditivos, por lo que se recomienda contar con espacios sin música de fondo y si es necesaria, a un volumen moderado, TV apagada, etc.

Organización de espacios.  Que el espacio sea confortable y que tanto el global (habitación) como parcial (mesa o escritorio de trabajo) contengan estrictamente lo necesario y de manera ordenada. Para esto puedes utilizar organizadores visuales, contar con una silla cómoda, una pelota de relajación, iluminación adecuada, un escritorio en que quepa lo necesario, etc.

Respetar el espacio de trabajo. Acordar una estrategia para no interrumpir los momentos de atención. Para esto pueden colgar alguna señal que indique que el niño está trabajando, que puede ir afuera o al ingresar al lugar. Monitorear el uso de tecnologías. Es preciso asegurarse de que toda la tecnología presente tenga un fin pedagógico; así se eliminan las posibilidades de que utilice las TICS con un fin distractor.

TIP 4: Una técnica potente para demostrarle que puede lograr TODO: Los síntomas del TDAH provocan que se desarrollen altos niveles de ansiedad y frustración y con esto, un bloqueo para estar dispuesto a aprender. Por esto se vuelve trascendental que gradúes la complejidad de la tarea de la siguiente manera:

Con antelación, revisa qué debe hacer y divide la tarea según el nivel de complejidad alta, mediana y baja. Las tareas de menor complejidad se realizan al terminar la sesión, ya que entonces estará más cansado y además terminará con la sensación de haber aprendido, de que no es tan difícil, lo que aumenta su propia valoración y disminuye el nivel de frustración.

Resulta poco beneficioso intentar ejecutar más de una actividad a la vez, pues a menudo fallan en su realización y esto produce gasto adicional de energía, frustración, poco o nulo aprendizaje, etc.

Al momento de gestionar el tiempo, decide en conjunto con el niño por cuál área debe comenzar, ya que, si tal tarea es de mediana complejidad, se comienza por esta y se dedican 20 minutos exclusivos. Luego, si otra tarea es más compleja, se realiza segunda. Pueden finalizar con la tarea de artes, que es lo que más le gusta, de menor complejidad, y le dedican toda la atención de los 20 últimos minutos a lo más sencillo y placentero.

TIP 6: Cómo activar la mente y el cuerpo para obtener resultados óptimos: El ejercicio físico eleva los niveles neurotransmisores en el cerebro que se ven afectados por el TDAH.  Colabora a canalizar la alta actividad motriz que caracteriza a los niños con predominio hiperactivo e impulsivo. Los ejercicios de gimnasia cerebral colaboran en activar la relación de ambos hemisferios cerebrales, propiedad que también afecta este trastorno. Se recomienda que antes de comenzar la sesión (5 minutos) y durante el estudio (5 minutos de descanso) se practiquen ejercicios de estiramientos, activación de sistema cardiovascular, ejercicios de gimnasia cerebral, etc. con los que el niño se sienta cómodo.

TIP 7: Cómo descubrir su propio estilo del aprendizaje y hacer que se divierta: Si detectamos cómo nos resulta más agradable aprender, el proceso se puede hacer de manera más eficaz. Estas preferencias o tendencias constituyen nuestro estilo de aprendizaje. Hay varias clasificaciones. En este apartado abordaremos la clasificación sensorial:  todos presentamos un sentido favorito y, si contemplamos este sentido, podemos mejorar la calidad del aprendizaje. Según esta clasificación, existen tres sistemas para aprender la información recibida: visual, kinestésico y auditivo.

Debes hablarle sobre los estilos de aprendizaje. Luego es recomendable que realice un test para identificar cuál es su estilo predominante.

http://www.galeon.com/aprenderaaprender/vak/vakest.htm https://www.orientacionandujar.es/wpcontent/uploads/2014/09/TEST-ESTILO-DEAPRENDIZAJES.pdf

Sugiere estrategias de aprendizaje según los resultados.

https://www.universidadescr.com/blog/tecnicas-de-estudio/

 

El aprendizaje y la atención

Es conocido el efecto negativo que tiene el estrés y la ansiedad sobre la capacidad atencional. Más aun cuando coincide con demandas adicionales o inusuales, como cumplir con los actuales requerimientos de la educación a distancia y el uso de la tecnología, junto con la organización de tareas domésticas y exigencias emocionales para todos. Al respecto, el material siguiente ha sido extraído, editado y adaptado por el Departamento psicopedagógico y el Departamento de atención a las necesidades educativas especiales (DANEE), de MISIÓN TDAH | ROMINA OLMEDO.

Se trata de dar algunas ideas para trabajar el tema de las dificultades de atención, sobre todo con quienes tienen una condición particular limitación al respecto.

CÓMO AYUDAR A ESTUDIAR A UN NIÑO CON TDAH. TIPS QUE HACEN EL ESTUDIO EFICAZ

TIP 1: Un gran secreto sobre la motivación: Un niño con TDAH motivado puede tener un mejor desempeño escolar que un niño sin TDAH desmotivado. Si el niño no logra motivarse de manera autónoma, podemos apoyarlo de modo sistemático y perseverante.

Preséntale el aprendizaje como un descubrimiento: utiliza tics, cuéntale una historia, muéstrale un video, etc. Acerca de personas que han cambiado el rumbo de la humanidad por tener el gusto de aprender, aplicar, y pensar diferente.

Vincula lo que aprenderá, a su cotidianidad. De esta manera, el aprendizaje adquiere sentido; por ejemplo, no es lo mismo aprender fracciones porque es un contenido de matemáticas, que aprender a fraccionar un trozo de pastel, el dinero del paseo y cosas así.

Aplica refuerzos positivos. Son técnicas sencillas y poderosas, puesto que, con solo un movimiento de cabeza, una mano sobre su hombro, un like, puedes permitirle que se sienta reconocido, que desarrolle confianza en sí.

Los niños viven en el presente. Es poco probable lograr motivarles a estudiar con que las tareas sirven para su futuro.  Miedo y castigos no son motivadores, sino que generan más estrés y frustración. Esto resulta en DESMOTIVACIÓN. ¡Evítalo!

TIP 2: Cómo crear tiempo cuando no lo hay: La estimación temporal es algo que los niños no manejan de manera espontánea. Por esto, la mayoría de niños que presentan características de TDAH invierten mucho tiempo sin lograr los objetivos trazados. Para evitar esto, los adultos debemos entrenar la habilidad de gestión temporal con el uso de diversos medios, como calendarios, relojes de pared o de arena, cronómetros, agendas, planificadores, etc. La gestión del tiempo permite "crear" tiempo cuando este “no alcanza”.

Pasos para organizar el tiempo. Apunta las actividades mensuales más importantes, incluso el tiempo libre. Se sugiere que esta actividad se haga en conjunto con el niño, en un calendario o agenda que vea y utilice a menudo. Además, hacerle preguntas para ayudar al desarrollo de la estimación temporal; por ejemplo, medir el tiempo y conversar sobre el resultado. ("¿Cuánto tiempo crees que tardarás en comer?")

Prepara lo necesario para el tiempo de estudio. Comienza por revisar el calendario o agenda y preparar los materiales necesarios para el tiempo de estudio y evitar distracciones. (cuaderno, libro, materiales, estuche, reloj, computador conectado a internet, materiales anexos etc.)

Planifica el tiempo.  Calcula el tiempo necesario para cada tarea. Para esto, se debe estimar el tiempo en conjunto con el niño. A menudo estimará de manera inadecuada, por eso al comienzo debemos acompañarlo y corregir la estimación en caso de que sea necesario.

Prevé descansos.  Si el tiempo no fue suficiente, se puede añadirlo o dividir la tarea en dos periodos. Para que esto resulte, será necesario valerse de un reloj o cronómetro que nos avisarán cuando el tiempo previsto haya concluido. Se recomienda que por cada tarea se inviertan entre 20 o 25 minutos con intervalos de 5 minutos de descanso en los que debe desconectar, se pueda mover o estirar el cuerpo, beber agua, descansar en un sofá, etc.

TIP 3: El arte de preparar un lugar para aumentar su atención y disminuir la distracción: Eliminar los distractores puede ayudar a mejorar la atención y, con esto, su capacidad de concentración. Debemos recordar que los niños con TDAH presentan dificultad para filtrar los estímulos del medio ambiente. El paso de un insecto o el ruido exterior pueden generar que el niño pierda la atención en la tarea que está realizando. Asimismo, tardan más en regresar a focalizar su atención en la tarea. Por esto es necesario disminuir al mínimo los posibles focos de distracción y para ello hay que ayudarlos a gestionar un lugar libre de distractores para aprender:

No sobrecargar el espacio. Las paredes no se deben adornar con señales visuales, a menos que sean necesarias; es decir, que cumplan la función de recordar algo o que puedan servir para apuntes; esto también rige para los estímulos auditivos, por lo que se recomienda contar con espacios sin música de fondo y si es necesaria, a un volumen moderado, TV apagada, etc.

Organización de espacios.  Que el espacio sea confortable y que tanto el global (habitación) como parcial (mesa o escritorio de trabajo) contengan estrictamente lo necesario y de manera ordenada. Para esto puedes utilizar organizadores visuales, contar con una silla cómoda, una pelota de relajación, iluminación adecuada, un escritorio en que quepa lo necesario, etc.

Respetar el espacio de trabajo. Acordar una estrategia para no interrumpir los momentos de atención. Para esto pueden colgar alguna señal que indique que el niño está trabajando, que puede ir afuera o al ingresar al lugar. Monitorear el uso de tecnologías. Es preciso asegurarse de que toda la tecnología presente tenga un fin pedagógico; así se eliminan las posibilidades de que utilice las TICS con un fin distractor.

TIP 4: Una técnica potente para demostrarle que puede lograr TODO: Los síntomas del TDAH provocan que se desarrollen altos niveles de ansiedad y frustración y con esto, un bloqueo para estar dispuesto a aprender. Por esto se vuelve trascendental que gradúes la complejidad de la tarea de la siguiente manera:

Con antelación, revisa qué debe hacer y divide la tarea según el nivel de complejidad alta, mediana y baja. Las tareas de menor complejidad se realizan al terminar la sesión, ya que entonces estará más cansado y además terminará con la sensación de haber aprendido, de que no es tan difícil, lo que aumenta su propia valoración y disminuye el nivel de frustración.

Resulta poco beneficioso intentar ejecutar más de una actividad a la vez, pues a menudo fallan en su realización y esto produce gasto adicional de energía, frustración, poco o nulo aprendizaje, etc.

Al momento de gestionar el tiempo, decide en conjunto con el niño por cuál área debe comenzar, ya que, si tal tarea es de mediana complejidad, se comienza por esta y se dedican 20 minutos exclusivos. Luego, si otra tarea es más compleja, se realiza segunda. Pueden finalizar con la tarea de artes, que es lo que más le gusta, de menor complejidad, y le dedican toda la atención de los 20 últimos minutos a lo más sencillo y placentero.

TIP 6: Cómo activar la mente y el cuerpo para obtener resultados óptimos: El ejercicio físico eleva los niveles neurotransmisores en el cerebro que se ven afectados por el TDAH.  Colabora a canalizar la alta actividad motriz que caracteriza a los niños con predominio hiperactivo e impulsivo. Los ejercicios de gimnasia cerebral colaboran en activar la relación de ambos hemisferios cerebrales, propiedad que también afecta este trastorno. Se recomienda que antes de comenzar la sesión (5 minutos) y durante el estudio (5 minutos de descanso) se practiquen ejercicios de estiramientos, activación de sistema cardiovascular, ejercicios de gimnasia cerebral, etc. con los que el niño se sienta cómodo.

TIP 7: Cómo descubrir su propio estilo del aprendizaje y hacer que se divierta: Si detectamos cómo nos resulta más agradable aprender, el proceso se puede hacer de manera más eficaz. Estas preferencias o tendencias constituyen nuestro estilo de aprendizaje. Hay varias clasificaciones. En este apartado abordaremos la clasificación sensorial:  todos presentamos un sentido favorito y, si contemplamos este sentido, podemos mejorar la calidad del aprendizaje. Según esta clasificación, existen tres sistemas para aprender la información recibida: visual, kinestésico y auditivo.

Debes hablarle sobre los estilos de aprendizaje. Luego es recomendable que realice un test para identificar cuál es su estilo predominante.

http://www.galeon.com/aprenderaaprender/vak/vakest.htm https://www.orientacionandujar.es/wpcontent/uploads/2014/09/TEST-ESTILO-DEAPRENDIZAJES.pdf

Sugiere estrategias de aprendizaje según los resultados.

https://www.universidadescr.com/blog/tecnicas-de-estudio/

'Un experimento drástico en progreso': ¿Cómo cambiará el coronavirus a nuestros hijos?

Hay pocos precedentes del aislamiento social que sufren los niños debido a la pandemia

por CAROLINE PRESTON  15 de abril de 2020

Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, millones de niños fueron evacuados de Londres y otras ciudades y enviados a vivir con padres adoptivos en el campo inglés. Lo que sucedió con estos niños se convirtió en un tema de estudio para la psicoanalista Anna Freud, quien escribió en un libro de 1943 que los jóvenes que permanecieron con sus familias a través del bombardeo "estaban mucho menos molestos" que los que fueron enviados lejos.

Su contemporáneo John Bowlby estudió a niños que pasaron largas estadías en hospitales, aparte de sus familias. La investigación ayudó a informar de su influyente " teoría del apego ", que enfatiza el vínculo entre padres e hijos y los daños que resultan de separarlos.

Esos estudios son parte de una gran cantidad de investigaciones sobre lo que sucede cuando los niños se separan de sus padres. Pero, ¿qué pasa con la situación que se desarrolla ahora, ya que la cuarentena de coronavirus aísla a los niños no de sus cuidadores principales sino de sus compañeros, maestros y todos los demás en sus vidas?

"Todavía no lo sabemos", me dijo Sarah BlafferHrdy, antropóloga y primatóloga y profesora emérita de la Universidad de California-Davis. "Este es un tipo de experimento drástico en progreso".

Los niños no tienen compañeros de juego. Los padres están desconectados de otros adultos que pueden ayudarlos a sobrellevar la situación. La soledad puede ser amplificada. Hay miles de formas en que nuestra cuarentena podría afectar a los niños, pero poca investigación al respecto. La National Science Foundation está otorgando subsidios de seguimiento rápido para ayudar a los investigadores a estudiar este tipo de preguntas.

Para los niños más pequeños, en particular, perder el juego con sus compañeros podría pasar factura. El juego facilita el desarrollo cognitivo, dijo James Coan, profesor de psicología en la Universidad de Virginia, que estudia la neurociencia de la conexión humana. Sin embargo, "los adultos no son muy buenos compañeros de juego", me dijo. "Son aburridos, impacientes y tienen otras cosas que hacer". Los niños que no tienen hermanos, una categoría cuyas filas han crecido en las últimas décadas, pueden ser particularmente vulnerables.

A través del juego y otras interacciones entre pares, los niños también desarrollan habilidades sociales y un sentido de moralidad, dijo Kenneth Rubin, profesor de desarrollo humano y metodología cuantitativa en la Universidad de Maryland. "Los niños necesitan compañeros", dijo. "Una de las consecuencias de estar atrapado en casa de un niño pequeño es que es posible que no experimente estas experiencias interactivas esenciales que conducen al desarrollo de relaciones cercanas fuera de la familia". 

No está claro qué efectos tendrán solo unas pocas semanas o meses de aislamiento. Con suerte, el distanciamiento social ayudará a detener la propagación del coronavirus y los niños podrán volver gradualmente a sus rutinas. Aún así, Hrdy señala un estudio realizado por el neurocientífico cognitivo Arjen Stolk, en el que descubrió que los niños que asistían a la guardería podían interactuar de manera más efectiva con sus compañeros, que los niños que no lo hicieron. En el estudio, se les pidió a los niños de 5 años que usaran comunicación no verbal para guiar a los niños de diferentes edades a través de un videojuego; aquellos que habían estado en guarderías podían adaptar mejor sus interacciones. "No pasó tanto tiempo en la guardería para tener esos efectos", dijo Hrdy.

Los investigadores me dijeron que el aislamiento del coronavirus también podría afectar a los niños al erosionar la capacidad de sus padres para hacer frente a la situación. Una de las razones por las que los niños pueden ser desafiantes es porque sus cortezas prefrontales no están desarrolladas, por lo que no pueden regular sus emociones, señaló Coan. Los padres tienen que ayudar a los niños a hacer ese trabajo de regulación emocional, que puede ser agotador. Aquí es donde entran los proveedores de cuidado infantil, maestros, amigos, tías y tíos. No solo quitan a los niños de las manos de sus padres y les permiten recargarse, sino que también brindan apoyo emocional y ayudan a los padres a superar el estrés.

"Mi preocupación es que los niños en esta pandemia actual sufrirán en la medida en que los padres estén aislados de las redes sociales que regulan sus emociones negativas", dijo Coan.

Privado del acceso a redes más grandes, los padres deben apoyarse mutuamente, dijo. Los padres solteros también deben tratar de encontrar formas de tomar descansos de la crianza de los hijos en la medida de lo posible. Si esta crisis continúa durante meses, los adultos corren el riesgo de experimentar lo que se conoce como "carga alostática[i]", en la que sus recursos emocionales se agotan por la exposición prolongada al estrés. "Si quemo esos recursos más rápido, no tendré los recursos para aprovechar cuando mi hijo se pregunte por qué no pueden ir a la escuela y no pueda consolarme cuando no pueda ver a sus amigos", dijo Coan.

Sin embargo, todos los investigadores con los que hablé destacaron que las experiencias de los niños con la pandemia de coronavirus variarán enormemente. "Lo único que nos afecta de la misma manera es caer de cabeza desde el piso 14", dijo Jay Belsky, profesor de desarrollo humano Robert M. y Natalie Reid Dorn en la Universidad de California-Davis. Un hijo único, o un niño que no se lleva bien con sus hermanos, puede ser más vulnerable que un niño que tiene un compañero de juegos. Los hijos de padres propensos a la ansiedad y socialmente aislados pueden ser más vulnerables que los hijos de padres que están capacitados para ayudarse mutuamente. Los niños que estaban solos antes de la pandemia, y que ya sentían que el mundo estaba en contra de ellos, ahora pueden estar luchando más intensamente.

"Sí, el aislamiento social puede generar soledad, y la soledad puede ser mala para la salud mental y el bienestar", dijo Belsky. "Pero primero, eso no se aplicará a todos los niños, porque algunos son más susceptibles que otros, y el apoyo social de otros puede atenuar algunos de esos riesgos".

Las conexiones virtuales también pueden mitigar el aislamiento, pero no todos los niños tienen acceso a Wi-Fi y otras herramientas que les permiten conectarse con sus amigos y familiares. "Si tuviera que poner al gobierno en algo en este momento, sería Wi-Fi para todos y conseguirles a todos una computadora portátil", dijo Rubin, de la Universidad de Maryland. Y si bien es relativamente fácil para los adultos mantener horas de cóctel Zoom e intercambiar un sinfín de mensajes de texto, algunas actividades, como jugar, son más difíciles de replicar virtualmente.

Aún así, Belsky dijo: "No queremos catastrofizar". Los niños y los padres tienen todo tipo de formas de compensar la soledad. Pasará mucho tiempo antes de que sepamos los efectos de este período de aislamiento sin precedentes. Rubin dijo: "Covid nos presenta todo tipo de formas de estudiar el significado de las relaciones".

Ciertamente, el coronavirus ya nos recuerda cuán importantes somos todos entre nosotros. "Como especie no estamos realmente adaptados a depender de una persona o incluso dos personas para criarnos", dijo Coan. “De repente estamos viendo en términos muy crudos qué propuesta tan tonta es decir que los niños solo necesitan a sus padres. No es verdad."

 


[i] En biología, la alostasis describe el proceso a través del cual el cuerpo sometido a situaciones de exigencia o estrés logra recuperar su estabilidad realizando cambios de comportamiento fisiológico o psicológico que le permitan mantener un equilibrio estable, considerando también las exigencias futuras. ​La alostasis es esencial para mantener la viabilidad interna en medio de condiciones cambiantes.

 

Una de las cuestiones que más preocupa a los padres en estos días agitados de #quedarseen casa es que los niños puedan estar aburridos y sin clases durante algunas semanas. Además, los padres desde la casa tienen que cumplir con tareas laborales sin descuidar el cuidado de los pequeños ni de las tareas domésticas habituales.  Si bien esta podría parecer una combinación poco amigable y bastante retadora, es también una oportunidad única para estar juntos, compartir actividades en familia y hacer una pausa en los días ajetreados que normalmente vivimos. 
A través de este boletín te ofrecemos una serie de ideas y actividades que puedes realizar en casa y que te ayudarán a aprovechar mejor el tiempo en familia y a descubrir la complicidad que puede llegar a establecerse entre padres e hijos.
1.    Leer cuentos, libros y cómics. Escoge algunos libros y lee a tus hijos sobre diferentes temas que resulten interesantes o entretenidos. También puedes acceder a textos online gratuitos. Esto los mantendrá ocupados y podrán enriquecer su vocabulario, pasar un buen rato en familia y conversar sobre lo leído. Claro está que, los más grandes, pueden escoger algún libro o artículo interesante y leer de forma independiente. Los pequeños también pueden inventar cuentos, escribirlos y luego compartirlos con sus hermanos y con sus padres. 
2.    Dibujar, pintar y aprovechar para hacer arte en casa. Usa los materiales que tengas a la mano: colores, plumones, témperas, plastilina, recortes de revistas, conos de papel higiénico, cajas pequeñas, etc. Con ellos, usa tu imaginación para crear personajes, un lindo cuadro, un collage o algún objeto utilitario para la casa, entre otros. 
3.    Hacer origami o figuras de papel. Siempre es interesante aprender a hacer figuras de papel o elementos con los que luego podamos jugar o crear escenarios.  
4.    Escuchar música. Cada uno escoja un grupo de canciones o videos de música que quieran compartir en familia. Pongan música de fondo que acompañe los quehaceres cotidianos que estén realizando o usen la música para llevar a cabo actividades divertidas tales como cantar, bailar, interpretar en el karaoke, tocar instrumentos, hacer ritmos, etc. 
5.    Empezar un torneo usando distintos juegos de mesa. Los juegos de mesa nos mantienen un buen tiempo divertidos. Además, favorecen la concentración, el respeto de turnos y el aprendizaje de estrategias y diferentes habilidades. También, podemos implementar juegos cooperativos que favorezcan el trabajo en equipo y la colaboración, así como la sana diversión. 
6.    Cocinar en familia. Cocinar resulta siempre divertido y estimula diferentes aprendizajes. Aprovechemos estos días de convivencia para hacer recetas sencillas en las que los chicos puedan participar: ensaladas, galletas, pasteles, tortas, alfajores, arroz con leche, gelatina, etc. 
7.    Armar un rompecabezas. Siempre es un desafío involucrarnos en una tarea medianamente difícil que podamos compartir en familia para obtener, entre todos, la satisfacción de una meta cumplida. 
8.    Llamar a amigos y familiares. Comunicarnos con los amigos y amigas aprovechando redes sociales como Skype, WhatsApp y Facebook. De esa manera podemos mantener el contacto, estar al tanto de cómo están y darles una mano si fuera necesario. 
9.    Hacer tareas pendientes. Todos en casa tenemos algunas actividades que siempre queremos hacer y que por falta de tiempo no las hacemos. Estos días puedes aprovechar para ordenar cuartos, closets y cajones. También para clasificar y seleccionar algunas cosas que no estés usando y que puedas donar. Involucra a los niños en estas actividades, tanto para que asuman responsabilidad como para que se sensibilicen y aprendan a ser más independientes. 
10.    Buscar un momento para hacer ejercicios. Puede resultar muy positivo compartir un momento en familia para hacer algún tipo de ejercicio juntos. Algo simple, quizá imitando algún tutorial o simplemente escogiendo un líder para que cada día de la pauta y nos ponga a todos a trabajar el cuerpo. 
11.    Crear un álbum de fotos. Aprovechar el tiempo libre para juntos armar un lindo álbum de fotos del último viaje, el paseo al parque o la visita a la casa de los abuelos. Si bien hoy en día tenemos muchas fotos en el celular o la computadora, no siempre nos podemos dar el espacio de recordar, conversar sobre lo ocurrido y armar un bonito recuerdo con ellas.  Es muy significativo y gratificante evocar esos lindos momentos con los chicos para dar forma a un álbum de fotografías que reviva sus momentos favoritos.
12.    Jugar cartas y juegos en equipo. Todos recordamos con cariño las tardes en familia jugando Tuti Fruti, Ritmo, Ahorcado, Charadas, Teléfono malogrado, Completar historias, Escondidas o Cartas. Si bien puede que hace tiempo no practiquemos estos juegos, siempre resultan divertidos y una buena estrategia para compartir entre grandes y chicos. Ahora es el momento.
13.    Ver películas y series. Si ya hemos agotado algunas de las ideas presentadas y queremos un momento de relajo, siempre es agradable sentarse para ver juntos una buena película o serie frente al televisor. Las películas y series nos permiten introducir algunos temas de conversación interesantes, descubrir otras realidades, analizar situaciones, etc. 
14.    Crear un campamento en la sala por una noche. Una bonita experiencia puede ser armar una especie de campamento en la sala para los más pequeños por una noche. Esta actividad puede ser emocionante y muy divertida, además de romper con la rutina.  
15.    Hacer un video o un blog de la cuarentena. Puede resultar muy entretenido e interesante narrar en un video o escribir en un blog o diario las anécdotas y peripecias vividas durante este periodo de cuarentena. Es poco probable que podamos volver a experimentar una situación similar.  


Referencias: 
¿Qué hacer para distraer a los niños en casa durante el confinamiento? En: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/16/21-ideas-creativas-y-educativas-para-hacer-con-los-ninos-y-ninas-en-casa/
21 ideas creativas (y educativas) para hacer con los niños y niñas en casa. En: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/03/16/21-ideas-creativas-y-educativas-para-hacer-con-los-ninos-y-ninas-en-casa/
¿Qué hacer con niños encerrados en casa? Ideas espectaculares en tiempos de coronavirus. En: https://www.lasprovincias.es/sociedad/juegos-ninos-casa-coronavirus-20200313160107-nt.html
 

La empatía es una de las competencias fundamentales de la inteligencia emocional, pues implica la disposición y habilidad para comprender el estado emocional del otro. Involucra escucha activa, comprensión, interpretación de señales no verbales y facilidad para apoyar emocionalmente a los demás. Por ello, se dice que ser empático equivale a ponerse en el lugar del otro. Es ser capaz de “leer” sus emociones sin la necesidad de que esa persona las exprese directamente.  


¿Por qué es importante desarrollar la empatía?
Aunque una persona puede disfrutar de su soledad, también necesita interrelacionarse para crecer y desarrollarse en sociedad. De ahí que la empatía es necesaria para la construcción de vínculos con otras personas del entorno. Ayuda a reconocer a los otros como seres humanos con los mismos derechos, a sintonizar con ellos, y a desarrollar tolerancia, respeto y habilidades de comunicación, todas ellas características básicas para la vida en comunidad.
En la actualidad, el ritmo de vida acelerado, la desconfianza y la competitividad podrían propiciar que los niños crezcan con actitudes individualistas, lo cual no favorece el desarrollo de la empatía, la formación de buenos ciudadanos ni la vida en comunidad. En ese sentido, educar en la empatía es motivar a los niños para que, sean capaces de conectarse con su entorno de manera más comprometida. De esta forma, pueden acercarse y analizar ciertas situaciones de la vida diaria y hacerse más conscientes de la realidad. Considerando lo señalado, es necesario favorecer el desarrollo de la empatía tanto en la casa como en la escuela a través de la convivencia. La empatía es clave para para formar niños más humanos, capaces de identificarse con otros, de ser solidarios, y de comprometerse con el bienestar de su entorno y comunidad.  


¿La empatía se aprende?
Todos nacemos con la capacidad de ser empáticos y esta se va desarrollando según distintos factores, como las relaciones de los niños con sus padres, las prácticas culturales a las que están expuestos y las experiencias personales.  
Algunos consejos para practicar y promover la empatía desde casa son los siguientes:
• Da el ejemplo y trabaja tu propia empatía. Los niños no podrán desarrollar empatía si no han vivido en un ambiente acogedor y receptivo. Si en casa no se sientan las bases de relaciones empáticas, será difícil que las incorporen en sus interacciones. Los menores imitan las actitudes de sus padres y de las personas más significativas de su entorno. Por ello, es importante que sientan que les prestan atención, que toman en cuenta sus opiniones y que se muestran empáticos con ellos, de manera que ellos puedan replicarlo con sus pares.  
• Expresa tus ideas y emociones. Es fundamental que los padres modelen cómo expresar de forma clara y sencilla sus pensamientos, sentimientos y emociones en la interacción cotidiana con sus hijos. De este modo, los niños se sentirán más cómodos con las distintas emociones que puedan experimentar y las sabrán expresar pertinentemente.  
• Practica la escucha activa. Es recomendable mostrar una actitud atenta y de escucha significativa cuando ellos cuentan sus experiencias, o cuando expresan sus sentimientos o inquietudes. Es necesario escucharlos con todos los sentidos: ponerse a su altura, mirarlos, atender las manifestaciones no verbales, asentir con la cabeza, reflexionar sobre lo que dicen, parafrasear sus ideas y sentimientos, darles feedback, etc. No solo demostrarás que te interesan, sino que serás un ejemplo de oyente involucrado.
• Presta atención a sus sentimientos y ayúdalo a reconocerlos. Es importante que, en las distintas situaciones que experimenten, los ayudes a identificar qué es lo que están sintiendo y les brindes las herramientas necesarias para que puedan expresarlo en palabras. Para poder reconocer las emociones de los demás, es necesario primero conocerse y trabajar en uno mismo. Si desde pequeños se les acostumbra a expresarse, aprenderán a decir lo que piensan, siempre buscando el momento oportuno, pues saber callar también puede resultar empático.
• No juzgues y muestra una actitud de apertura. No critiques ni evalúes las situaciones que se presentan sin antes intentar ser objetivo y dejar de lado tus propias creencias o prejuicios. La actitud que, como padre, les demuestres a tus hijos es la que ellos tomarán como la “manera correcta de comportarse”, como ejemplo. Por eso, cuida tus comentarios y la forma como te relacionas con las demás personas, sobre todo cuando se presenta algún conflicto. En esta línea, es fundamental mostrar comprensión hacia los demás y usar frases como “entiendo lo que me dices”, “imagino cómo debes haberte sentido”, “yo también me sentí así cuando…”, entre otras.  
• Debate en casa sobre diferentes situaciones. Plantea en casa diálogos que promuevan distintos puntos de vista frente a una misma situación y aprovecha esa oportunidad para enseñar a escuchar, a respetar ideas y posturas diferentes (aunque no siempre estés de acuerdo), a no interrumpir y a respetar los turnos.  
• Practica juegos sociales. Los juegos en grupo son fundamentales para aprender a relacionarse con los demás. Estos permiten desarrollar la capacidad de espera, la aceptación e incorporación de reglas, y el aprender que a veces es importante ceder sin “picarse”. En general, estos juegos enseñan a integrar a los demás, a respetarlos y a trabajar en equipo.
• Utiliza cuentos, videos y fábulas sobre situaciones que impliquen empatía. Compartan espacios para leer algún cuento o historia en la que se haga evidente el valor de la empatía. Luego, explica con tus palabras los hechos, analiza con ellos las emociones que han experimentado los personajes y reflexionen sobre la manera de expresarlas. También, pueden conversar sobre cómo creen que se sintieron los personajes de la historia y por qué. Este tipo de actividades puede ser una oportunidad para ponerse en el lugar de algún personaje y preguntarse qué harían ellos en esa situación. En ese sentido, la lectura es fundamental para desarrollar empatía. 
• Refuerza las conductas solidarias y empáticas. No permitas el acoso o bullying, ni cualquier otra forma de maltrato. Reconoce, verbaliza y felicita las conductas o actitudes que realicen tus hijos en las que se evidencie empatía, solidaridad, comprensión y compasión por alguna persona o situación. 

Referencias: 

La emergencia sanitaria que estamos viviendo en estos tiempos como consecuencia de la pandemia por el coronavirus, supone una amenaza para nuestra salud y la de nuestros familiares; así como también, altos niveles de estrés provocados por el confinamiento y la vida en cuarentena. Asimismo, la situación de incertidumbre pone a prueba nuestra fortaleza mental y la estabilidad emocional, social y económica. En este contexto, es bueno hacer una pausa para reflexionar, cuestionar nuestros hábitos, adaptarnos y proponernos desarrollar nuestra muy importante capacidad para sobrellevar mejor los momentos difíciles, aprender de ellos y finalmente recuperarnos.

La resiliencia (RAE, 2019) es un concepto que describe la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o a una situación adversa. Este concepto, si bien se origina en la física al describir parte de la capacidad que tienen los metales para volver a su forma original después de haber sido expuestos a una fuente de calor, es tomado por la psiquiatría y la psicología en décadas posteriores para describir la habilidad del ser humano de afrontar la adversidad, resistir y adaptarse a los cambios y a las dificultades, tanto emocionales como afectivas y materiales, para luego superarlas y continuar o potenciar su desarrollo.

En el contexto que nos está tocando vivir, es interesante precisar que la resiliencia, si bien es una cualidad que puede estar presente en mayor o menor medida en las personas, es una capacidad que puede desarrollarse y promoverse. Se ha podido determinar, a partir de diferentes investigaciones, la existencia de algunos factores, llamados “protectores” (Dubreuil, 2011), que de alguna manera han contribuido a desarrollar la fortaleza necesaria y la capacidad de recuperación en las personas. Estos factores pueden estar vinculados al ambiente, la estructura familiar, el contexto social y político de la época; así como también, estar relacionados a las características propias de los individuos, tanto genéticas y hereditarias como a patrones específicos de personalidad y a vivencias acumuladas a lo largo de la vida.

Entonces, desde nuestro rol de padres, ¿es posible contribuir al desarrollo de estas capacidades en nuestros hijos para que crezcan con resiliencia?

La respuesta es sí, todos somos capaces de desarrollar resiliencia y contribuir a que nuestros hijos también la adquieran. Mucho dependerá de nuestro actuar como padres y de la dinámica familiar que promovamos en casa.

Dentro de los “factores protectores” consideramos importante resaltar:

  • La posibilidad de contar con el apoyo emocional de un adulto significativo. Para el niño, poder establecer un vínculo emocional en el que se sienta contenido y querido incondicionalmente es uno de los factores decisivos para desarrollar una buena capacidad de resiliencia.
  • Promover un ambiente estable con un clima emocional positivo. Ayudar a los pequeños a entender los cambios que eventualmente se puedan dar en sus vidas o dinámica familiar; pero al mismo tiempo hacer hincapié en que ciertas cosas no cambiarán nunca; como el amor, el apoyo de sus padres y de su familia cercana. Si el niño se siente protegido, podrá enfrentar las dificultades con más herramientas y mayor seguridad.
  • Mantener rutinas diarias. Los horarios y las actividades diarias, repetitivas y ordenadas ayudan a los niños a tener una estructura estable que satisfaga sus necesidades y les brinde una sensación de seguridad. Cabe recalcar que es importante incluir dentro de la rutina, momentos “libres” en los que el niño pueda dar “rienda suelta” a su creatividad.
  • Fomentar la socialización. Para los niños, es importante que exista una red social y familiar estrecha y consistente, que les permita sentir apoyo en determinadas circunstancias. Además, es básico que se sepan parte de un grupo y desarrollen un sentimiento de pertenencia. Por lo tanto, es nuestro deber como padres brindarles oportunidades para establecer relaciones en los distintos contextos, sean estos presenciales o, en estas circunstancias, virtuales.
  • Ayudarlos a desarrollar la capacidad de pensar para resolver problemas. Enfrentarlos de manera gradual a pequeñas dificultades y frustraciones les ayudará a desarrollar recursos internos necesarios para aprender a superar las dificultades de la vida y promover la resiliencia. Es bueno no sobreproteger, sino más bien darles tareas y oportunidades cotidianas que ellos puedan resolver de forma autónoma.
  • Plantear metas significativas y adecuadas para la edad de los chicos. Incentivar a nuestros hijos a asumir retos les dará la oportunidad de aprender a enfrentarlos y cumplirlos. Luego es importante apoyarlos para que ellos solos se los planteen.
  • Ser optimista ante las dificultades. Hablar de los problemas y no ocultarlos, para enseñarles a visualizarlos. Es bueno transmitirles la importancia de tomar distancia de las dificultades para poder ver el panorama más amplio y entender que, generalmente, hay una salida. En esta línea, es necesario resaltar los pequeños y grandes logros de los chicos, de manera que no olviden que siempre es positivo trabajar para alcanzar nuestras metas, sea que podamos satisfacerlas o no. En este contexto, es importante resaltar también que, aunque a veces no se logren las cosas tal cual las habíamos planeado, igual aprendemos de las frustraciones o fracasos. Estas experiencias resultan sumamente valiosas para los chicos.
  • Enfrentar los cambios con actitud positiva. Enseñar a nuestros hijos a ver el lado bueno de las cosas, a sacar provecho de cada situación y a asumir el cambio como un nuevo reto. En estas situaciones la familia actúa como protectora, por lo que es recomendable mantener lazos estrechos y siempre una mirada de esperanza hacia el futuro.
  • Capacidad para encontrar un sentido a la vida. Ayudar a nuestros hijos a encontrar un objetivo o una ilusión que les permita mantenerse más fuertes y superar las dificultades para poder conseguir el logro de sus metas. A través de la imaginación y la creatividad pueden construir algo nuevo y darles así un significado a sus vivencias.
  • Incentivar responsabilidades sociales. Realizar con nuestros pequeños trabajos voluntarios que sean adecuados a sus posibilidades y que contribuyan a fortalecer su autoestima y la sensación de ser útiles y necesarios para el bien común, así como a valorar lo que tienen ellos.
  • Sentido del humor. Aprendamos a reír con nuestros hijos, enseñémosles a ver el lado divertido de la vida. Reírse alivia el estrés y estimula la creatividad. El humor provee al ser humano de herramientas saludables para ver los problemas y las situaciones cotidianas desde distintas perspectivas y esto, a su vez, favorece el pensamiento creativo y, muchas veces, la solución de problemas.

Para ser una persona resiliente, no basta con la adaptación a las dificultades y la supervivencia frente a situaciones adversas. El ser resiliente implica sentirse motivado por ellas y, a raíz de estas sensaciones y emociones, transformar con entereza y creatividad el dolor en una vivencia positiva posterior, que llegue incluso a enriquecer a la persona que la vive y a los demás. La resiliencia es un proceso dinámico que se entreteje y que está relacionado con vivencias íntimas y personales, así como externas y sociales.

Referencias:

Jueves 11 de junio (7:30 p.m.) “El perfecto asesino”

¿Qué entendemos por solidaridad?

Es común escuchar este término cuando nos encontramos en épocas de grandes desastres naturales, crisis o, como ahora, en medio de una pandemia. Tal vez así quede en los niños la idea de que la solidaridad solo se ejerce cuando existen problemas graves y, casi de manera exclusiva, en esos momentos. Además, es frecuente que las personas asocien la palabra solidaridad a una colecta, una campaña televisiva, etc. Sin embargo, la solidaridad es uno de los valores humanos por excelencia, que implica una actitud frente al otro, frente a uno mismo y frente a la vida; por lo tanto, la solidaridad debería ejercerse cada día, comenzando con las personas que tenemos en nuestro entorno.

Se define solidaridad[1] como “la adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros”. Podemos entender, por lo tanto, que ser solidario implica hacer nuestras las causas, las razones y las necesidades de otros. Ser solidario es positivo tanto para la persona que recibe el apoyo como para quien lo da. Ayudar a alguien en la calle, ofrecerle algo para comer a un niño, colaborar con nuestros compañeros de clase, ayudar con la tarea de nuestros hijos, leer para alguien que ya no está en condiciones de hacerlo, apoyar en las actividades del hogar, compartir tiempo con una persona que está sola, etc., son diferentes formas de expresar nuestra solidaridad. No se trata únicamente de ayudar con dinero o con cosas materiales que podamos juntar, sino de brindarnos al otro, conocerlo y escuchar sus necesidades, ofrecerle nuestro tiempo, darle atención, regalarle una sonrisa y darle la mano cuando lo necesite.

¿Por qué es importante formar niños solidarios?

Cada vez más, nuestra sociedad toma conciencia de la importancia de actuar de manera solidaria para garantizar la convivencia entre los individuos de todos los grupos humanos, desde los espacios más reducidos como la familia, los amigos, el colegio, etc., hasta los más amplios como las naciones y el planeta. Con mayor razón, hoy en día, las circunstancias atípicas en las que vivimos, en confinamiento y con la posibilidad de contagio frente a un virus, han puesto en evidencia la necesidad de ser solidarios para lograr salir de esta crisis y más adelante lograr un desarrollo sostenible y un mundo mejor. Se trata de metas que no se pueden lograr de manera individual y cuyo logro beneficiará a todos por igual.

Si bien puede ser difícil enseñar solidaridad en una sociedad en la que ha primado el individualismo, este valor se vuelve esencial para conseguir una sociedad más humana y más justa. Tanto a nivel personal como a nivel global, las personas y los países pueden optar por apoyarse unos a otros y buscar juntos diferentes salidas a los problemas que los aquejan o no hacerlo. Cada vez más las circunstancias nos demuestran que es necesario ser solidarios y estar unidos para lograr grandes cambios que beneficien a todos. Por ello, buscamos una sociedad integrada que esté atenta, que levante la mirada y vea lo que la realidad le indica; una sociedad que incorpore a “los otros”, para que pasen a formar parte del “nosotros”. En este sentido, es necesario que como comunidad nos comprometamos con el bien común y que ese compromiso perdure en el tiempo.

Además, es fundamental recalcar que la solidaridad aporta muchos beneficios durante la niñez a quienes la practican, tales como aprender a trabajar en equipo, conocer diferentes entornos y necesidades, ser menos individualistas, mostrarnos distintas formas de vida y de coexistir entre las personas, conectar con los demás, asumir responsabilidades frente a los grupos y comunidades a las que pertenecemos, desarrollar tolerancia, compromiso con el otro y empatía. Todo esto nos hace mejores personas y nos abre las puertas a poder enfrentar nuevos retos y roles que implican nuestro crecimiento personal.

¿Cómo fomentar la solidaridad en los niños?

  • Dar el ejemplo. La solidaridad es un valor que se potencia y que se desarrolla mediante modelos de conducta y experiencias personales. Así, será nuestro comportamiento solidario coherente y permanente el mejor ejemplo a seguir por nuestros hijos. Si desde niños promovemos una conciencia solidaria, ellos serán mejores personas cuando lleguen a adultos.
  • Sensibilizar a los niños hacia la naturaleza y los animales. Enseñar a los pequeños a respetar el planeta y cuidar a los animales es una de las primeras consignas que lograrán interiorizar y que los ayudará a desarrollar un espíritu solidario. En esta línea, es positivo reciclar, compostar, no usar materiales tóxicos, regar las plantas, etc. También, resulta beneficioso adoptar una mascota y compartir sus cuidados con los niños en casa.  
  • Practicar hábitos que favorecen la cooperación. Esto se logra en el día a día, cuando creamos rutinas que favorecen la convivencia y el respeto por los demás, cuando preguntamos y escuchamos con empatía, cuando saludamos, cuando damos un trato y una respuesta justa a las personas, cuando colaboramos a mantener nuestro entorno limpio y ordenado sin dejar que otros lo hagan sin nuestra participación, cuando le sonreímos a alguien, cuando levantamos lo que se le cae a otro, cuando nos preocupamos por el ausente y lo llamamos o le guardamos algo; en general, cuando estamos atentos a cómo podemos colaborar y nos mostramos solidarios en casa y en el colegio.
  • Leer cuentos infantiles o ver películas en las que hablen de la solidaridad. Compartir historias o películas con los niños les ayudará a comprender qué significa ser solidario. A partir de allí, se puede reflexionar sobre la conduta de los personajes, cómo se sintieron, asociarlo a alguna situación o vivencia personal en la que hayamos sido solidarios, etc.
  • Promover los deportes y juegos en equipo. Trabajar en equipo ayuda a los niños a aprender a compartir y a ir tras un objetivo común. A la vez, los hace más conscientes de las necesidades de los demás y les enseña a preocuparse más por el objetivo grupal que por el individual.
  • Participar en una campaña. Perseguir una meta para ayudar con una buena causa es un proyecto interesante para compartir en familia. Es positivo que los niños se involucren, junto con sus padres, en brindar apoyo a personas que lo necesitan. Esto puede darse al recolectar algún producto o ayuda específica, al participar en la difusión de una campaña, al apadrinar a un niño o alguna buena causa, o al compartir nuestro tiempo o nuestras cosas.
  • Involucrarse en un voluntariado o en una ONG. Los proyectos de voluntariado resultan muy interesantes dado que implican dar tu tiempo durante algunos meses a una misma causa, con la que te vas familiarizando y comprometiendo. Además, el asistir de forma continua a un lugar permite también crear vínculos y dar más sentido a nuestras acciones. En general, es importante que con estas actividades promovamos el contacto con otras personas buscando siempre mostrar una actitud abierta e interesada, más que condescendiente.
  • Realizar viajes solidarios. Cuando los niños viajan descubren nuevas realidades y culturas por lo que puede ser muy interesante averiguar antes sobre algún lugar o comunidad a la que nos gustaría visitar y, previo al viaje, recoger sus necesidades para luego involucrarnos en un proyecto solidario en familia. Lo ideal es que los niños tengan la oportunidad de intercambiar experiencias y de compartir tiempo y acciones de las que puedan recoger vivencias tangibles y significativas para ellos.

Por otro lado, desde la perspectiva pedagógica es importante promover una educación en la que los niños tengan espacios para el diálogo y la reflexión, donde las situaciones cotidianas puedan ser aprovechadas para promover una cultura de responsabilidad social. Formar personas en la solidaridad implica también comprender que vivimos en un mundo interdependiente y de corresponsabilidad, donde nuestra capacidad para decidir sobre el entorno es fundamental. Es esencial que los niños aprendan que sus acciones individuales cuentan y que, si trabajan juntos, podrán lograr importantes cambios.

Bibliografía

 

[1] Real Academia de la Lengua Española, 2020.

Es una meta fundamental de la educación el desarrollo de la autonomía en los niños y la toma de decisiones de forma libre, aprendiendo a actuar responsablemente en función de diferenciar lo bueno de lo malo y, sin guiarse por la recompensa externa o el castigo. Es parte de dicho desarrollo el lograr la responsabilidad, como la capacidad de responder por los propios actos y reconocer y aceptar sus consecuencias. Ello implica apropiarse de sí mismo y de las acciones que uno lleva a cabo para enfrentar las exigencias y problemas que se presentan en el día a día.

Los expertos señalan que el aprendizaje de la responsabilidad debe iniciarse a edad temprana, mediante pequeñas tareas domésticas que involucren a los niños y que estén de acuerdo a su edad. Por ejemplo, cuando son pequeños pueden tirar el pañal al basurero después de ser cambiados, asearse, utilizar el baño por sí solos, ordenar sus juguetes, etc.

A todos los niños les hace falta responsabilizarse de algo en su hogar. Si bien en las primeras etapas de vida la responsabilidad debe ir asociada a pequeñas tareas, las actividades se irán haciendo cada vez más complejas, diligentes y oportunas conforme los niños vayan creciendo. En este sentido, los padres debemos distribuir las labores domésticas, de forma que cada uno de nuestros hijos tenga obligaciones que los ayuden a desarrollar su sentido de la responsabilidad.

Así, es fundamental que los niños asuman pequeños encargos que puedan llevar a cabo y que nosotros reconozcamos y apreciemos su cumplimiento. De esta forma, el niño empieza a asociar que algo que le corresponde a él como persona es importante para los demás. Esta es una semilla que se siembra a corta edad y que debe ser cuidada para que crezca con raíces fuertes de manera que, a futuro, ese niño sea un adulto responsable. Este aprendizaje es un proceso que implica mucho esfuerzo por parte de los padres y los niños.

Otro aspecto importante en la enseñanza de la responsabilidad es que el niño aprenda a asumir que sus actos tienen consecuencias. Desde pequeños deben comprender que lo que hagan tendrá repercusiones en ellos mismos y en los demás, buenas o malas, y que ellos deben responder por sus acciones. En ese sentido, es fundamental que existan pautas y normas claras en casa, al igual que funciones y tareas distribuidas, de tal manera que cada uno sepa con antelación lo que le corresponde y cuáles son las consecuencias de su incumplimiento. Así, el niño valorará desde pequeño la importancia de atender con cuidado lo que hace. Para que esto suceda, es necesario ser perseverante, coherente y consistente, así como reforzar los buenos comportamientos del niño. También es básico mostrar una actitud positiva hacia el cumplimiento para que los chicos valoren su esfuerzo y se sientan reconocidos.

En el campo del estudio o del trabajo, por ejemplo, hay que enseñarles que cuando se les encomienda una tarea hay que llevarla a cabo hasta el final y que siempre es necesario cumplirla bien y dar nuestro mejor esfuerzo.

¿Por qué es importante educar a los niños en la responsabilidad?

La responsabilidad es necesaria para llegar a alcanzar las metas que nos proponemos, pero hay que saber que supone hacer cosas que no siempre nos gustan y en las que debemos poner esfuerzo. También, ser responsables implica asumir compromisos y cumplirlos, dado que esto sienta las bases para ser considerados personas confiables, de palabra. En ocasiones, mentir puede resultar muy sencillo, y tomarse a la ligera, pero parte importante de nuestra responsabilidad está en hacernos cargo de lo que decimos y de lo que dejamos de decir. A veces es muy fácil mentir para esconder el fracaso y evitar conflictos, pero es fundamental que les enseñemos a nuestros hijos a ser honestos y a responsabilizarse de sus palabras y acciones. En general, estos primeros pasos en el desarrollo de la responsabilidad serán esenciales para lograr confianza, autorregulación y autodisciplina.

En general, la responsabilidad favorece la construcción de la propia identidad, la autoestima y la autonomía. Al asumir responsabilidades y compromisos los niños se sienten útiles y saben que su esfuerzo y sus habilidades aportan al ámbito familiar, escolar y posteriormente a la sociedad.

“Cuando establecemos la conexión causal entre las acciones y los efectos que producen, la consciencia de esa conexión nos lleva al concepto de responsabilidad. Solo cuando somos (…) autónomos y conscientes, nos damos cuenta de la repercusión que tienen nuestras acciones y podemos asumir el ser responsables”[1].

¿Qué necesitamos hacer para desarrollar la responsabilidad en nuestros hijos?

Para educar a los niños en el valor de la responsabilidad, todo lo que se requiere es un esfuerzo constante de parte de los padres, mucha paciencia, dedicación, compromiso y una combinación de amor y exigencia que los haga sentirse seguros de asumir los retos y de ser cada vez mejores. Recuerden que instaurar hábitos requiere de tiempo y perseverancia.

Algunos consejos para educar a nuestros hijos en la responsabilidad son:

  • Ser constantes y coherentes con lo que les pedimos y les exigimos para poder generar en ellos confianza y seguridad.
  • Distribuir tareas para los niños en casa de acuerdo a su edad y nivel de desarrollo. Por ejemplo, sacar la basura, regar las plantas, poner la mesa, ordenar sus juguetes y ropa, pasear a la mascota, darle de comer, etc.
  • No hacer por ellos lo que son capaces de hacer por sí mismos. Permitirles que resuelvan los problemas que se les presenten, darles tiempo y escucharlos.
  • Establecer pautas y normas claras en casa de manera que conozcan las consecuencias y puedan anticipar lo que podría suceder si hacen o no una determinada acción. Así, existe un compromiso de ambas partes.
  • Conversar con los niños sobre sus responsabilidades y dejar que sean ellos quienes se hagan cargo de sus cosas. Para esto, es positivo establecer horarios y rangos de tiempo con los que se sientan cómodos. Recalcarles siempre la importancia de cumplir con su palabra, sus compromisos y sus promesas.
  • Promover la toma de decisiones, ayudándolos a pensar por sí mismos en lugar de decirles lo que tienen que hacer. Fomentar la autonomía en casa y brindarles independencia en el día a día, siempre considerando su edad. Por ejemplo, presentándoles de forma deliberada situaciones donde tengan que elegir.
  • Mostrar siempre las ventajas de actuar con responsabilidad.
  • Agradecer y felicitar sus logros.
  • Ser un buen ejemplo. Recuerden que los niños aprenden por imitación. Si ven que sus padres tienen una actitud responsable, actuarán de forma semejante.

Si bien no existe una regla que establezca a qué determinada edad los niños deben ya realizar tareas específicas, sabemos que lo importante es que participen, que puedan actuar con cierta independencia y que se sientan útiles desde pequeños. Cuando los padres hacen las labores por los niños, son estos quienes “pierden” porque les quitan la oportunidad de aprender a desarrollar sus capacidades y a ser responsables.  

Referencias:

La importancia de las actitudes en el aprendizaje[i]

Un componente pocas veces tomado en cuenta en los procesos de aprendizaje es su predisposición; es decir, cómo se coloca el sujeto frente a la tarea que se le presenta. Esta postura preliminar ante aquello por emprenderse tiene una fuerza determinante, tanto durante el curso de la experiencia, como en su resultado final. Esta preparación está cargada de elementos que modificarán la efectividad del desempeño general; conglomerado que se organiza en lo que se resume como “actitud”.

El uso común de “actitud” se refiere a la postura del cuerpo que expresa un estado de ánimo y también a la disposición de este; o sea, las condiciones objetivas y subjetivas para la acción.  Estas definen la manera de comportarse, la motivación, la consecución y la percepción de la realidad presente.

En el trabajo escolar, más aún en estos tiempos de educación a distancia mediada por la tecnología, la actitud del estudiante resulta ser más relevante ahora que en circunstancias normales. La asistencia y la atención en condiciones adversas se apoyan, más que de costumbre, en la voluntad y decisión de los protagonistas. Por todo esto, vale la pena analizar algunos aspectos de las actitudes y advertir aquello que podría pasar desapercibido.

Las condiciones objetivas

El ambiente físico influye mucho sobre la actitud desde los momentos previos a la acción. Así como los espacios abiertos estimulan la contemplación y los espacios cerrados, la concentración, investigaciones al respecto muestran la capacidad que tiene la acomodación de los espacios para inducir comportamientos deseables. Los ejemplos abundan: un florero en el baño público alivia las labores de limpieza, un ambiente oscuro agudiza los sentidos, el ruido desmotiva, etc. Un ambiente desordenado propone desorden, mientras otro bien arreglado invita a hacer lo propio.

Otra condición física que también influye sobre la actitud es el arreglo personal. La manera de presentarse al trabajo no es solo un asunto de imagen social, sino que afecta el desempeño laboral, de la misma manera que afecta la calidad del aprendizaje; es el sentido de la observancia de los diversos dress codes, que establecen la ropa y accesorios que corresponden a determinadas actividades, y apuntan a su eficacia, en el deporte, en la playa, en las fiestas, en el campo, en el taller, en la oficina y en la escuela. No es azaroso que la palabra “hábito”, que procede de “haber” y “habilidad”, haya derivado en “vestimenta”.

Ambas condiciones, el medio ambiente y el arreglo personal, están especialmente activas, paradójicamente, en el trabajo “no presencial”, tal como se realiza actualmente. En primer lugar, porque es sencillo pasarlas por alto y caer en aquello que la formalidad busca remediar: la actitud favorable para el trabajo, sea cual fuere. Presentarse de forma correcta impulsa un desempeño acorde y no debe ser desatendido, por cuidado de uno mismo y de aquellos con quienes uno trabaja, pues inspira confianza en la colaboración. Al respecto, la presencia virtual por medio de cámaras permite la conexión entre los miembros del equipo, lo que fortalece el trabajo conjunto, haciéndolo menos impersonal. Lo mismo se aplica al trabajo escolar, tan exigente en cuanto al espíritu colaborativo.

Las condiciones subjetivas

Junto con los aspectos materiales, están aquellos que corresponden a las características personales que distinguen a unos individuos de otros, que conducen la manera particular de responder a los estímulos y de comportarse frente las tareas y retos que la vida propone. La presencia de una actitud determinada tiene cuatro funciones básicas: su utilidad, el conocimiento, la expresión de valores y la defensa del yo.

Respecto a la función utilitaria o instrumental, la actitud permite acometer y acercarse al cumplimiento de las metas. En cuanto al conocimiento, permite procesar, percibir y organizar selectivamente la información disponible. En relación con los valores, la actitud muestra cómo la persona percibe el trabajo que realiza, la atención que le asigna y la manera como considera a los colaboradores, más aún si es parte de un equipo. Finalmente, la actitud preserva la autovaloración y el concepto de sí, la afirmación y la justificación de los propios actos.

Tipos de actitudes

Las actitudes pueden clasificarse en distintos tipos, que pueden ser inclusivos o simultáneos entre sí, según su valor afectivo, su orientación a la actividad, su motivación para actuar, la relación con los demás y el método empleado al emprender una tarea.

Según la valoración afectiva, la más favorecedora es la actitud positiva. Se caracteriza por conservar el optimismo, aunque haya dificultades u obstáculos, pues estimula la acción y la búsqueda de soluciones. Suele ser contagiosa y estar asociada a roles de liderazgo. Por el contrario, la actitud negativa es pesimista e incide en la experiencia aversiva, con poca valoración de los aspectos positivos y escepticismo respecto a la situación. Genera evitación y una conducta quejumbrosa que dificulta la consecución de metas. Al igual que la actitud positiva, también puede ser contagiosa. Entre ambas, la actitud neutra busca no teñirse de una emocionalidad extrema, sino que pretende imparcialidad en sus juicios.

Según la orientación a la actividad, la clasificación hace referencia a la disposición e inclinación individuales, que generan un acercamiento a la acción. Una actitud proactiva prioriza la búsqueda autónoma y activa de una mejoría en la realización y desempeño de la actividad, la solución de problemas y estimula la creatividad y el valor agregado, incluso el planteamiento de nuevos retos. Es muy cotizada en el mercado laboral. Por su parte, la actitud reactiva se vincula con una mentalidad más pasiva y dependiente en gran medida de instrucciones y recursos, y tendrá dificultades para enfrentar problemas y escollos imprevistos, en desmedro de su autonomía. Predispone al conformismo y a la inacción si no hay obligatoriedad.

La motivación para actuar se refiere a las ganas de hacer algo establecido. Puede ser una actitud interesada, que implica actuar en beneficio de los propios objetivos individuales y poco los ajenos, lo que puede ser más o menos evidente. Puede interesarse en los demás en cuanto esto contribuya al propio provecho de su consideración social y suele acudir a la manipulación. De otro lado, la actitud desinteresada o altruista actúa con el propósito de generar un beneficio para los demás, aunque no genere ganancias, incluso pérdidas propias. Es poco común en su expresión pura, pues generalmente genera beneficios secundarios, aunque sean a nivel psíquico.

En función a la interacción con los demás, las actitudes pueden clasificarse en colaboradora e integradora, de gran utilidad, que consiste en reunir los intereses individuales y grupales, lo que permite potenciar esfuerzos y alcanzar logros que aisladamente serían inaccesibles. La actitud agresiva, al contrario, procede de manera que defiende los propios derechos, sin consideración de los demás, y llega a ignorarlos o desvalorizarlos si son contrarios a los del propio sujeto. Se diferencia de la actitud asertiva, que defiende sus propias opiniones y derechos de forma consistente, con respeto de los demás y flexible al espacio para la negociación.

Como fue señalado al inicio, la presente “descomposición” de las actitudes busca focalizar la atención en el trabajo cotidiano; sobre todo en lo que atañe al proceso de aprendizaje, tanto personal como cooperativo, de modo tal que puedan identificarse fortalezas y debilidades a ser tomadas en cuenta, para hacer los ajustes y correcciones necesarios que contribuyan a un mayor bienestar, eficacia y eficiencia en la labor educativa.

Agosto de 2020

Departamento psicopedagógico

Colegio Trener  

 

[i] El presente artículo está basado en el trabajo de Oscar Castillero Mimenza, psicólogo especializado en Psicología Clínica de la Universidad de Barcelona: Los 15 tipos de actitudes, y cómo nos definen.

Para mayor detalle, visitar: https://psicologiaymente.com/psicologia/tipos-de-actitudes

 

 

Ya ingresados a la segunda mitad del año escolar, es necesario considerar algunas de las experiencias del primer semestre durante estos tiempos de COVID. Como siempre oportuno, el programa Tech Talk Tuesday de Screenagers[i], que habitualmente traducimos o reseñamos, aborda el tema, a propósito del reinicio del trabajo escolar después de sus vacaciones. La doctora Delaney Ruston, directora del programa, inicia su reflexión preguntándole a su hijo si sería complicado no usar su teléfono mientras está en clase virtual; nada raro, le respondió con un rotundo "¡SÍ!". Es que le gusta jugar juegos en su teléfono, dijo. Esta emisión trata sobre teléfonos celulares y otros dispositivos portátiles que los estudiantes pueden tener a su lado mientras están en clase mediante alguna plataforma virtual.

Al respecto, Ruston menciona la gravedad de que 30% de los estudiantes en EEUU carezca de los dispositivos adecuados, ni qué decir en Perú. Si esto es un problema general, en nuestro medio, contar con las condiciones que permiten la educación a distancia es un privilegio que debe ser asumido con gratitud y responsabilidad.

No obstantes las posibilidades que la tecnología permite, la conductora advierte que, con cualquier dispositivo que use un estudiante para la escuela en línea, a menudo hay otro que puede ser una fuente de tentación y distracción. Sobre esto, propone sugerencias para sacar a relucir el tema del “jale” de los teléfonos celulares durante el tiempo de clase en línea, sin encender la actitud defensiva ni el debate. Se trata de hablar sobre esta realidad con los celulares, sin entrar en reglas específicas, etc.

# 1 Valídelos reconociendo que el tiempo de clase, incluso antes del aprendizaje en línea, tiene muchos momentos aburridos y frustrantes, y tiene sentido que sea todo un desafío estar presentes y atentos. Los educadores recién están aprendiendo cómo involucrar a nuestros niños de manera efectiva, pero mejorarán en eso e irán más allá de mostrar diapositivas de PowerPoint.

# 2 Invite a sus hijos a hablar sobre cómo podría hacerse para que las clases en línea sean más atractivas. Esto hará que fluyan sus ideas creativas y les ayudará a ver las cosas desde el punto de vista de sus profesores, lo que puede ayudar a generar empatía. Por ejemplo, entenderán la necesidad de prender las cámaras para lograr la conexión y la colaboración entre todos, especialmente con los profesores, y que estos son tiempos desafiantes para todos los involucrados.

# 3 Comparta la ciencia de cómo los teléfonos celulares pueden impactar el aprendizaje. En oportunidad anterior[ii]  hemos reseñado sobre la campaña sobre teléfonos celulares en las escuelas, Away For The Day, basada en la ciencia que muestra que, si bien los teléfonos pueden ser herramientas tecnológicas útiles, su aspecto negativo supera sus beneficios, si no se practica alguna autorregulación. Algunos estudios lo demuestran:

En un estudio titulado "El impacto del uso de teléfonos móviles en el aprendizaje de los estudiantes", los universitarios que no usaban sus celulares escribieron 62% más de información en sus notas y obtuvieron una calificación bastante más alta en una prueba de opción múltiple, que aquellos que usaban activamente sus teléfonos.

Otro estudio analizó los efectos de las interrupciones de los mensajes de texto. Para medir esto, los investigadores hicieron que los estudiantes miraran una conferencia grabada en video y los interrumpieron aleatoriamente con mensajes de texto. Crearon tres grupos en función de la cantidad de textos que se envió y recibió cada uno. Luego, le dieron a cada grupo una prueba que mide el impacto de los mensajes de texto en la memoria. El grupo de mensajes de texto altos obtuvo una puntuación significativamente peor (10,6% más baja) que el grupo de poca interrupción.

Incluso cuando los jóvenes no tienen el teléfono encendido, pero sí a su lado mientras estudian, el dispositivo puede interrumpir su capacidad de concentración. En un estudio titulado "Drenaje de cerebros: la mera presencia del propio teléfono inteligente reduce la capacidad cognitiva disponible", los participantes realizaron tareas de memoria. Algunos podían quedarse con su teléfono y otros tenían que ponerlo en otra habitación. A quienes tenían su teléfono consigo les fue significativamente peor. La atención y la energía necesarias para no revisar un teléfono parecen provocar una pérdida de la atención y concentración, un vaciamiento.

# 4 Converse sobre las formas en que los teléfonos impactan sus estados emocionales y sociales, y cómo esto puede afectar su aprendizaje. Cuando nuestros hijos interactúan con sus redes sociales, pueden tener muchas emociones optimistas, pero también pueden sentir emociones negativas.

# 5 ¿En qué se diferencia tener lápiz y papel para hacer garabatos, o un juguete estático y silencioso, frente a la intensa distracción de las redes sociales o un videojuego?

Es recomendable no hablar de inmediato sobre un plan de medidas relacionado con el uso de teléfonos y otros dispositivos durante el tiempo de clase (hay que tener en cuenta, además, que algunos alumnos los necesitan para complementar el uso de otros dispositivos y explotar el uso de TEAMS). Pueden esperar unos días y luego plantearles el problema otro día. Por ahora, el objetivo es una conversación más general, simplemente para despertar la reflexión y el pensamiento crítico frente al tema.

Algunas preguntas para iniciar una conversación:

  • ¿Cómo diseñarías un estudio para analizar el efecto de tener un teléfono inteligente mientras asistes a una clase en línea?

Los investigadores hablan sobre las distracciones que provienen de adentro, es decir, "Quiero revisar mi…, quiero...", versus distracciones externas, como notificaciones que se activan y luego te dan la necesidad de revisar tu dispositivo. ¿Qué es más común cuando tu dispositivo portátil está cerca de ti?

  • ¿Qué piensas sobre los estudios de investigación discutidos anteriormente?
  • Comenten también, ¿cómo navegan ustedes, como padres, para hacer su trabajo en una computadora cuando su teléfono está a su lado?

Esperamos que estas sugerencias y observaciones les sean prácticas y útiles para la optimización del trabajo escolar que estamos llevando a cabo.

Agosto de 2020

Departamento psicopedagógico

Colegio Trener

Los padres y la escuela comparten la tarea de educar a los niños y buscan brindarles las mejores oportunidades para desarrollar todo su potencial. Si bien los padres y los maestros cumplen roles distintos, ambos realizan esta tarea con cariño y buscan el mismo objetivo: el bienestar y, sobre todo, la formación integral de sus hijos.

Todos hemos sabido siempre que, para alcanzar este objetivo, el trabajo conjunto entre la escuela y los padres de familia es fundamental. La educación remota durante la pandemia lo puso en evidencia de manera clara, y hoy seguimos comprobando que la cooperación entre ambas partes permite crear un ambiente de apoyo y compromiso que favorece el aprendizaje académico y socioemocional de los chicos, así como el bienestar en general de los niños y jóvenes.

Cuando los padres asumen con conciencia la educación de sus hijos, estos alcanzan mejores resultados académicos, mayor motivación y autoestima, y un mayor sentido de responsabilidad y compromiso con su aprendizaje. Además, los padres pueden proporcionar información valiosa desde una perspectiva más individual sobre las fortalezas y debilidades de sus hijos, lo que ayuda a los profesores en su afán de dar a cada uno lo que necesite.

Existen numerosas investigaciones que respaldan la idea de que la relación entre padres y maestros tiene un impacto significativo en el desempeño académico y el éxito de los estudiantes en la escuela. Un vínculo cercano y participativo traerá consecuencias positivas para todos los involucrados: los chicos irán al colegio con una actitud positiva, aprenderán mejor y desarrollarán mayor confianza en sí mismos. Además, los maestros se sentirán apoyados por los padres de familia, lo cual los llevará a desempeñar su labor con mayor compromiso y las satisfacciones serán más grandes para todos. Finalmente, los padres de familia estarán más involucrados con los procesos de aprendizaje de sus hijos y las diversas actividades escolares, lo que facilitará un mejor canal de comunicación.

De otro lado, se sabe que, más allá de lo que haga la escuela, el bagaje cultural de la familia -es decir, el conjunto de conocimientos, habilidades y valores que se transmite de generación en generación- juega un papel importante en el desempeño académico y social de los estudiantes. Este capital incluye, entre otros aspectos, la propia valoración del esfuerzo puesto en la educación, las creencias y la exposición a diferentes formas de arte y cultura al interior de la familia.

Cuando los padres y los docentes trabajan juntos para establecer expectativas claras, es posible fomentar el desarrollo de la autonomía y combatir la sobreprotección ejercida bien sea desde la familia o desde la escuela. Si se establecen reglas comunes los estudiantes aprenden a respetarlas y valorarlas. Además, desarrollan habilidades sociales y emocionales que les permiten interactuar positivamente con los demás y  contribuir un ambiente de convivencia agradable. Por ejemplo, combatir el acoso escolar o el cyberbullying es solo posible si trabajamos desde la escuela y desde la casa con la misma meta y con el mismo ahínco: cuidar al grupo, a todos y a cada uno por igual.

¿Cómo lograr que la cooperación entre la escuela y los padres sea efectiva?

1. Establecer canales de comunicación claros y eficientes sobre una base de intercambio regular que permitan una participación fluida de los padres en las d8istintas actividades escolares. Mantener un canal de comunicación cordial y fluido, así como plantearse objetivos claros en casa y en el colegio, nos permitirá colaborar en la formación de los chicos. Asimismo, que los medios de comunicación sean claros y frecuentes facilitará la fluidez de la información y el vínculo entre padres y maestros. También, es necesario que los padres y maestros mantengan una comunicación abierta para que estén al tanto de la dinámica familiar y las expectativas de los padres hacia su hijo. El que maestros y padres se encuentren y se comuniquen personalmente hace posible que se conozcan mejor, construyan consensos al conversar y dialoguen para que puedan repreguntar y obtener respuestas inmediatas.  

2. Estar alineados en cuanto a los objetivos educativos y los valores que queremos transmitir a los estudiantes. Es importante que exista una visión compartida sobre el papel de la educación en la formación de los niños y jóvenes; que tanto los docentes como los padres entiendan el rol que cada uno debe desempeñar en este proceso, y que al actuar se complementen con confianza y respeto.

3. Utilizar un lenguaje común entre los padres y la escuela. Es recomendable para lograr un ambiente de confianza que tanto padres como maestros, al hablar de los objetivos educativos y los valores que se quieren transmitir, utilicen mensajes comunes y términos familiares para todos. Por ello, es básico participar en eventos en los que se presenta el proyecto pedagógico, la metodología de trabajo y se conversa con los padres, por ejemplo, sobre la importancia del aprendizaje por proyectos, el nuevo sistema de evaluación por niveles de logro (con letras), o sobre la retroalimentación para mejorar los aprendizajes, entre otros temas.

4. Cuidar las formas y promover los espacios más adecuados para una comunicación amable y respetuosa en un contexto de límites razonables que responden a los roles distintos de cada parte.  Los padres merecen saber que las preocupaciones de sus hijos son atendidas; y los profesores, que se les otorga la confianza para que actúen como los profesionales que son.

Los maestros deben estar dispuestos a atender a los padres con una actitud cálida de contención, con capacidad de escucha, paciencia, persistencia y empatía. Asimismo, los padres deben comunicarse con los maestros de forma oportuna, con respeto, sensibilidad y comprensión. 

Finalmente, crear un vínculo positivo y de colaboración entre la familia y la escuela dará a los estudiantes un modelo de relación sana que les transmitirá el mensaje de que el maestro está ahí para enseñar, motivar y alentar a sus estudiantes.

  • Tomado del artículo escrito por la directora del Colegio Trener  Mercedes G. DE VALENZUELA, 2023. Familia y Escuela: un modelo de cooperación. En: Revista Trener 2023.

 

Referencias

  • RODRÍGUEZ L, Jaime (1997). Familias y escuelas como socios. En: http://almez.pntic.mec.es/jrol0003/familias_y_escuelas_socios.htm
  • FUNDACIÓN CAP (2022). Socios en el aprendizaje: Familia y Escuela. En: https://www.grupoeducar.cl/noticia/socios-en-el-aprendizaje-familia-y-escuela/
  • GARCÍA DE VALENZUELA, María Mercedes (2011). Comunicación entre padres y maestros. Encuentro pedagógico Trener, octubre.
  • DELGADO, Paulette (2019). La importancia de la participación de los padres en la enseñanza. En: https://observatorio.tec.mx/edu-news/la-importancia-de-la-participacion-de-los-padres-en-la-educacion/
  • GARCÍA DE VALENZUELA, María Mercedes (2023). Familia y Escuela: un modelo de cooperación. Revista Trener 2023.

El juego es un potente catalizador de emociones, ayuda a gestionar el estrés, superar el miedo y convertir situaciones desfavorables en oportunidades de aprendizaje y desarrollo personal. (Laura San Juan Martin, 2020).

La crisis del coronavirus tendrá consecuencias en nuestras vidas durante mucho tiempo; aún no sabemos qué pasará ni cómo sobrellevaremos esta nueva realidad. Sin embargo, con los niños en casa y sin asistir de forma física al colegio, sabemos que el juego en familia adquiere vital importancia. Jugar nos permite ser espontáneos, aprender haciendo, experimentar en el error, estimular nuestras emociones y relacionarnos unos con otros.

El juego siempre ha sido considerado como un elemento básico en la vida del niño. Sin embargo, hoy en día que los niños están mucho tiempo dentro de casa, sin ver a sus amigos ni poder jugar al aire libre con libertad, el juego en familia se vuelve fundamental, además de gratificante y positivo para los pequeños.

El juego, además de ser un espacio de diversión, resulta necesario para su desarrollo sano e integral. Todos los niños necesitan jugar para crecer, aprender y desarrollar su potencial. Así, el juego es una actividad esencial que ayuda a los pequeños a conocer el mundo, les permite socializar con sus padres y sus pares y, a su vez, les ayuda a adquirir nuevas destrezas y habilidades, así como afianzar conocimientos, expresar emociones, entre otros. Entonces, el juego es de carácter formativo para el niño. Por medio de él, el pequeño aprende a conocer la vida, explora distintas alternativas, desarrolla su imaginación, da rienda suelta a su fantasía, y ensaya diferentes conductas que le permitirán ir descubriendo el mundo por sí mismo.

¿Qué beneficios tiene el juego en familia para los chicos?

En el aspecto físico, les permite moverse y ejercitarse casi sin darse cuenta. Al realizar actividades de movimiento, aunque sea en lugares cerrados, desarrollan su esquema corporal, su coordinación motriz gruesa y fina, y, además, tienen la oportunidad de gastar energía y lograr un mejor descanso en la noche.

En el aspecto sensorial, el juego permite a los niños interactuar con diferentes materiales y texturas que les aportan información de distinto matiz a su cuerpo a través de los sentidos. También, a este nivel, desarrollan la habilidad de discriminar formas, pesos, tamaños, colores, texturas, temperaturas, entre otros.

En cuanto al área afectiva, el juego permite experimentar y ensayar emociones, proyectándolas en sus juguetes e historias. Los niños, al jugar, buscan espontáneamente resolver situaciones y problemas que han experimentado en la vida real, para comprender su entorno. Así, a través del juego, imitan situaciones que ven, representan de manera simbólica los temas que les preocupan; y, de alguna manera, los procesan y canalizan. Con el juego, los niños aprenden a manejar emociones positivas y negativas hasta que, poco a poco, empiezan a comprenderlas y autorregularlas.

En referencia al área cognitiva, el juego contribuye al desarrollo de la creatividad e imaginación, así como también cumple un rol importante en el desarrollo de la observación, la atención, la concentración, la capacidad de análisis y síntesis, y la memoria. Finalmente, pero no menos importante, el juego es fundamental para el aprendizaje de la cooperación y la socialización. En esta línea, los niños aprenden a comunicarse, a expresar lo que piensan y sienten, y a respetar reglas y turnos.  

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), especifica que, "todos los niños del mundo juegan, y esta actividad es tan preponderante en su existencia que se diría que es la razón de ser de la infancia"[1]. Además, señala que el juego es vital para el niño dado que "condiciona un desarrollo armonioso del cuerpo, de la inteligencia y de la afectividad"3. Por ello, el derecho al juego y al esparcimiento forman parte de la Convención sobre los Derechos del niño (Naciones Unidas).

Ahora bien, el juego no solo es importante para los pequeños. Existen numerosas investigaciones que indican que jugar en familia es una práctica fundamental y necesaria para grandes y chicos. Jugar con nuestros hijos nos permite conocerlos mejor, promover espacios espontáneos de conversación, compartir valores y diferentes formas de actuar. También, nos permite desarrollar tolerancia a la frustración, respeto a las normas y a los demás y aprender estrategias para solucionar problemas. Además, el juego nos brinda un espacio lúdico y afectivo que fortalece vínculos entre todos los miembros de la familia. Finalmente, el compartir un espacio de diversión y distracción es una excelente estrategia para afrontar el estrés.

Así, el juego en familia resulta positivo porque:  

  • Crea un escenario de comunicación abierta y espontánea en el que se promueve el diálogo y el aprendizaje.
  • Fortalece vínculos entre padres e hijos.
  • Fomenta la autoestima y las relaciones intrafamiliares.
  • Aporta seguridad y tranquilidad a grandes y chicos.
  • Potencia algunas habilidades sociales y emocionales, y facilita el desarrollo de una imagen positiva de sí mismo.
  • Transmite valores y contenidos interesantes mientras todos se divierten.
  • Mejora el control emocional y la autorregulación.
  • Desarrolla la tolerancia a la frustración y la posibilidad de aprender de los errores.
  • Enseña que a veces se gana y otras se pierde.
  • Permite compartir experiencias positivas y placenteras.

Este año particularmente distinto a los demás, sabemos que debemos quedarnos en casa para cuidar la salud de todos. Cuando nos referimos a la salud, no solo hacemos referencia a la salud física, sino también a la psicológica y afectiva. Como padres, tenemos la responsabilidad de cuidar a nuestros pequeños. Una de las maneras más eficientes y divertidas de hacerlo es a través del juego. Tanto los niños como los adolescentes suelen estar dispuestos a compartir un espacio de juego en familia. Este espacio, permite experimentar vínculos afectivos y de calidad que contribuirán a la relación entre padres e hijos. Es importante mencionar que, para aquellas familias con hijos únicos, el rol de los padres es aún más significativo, dado que en esta coyuntura deben ser capaces de convertirse en compañeros de juego.

Obviamente, los juegos serán diferenciados según la edad. Por ejemplo, para niños de 4 a 7 años, se sugiere realizar juegos de movimiento, contar historias, armar y desarmar, jugar con texturas, representar roles, usar títeres y muñecos que los ayuden a procesar situaciones cotidianas, cantar, bailar, saltar, esconderse, colorear, hacer experimentos, masa, plastilina, crear adivinanzas, trabalenguas, etc. Por su parte, los niños de 8 años en adelante preferirán juegos como, el ahorcado, Tutti frutti, Pictonary, hacer manualidades, origami, palitos chinos, Lego, Memoria, rompecabezas, juegos de mesa, entre otros. 

Entonces, recuerda que ofrecer a tus hijos diversas formas y momentos de juego es una de las mejores maneras de ayudarlos a crecer. El juego, no solo contribuye en el momento en que lo practican, sino que les permite vivir experiencias afectivas y positivas que los acompañarán a lo largo de la vida. Al jugar reímos, compartimos, nos comunicamos, aprendemos, nos relajamos y afianzamos vínculos con nuestros seres queridos.

Referencias:

 

[1] y 3 VASQUEZ, Cristina (2105) ¿Por qué el juego es tan importante para los niños? En: https://www.consumer.es/bebe/por-que-el-juego-es-tan-importante-para-los-ninos.html

 

Diversos estudios han establecido que lo que aprenden los niños desde que nacen hasta los cinco primeros años de vida, estructura las bases para su posterior aprendizaje. En esta línea, investigaciones que provienen de la psicología, la nutrición, y las neurociencias han demostrado que los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo de la inteligencia, la personalidad y la socialización en el niño.

Sabemos que el cerebro se encuentra en pleno desarrollo neuronal en la primera infancia, por lo que el tipo de experiencias e interacciones, relacionadas con el entorno ambiental y los factores genéticos, tienen mucha influencia en el desarrollo de las distintas habilidades en los niños. En el desarrollo, existen ventanas de oportunidad o periodos críticos, en los que algunas partes del cerebro desarrollan mayor plasticidad neuronal y permiten un mejor y más rápido aprendizaje. Por ello, la estimulación y el acompañamiento temprano son vitales para los pequeños, siempre que se den de manera adecuada, en un ambiente cálido, lúdico y significativo, que provea al niño de las interacciones necesarias para que pueda gestionar distintos aprendizajes de acuerdo a sus ritmos y características personales.

Según lo señalado, la educación inicial es fundamental y constituye una de las principales etapas para estimular el desarrollo integral del niño, de manera que alcance todo su potencial, tanto en el aspecto cognitivo, como en el emocional, físico y social. Los primeros años, el niño aprenderá, a través del juego, un conjunto de habilidades, hábitos y valores que le permitirán sentar las bases para su desarrollo posterior.

En esta línea, ya se sabe que la educación temprana está destinada a crear las condiciones adecuadas para asegurar el desarrollo futuro del niño y su ingreso adecuado a la etapa escolar. Debido a ello, invertir en la educación temprana de los niños es el mejor regalo que se les puede dar. Jim Heckman, economista y profesor de la Universidad de Chicago, asegura que la educación inicial es la que más oportunidades provee a los niños beneficiados. Esto debido a que la temprana adquisición de habilidades cognitivas sólidas resulta indispensable para el buen desempeño del niño en el futuro.

En el aspecto motor, comienzan a tener mayor conocimiento de su cuerpo y de sus gustos, en poco tiempo pasan de rodar a sentarse, gatear, caminar y correr. Así, poco a poco, se irán sintiendo más seguros de sus movimientos y disfrutarán de la actividad psicomotriz. A temprana edad, los chicos descubren y recorren el espacio, y aprenden a dominar cada vez más su cuerpo y sus movimientos.

En relación con el lenguaje, en los primeros años ocurre la llamada Explosión del lenguaje, donde los pequeños pasan de los balbuceos a utilizar y combinar palabras, para luego decir frases cortas y posteriormente oraciones, lo que les permite comunicarse, entenderse con otros, aprender de otros y expresar sus ideas, opiniones y emociones cada vez con mayor claridad y confianza.

En lo que respecta al desarrollo del pensamiento lógico y el razonamiento, los pequeños inician el aprendizaje de las nociones lógico matemáticas a partir del juego, la exploración con material concreto y su propia curiosidad. En este periodo, si el niño recibe una estimulación adecuada, ordenada y sistemática, será capaz de estar preparado para que en el futuro desarrolle su pensamiento matemático y verbal. Esto lo ayudará, entre muchas otras cosas, a desarrollar todas las habilidades necesarias para hacer frente al inicio de la Primaria, al aprendizaje de las matemáticas y de la lectoescritura.

En general, en los primeros años, el niño aprende a retener información, a seguir indicaciones, a filtrar distracciones, postergar sus impulsos, sostener la atención, plantearse metas, planificar estrategias para alcanzarlas, monitorear sus logros y a manejar sus emociones. También, en esta etapa aprende a preguntar, a investigar, a utilizar su creatividad para buscar soluciones y a evaluar o probar sus propias hipótesis.

En realidad, todos estos aprendizajes, así como el proceso de socialización que experimenta al ampliar su círculo de amigos y relacionarse con otros niños y con adultos distintos a sus padres, le ayudarán también en la construcción de su personalidad y en el manejo de sus emociones. En general, la adquisición de estas habilidades básicas le será útil al niño para desenvolverse y aprender a sobrellevar distintas situaciones, cada vez con mayor independencia y autonomía. 

Ahora bien, cabe destacar que la educación inicial no está enfocada únicamente en los menores de edad, sino también en los padres de familia y en los cuidadores. Esto es debido a que todos ellos necesitan contar con la orientación y el acompañamiento adecuado para brindarles a sus pequeños las mayores oportunidades que les permitan desarrollarse con salud y de manera integral. 

El papel de los padres en la educación inicial.

Que los padres se involucren en los procesos de aprendizaje de sus hijos produce resultados positivos en los menores. Esto también se hará evidente en sus preguntas, en sus participaciones en clase, en su asistencia puntual y en su interés y motivación. Si los niños crecen con el gusto por aprender y los padres facilitan su curiosidad y creatividad, crecerán con la capacidad de lograr cosas importantes por más pequeños que sean.

En línea con lo mencionado, y ahora con mayor razón al encontrarnos trabajando y estudiando desde casa, como padres y responsables de criar a los niños, es muy favorable estar allí para apoyarlos, brindarles la orientación que requieran en un inicio y mantener una comunicación constante con sus profesores.

Los padres, al acompañar a los chicos, deben hacerlo desde el respeto, el amor, el apoyo emocional y la paciencia para que no se sientan presionados y confíen cada vez más en sus habilidades. Lo más importante es enseñarles que tienen la capacidad para lograr lo que deseen. Con esto, poco a poco, desarrollarán mayor autonomía y dependerán cada vez menos del apoyo de sus padres durante las sesiones virtuales. De hecho, en este último tiempo, los niños más pequeños nos vienen sorprendiendo con una gran capacidad de adaptación y aprendizaje.

Si bien es necesario que como padres o madres estén involucrados en las actividades de sus hijos, también es fundamental enseñarles a confiar en ellos mismos e irles dando distintas oportunidades para hacer las cosas solos. Por otro lado, hablar con los niños de manera positiva sobre las actividades escolares, el colegio propiamente dicho, y sus maestros será beneficioso para desarrollar en ellos una actitud positiva hacia la vida escolar y el aprendizaje en general.

En este sentido, es fundamental la permanente de comunicación entre los padres, niños y maestros, ya que el aprendizaje y el desarrollo de los pequeños son el resultado de un trabajo en equipo para fomentar su desarrollo integral óptimo.

 

Referencias:

 

Es común identificar la niñez con el juego, la imaginación, la fantasía y la despreocupación; sin embargo, esta etapa de la vida no necesariamente es así. Los niños, al igual que los adultos, pueden verse expuestos a situaciones de estrés que no pueden manejar. Algunas de las señales de alerta de la existencia de estrés en los niños son, por lo general, similares a las de los adultos y se pueden presentar a nivel físico o emocional. En el primer caso, encontramos ejemplos como los siguientes: fatiga, dolores de cabeza o de estómago, llanto frecuente, morderse las uñas, insomnio, falta de apetito, sudoración en las manos, entre otras. En el segundo, podemos mencionar pérdida de la motivación para realizar ciertas actividades, falta de concentración, estado de alerta disminuido, ansiedad, preocupación, altos niveles de sensibilidad, temor, apego excesivo a los padres, comportamiento agresivo o regresivo, etc.  

¿Qué suele causar estrés en los niños?

Para los niños, una de las mayores causas de estrés son los cambios y las transiciones. En general, estos cambios pueden ser internos o externos y suponen adaptaciones a las que nosotros como adultos no siempre les prestamos la suficiente atención. Así, variaciones de la rutina al interior de la familia, una mudanza, una enfermedad o un cambio de colegio, pueden generar ansiedad, temor o estrés. Hoy en día, además, dada la cantidad de transformaciones que estamos viviendo en las actividades cotidianas y, en general, en la manera como nos relacionamos con el mundo y con nuestros amigos, familiares y profesores, es totalmente esperable encontrar cierto nivel de ansiedad o estrés en nuestros hijos.

Ahora bien, cuando escuchamos la palabra estrés, solemos asociarla a situaciones difíciles y negativas. No obstante, el estrés es parte natural de la vida de una persona. En bajos niveles, puede resultar positivo para el desarrollo, ya que contribuye a que la persona se motive, busque soluciones y trate de cumplir sus deseos. Sin embargo, cuando el estrés llega a niveles altos y sobrepasa los límites normales, se vuelve perjudicial y termina afectando distintas áreas de la vida cotidiana del niño. Si esto sucede, es recomendable consultar con el pediatra o con un profesional. 

¿Qué hacer como padres frente al estrés en los niños?  

  • Generar en el hogar un entorno familiar cálido, afectuoso y de confianza que ayude al niño a sentirse seguro y contenido.
  • Manejar nuestro propio estrés de la mejor manera posible. Recordemos que somos un ejemplo para ellos. Igualmente, es importante comentarles que es normal que a veces nos sintamos nerviosos, que nosotros como adultos también vivimos momentos difíciles y que todas las personas pasamos por situaciones similares.  
  • Proporcionar siempre espacios donde los niños y niñas puedan expresarse libremente. Permitirles hacer preguntas y decir lo que les preocupa. De igual manera, darles oportunidades para experimentar sus emociones, ayudándolos a verbalizarlas e identificarlas. Es importante encontrar distintos canales, tanto verbales como físicos, para que manifiesten lo que sienten.
  • Escuchar activamente las preocupaciones de los niños. Por más pequeños que parezcan sus problemas, no debemos restarles importancia.
  • Crear un ambiente ordenado y previsible, con pautas y normas claras, que brinde estabilidad a los pequeños para que se sientan apoyados al enfrentar situaciones difíciles. 
  • Enseñarles a ser tolerantes y flexibles con la diversidad, a aceptar los cambios y a adaptarse. Para ello, es positivo dejar espacios de juego libre y momentos de descanso, donde puedan dejar volar su creatividad e imaginación.  
  • Enseñarles que equivocarse es parte de crecer. Que aprendan a ver el error como una oportunidad de aprendizaje y que sientan que sus padres los aman y los aceptan tal y como son.
  • Promover siempre la autonomía, enseñándoles a asumir responsabilidad de sus acciones y de las consecuencias de ellas. De igual manera, facilitar el que ellos sean capaces de enfrentar situaciones cotidianas o de solucionar problemas. No sobreprotegerlos.
  • Fortalecer de distintas maneras su seguridad personal y autoestima.
  • Promover en casa algunas actividades placenteras como leer, pintar, tocar algún instrumento, etc.
  • Plantearles alternativas que les permitan aprender a relajarse. Por ejemplo, escuchar música, darse un baño, hacer ejercicio, prácticas de respiración, etc.
  • Ayudarlos a identificar las situaciones que les provocan estrés y las fuentes del mismo. Así podremos anticiparnos y ayudarlos a estar preparados. 
  • Asegurar un sueño reparador, por lo menos 8 horas diarias y dentro de un horario adecuado. De igual manera, es indispensable incentivar una alimentación balanceada.

Si bien nuestra misión como padres es asegurar un desarrollo sano para nuestros hijos, no podemos criarlos dentro de una burbuja o intentar aislarlos de la realidad. Para un adecuado crecimiento debemos permitirles experimentar distintas situaciones que, aunque sean estresantes, los ayudarán a desarrollarse como personas autónomas. En este sentido, es básico brindarles contención, espacios de comunicación y un entorno emocionalmente estable. Sin embargo, existen ocasiones en las que se sobrepasan los límites y se generan altos niveles de estrés en los pequeños. Por ello, como adultos responsables, si notamos que a pesar de haber aplicado estas recomendaciones, el nivel de estrés del niño se mantiene, es recomendable buscar apoyo profesional.

Referencias:

El sueño y el descanso son fundamentales para la salud y el desarrollo en general, especialmente de los niños. Para ellos, que están en un periodo de crecimiento, los ciclos de sueño y reposo son tan importantes como la buena alimentación y el ejercicio físico. El sueño está relacionado con las funciones restauradoras y reparadoras del organismo y de la mente. Estudios médicos y psicológicos indican que los ritmos biológicos, que se refieren a los periodos o rutinas que se repiten cada veinticuatro horas, ayudan a reponer la energía utilizada durante el día. Por ello, para que nos podamos sentir física, mental y emocionalmente saludables, es muy importante lograr que estos ritmos se cumplan de manera ordenada. 

Entonces, el contar con un descanso reparador y horas adecuadas de sueño se convierte en fundamental para nuestro bienestar. A través del sueño no sólo recuperamos el desgaste ocasionado por el ajetreo y trabajo diario, sino que también obtenemos un espacio de elaboración psicológica de los acontecimientos y emociones vividas durante el día.   

“La función biológica que cumple el reposo nocturno es indispensable para emprender con suficientes recursos psíquicos un nuevo día de vida. Existe, por lo tanto, una estrecha relación de interdependencia entre un buen dormir y una buena vigilia. (…) el buen descanso del niño influye notoriamente sobre el rendimiento escolar y la calidad de vida del grupo familiar.” [1]

Cada niño es diferente y el número de horas de sueño que requiere para sentirse bien varía en función de su edad y de sus características personales. Sin embargo, cuando no logramos dormir bien, provocamos un desajuste en nuestro reloj biológico y alteramos nuestro sistema nervioso. Esta situación puede producir algunos síntomas como: cansancio, fatiga, sensación de descomposición corporal, disminución de la atención, dificultades de memoria, bajo rendimiento escolar, irritabilidad, mal humor, entre otros.  

Actualmente, que estamos viviendo una situación particular, es importante tener en cuenta el tiempo que pasan frente al televisor, la computadora, el celular o los videojuegos, pues, aunque parezca que están en “descanso”, no lo están. Al utilizar pantallas, la mente de los chicos está en constante actividad, por lo que no llegan a alcanzar el reposo requerido que los llevará a conciliar el sueño. Como ya fue mencionado, el descanso es necesario tanto para el cuerpo como para la mente.

En este contexto, es necesario que los padres ayuden a los niños a desarrollar buenos hábitos al momento de dormir desde temprana edad, enseñándoles rutinas y estableciendo horarios claros, no solo para dormir, sino también para descansar, relajarse en familia, desconectarse de las pantallas, leer, hacer ejercicios, entre otras actividades.

Las rutinas y los buenos hábitos al dormir: ¿Cómo ayudar a los niños a conciliar el sueño? 

Con frecuencia, a los niños pequeños les cuesta irse a dormir. Esto puede implicarles, un apartamiento del entorno y de sus padres, que suele estar acompañado de algún grado de ansiedad. Hasta cierto punto esto es natural y es común que los niños busquen prolongar la despedida.

Hacer que el niño concilie el sueño es a veces una tarea difícil. Una buena estrategia recomendada para que los niños desarrollen buenos hábitos al momento de dormir es establecer una rutina nocturna que los ayude a ordenarse antes de ir a la cama y a tener mayor control sobre el momento de acostarse.

Aunque es importante ver lo que funciona mejor con cada familia y con cada niño, una sugerencia de rutinas diarias saludables es la siguiente:

  • Realizar actividad física con los niños durante el día.
  • Cenar en familia no muy tarde y contar con un momento de conversación juntos.
  • Tratar de comer una cena liviana.
  • Bañarse por la noche y ponerse ropa de dormir.
  • Cepillarse los dientes.
  • Pedirle al niño que se despida de los miembros de la familia.
  • Establecer una hora fija para irse a la cama todas las noches.
  • Acompañar al niño a ir a la cama.
  • Tratar de mantener una habitación silenciosa con una temperatura e iluminación agradables para él. Es importante que el niño se sienta en un entorno seguro.
  • Reservar un momento antes de ir a dormir para llevar a cabo actividades relajantes y especiales en su habitación.
  • Leerle o contarle un cuento o conversar con él de manera espontánea durante un rato.
  • Darle un muñeco que lo “acompañe” si el niño lo requiere.  
  • Intentar despedirse y estimular al niño a dormirse por sí mismo, siempre considerando su edad y cómo se siente. Si el niño no se encuentra listo, lo podemos acompañar un momento para no generar mayor ansiedad.

Al cumplir de manera regular con estas u otras rutinas, lograremos una cierta estructura previsible en la vida del niño y con ello menos ansiedad y un mejor descanso.

Es importante recalcar que es deseable conseguir que la compañía de los padres no sea necesaria al momento de dormirse. Un niño que se duerme solo, tendrá mayor facilidad para volverse a dormir, si se despierta a lo largo de la noche, algo que puede suceder y es normal. De esta forma, el mensaje debe ser claro y consistente; debemos transmitirle la tranquilidad y seguridad para que aprenda a dormirse sin ayuda. Recordemos que la adquisición de autonomía es una tarea importante del desarrollo, también en este aspecto.

¿Qué dificultades pueden presentarse durante el sueño?

En los primeros años, los niños viven muchas experiencias intensas que les producen inquietud y preocupación, así como alegría y entusiasmo. Por ello, es común que durante la noche estos sentimientos afloren y se expresen como angustias nocturnas o como exaltación y sobresaltos. A través de los sueños los niños reviven tanto algunos contenidos de preocupación y conflictos internos, así como de excitación y euforia.

Algunas de las dificultades que pueden presentarse por las noches al dormir son los trastornos nocturnos. Entre ellos, los más conocidos son:

  • El insomnio, que se caracteriza por la dificultad del niño para conciliar el sueño, ya sea por temores o por exceso de entusiasmo y energía.
  • Las pesadillas, que suelen atemorizar al niño y ocasionarle miedo para volver a dormir ante la angustia de que el sueño se repita. Suelen ocurrir en momentos de transición, estrés o cambios importantes en la vida del niño. Normalmente el niño recuerda el sueño y lo puede contar.
  • El terror nocturno, en este caso el niño suele gesticular, gritar o llorar durante el sueño; muestra angustia y presenta sudoración o taquicardia. Sin embargo, una vez que termina el episodio, el niño se vuelve a dormir profundamente y al día siguiente no recuerda lo que sucedió. Esto es más frecuente entre los 4 y los 8 años.
  • El sonambulismo, cuando se presenta, el niño camina sin despertarse por la habitación o por la casa. Con frecuencia el tratar de despertar y consolar al niño no es efectivo, porque puede prolongar estos eventos. Lo que sí es importante es remover objetos peligrosos de la habitación para evitar que el niño se haga daño al caminar dormido.

 

Algunos mitos comunes sobre el sueño:

  • Los padres deben esperar a que el niño esté dormido antes de ponerlo en la cama. Los niños deben ir a la cama cuando tienen sueño y es la hora de acostarse, pero despiertos. Así será más fácil que asocien la cama con el momento de dormir. Además, de esta forma los ayudaremos a ser más independientes y autónomos
  • Los niños duermen mal durante la noche si hacen siestas. Cuando los niños son pequeños necesitan tanto de las siestas como del sueño nocturno. En los primeros años la mayoría de niños necesita las siestas, luego estas van desapareciendo. Alrededor de los 5 años tienden a haber disminuido y si persisten es importante indagar y prestarles atención.  

 

Si bien los ronquidos no son considerados como un trastorno del sueño, es importante prestarles atención y hacer un seguimiento de ellos. En algunas ocasiones, vienen acompañados por apnea del sueño, que son pausas en la respiración y producen falta de oxigenación y poco descanso a los que la padecen. 

Como padres es importante saber que los problemas de sueño son comunes en los niños y que se presentan con cierta frecuencia a temprana edad. Sin embargo, es necesario intervenir acompañándolos, respetando los horarios y brindándoles pautas claras para que desde pequeños adquieran buenos hábitos y aprendan a dormir de manera adecuada. En el caso de que las dificultades se presenten de manera reiterativa, sean intensas y generen conflictos a nivel familiar, es prudente recurrir al pediatra o a un especialista en temas de sueño para consultar e indagar un poco más sobre el problema.

Referencias:

 

[1] RINALDI, Guillermo. Escuchemos al niño. Ed. Granica, Buenos Aires – Argentina, 2005. pg. 83

 

Hoy en día se escucha hablar mucho acerca de la importancia de preservar el medio ambiente. Temas como el reciclaje, el calentamiento global, la capa de ozono, etc. se tratan todo el tiempo. Pero, ¿qué cosa es el medio ambiente?, ¿por qué es importante involucrar a los niños en el cuidado de los recursos naturales?, ¿qué papel pueden desempeñar ellos en este tema?, ¿cómo podemos educar a nuestros hijos en favor del medio ambiente?

“Se entiende por medio ambiente el entorno que afecta y condiciona especialmente las circunstancias de vida de las personas o la sociedad en su conjunto.”[1] Abarca tanto el espacio físico que nos rodea como el entorno social y cultural.

En la actualidad existen muchas organizaciones preocupadas por difundir la importancia del cuidado de los recursos naturales, así como asociaciones o grupos que buscan preservar las riquezas de nuestro plantea (el agua, los árboles, los animales, etc.). No es un tema nuevo y las consecuencias de la falta de cuidado o abuso no se están haciendo esperar. Los cambios climáticos, las fuertes lluvias, los huaicos y sequías, la contaminación del aire, la suciedad de nuestros ríos, mares y lagos, entre otras manifestaciones, nos lo demuestran.

Quizás pensamos que son las políticas de gobierno las encargadas de plantear soluciones a estos problemas. Lo cierto es que, a través de los pequeños cambios que logremos en nuestros hogares y en nuestra rutina diaria, veremos la diferencia.

Bajo este panorama, es nuestro deber asumir un rol activo y responsable. Como sabemos, la educación comienza en casa y la mejor forma de involucrar y enseñar a nuestros hijos es con el ejemplo.

Nuestros niños llegarán a ser adultos y sobre ellos caerá la responsabilidad de cuidar el planeta para las futuras generaciones. Los hábitos y los valores que ellos y ellas puedan adquirir hoy en relación a los usos y al cuidado de los recursos naturales, contribuirán a mejorar no sólo su calidad de vida sino también la del planeta en general.

La curiosidad y el interés de los niños por el mundo que los rodea, hacen de la niñez el mejor momento para inculcar estos hábitos. El sólo hecho de apagar las luces que no se usan, o de cerrar el caño mientras nos cepillamos los dientes, son buenos ejemplos para comenzar a tomar conciencia y asumir una actitud responsable y respetuosa frente al medio ambiente.

Pequeñas contribuciones que pueden hacer la diferencia: 

  • Realice paseos cortos de observación. Para valorar la naturaleza hay que conocerla y saber apreciarla. Invitemos a nuestros hijos a hacernos sugerencias sobre cómo podríamos mejorar los espacios verdes, los parques, la playa, el mar, etc.
  • Estimule la investigación a través de cuentos, películas y páginas web. Hoy en día existen una serie de medios que nos permiten comprender e informarnos acerca de estos temas. También en internet podemos encontrar cuentos, actividades y juegos educativos que transmiten a los niños el mensaje de la conservación.
  • Enseñe a los niños la importancia de cuidar los recursos y los animales. Inculque sensibilidad, respeto y buen trato hacía estos últimos.
  • A todos nos agrada vivir en un lugar limpio y ordenado. Incentivemos en nuestros niños el cuidado de los materiales enseñándoles a mantener limpio su ambiente de juego o de trabajo y a colaborar con el orden y la limpieza de los espacios compartidos. El que aprendan a no ensuciar y no desperdiciar desde pequeños contribuirá al bien común.
  • Tratemos de utilizar plantas o macetas para decorar nuestro hogar. Si contamos con jardín, cuidémoslo e involucremos a los niños en la tarea. Los niños disfrutan mucho de la experiencia de tocar la tierra con sus manos, sembrar y regar.
  • Acostumbremos siempre a desenchufar y apagar los aparatos eléctricos después de usarlos (televisión, computadora, licuadora, lavadora, etc.). Así como también a apagar la luz cuando salimos de una habitación.
  • Aprendamos a cerrar el caño mientras nos jabonamos en la ducha o cuando nos lavamos los dientes, de esa manera ahorramos agua.
  • Siempre que se pueda, para distancias cortas y lugares seguros, camine y utilice la bicicleta. Hacer ejercicio y disfrutar de un rato al aire libre, será positivo para todos. 
  • Practique el reciclaje en casa, esto puede ser divertido para los niños y resulta una actividad muy eficaz. Podemos empezar con tres recipientes o cajas de diferentes colores para depositar en ellas lo que se pueden reutilizar como botellas de plástico, cajas y empaques de cartón y otro para frascos de vidrio.
  • Fomente la consciencia e intente reducir el consumo innecesario de productos en general.
  • Recuerde que el ruido y el volumen alto, así como los sonidos fuertes y molestos, también son elementos contaminantes. Acostumbremos a los pequeños a respetar a los demás y a convivir en armonía.

Debemos cambiar algunos de nuestros hábitos y enseñarles, con pequeñas actividades y, a través de nuestro ejemplo, a tomar consciencia y a desarrollar valores que les permitan vivir armónicamente. Así tendrán un mundo más habitable.

Referencias:

 

 

Cada hijo es un mundo. Una personalidad distinta, un carácter, una forma de comportarse y de ver y entenderlo todo. Uno, dos o tres “minimundos”. Cada uno tiene sus virtudes, sus preferencias… pero los padres solo somos dos y ellos deben compartirnos.

(Mamás viajeras, 2021)

 

Todo niño, de acuerdo a su edad, su estilo y su personalidad, tiene necesidades, gustos, ritmos y características diferentes. Por ello, es importante dedicarle un espacio de exclusividad que no solo permita mejorar el vínculo que hayamos logrado establecer con él o ella en particular, sino que también beneficie las relaciones de toda la familia. Los momentos a solas de los chicos con alguno de los padres, incluso con alguno de los abuelos, permiten que los conozcamos mejor, que podamos conversar con ellos con tranquilidad y sin pantallas, y que estemos más al tanto de sus gustos, sus ideas y sentimientos. Además, estos espacios contribuyen a generar mayor confianza y serenidad en la relación que se logra establecer con cada uno.

Los chicos aprecian contar con tiempo personal con cada uno de sus padres o familiares significativos. Al estar con ellos, se sienten escuchados, únicos y valorados. Además, si pasamos rato con ellos dedicándoles toda nuestra atención, aprenderán a ser más independientes, a compartir con nosotros sus metas y sueños, y a conocer sus temores. Todo esto nos dará herramientas para acompañarlos a crecer, ayudándolos a mejorar sus relaciones afectivas en general.

Al respecto, es fundamental mencionar que estos momentos no tienen que ser planeados especialmente; por el contrario, mientras más sencillos y cotidianos sean, mejor. Por ejemplo: un paseo por el parque, ir juntos a tomar desayuno y escoger un lugar que les guste a ambos, montar bici, caminar juntos una vuelta por el vecindario, sentarse a compartir un helado, un almuerzo o una cena, o alguna actividad o juego que sea de su agrado, entre otras. Con los más pequeños puede resultar, dependiendo de sus gustos, ir a pelotear al parque, hacer galletas, armar un rompecabezas o que nos acompañen a hacer algunas compras. Asimismo, leerles cuentos o contarles historias, durante el día o a la hora de dormir, da un espacio íntimo y facilita conversar de varios temas importantes.

Si bien una de las variables escasas en nuestra sociedad es el tiempo y es complicado gestionarlo, investigaciones sostienen que el pasar tiempo en exclusiva con nuestros hijos es beneficioso, tanto para ellos como para nosotros como padres y familia. Ahora bien, si no podemos lograr una dedicación exclusiva diaria, podremos darnos un espacio semanal para compartir este momento especial y que ellos lo sepan.

Algunas sugerencias para lograr estas “citas” con cada uno de nuestros hijos son:

  • Dejar las distracciones para otro momento: es básico que cuando los padres estén con sus hijos, estén presentes realmente: sin mirar el celular ni la televisión, ni resolviendo problemas del trabajo. El tiempo con los hijos debe ser para ellos. En este sentido, es necesario tener contacto visual, físico y emocional; jugar, compartir, escuchar y responder.
  • Crear el momento adecuado y el hábito: las rutinas brindan seguridad a los pequeños y los ayudan a organizarse y a saber qué esperar. En esta línea, el establecer un momento para estar con ellos a solas se puede convertir en un momento importante, esperado y beneficioso para ellos y para nosotros.
  • Buscar utilizar algunas rutinas: sobre todo a los niños pequeños les agrada participar en las rutinas y quehaceres cotidianos. Por ello, podemos aprovechar estos momentos para compartir alguna actividad diaria que a ellos los divierta y en la que puedan sentirse útiles. Por ejemplo: ayudar en la cocina, limpiar algún espacio de casa, etc.
  • Aprovechar los fines de semana: también es importanteel fin de semana cuando, de lunes a viernes, no se puede pasar mucho tiempo con los niños o adolescentes; buscar momentos para compartir en familia, mostrarles el mundo fuera de casa, conocer nuevos lugares y contactarlos con la naturaleza.
  • Tratar de compartir tiempo con mamá o con papá, pero también con ambos. Si bien es fundamental dar a los chicos momentos solos con mamá o con papá, siempre será positivo también encontrar actividades en las que toda la familia pueda interactuar y estar junta. En estos espacios, es beneficios jugar, reír, compartir anécdotas e historias, conocer nuevos lugares, cenar juntos y, también, organizar un pequeño viaje o escapada fuera de la ciudad.

Cuando los niños tienen la oportunidad de recibir atención exclusiva y regular de parte de sus padres, se valoran más, se sienten importantes y logran controlar mejor sus sentimientos y planificar sus metas. En general, tener a mamá o a papá solo para ellos durante un rato les ofrece seguridad. Realmente les hace ilusión y funciona. Por ello, es positivo planificar el momento con complicidad y animarlos a elegir lo que les gusta. La idea es que ellos sean los protagonistas.  Si bien no siempre es fácil y puede que no lo hagamos tanto como quisiéramos, siempre que se logre conseguiremos un gran momento.

En general, se sugiere que lo incluyan y programen en el calendario y que lo hagan de forma intencional. Como padres, es necesario que busquemos los espacios y que aprovechemos al máximo ese tiempo con cada uno, ya que pueden convertirse en momentos especiales y en lindos recuerdos.

Referencias:

Como padres, una de las tareas fundamentales que tenemos en la educación de nuestros hijos es inculcarles valores. Esto debido a que el aprendizaje de valores no es innato, sino que, por el contrario, debemos fomentarlo y enseñarlo desde temprana edad.

Uno de los valores importantes que los niños deben aprender es el del perdón. El pedir disculpas sinceramente y el saber perdonar son acciones distintas, pero fundamentales. Pedir perdón es reconocer nuestros errores y hacernos responsables de ellos, mientras que perdonar es un acto de generosidad. Lo primero es aceptar, lo segundo es ofrecer.

Si bien son acciones diferentes, el común denominador de disculpar y perdonar es el sentido de responsabilidad de las acciones, independientemente de la intención. De igual modo, en ambos casos es necesario identificar las emociones implicadas para poder pedir disculpas o perdonar.

¿Por qué es importante pedir disculpas?

Disculparse o pedir perdón no debería ser tan complicado; sin embargo, para hacerlo de forma sincera es necesario que antes los niños reconozcan que se pueden haber equivocado y que aprendan a admitir sus errores. Pedir perdón supone un reconocimiento de la responsabilidad que cada persona tiene en relación con algún asunto, lo que no suele ser una tarea fácil. Esto se debe en parte a que los niños, principalmente los más pequeños, aún están en proceso de desarrollo y suelen tener un pensamiento egocéntrico[1].

En esta línea, considerando su nivel de maduración, es frecuente encontrar que a los niños les cuesta admitir que se han equivocado y, muchas veces, no comprenden bien por qué han fallado o qué es lo que no han hecho bien que requiere del perdón de la otra persona. Por ello, es esencial trabajar con ellos para desarrollar la empatía, ya que esto les permitirá, poco a poco, aprender a ponerse en el lugar del otro para poder identificar y comprender cómo es que se sienten los demás, paso previo necesario para poder pedir disculpas sinceras.

Igualmente, es fundamental empezar a modelar las conductas que queremos promover cuando los niños son pequeños, ya que los padres y los profesores son el espejo y ejemplo que los pequeños utilizarán como referentes para ir adecuando su comportamiento frente a los demás.

Basado en las ideas expuestas, aprender a reconocer los propios errores en relación a nuestro comportamiento con otros, forma parte esencial de la educación en valores y es clave para poder pedir unas disculpas sinceras. En este marco, es importante que sean los padres y los maestros quienes les enseñen a los pequeños a reconocer y aceptar cuando han tenido un comportamiento inadecuado o cuando se han equivocado al hacer o decir algo que generó sentimientos negativos en alguna persona. Es así que, saber pedir disculpas implica hacerse cargo del propio comportamiento y aprender a responder acorde a nuestras acciones.

Los niños deben aprender a expresar lo que sienten y explicar por qué “actuaron mal”, incluso si no lo hicieron apropósito. Al pedir disculpas, la persona está diciendo que, aunque no lo hizo con intención, siente o se da cuenta del daño que puede haber generado. Luego, es importante que intente buscar una manera de reparar aquello que sea necesario en un futuro.

¿Por qué es importante saber perdonar?

Cuando te piden perdón con sinceridad, quiere decir que la otra persona se ha detenido a pensar y reflexionar sobre su conducta y sobre cómo te puede haber afectado. Entonces, aprender a perdonar hace referencia a un comportamiento aprendido de las personas que les permite desarrollar una disposición general para perdonar distintas ofensas producidas a lo largo de una variedad de relaciones interpersonales.

El perdonar implica una respuesta que trasciende a la ofensa particular y a la relación interpersonal individual. Además, es positivo para los niños debido a que contribuye a que aprendan a aceptar que todos podemos equivocarnos y a que acepten los errores de los demás. 

Finalmente, existen investigaciones que plantean que el perdón ayuda tanto a la persona que lo pide como a la que lo recibe. Además, muchos autores explican que existe una significativa asociación entre el perdón y la salud, tanto física como mental, relacional, emocional y espiritual[2].

¿Cómo se puede lograr que los niños aprendan a pedir perdón y a perdonar?

  • Dar el ejemplo. Esto es necesario dado que muestra a los niños que nadie es infalible y que los padres también pueden equivocarse y pedir perdón. Asimismo, les enseña también que los padres saben aceptar las disculpas de un tercero a pesar de que hizo algo que los ofendió.
  • Ser neutral. Cuando se dan peleas entre niños es positivo explicarles la importancia de pedir perdón si es que ellos han realizado alguna ofensa o de perdonar si es otra persona quien los ofendió. En ambos casos, el pedir disculpas o el perdonar implica una reflexión sobre lo sucedido y el comportamiento de ambas partes para entender lo que pasó y cómo se sintió cada uno de los involucrados.  
  • Controlar nuestros sentimientos. Es mejor hablar con calma y paciencia para que los niños comprendan realmente lo sucedido. En esta línea, es recomendable saber manejar la cólera y el enojo, dado que cuando actuamos guiados por sentimientos desproporcionados solemos dar respuestas incorrectas y, a veces, agresivas.    
  • Ofrecer el apoyo del adulto. Es recomendable apoyar a los pequeños en la tarea de pedir perdón o de perdonar haciéndola con ellos de manera simultánea y modelando el comportamiento. De igual modo, es necesario darles la oportunidad de mostrar su arrepentimiento a través de algún gesto como una pequeña tarjeta, un abrazo, unas palabras, entre otras alternativas.
  • No forzar la situación. No recomendamos forzar una situación ya que esto puede hacer que el perdón o las disculpas sean complacientes y no sentidas realmente. Los niños no deben actuar por obligación. Por el contrario, deben sentirse listos para hacerlo. En esta línea, es importante mencionar que la aceptación y la comprensión de lo sucedido toma cierto tiempo y, en cada niño, puede requerir de un tiempo distinto según su personalidad y nivel de madurez. Conversar con ellos y aclarar sus sentimientos los ayudará a manejar mejor sus emociones y contribuirá en la toma de consciencia de lo que está bien y lo que está o mal. Además, es importante conversar con los pequeños sobre el bienestar que se genera al pedir disculpas o al perdonar, tanto para el afectado como para la otra persona involucrada. 
  • Explicar lo sucedido. Es necesario que los niños comprendan realmente lo que pasó, en qué actuaron mal y cómo se sintieron las otras personas implicadas. Los niños deben ser capaces de ponerse en el lugar de la persona involucrada y pensar cómo se habrían sentido ellos de haber sido al revés.
  • Ser perseverantes. A pesar de no ver avances inmediatos, es necesario no rendirse y seguir trabajando con los niños a través de distintas estrategias que los ayuden a moldear su comportamiento y a entender realmente la importancia y trascendencia de saber pedir disculpas y de perdonar. A veces, el utilizar cuentos o películas en las que se den situaciones similares contribuye a que entiendan mejor los escenarios que no les son fáciles de comprender cuando les afectan de manera personal.

 

Enseñar a los niños a pedir perdón es enseñarles también valores como la empatía, la honestidad y el sentido de la responsabilidad. Un niño que sabe pedir perdón, sabrá reconocer sus errores y también se hará responsable de ellos. Un niño que sabe pedir disculpas es, además, un niño que sabrá perdonar de forma sincera y que tendrá en cuenta los sentimientos de los demás.

Referencias:

 

[1]  Ser egocéntrico significa que la persona sólo piensa en sí mismo y no le importa lo que piensen o sientan los demás. En el caso de los niños es una etapa evolutiva en la cual ellos son los protagonistas porque aún no han desarrollado un pensamiento empático. Un niño egocéntrico asume que otras personas ven, escuchan y sienten exactamente lo mismo que él, lo que se debe a una característica del pensamiento infantil (Revista digital para profesionales de la enseñanza. Temas para la educación: El egocentrismo infantil. Revista N.° 14, mayo 2011. Andalucía).   

[2] DIEZ DEUSTUA, Patricia. (2015). Tesis: Factores relacionados con el perdón. Barcelona, España. 

En esta época complicada que estamos viviendo y en la que constantemente escuchamos noticias acerca de enfermedades, vacunas y la pandemia. ¿Cómo saber cuándo la ansiedad que siente un niño por su salud y la de sus familiares es natural y cuándo está preocupación se está convirtiendo en un problema más importante para el que, probablemente, necesitemos ayuda profesional?

Actualmente, es frecuente escuchar que los chicos se encuentran preocupados por diferentes problemas sencillos de salud que pudieran asustarlos o desconcertarlos. Por ejemplo, un padre comenta: ¡Mi hijo de 5 años se ha vuelto un poco hipocondríaco! Está convencido de que es alérgico a muchas cosas porque le "pica" constantemente el cuerpo. Además, tuvo un par de hemorragias nasales en noviembre, y ahora me pide que le haga un control diario de su nariz para saber si no tiene ningún problema o si se presentará una nueva hemorragia. ¿Como padres, cómo identificar si esto es una respuesta normal o si es una conducta amplificada producto de la ansiedad pandémica?

Creemos que es importante darle importancia a esta pregunta. Hoy en día, independientemente de la edad de los niños y de las personas en general, todos sienten una mayor ansiedad por su salud debido al contexto de la pandemia. Encuestas realizadas a adultos nos indican que tres cuartas partes de ellos mencionaron estar extremadamente ansiosos por la Covid-19. Según una encuesta de opinión pública patrocinada por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría en el otoño, la ansiedad por la salud en general ha aumentado alrededor de 9 puntos porcentuales desde 2019.

Por lo general, no me preocupo mucho por la salud, pero en estos días, cada vez que alguien en mi familia experimenta un síntoma errante, me encuentro pensando: ¿Es esto una alergia, un resfrío estacional o es Covid? ¿Es simplemente agotamiento o es que voy a morir? y así sucesivamente.

Esto se menciona porque creemos que debemos normalizar algún nivel de miedo adicional al que norma, para nosotros y nuestros hijos. “Estamos en medio de una pandemia e incluso si los padres intentan proteger a sus hijos de noticias innecesarias, los niños saben que las personas están enfermas, saben que no pueden ver a la familia, salir y juntarse con sus amigos”, dijo Dunya Poltorak, Ph.D. y psicólogo médico pediátrico con práctica privada en Birmingham, Michigan. "Es perfectamente razonable y natural que los niños se preocupen por la salud y el bienestar de sus familiares, especialmente por la suya".

Entonces, ¿qué se puede hacer con un niño que está preocupado por una enfermedad y cómo podemos saber si está pasando de una respuesta comprensible al Covid-19 o si tiene un cuadro de ansiedad que pueda necesitar atención médica especializada? Para esto contamos con algunos importantes consejos de dos psicólogos infantiles, entre ellos mencionan lo siguiente:

  1. Controle su propio miedo. Es importante saber que nuestra ansiedad por la salud puede afectar a nuestros hijos. Si le preocupa que su hijo esté demasiado ansioso por su salud, "Mírese a usted mismo primero. Reconozca sus propias preocupaciones e identifique sus propios sentimientos, y luego, observe a sus hijos y analice lo que a ellos les preocupa ", dijo Abi Gewirtz, Ph.D., psicóloga clínica, profesora de la Universidad de Minnesota y autora de Cuando el mundo se siente como un lugar aterrador: conversaciones esenciales para padres ansiosos y niños preocupados.
    El Dr. Gewirtz enfatizó que ser consciente de lo que comparte con sus hijos no significa fingir que no pasa nada, pero sí significa no decirles todos los detalles de su preocupación ni contarles que está despierto tres veces por noche porque tiene miedo de las nuevas variantes de Covid-19. Por el contrario, el médico recomienda escuchar a sus hijos y reconocer sus miedos. También, menciona que es positivo tranquilizar a sus hijos diciéndoles que en casa ustedes como padres los están cuidando y haciendo todo lo posible para ser responsables y seguir las recomendaciones brindadas por los médicos y el cuerpo de salud para mantenerlos a salvo.
  2. Intente redirigir su atención en lugar de reaccionar. Por ejemplo, en vez de estar de acuerdo en comprobar si tiene hemorragias nasales todos los días, el Dr. Poltorak sugiere intentar darle a su hijo una actividad en la que pueda concentrarse. Plantea, en general, intentar que su hijo dirija su atención hacia actividades interesantes, que le gusten y que sean más productivas. Por ejemplo, podría decirle algo como: "Las hemorragias nasales son muy comunes en invierno, pero no son nada de qué preocuparse. ¿Por qué no vamos a jugar con tus Legos para armar esa nave que tanto querías? o ¿Por qué no aprovechamos el tiempo y nos dedicamos a preparar juntos tu escritorio y tu espacio de trabajo para la escuela?"
     
  3. Hazlo divertido. Si has decidido continuar con el proceso de revisión diaria de la nariz para darle tranquilidad, intente agregar algo de humor, dijo el Dr. Gewirtz, claro está, sin burlarse de tu hijo. La idea es llevar a cabo el ritual que lo tranquiliza, pero aprovechando de hacerlo con alguna broma o comentario que lo relaje y que no le genere mayor ansiedad ni dependencia de la revisión en sí misma.

 

  1. Piense en soluciones con su hijo. Puede reconocer su malestar, por ejemplo, picazón, y preguntarle qué cree que podría ayudarlo a sentirse mejor, El Dr. Reconoce que la promesa de la "loción mágica" (placebo) también puede solucionar todo tipo de problemas con los chicos, desde picazón en las piernas hasta raspaduras y falta de sueño leve, sobre todo cuando nos referimos a niños pequeños. Para los mayores o adolescentes, es bueno tomarse un tiempo para conversar con ellos diariamente, recordemos que los chicos de secundaria y los jóvenes pueden obtener su propia información y no siempre lo hacen de las mejores fuentes ni de las más acertadas. En este caso, es positivo revisar qué es lo que han leído, contrastar la información con otras fuentes, conversar con ellos y averiguar juntos sobre la noticia o la situación que les generó la ansiedad o el miedo. Por ejemplo, una compañera de mi hija de secundaria le dijo que otro niño de su escuela había muerto a causa del coronavirus y, la historia era falsa además de confusa.
  2. En esta línea, es recomendable asegurarse de consultar periódicamente con sus hijos sobre lo que están escuchando sobre el Covid-19 y revisar juntos dónde lo escucharon, quienes lo dijeron, etc. Una buena estrategia para intercambiar ideas y estar al tanto de la información que están manejando nuestros hijos es el conversar e intercambiar ideas durante la hora de la cena o la comida familiar. Esta estrategia funciona como una forma de controlar y, a la vez, proporcionar una contención emocional sobre lo que nuestros hijos están escuchando y procesando de las situaciones y relatos que escuchan de sus compañeros, ven en las noticias o en las redes sociales, señaló el Dr. Gewirtz.
     
  3. Busquen formas de relajarse juntos. Encuentren actividades que ambos puedan compartir y disfrutar juntos y en familia. Ya sea que se trate de ver una película, leer un cuento, jugar un juego de mesa, hacer una meditación guiada o simplemente buscar un momento en el que puedan estar acurrucados en familia recordando buenos momentos o compartiendo anécdotas. En general, compartir tiempo de calidad y calmado con sus hijos puede ayudar a disminuir el nivel de angustia y miedo, indicó el Dr. Poltorak.
     
  4. Cuando preocuparse. Ambos médicos expertos mencionaron que, si la ansiedad de un niño por su salud es tan intensa que interrumpe su vida diaria, afecta el desarrollo de sus periodos de sueño y/o su alimentación, o muestra señales preocupantes que le impiden continuar con sus estudios en la escuela, es un buen momento para buscar ayuda profesional y hablar primero con su pediatra para buscar orientación o ayuda.

Un tema común entre la mayoría de padres de familia es el estrés relacionado con los problemas de tiempo de pantalla de los hijos, incluido el tema de hoy: los videojuegos.

Un ejemplo fue cuando mi hijo Chase estaba en la escuela secundaria, oh, cómo quería Call of Duty. No lo teníamos, y varios de sus amigos sí. Hablamos mucho y encontramos formas en las que podía invitar a amigos y aun así pasar un buen rato, pero por supuesto, había conflictos y estrés en torno a todo eso.

Con el COVID, es comprensible que el tiempo dedicado a los videojuegos haya aumentado notablemente. De hecho, hay aspectos positivos en torno a los videojuegos como socializar, divertirse, etc.

Sin embargo, existen riesgos y desafíos con los videojuegos y las comunidades de videojuegos actuales. Hoy, solo quiero centrarme en los entornos de juego, para discutir específicamente la comunicación hiriente, sexista y tóxica que puede ocurrir en los espacios de juego. Para este TTT[i], tuve el placer de entrevistar a Ed Spector, un psicólogo que ha pasado más de una década en ayudar a los adolescentes que luchan con los juegos problemáticos.

Comencé mi conversación con Ed sobre Discord, una plataforma para que las personas se hablen o se escriban entre sí en tiempo real. Al igual que una página o grupo de Facebook, una persona puede iniciar un grupo, llamado "servidor", y la persona que lo inicia es "administrador". Un servidor a menudo se basa en un juego específico, pero no tiene por qué serlo. El administrador del servidor puede optar por restringir el grupo o mantenerlo abierto.

En el pasado, Discord era principalmente para gamers. Permite a los jugadores comunicarse en tiempo real durante el juego, lo que puede ser útil porque no todos los juegos tienen conexiones de voz integradas. Recientemente, Discord ha comenzado a transformarse en una plataforma de redes sociales más general, no solo para gamers.

Le pregunté a Ed ¿cuáles son algunos de los desafíos de los niños en Discord?

“Veo a algunos niños de tan solo 12 años que están administrando un servidor Discord con 1000 personas en él. Les encanta ser responsables y poderosos. Pero inevitablemente surgen problemas cuando se trata de 1000 personalidades en Discord. Puede que tengan que lidiar con alguien racista u homofóbico. Hay muchas formas en que ocurre algo inadecuado en estos servidores ".

Ed habló sobre los juegos que son más propensos a la "toxicidad":

“Ciertos juegos son profundamente tóxicos; la cultura de ese juego es muy, muy oscura. La gente se dice cosas horribles, son muy críticos. Probablemente el juego más tóxico en este momento que me encuentro con mis clientes es League of Legends. Si estás jugando y haces algo mal, hay muchas posibilidades de que alguien te diga "no vales nada, deberías matarte". Y hay una alta probabilidad de que alguien te diga eso en los primeros 10 minutos ".

Es muy difícil para los padres saber qué hacer con este tipo de juegos. Muchas familias han tenido que comprometer aquello que habrían mantenido en el pasado con respecto al tipo de juego que permitirían ahora con COVID. Incluso si una familia no permite juegos clasificados para adultos para su hijo, eso no significa que su hijo no verá el juego de todos modos.

Ed describe este problema en una situación hipotética:

“Un grupo de amigos la está pasando genial jugando al nuevo juego de Call of Duty. ¿Dejas que tu hijo se una? Esa es una línea muy difícil de trazar porque si mantienes tus principios, tu hijo se queda solo. Y durante la pandemia, está realmente solo. No puede pasar el rato con sus amigos porque todos están jugando el nuevo juego, y estás atrapado teniendo que tomar esta decisión realmente desafiante ".

“Verás a los niños pasar el rato en el servidor de Discord, escuchando a sus amigos jugar y tratando de tener una conversación para socializar con ellos, pero no pueden porque sus padres no los dejan. Verán videos de YouTube o transmisiones de Twitch del juego para que puedan entender lo que los otros niños están discutiendo. Y no sé si hay una distinción entre ver a otras personas jugar y jugar uno mismo. Todavía no tenemos investigaciones que sugieran eso. Sabemos que, presiones los botones o no, estás expuesto a las imágenes ".

“Lo que sucede es que la mayoría de padres se siente impotente. La comunidad no se adhiere al mismo conjunto de estándares, por lo que están atrapados con la dolorosa elección de mantener su línea o aislar a su hijo ".

ENTONCES QUÉ HAY QUE HACER

Primero, tenga en cuenta que cuando los niños juegan con personas mucho mayores que ellos, aumenta el riesgo de interacciones más duras.

Las familias a menudo le piden a sus hijos que no usen audífonos cuando juegan para tener una idea de las interacciones que están teniendo lugar. Una madre me dijo recientemente de qué manera hacer esto la ha llevado a más conversaciones sobre los amigos de su hijo y sus amistades, y ha sido algo bueno.

Discutir estrategias para crear mejores entornos de juego.

• Preguntarles a nuestros hijos si son administradores (o moderadores) de un servidor, o sus amigos.

• Si están creando su propio servidor, ¿solo invitan a sus amigos y personas que conocen, lo cual es, por supuesto, ideal?

• ¿Están jugando juegos que permite silenciar a extraños? ¿Y los otros equipos?

• ¿Juegan juegos en los que todas las voces se apagan por completo?

• Cuando la gente es grosera, maligna, ¿con qué frecuencia ven que la gente no hace nada al respecto?

• ¿Con qué frecuencia se bloquea a las personas?

• ¿Con qué frecuencia se echa a la gente fuera del grupo?

• ¿Con qué frecuencia se ve envuelto en un conflicto? ¿Cómo le ha ido?

(Hoy, no cubrimos el tema de cómo se sabe si alguien es quien dice ser, pero, por supuesto, este es un tema de discusión importante.)

Realizar una visualización conjunta de alta calidad (Menciónale el término a tu hijo adolescente para que veas un buen entornado de ojos.) Antes de plantear las inquietudes que tenga sobre las comunidades de video, recomiendo mucho comenzar con la visualización conjunta e idealmente jugar cuando sea posible con sus hijos o adolescentes y señalar algunos aspectos positivos sobre los juegos, como las imágenes, la emoción del juego, su rapidez, etc. Luego, a partir de ahí, en otro momento, cuando no esté jugando, intente ver si reflexionan sobre el juego.

Recientemente le pregunté a Douglas Gentile, Ph.D., un prolífico investigador sobre videojuegos, acerca de estudios que hayan analizado la efectividad de diferentes enfoques de conversación para padres.

Gentile explicó que los mejores resultados se obtienen cuando los padres realizan una “visualización conjunta de alta calidad” y explicó que la “alta calidad” se trata de liderar con preguntas que animen a los niños a realizar un pensamiento crítico complejo sobre los juegos. Gentile sugirió preguntas como estas:

• ¿Cómo te sientes mientras juegas? y luego, ¿cómo te sientes después de parar?

• ¿Puedes decir cómo los diseñadores han configurado el juego para manipular ciertos tipos de sentimientos?

• Si las personas se trataran así en la vida real, ¿qué crees que pasaría realmente?

• ¿Cómo se retratan a ciertos grupos (por ejemplo, mujeres, hombres, minorías) y cuáles podrían ser los efectos de eso en los jugadores?

Continuó explicando que, "cuando se realiza una mediación activa de alta calidad (especialmente cuando se combina con la visualización conjunta), esto parece mitigar todos los efectos negativos de los medios y mejorar los positivos".

Esto no quiere decir que nosotros, los padres, no podamos expresar también nuestras opiniones. Ed Spector les dice a los padres:

“Creo que es muy importante que digas: 'Como mujer, este juego es realmente ofensivo para mí' o, 'Como un tipo que no es violento, esto es un problema, porque se golpean entre sí en el momento en que hay un conflicto.''

Doug Gentile también intervino en esto y afirmó:

“Estoy de acuerdo en que es completamente justo expresar sus propias opiniones. Esto es parte de cómo una familia comparte sus valores. Sin embargo, los niños pueden aprender fácilmente a hacer caso omiso de las opiniones de los padres, cuando lo que realmente queremos es que ellos formen sus propias opiniones de manera reflexiva. Esto, por supuesto, cambia con la edad del niño. Los niños más pequeños todavía no pueden tener el pensamiento crítico por sí mismos, por lo que compartir nuestras opiniones es un buen comienzo. Los niños mayores pueden, y nosotros podemos ayudarlos a pensar en lo que importa, no solo a aceptar lo que los juegos y los medios colocan frente a ellos de manera acrítica ".

Habla de las últimas noticias

La semana pasada, Twitch, la plataforma de transmisión en vivo para gamers, anunció que tomaría medidas enérgicas contra las personas que hacen cosas como acosar sexualmente a otros o actuar con odio. La forma en que se desarrolla esto en Twitch es que una persona tiene una cuenta de streaming y digamos que luego se transmite a sí misma jugando un videojuego. A veces los espectadores pueden comenzar a decir y publicar cosas odiosas y amenazantes en un chat de texto en tiempo real.

Twitch también planea prohibir los comentarios que tengan que ver con la apariencia física de una persona, así como prohibir el envío de enlaces no solicitados de desnudos.

¿Ocurrirán estos cambios? ¿Llegará Twitch lo suficientemente lejos como para disminuir realmente la toxicidad que puede haber en el sitio?

Otras ideas para iniciar la conversación:

1. ¿Qué opinas de Discord?

2. ¿Administras un grupo o tienes amigos que lo hagan?

3. ¿Con quién has jugado videojuegos que ha sido realmente positivo?

4. ¿Cuáles han sido los ambientes más difíciles?

5. ¿Cuáles son algunas ocasiones en las que hubo conflictos o comportamientos tóxicos y cómo los manejaste?

6. ¿Qué opinas sobre las nuevas políticas de Twitch?

7. ¿Cuánto debemos depender de que las empresas se autorregulen en lugar de pedirles a las organizaciones estatales que establezcan las políticas respectivas? ¿Cómo puedes protegerte mientras eso sucede?

Diciembre de 2020

 

 

[i] TTT: Tech Talk Tuesday es el programa radial que conduce la Dra. Delaney Ruston, directora de Screenagers

https://www.screenagersmovie.com/tech-talk-tuesdays

Horario de atención de lunes a viernes de 8 a.m. a 4 p.m.

Una de las estrategias que ha demostrado efectividad en disminuir el contagio del Covid-19 es la de permanecer en casa y evitar el contacto con personas y familiares con los que no vivimos en la misma casa. En esta nueva situación, los padres de familia hacen grandes esfuerzos para responder de manera adecuada al teletrabajo y al cuidado de los hijos. Si bien no todas las familias atraviesan por las mismas dificultades, dado que cada una tiene necesidades distintas, en este boletín les presentamos algunas recomendaciones sencillas que pueden implementar en casa y que serán de ayuda para encontrar un balance.

  1.  Sé realista y ajusta las expectativas.

Analicemos con calma las responsabilidades que debemos asumir para poder llevar a cabo una planificación adecuada que nos permita realizar las actividades que nos hemos propuesto. En esta tarea es importante tener en cuenta el cuidado de nuestra salud física y emocional, por lo que debemos ajustar nuestras expectativas diariamente.

Antes que nada, es necesario considerar que estamos en una situación particular y poco común, por lo que es importante que seamos justos con nosotros mismos y no nos exijamos más allá de lo que vamos a poder cumplir.

  1. Organiza el tiempo y llega a acuerdos de convivencia

Es fundamental definir momentos para estar disponibles para los niños y destinar tiempos realistas para las tareas laborales[1]. Planear la semana y revisar cada noche las diversas actividades, ayudará a saber cuáles horas del día serán más adecuadas para dedicarse al trabajo y cuáles para ayudar a tus hijos con las clases virtuales u otras actividades. De todos modos, es importante considerar cierta flexibilidad y establecer pausas, tanto en la mañana como en la tarde, para estar con los chicos, avanzar otras tareas de la casa o simplemente moverse, estirarse o hacer un poco de ejercicio.  

Además, es necesario que en casa se distribuyan las actividades y que se compartan las tareas con los diferentes miembros de la familia. Es importante aprovechar el espacio de estar todos en casa para promover la autonomía de los niños, darles actividades y responsabilidades que puedan llevar a cabo y que contribuyan a la organización del hogar. También es básico afianzar los vínculos entre padres e hijos y entre hermanos, al estar pasando tantas horas juntos, lo que constituye una oportunidad. De otro lado, si vivimos con niños pequeños, debemos considerar periodos de juego y combinarlos con momentos de estudio porque sus lapsos de atención son breves y requieren de material concreto y del movimiento para aprender. Para los chicos, el juego es una herramienta esencial y no debemos perder de vista su importancia en el día y a día al interactuar con sus hermanos y familiares o con sus amigos de forma virtual. Si bien al principio podrá ser difícil llegar a acuerdos, los pequeños, poco a poco, se irán adaptando y podrán acomodarse mejor para aprender con la ayuda de sus profesoras y depender, en menor medida, del apoyo de sus padres.

  1. Crea una rutina.

El repartir de manera justa y equitativa las responsabilidades y tareas del hogar entre los adultos, los adolescentes y los niños facilitará la distribución del tiempo y permitirá ir creando hábitos y una rutina. En este sentido, es básico intentar establecer pautas claras y armar una estructura equitativa para evitar conflictos y promover una dinámica más ligera que contribuya a desarrollar la autodisciplina y la autonomía. Claro está que la situación puede tomarse como una oportunidad para involucrar a los diferentes miembros de la familia en las labores domésticas y en el cuidado de los más pequeños, lo que ayudará a todos a aprender cosas nuevas y a ser más independientes.  

  1. Muéstrate disponible.

Si tienes niños en casa, es importante que sepan que estás trabajando y sean conscientes de que, si necesitan algo, pueden acudir a ti para preguntarte o buscar que los ayudes a solucionar algún problema. En este contexto, es fundamental que, frente a cualquier requerimiento, ellos sepan que los adultos o sus hermanos en casa, estarán dispuestos a ayudarlos. Lo ideal es prestarles atención y explicarles de manera calmada y clara que debes volver al trabajo. Los niños valoran mucho saber que hay algún adulto atento a ellos y disponible si necesitan algo. Poco a poco, se irán acostumbrando al horario y a los acuerdos establecidos. Una buena recomendación es comenzar el día brindándoles un tiempo de manera exclusiva, esto los ayudará a sentirse seguros y a poder trabajar mejor el resto de la jornada.  

  1. Crear un espacio de trabajo en casa

Es necesario crear un espacio de trabajo en casa lo suficientemente cómodo y privado para ti, y otro para el aprendizaje de tus hijos. También es beneficioso contar con un ambiente específico, cómodo, adecuado e iluminado de trabajo que facilite que, tanto ustedes como padres y ellos como estudiantes, comprendan que el estar en esa zona significa que es momento de trabajar y de aprender.

  1. Establece límites, pero sé flexible

Es importante hablar con tus hijos y hacerles saber que las tareas de papá y mamá en casa son igual de importantes que las actividades de la escuela que ellos realizan. Enseñarles que hay momentos en los que ellos necesitan estudiar o jugar en silencio. Si bien esto es deseable, no es fácil crear una división entre tu vida laboral y parental al trabajar desde casa. En esta situación los límites se vuelven un poco borrosos y es importante ensayar y aprender a ponerlos en una y otra dirección, tanto para los padres como para los hijos.

En esta línea, ser claro y mantener una comunicación abierta siempre es positivo y nutre la relación entre padres e hijos. Para facilitar la comprensión de los límites, se pueden definir zonas y, por ejemplo, usar carteles cuando uno requiere silencio, está en una reunión o en una llamada. Con estos elementos concretos los pequeños aprenderán a identificarlos más fácilmente y los irán incorporando de manera progresiva.

Los límites y la rutina son elementos positivos, la situación actual nos obliga a ser flexibles para aceptar que no todo va a fluir como quisiéramos y que podemos hacer cambios a nuestros planes para mejorar. De otro lado, es beneficioso aprovechar los espacios juntos en casa para ir observando el desarrollo de nuestros hijos y estar atentos a lo que cada uno necesita. Además, el día a día nos permitirá ir ajustando nuestros acuerdos y horarios en base a lo que vayamos descubriendo, sobre todo cuando se trata de niños pequeños o adolescentes.

  1. Muévete

Establece una hora al día para hacer ejercicio o hacer una caminata con tus hijos. Incluir movimiento o ejercicio ligero en la rutina, así como salir un rato de la casa, ayudará a mejorar el humor de todos los integrantes de la familia, además de eliminar energía extra, mejorar nuestra salud y mantener nuestro cuerpo activo.

Nadie esperaba que la pandemia se extendiera tanto tiempo, pero hay que adaptarse a las circunstancias y sacar provecho de la situación. Seguramente habrá momentos difíciles, días en que terminemos cansados y otros en los que todo marche según lo previsto. Sin embargo, es importante saber rescatar lo positivo de cada experiencia adversa, disfrutar de los momentos sencillos y plantear nuevos retos.

Esperamos que estas recomendaciones sean de utilidad para mejorar el balance entre el trabajo y la familia y, al mismo tiempo, ayuden a fortalecer la relación y el vínculo entre padres e hijos.

Referencias:

 

[1] En esta línea, es importante conversar con tu empresa y con tu equipo de colaboradores para buscar las mejores opciones de manera que cada uno pueda avanzar sus tareas autónomamente y encontrar un periodo de reuniones, si fuera necesario, en base a las características de cada trabajo y familia.

 

Recomendaciones para los chicos de 4.° a 7.°

Para empezar es útil tener en cuenta la fase de desarrollo en que se encuentran los chicos y chicas de estas edades. Si bien en cuarto grado todavía son niños y muchos pueden requerir aún la presencia constante de sus padres, sea para acompañarlos en el juego o para apoyarlos en cumplir con sus obligaciones, ya podemos esperar que los chicos estén más dispuestos y en condiciones de pasar más tiempo a solas. Los púberes y preadolescentes pueden, sin embargo, dejarse llevar fácilmente por cambios de humor inusitados o mostrar dificultades para mantener sus metas en mente. No obstante, la cuarentena ofrece una gran oportunidad para fomentar la autonomía, el trabajo en equipo y la consecuente sensación de logro. A continuación, se ofrecen algunas recomendaciones puntuales para que el trabajo en casa, y por consiguiente la convivencia, durante estos días resulte más llevadero y productivo:

  1. En primer lugar, es importante que los chicos tengan un panorama claro de lo que tienen que hacer en los siguientes días. En esta lista se debe incluir lo que ha encargado el colegio, pero también algunas responsabilidades de casa. Es un buen momento para involucrar a los chicos y las chicas en la limpieza y la cocina, es decir para que asuman un rol frente a su comunidad inmediata. En base a una lista, los mismos chicos pueden decidir a qué actividades específicas se quieren comprometer
    .
  2. También se puede hacer un listado de otras actividades que aporten a su salud mental y física. Se pueden incluir momentos de ejercicio físico, actividades lúdicas en familia o virtuales con amigos, espacios de interacción con familiares que no están en casa y quehaceres creativos o recreativos. Aquí algunos links que pueden resultar útiles:
     
  3. En base a ambas listas los chicos pueden diseñar un horario ideal. Es importante que los padres no decidan esto por ellos, aunque sí propongan ajustes teniendo en cuenta que el horario resulte balanceado y realista. Hay que darles la oportunidad de que ellos puedan decidir con qué actividades quieren empezar y en qué momentos necesitan “una pausa”. Algunas horas pueden estar fijas, como aquellas que involucran a otros miembros de la familia (las comidas, la hora de juegos de mesa o películas). Es recomendable que los fines de semana tengan un horario distinto o actividades especiales, en la medida de lo posible.
     
  4. Es útil plantearse estrategias de supervisión consensuadas desde un inicio: ¿cada cuánto tiempo se revisar el avance? ¿Qué sucederá, si no cumplió con lo que se propuso? Es importante plantear consecuencias que sean razonables para ellos y para los papás. A algunos chicos podría resultarles motivador tener una tabla con los pendientes para los siguientes días, donde pueden hacer check a aquello que ya lograron. La frecuencia de supervisión dependerá en gran medida de la capacidad de concentración y los distractores que tengan a la mano los chicos. Quienes tengan dificultades de atención requerirán de metas muy cortas y supervisión muy frecuente. Estos chicos pueden necesitar también más pausas. Para ellos puede ser más eficaz tener bloques más cortos de trabajo alternados con otras actividades (de movimiento y recreativas), pero en mayor cantidad.

El “horario ideal” debe testearse y ajustarse a partir de lo que se observe al ponerlo en práctica. Planificar y calibrar de cara a la realidad es un aprendizaje que resulta útil en sí mismo. También vale mencionar dos puntos que fácilmente pueden salirse de control en circunstancias como la cuarentena: el tiempo en pantallas y el tiempo de sueño. Es importante mantener ambos en un rango saludable. Con el trabajo a distancia, el tiempo que los chicos pasan frente a las pantallas (computadora, Tablet, Smartphone) puede incrementarse considerablemente. Esto puede afectar su bienestar físico y también la calidad del sueño. Por eso resulta doblemente importante que tengan actividades recreativas que los desconecten de las pantallas y que fomenten el movimiento, así sea imposible salir de casa.

Para cualquier inquietud o necesidad, por favor no duden en escribirme a tguevara@trener.edu.pe.

Muchos saludos,

Talía Guevara

Desde que el hombre existe, el arte ha formado parte esencial de su vida, en sus rituales y celebraciones, en sus construcciones, en los diseños y herramientas que elabora, entre otros. Además, las diferentes manifestaciones artísticas a lo largo del tiempo, han permitido recopilar la historia y entender a nuestros antepasados, así como también conocer aspectos importantes del presente e imaginar el futuro.

El arte es una forma de conocimiento, un lenguaje que integra las distintas posibilidades de creación del ser humano para representar su propia visión del mundo y comprenderlo. Así, el hombre, mediante diferentes recursos (plásticos, corporales, lingüísticos, rítmicos, visuales, sonoros, etc.) es capaz de expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones a través del arte.

A nivel del desarrollo del niño, distintas investigaciones han demostrado que los aportes del arte son variados y que trascienden el hecho de facilitar un espacio lúdico en el que el niño pueda adquirir algunas habilidades específicas. Hoy se sabe que el arte juega un papel fundamental en el crecimiento del niño y en su aprendizaje por lo que es básico que los pequeños puedan estar en contacto con él y tener espacios para practicarlo y apreciarlo desde temprana edad. Algunos de estos beneficios son:

  • Es una ventana al mundo interno del niño. Los niños, a través del arte, logran conectarse con sus emociones y sensaciones, expresar su mundo interno y, muchas veces, plasmar en una creación aquello que no son capaces de poner en palabras. En sus producciones, no hacen una representación objetiva del mundo, sino que expresan sus preferencias, lo que les disgusta y lo que les ha impactado. En este sentido, el arte desarrolla la sensibilidad y facilita cierto nivel de introspección y autoconocimiento en las personas. También, al relacionarse con el arte, los niños pueden aprender a apreciar y tolerar lo ambiguo, la incertidumbre y la frustración, lo que los enriquece emocionalmente.
  • Conecta a los niños con su entorno. Los niños suelen explorar el espacio físico que los rodea y para ello utilizan sus cinco sentidos. Observan cuanto hay a su alrededor, escuchan distintas canciones y melodías; experimentan con texturas y formas y, todo ello, se convierte en objetos para representar en sus creaciones. En esta línea, es básico que los padres promuevan la sensibilidad de los niños para usar sus sentidos ya que esto les servirá para ampliar su bagaje de experiencias, poner contenido en su expresión artística y en su vida en general.
  • Promueve el pensamiento creativo y la curiosidad. El arte incita a los niños a buscar distintas alternativas para plasmar o representar aquello que tienen en mente. También promueve el pensar fuera de lo convencional, despierta la curiosidad y enfrenta a los niños con experiencias poco estructuradas que los retan a ser más flexibles y a utilizar su imaginación. Igualmente, el arte los ayuda a desarrollar la capacidad de innovar, de solucionar problemas y de entender que está bien probar y equivocarse.
  • Ejercita la motricidad. El arte contribuye con el desarrollo del esquema corporal, la coordinación motora gruesa y la fina. Así, a través del uso de diferentes herramientas y materiales, al tocar un instrumento, realizar coreografías, por ejemplo, el niño puede afinar sus movimientos, desarrollar sus trazos, adquirir fuerza, coordinación y tonicidad, entre otras destrezas.
  • Fortalece la atención y concentración. Permite al niño desarrollar la capacidad de esfuerzo sostenido y de atención a los detalles. A través del arte el niño aprende a observar, a permanecer en una tarea y, también, a plantearse metas para luego esforzarse por cumplirlas.
  • Promueve el pensamiento crítico y la reflexión. Es un lenguaje que nos pone en contacto con diferentes temas y contenidos que reflejan, de alguna manera, las situaciones cotidianas y los problemas o dilemas del momento histórico en el que vivimos. En ese sentido, los niños, al estar en contacto con el arte pueden aprender a entender el pensamiento colectivo, lo que sienten y piensan los demás sobre distintas problemáticas y con ello comenzar a interpretar su mundo y la sociedad en la que viven.
  • Posibilita un canal de comunicación entre el adulto y el niño. A través de las creaciones, construcciones, juegos y dibujos o representaciones de los niños los adultos pueden conocer más sobre lo que viven sus hijos, lo que los asusta, les preocupa o les gusta. Así, en sus producciones, muestran las relaciones que han establecido con los objetos de su entorno y van añadiendo detalles en función de los elementos que van cobrando importancia en sus vidas.
  • Brinda un espacio de disfrute, felicidad y libertad. Poder expresar sus ideas y sentimientos libremente, les permite experimentar de forma lúdica con distintos materiales y dejarse llevar por el placer de crear. En este sentido, el arte les permite un momento de relajación y diversión en el que pueden sentirse cómodos y felices. Sin embargo, es importante señalar que el arte no es solo dejarse llevar para representar o crear, también en su momento, implica disciplina, trabajo, perseverancia, aprendizaje, estudio, práctica y responsabilidad.
  • Descubrir el gusto por la estética y la belleza. Para desarrollar el gusto y la sensibilidad estética es necesario estimular la agudeza de los sentidos, la espontaneidad, la capacidad de atención y contemplación, la habilidad de observación y la percepción, todas ellas destrezas que desarrollan la práctica y proximidad con el arte. 

 

¿Cómo acercar el arte a los niños? Algunas ideas prácticas que pueden resultar útiles:

  • Llevarlos a conocer museos, visitar exposiciones de distintos tipos y acudir a espectáculos (teatro, danza, ballet, conciertos, cine, etc.).
  • Escuchar música, leerles poesías y versos en rima, así como cuentos o biografías de diferentes artistas, músicos.
  • En casa, disponer de un espacio para crear con libertad, pintar, dibujar, armar, construir, con diferentes materiales que les ofrezcan distintas posibilidades. También es importante exponer o mostrar las obras de arte de los niños.

 

 

 

 

 

 

 

 

Entonces, el arte es un conocimiento en sí mismo que permite desarrollar importantes habilidades cognitivas, afectivas y sociales. De otro lado, brinda a los niños y, a los individuos en general, la posibilidad de cuestionar, interrogar e interpretar su entorno y, también, les permite experimentar diferentes situaciones y diversas actividades que los ayudarán a ser más sensibles y mejores seres humanos.

Referencias:

Según La Real Academia de la Lengua Española, la perseverancia es la acción o el efecto de “mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión”.[1] Es lo que hace que nos mantengamos firmes al momento de perseguir nuestros objetivos o metas, para obtener el resultado deseado.

La perseverancia supone un esfuerzo continuo y necesario para buscar soluciones frente a las dificultades u obstáculos que se vayan presentando en el camino. Implica disciplina, organización y compromiso. De igual modo, con persistencia, se obtiene la fortaleza de carácter necesaria para no dejarse llevar por lo fácil y cómodo. En ese sentido, es esencial cultivar la motivación, especialmente la intrínseca[2], a través de actividades atractivas, significativas, participativas, cooperativas y que incentiven la curiosidad.

Es importante señalar que no se nace siendo perseverante, sino que esta cualidad se desarrolla a lo largo de la vida. Por ello, es fundamental que los niños aprendan a ser perseverantes desde temprana edad, ya que esto les brindará estabilidad, confianza en sí mismos, seguridad y la oportunidad de madurar. Así, les estaremos dando a los pequeños una herramienta muy valiosa para los distintos ámbitos de su vida. Se podría decir que al cultivar la constancia estamos contribuyendo a que muchas de las demás virtudes se desarrollen y también a que los proyectos y metas puedan llegar a hacerse realidad.

En esta línea, es necesario que los chicos entiendan y se sientan capaces de realizar la tarea que se les encomienda, evitando en lo posible el fenómeno de la desmotivación aprendida, que da pie a que los chicos pierdan las ganas de realizar el esfuerzo y de seguir intentando porque dan por hecho que van a fallar. Por ello, en edades tempranas y en primaria es fundamental transmitir el deseo de intentar sin temor a fallar, y que el error sea parte importante del proceso de aprendizaje.

Debe quedar claro para los chicos que los momentos en los que dan una respuesta equivocada o cometen un error están llenos de oportunidades para aprender. Contrariamente a lo que muchos pueden suponer, cometer un error y recibir retroalimentación para poder corregirlo es una de las maneras más poderosas de adquirir y retener un aprendizaje. El punto está, entonces, en cómo reaccionamos ante una respuesta equivocada y en cómo los ayudamos a aprender de sus errores. En este contexto; sin embargo, es importante distinguir entre la persistencia y la necedad, aquella que no reflexiona y persiste en el error. “Si errar es humano, persistir en el error es frustrante y poco productivo”, además que conlleva a una pérdida de la motivación.

De esta forma, si en lugar de ceder ante la frustración de un error podemos trabajar constructivamente para entenderlo y evaluar la estrategia que hemos usado para resolver el problema, ayudaremos a que los aprendizajes sean más sólidos que cuando nos limitamos a memorizar o dar la respuesta correcta.

En lo que al desarrollo se refiere, es a partir de los tres años que los niños empiezan a tomar conciencia de las implicancias que trae consigo el enfrentarse a diferentes retos. Comienzan por entender lo que significa el ser persistente y comprenden la importancia del logro con pequeñas tareas cotidianas. De este modo, los pequeños aprenden que es necesario realizar muchas veces la misma acción para lograr el éxito; por ejemplo, al aprender a vestirse y desvestirse sin ayuda, cepillarse los dientes, ponerse y atarse los zapatos o comer solos.

Para que los pequeños logren alcanzar las metas que se han propuesto, es importante que los adultos que los acompañan sepan regular el nivel de dificultad al que van a ser expuestos. Además, es fundamental ajustar la exigencia al nivel madurativo y, sobre todo, cuando son pequeños valorar el esfuerzo y los avances por encima de los resultados. De esta manera, evitaremos que el aprendizaje termine en intentos poco fructíferos y que se apodere de ellos la frustración y la desmotivación.

En general, para que los chicos se enfrenten con mejor disposición y energía a las tareas, es aconsejable desagregarlas en pequeños “tramos” o acciones de manera que la meta a lograr sea más cercana y realista. Además, se recomienda intervenir con refuerzos positivos, que los alienten a seguir y a perseverar hasta lograr el objetivo final. Por ejemplo, si la meta que queremos alcanzar es que el niño ordene su habitación, debemos enseñarle a recoger sus juguetes, colocar su ropa sucia en el cesto y dejar los zapatos en su lugar. Esta tarea se irá consolidando con la rutina, el aliento y la constancia. La primera vez tomará más tiempo y será necesaria la ayuda del adulto, luego la tarea se irá haciendo más sencilla y finalmente el niño logrará hacerla de forma independiente y de manera rutinaria.

En este periodo de aprendizaje es importante no presionar ni sobre exigir a los chicos. También, es fundamental ser pacientes y darles el tiempo prudente para hacerlo. Recordemos que cada niño tiene su propio ritmo y es necesario acomodarnos a sus necesidades sin dejar de enseñarles y exigirles en la medida de sus posibilidades.

La perseverancia se adquiere en el día a día, a través de las interacciones del niño con su familia, la escuela y el entorno que lo rodea. En este sentido, es fundamental que la familia, como primer agente socializador, le brinde modelos estables y constantes, que le permitan entender que debe permanecer firme en sus emprendimientos y acciones para conseguir lo que se propone. Así, tanto padres como maestros le enseñarán al niño, con su ejemplo, a ser perseverante. Por eso, es importante que sean constantes en las actividades que inicien y persistentes al hacer cumplir las normas y acuerdos establecidos. Si mostramos firmeza frente a las dificultades y asumimos el compromiso de enfrentarnos a ellas sin miedo estaremos dando un buen ejemplo y motivando a los chicos a luchar por aquello que desean.

La vida en familia le ofrece al niño un sinnúmero de oportunidades para practicar y aprender la perseverancia, así como también la tolerancia a la frustración y el autocontrol. Algunas situaciones que podemos plantear como ejemplos pueden ser el hecho de tener que esperar por la satisfacción de sus necesidades, aprender a perder o a ganar en un juego, ser capaces de esperar su turno, identificar sus errores con la ayuda de sus padres y esforzarse por corregirlos o aprender de ellos, practicar un deporte, realizar tareas cotidianas, entre otras.  

Igualmente, la escuela se convierte en un ambiente propicio para estimular la perseverancia en los niños: resolver problemas en equipo, hacer tareas, estudiar, defender su opinión frente a los demás, sacar un proyecto adelante, etc. son algunas situaciones a las que se enfrentarán a lo largo de su vida escolar.

Poner en práctica esta virtud nos permitirá cumplir los objetivos planteados a lo largo de nuestra vida, ya sea para actividades personales, económicas, sociales o profesionales. Mantener el rumbo en el camino planteado no es fácil, sortear las distracciones, dificultades y tentaciones que vayan surgiendo en el proceso requiere de mucha fortaleza de carácter, voluntad, entereza, paciencia. y, sobre todo, empeño.

En general, para fortalecer la perseverancia, es necesario desarrollar la fuerza de voluntad, la disciplina y la búsqueda de la excelencia. Además, es fundamental tener claros los objetivos que se quieren lograr e inculcar algunos valores tales como: el orden, el trabajo y el esfuerzo que se requiere para que puedan aprender, ser responsables y alcanzar lo que se proponen.

Referencias

 

[1] Diccionario de La Real Academia de la Lengua Española. En: http://lema.rae.es/drae/?val=perseverar

 

[2] Motivación intrínseca: relacionada con la sensación de logro que produce la actividad en sí misma.

 

  • Implementar estrategias de marketing para captar nuevos clientes.
  • Optimar y administrar el plan de marketing digital del colegio
  • Gestionar y manejar las diferentes redes sociales (FB, IG. WHATSSAP)
  • Administrar y analizar Google adwords.
  • Reportar KPI’s digitales
  • Crear y supervisar campañas para cada red social, analizando conversiones, alcance e interacciones.
  • Apoyo con la administración de la web del colegio. Conocimiento en optimización SEO.
  • Proponer contenido digital para mejorar el posicionamiento del colegio en el público objetivo.
  • Otras funciones asignadas por su jefe inmediato.

Debe de conocer:

  • Microsoft Office
  • Redes sociales
  • Google Analitycs
  • Marketing Digital
  • Inglés intermedio
  • Administrar, actualizar, llamar y hacer seguimiento a los leads (base de datos) para concretar matrículas.
  • Proveedores:
    • Cotizaciones, órdenes de compra y facturación.
    • Coordinar la producción y envío de materiales.
  • Inventariar materiales del área, hacer un cronograma de pedidos y coordinar con proveedores
  • Completar y actualizar cuadros comerciales para gerencia. Obtener, analizar y procesar información    clave para la toma de decisiones comerciales y de impacto.
  • Atención y recepción de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
  • Apoyar en la organización de visitas guiadas y mini visitas.
  • Apoyo en todas las labores de comercial (almuerzo de exalumnos, graduación, actividades con los nidos, Trener Day, primera comunión entre otras actividades).
  • Otras funciones de su jefe inmediato.

Debe de conocer:

  • Excel intermedio
  • Inglés intermedio.

Es frecuente que hagamos planes para realizar durante las vacaciones y en familia. Sin embargo, cumplir lo planeado no siempre resulta tan sencillo. Si bien muchas veces leemos artículos y sugerencias sobre actividades diversas que nos entusiasman, es importante reflexionar sobre la poca frecuencia con la que llegamos a hacer alguna de las alternativas que nos propusimos, ¿les ha pasado?

 Es muy diferente leer una propuesta y emocionarse por ella, que realizarla. A veces, ni llegamos a elegir una de las alternativas porque nos sentimos abrumados por el trabajo, por alguna situación del entorno, porque nos cuesta decidirnos o solo por el miedo de que nuestra sugerencia no sea acogida. Considerando lo señalado, traemos a colación el concepto de compromiso previo, el cual hace referencia al contrato que uno establece consigo mismo para realizar una acción, lo que aumenta las posibilidades de que ésta realmente se lleve a cabo.

En este contexto, los invitamos a considerar hacer un compromiso mental antes de leer las ideas que aquí les proponemos para pasar tiempo en familia y disfrutar de las vacaciones. Entonces, antes de leer, les preguntamos: ¿Se sienten comprometidos con la idea de pasar tiempo de calidad juntos, atreverse a probar nuevas ideas y experimentar un tiempo de ocio saludable?...

Primero, es importante asegurarse de que la ansiedad no sea la que esté impulsando la planificación de las vacaciones. Si bien es frecuente que en vacaciones queramos recuperar el tiempo perdido y aprovechar ese espacio para practicar deportes, socializar, leer, y hacer muchas otras actividades, es importante considerar que las emociones se contagian y debemos evitar que los sentimientos de ansiedad se filtren en nuestros planes.

A continuación les brindamos sugerencias de cómo impulsar un tiempo para compartir experiencias en familia en un ambiente más distendido.

Fomentar el impulso social:
En vacaciones puede resultar interesante reunirse en familia y con amigos a los que solías frecuentar, o también realizar actividades que no hemos podido llevar a cabo. Por ejemplo, organizar un almuerzo al aire libre o un picnic con una familia con hijos de edades similares a las de los nuestros, promover espacios abiertos de juego y conversación. Un juego interesante es que, en parejas, padres e hijos escriban una lista de todas las pequeñas tradiciones familiares (las antiguas y actuales). Luego, todos dejan de escribir y cada pareja da lectura a sus respuestas. La pareja de padres e hijos que tiene más coincidencias gana. Este juego es una oportunidad para compartir y conversar sobre las tradiciones familiares. También es una forma de pasar un buen rato compartiendo tradiciones “simples y cotidianas” que hacen la vida más entretenida. Otra actividad interesante es ir al parque, al campo o realizar una caminata o paseo que nos acerque a la naturaleza. De igual modo, contar historias y anécdotas de sus hijos pequeños, de cuando ustedes eran adolescentes, o de la vida de los abuelos es una buena oportunidad para fortalecer la identidad de cada familia y que los hijos se apropien de su historia. 
Otra idea es que, en familia, todos hagan un cuestionario de personalidad y que cada uno traiga sus respuestas. En base a ellas, se pueden plantear interesantes historias, apreciaciones y anécdotas que resulten divertidas para todos. Además, este juego da pie a poder conversar sobre cómo es que cada uno es único y nos permite reflexionar sobre las ventajas y desventajas de tratar de hacer generalizaciones a partir de pocas preguntas o características.

Promover la salud
Las vacaciones son un buen momento para salir a caminar, probar nuevas recetas e incluso desafiar a la familia a preparar comidas saludables combinando distintos alimentos. En casa podrían organizar un concurso de recetas, para luego encontrar cuál es el plato estrella de cada quien. Además de ser divertido, esta experiencia es positiva para todos porque permite a la familia compartir tiempo de calidad, estimular su creatividad y desarrollar responsabilidad.   

Otro aspecto que resulta interesante realizar en familia es practicar algún deporte juntos. El compartir actividades al aire libre que les permitan sentirse en forma, repercutirá en la salud y el estado de ánimo de todos. También se pueden probar nuevas rutinas de ejercicios, estiramientos, prácticas de relajación etc. 
Fomentar conductas de colaboración y ayuda a los demás 
Podemos aprovechar que los chicos tienen más tiempo libre para estimular una mayor cantidad de conductas de colaboración en casa. Si bien siempre es importante que se comprometan con hábitos y rutinas que ayuden a una mejor convivencia, con mayor tiempo pueden asumir más responsabilidades: con las mascotas si las tienen, acompañando a los abuelos y ayudándolos con alguna actividad, por ejemplo. También puede ser interesante que se involucren en algún proyecto de voluntariado; por ejemplo, ordenar juguetes, libros o ropa que ya no usan para hacer paquetes y donarlos a alguien que los pueda aprovechar más, o iniciar actividades que promuevan el cuidado del medio ambiente como el compostaje, el reciclaje o la creación de un pequeño huerto en macetas o en el jardín.  
Impulsar el arte
Durante las vacaciones pueden visitar galerías y museos, al igual que ir a librerías para escoger algún libro interesante. También, es recomendable realizar actividades creativas como redecorar algún ambiente de la casa con la participación de los hermanos o de la familia, reordenar espacios, hacer trabajos de pintura, dibujo, collage, entre otros.  

Fomentar el desarrollo de un pasatiempo
Si alguien en casa tiene un pasatiempo es buen momento para promoverlo y compartirl con los demás. Se podría investigar sobre el tema y compartir lo que nos apasiona con los otros miembros de la familia.  
Promover la escritura
Escribir es una excelente manera para que los chicos aprendan a expresar sus ideas y sentimientos. Los ayuda a organizar sus ideas, promueve la creatividad y favorece la comunicación. Algunas ideas para estimular esta habilidad pueden ser: escribir cartas a gente que no ven seguido, escribir un diario familiar de las vacaciones, un blog o historias de manera colaborativa...
Si bien las actividades son provechosas, el que los niños puedan contar con un tiempo de ocio también lo es. Los pequeños y, también los adultos, necesitan aprender a darse tiempo para ellos, a hacer una pausa que les permita silenciar la gran cantidad de estímulos externos y conectarse con su mundo interior para escucharse a sí mismos, aprender a observar, a reconocer sus intereses, desarrollar su fantasía, entretenerse solos, adquirir mayor flexibilidad y potenciar su creatividad.

[1] Adaptado de: RUSTON, Delaney (junio, 2021). “Screenagers - Ideas divertidas de verano para toda la familia”. 

La casa se convierte, en cierta medida, en la “escuela de vida”, en la que los chicos tienen distintas oportunidades para entender, practicar y aprender cómo funciona parte importante de su entorno. 

La cooperación, que implica “trabajar juntos, tomar parte de algo con otros para alcanzar un fin común,[1] es positiva cuando se practica y, más aún, cuando se lleva a cabo como parte de la vida en familia.

Distribuir las tareas del hogar y aprender a hacerse cargo de algunas de ellas, trae ventajas para todos los integrantes de la familia que comparten el día a día juntos. Esta práctica es clave para la crianza, ya que contribuye a que los chicos desarrollen solidaridad, autonomía, preocupación por el otro, habilidades para trabajar en equipo, estrategias de organización, responsabilidad y compromiso con quienes los rodean.

En este contexto, es importante que los niños comprendan que la cooperación es un valor que tiene una doble dirección, debido a que implica reciprocidad. La idea principal reside en que, al beneficiar al otro, también se beneficia uno mismo, incluso sin que el otro lo haga. Es decir, si ayudo a otro, eso ya me ayuda a mí mismo. En esta línea, no hay que olvidar que la cooperación normalmente involucra a la familia completa e implica el aporte de todos de una u otra forma. Además, cabe mencionar que cuando en la familia existe cooperación, los resultados en general son mejores para todos. Hacerlo notar y ayudar a que esto se valore es un aprendizaje importante.

Si bien muchas veces las labores domésticas recaen principalmente en la empleada del hogar o en la madre, esto resulta contraproducente por la poca participación de los chicos en estas actividades que los lleva a perder importantes oportunidades de aprendizaje y crecimiento personal. De igual modo, resulta contraproducente también el mensaje que estas acciones conllevan y la posibilidad de ir construyendo estereotipos no deseados.  

Algunos estudios señalan que un indicador de éxito en la vida de los jóvenes está dado por el hecho de participar, desde pequeños, en las labores domésticas junto a con su familia. Los investigadores encuentran que en los hogares en los que los niños y las niñas realizan labores domésticas de forma igualitaria, se presenta un efecto positivo en el desarrollo de valores tales como la cooperación, la empatía y la capacidad de trabajar en equipo en las siguientes generaciones. En estos casos, los niños y niñas que se involucren en actividades del hogar y cuiden a otros miembros de la familia, estarán más preparados para ser padres responsables de sus hijos2.

Cabe señalar que la dinámica familiar se ha visto modificada hace algunos años. En primera instancia, porque que las mujeres han empezado a asumir cargos laborales más exigentes, lo que conlleva que asuman tareas más complejas que implican altos niveles de desempeño. Además, esto las obliga a ajustarse a horarios menos flexibles y más prolongados. Por ello, la dinámica familiar con una madre a cargo de todas las tareas ha experimentado un cambio importante que ha desencadenado nuevas miradas hacia la distribución de las labores cotidianas que se establecen al interior de la vida familiar.

En este marco, la pandemia del coronavirus y la situación en la que se encuentra nuestro entorno, han provocado que varias personas terminen quedándose en casa para trabajar de manera remota o apoyar a los chicos para que puedan asistir a sus las clases virtuales. También, en muchos casos, puede haber generado que la empleada doméstica haya dejado de trabajar por lo prolongada de la cuarentena y que no haya habido ayuda en casa por el riesgo de recibir personal externo. Este contexto, nuevo para todos, nos ha enseñado a apreciar la vida familiar y nos ha permitido compartir más tiempo juntos. Por ello, no podemos desaprovechar esta gran oportunidad de aprendizaje para que los niños y adolescentes comprendan que cada uno cumple un rol importante y necesario al interior de la familia. Sin embargo, existe el riesgo que, cuando comiencen algunas actividades que estuvieron suspendidas, se pierdan hábitos aprendidos, que nos gustaría mantener.

En este contexto, es fundamental conversar y enseñar a los chicos que la cooperación es un conjunto de acciones y esfuerzos que, al ser llevados a cabo en equipo, pueden permitirnos alcanzar una meta común. Asimismo, necesitan comprender que la cooperación, dentro y fuera de casa, es el resultado de la ejecución de una estrategia de trabajo conjunta que debe ser tomada como un acuerdo en el que todos se han repartido tareas en busca del mismo objetivo, que además de implicar compromisos, provee aprendizajes útiles para la vida. En general, las tareas del hogar son responsabilidad de todos. Por ello, es recomendable organizarse y distribuirlas de manera razonable. Los padres deben considerar la edad de cada niño, su estilo personal, su nivel de madurez y, además, respetar el ritmo de cada quien para apoyarlos y que logren hacerlas de la mejor manera posible. Al hacerlo, los chicos deben sentir que son útiles en casa. Para ello, es necesario que conozcan las condiciones que están aceptando y las obligaciones que estas conllevan, de modo que pongan todo su esfuerzo para sacar adelante la tarea.

En general, involucrar a los niños en las tareas del hogar desde edades tempranas, tiene un efecto positivo en su vida a corto, mediano y largo plazo. En relación a esto, debe quedar claro que una de las razones por las que, a veces, no los involucramos es porque puede resultar más rápido y mejor hacerlo uno mismo; pero de eso no se trata finalmente. La participación de los niños y adolescentes en las actividades del hogar contribuye a formar hábitos, compartir tiempo significativo en familia, fortalecer lazos afectivos y desarrollar un conjunto de valores que los acompañarán a lo largo de la vida.

Los padres deben comprender que es necesario darles tiempo a los niños y ser tolerantes con las fallas que puedan tener. Es importante ser flexibles y dejar que los pequeños lo intenten para que ganen confianza y aprendan a hacerlo cada vez mejor. Además, es básico que los adultos les brinden pautas para que sepan qué es lo que se espera de ellos. En general, estas experiencias les enseñarán tolerancia, gratitud y respeto hacia los demás, así como reconocimiento hacia las personas que realizan diferentes labores y los apoyan en casa.

REFERENCIAS:

 

[1]BERRIOS, Marina. (2020). Educar la cooperación es educar para la paz. En: https://www.hacerfamilia.com/educacion/educar-coooperacion-educar-paz-20200129122841.html

2 CAIN MILLER, Claire (2018). La desigualdad de género empieza con las tareas de la casa. En: https://www.nytimes.com/es/2018/08/15/espanol/desigualdad-genero-quehaceres-domesticos.htm

La curiosidad en las personas es innata, por lo que los niños buscan obtener información de su medio a partir de la exploración y el juego. De esta forma, conocer el porqué de las cosas genera una serie de interrogantes respecto de las vivencias cotidianas que experimentan y que les permiten plantear explicaciones. Este fenómeno ocurre de manera espontánea y puede ser aprovechado desde que los niños son pequeños. Así, se promueve la indagación, la motivación, la observación, el razonamiento, el análisis, la resolución de problemas a mediano y largo plazo; y, por último, los procesos cognitivos y de pensamiento, cada vez más elaborados, que hacen que la mente de los niños sea más permeable al conocimiento y al método científico.

Según la Real Academia Española, la ciencia es “un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente”[1].

Si bien los niños pequeños no acceden a un nivel de abstracción y sistematización del pensamiento científico, se trata de propiciar un ambiente adecuado desde los primeros años para que, a partir de los estímulos y las preguntas que se hagan, acudan a estrategias que involucren la observación, el registro y la investigación de situaciones significativas y familiares que les provoquen asombro e interés.  En síntesis, podemos decir que la curiosidad, la motivación y la capacidad de preguntar son los primeros pasos para el aprendizaje y para el desarrollo del pensamiento científico.

La información está en todas partes y es fácil acceder a ella con una computadora; sin embargo, investigar y utilizar el pensamiento científico es mucho más que buscar datos o conceptos. La puesta en práctica de este estilo de pensamiento implica usar el criterio y la intuición para hacerse preguntas y plantear hipótesis desde que son pequeños. A partir de ello, es fundamental indagar, aprender a procesar los datos recabados y ordenarlos para generar ideas, establecer relaciones de causa-efecto y crear asociaciones nuevas, así como desarrollar procesos de análisis y síntesis a partir de sus experiencias.

Antes, el profesor se preocupaba más por cómo enseñar y dar respuestas a los pequeños. Hoy en día, el cambio de paradigma en la educación y los avances en el manejo de la información son claves para que la escuela se preocupe por proporcionar las condiciones adecuadas para que los chicos aprendan, construyan conceptos y sean los generadores de conocimiento. Lo esencial es que los niños aprendan a aprender; es decir, desarrollar sus propias competencias y capacidades para conocer. Para ello, es conveniente estimular en los pequeños el pensamiento crítico, la reflexión, la creatividad y la flexibilidad para buscar soluciones nuevas frente a los problemas. Esto último, finalmente, los acercar a la ciencia y a la investigación.

El pensamiento científico implica descubrir el mundo, primero observándolo y utilizando todos nuestros sentidos y habilidades para encontrar respuestas significativas que nos ayuden a tener mayor información sobre lo que nos interesa. Así, al trabajar usando las bases del método científico, recurrimos a la observación, al registro, al ensayo-error, y al razonamiento para vincular ideas y evidencias a distintos procesos o fenómenos que nos permiten explicar otros. También, la posibilidad de plantear hipótesis, elaborar relaciones de causa-efecto y probar alternativas contribuyen a entender conceptos y explicar situaciones de nuestra vida cotidiana.

En este contexto, el aprendizaje por proyectos, que está enmarcado en el trabajo colaborativo, contribuye a que el niño no “pida” respuestas, sino que, por el contrario, se acerque al pensamiento científico al intercambiar argumentos con quienes lo rodean, reforzar sus ideas, modificar sus posturas o generar nuevas preguntas que lo lleven a seguir investigando y profundizando en temas de su interés. Además, esta metodología facilita el uso espontáneo de diversas fuentes disponibles, tales como el internet, los libros, las experiencias de los demás compañeros y la asesoría de expertos, entre otras.  

En esta línea, es importante señalar que la diversidad que existe en un grupo o en el aula fomenta el intercambio de opiniones, la habilidad de argumentar, de defender posturas y de llegar a acuerdos informados a partir del conflicto cognitivo y las controversias conceptuales, que son el primer paso para construir conocimientos.

¿Por qué es importante que los niños se acerquen a las ciencias y la investigación desde pequeños?

  • Les brinda un conocimiento más amplio del mundo que los rodea, lo que les permitirá asimilar nuevos conceptos y encontrar relaciones entre fenómenos o situaciones con mayor complejidad.
  • Promueve las habilidades vinculadas con la resolución de problemas, al fomentar la investigación y las habilidades de análisis y síntesis.
  • Desarrolla competencias y habilidades necesarias para la vida. La ciencia les permite incrementar sus lapsos de atención, los anima a tomar decisiones informadas, a buscar argumentos para sustentar sus posturas, así como a elaborar conclusiones basadas en observaciones, experimentos, datos o información concreta.
  • Desarrolla la capacidad de trabajar de manera colaborativa y creativa. Los niños aprenden a escucharse, a establecer conexiones, a plantear nuevas ideas y a buscar ideas originales.

Según lo anterior, la dinámica de trabajo en proyectos, además de promover el trabajo colaborativo, contribuye a que el profesor asuma un rol de facilitador que permite integrar distintas áreas y fusionar conocimientos y herramientas que, poco a poco, faciliten en los alumnos el relacionar, comparar, interpretar evidencias, dar significados y compartir datos para llegar a plantear nuevas preguntas y estimular con ellas su capacidad de reflexión. Todos estos son pasos esenciales para desarrollar el pensamiento científico. De esta manera, el trabajo en proyectos es una de las estrategias pedagógicas que fomenta la práctica de la investigación y el acercamiento a la ciencia.

¿Por qué es importante que los niños se acerquen a las ciencias y la investigación desde pequeños?

  • Les brinda un conocimiento más amplio del mundo que los rodea, lo que les permitirá asimilar nuevos conceptos y encontrar relaciones entre fenómenos o situaciones con mayor complejidad.
  • Promueve las habilidades vinculadas con la resolución de problemas, al fomentar la investigación y las habilidades de análisis y síntesis.
  • Desarrolla competencias y habilidades necesarias para la vida. La ciencia les permite incrementar sus lapsos de atención, los anima a tomar decisiones informadas, a buscar argumentos para sustentar sus posturas, así como a elaborar conclusiones basadas en observaciones, experimentos, datos o información concreta.

Desarrolla la capacidad de trabajar de manera colaborativa y creativa. Los niños aprenden a escucharse, a establecer conexiones, a plantear nuevas ideas y a buscar ideas originales.

 


[1] Diccionario de la lengua española (RAE), 2020. En: https://dle.rae.es/ciencia

  • Teaching qualification or University degree.
  • Teaching experience.
  • Teaching English.

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Escuchar a los niños te permite acercarte a ellos y establecer relaciones de confianza y complicidad. Además, los pequeños se sentirán valorados y respetados y tenderán a reproducir la misma actitud con el resto de la familia e incluso con otros adultos y niños.[1]

Desde que los niños son pequeños es necesario lograr establecer en casa un buen nivel de comunicación con ellos. De lo que se trata es de poder dialogar con respeto, escucharlos con atención, compartir ideas y sentimientos y disfrutar de los espacios de encuentro. Si bien esto puede parecer simple, conversar con nuestros hijos y escucharlos no es sencillo. Podemos estar presentes y oírlos, pero no necesariamente escuchar ni atender aquello que nos están tratando de decir.

Los niños, al comunicarse, usan sus propios códigos y estos varían de generación en generación; por lo que debemos escuchar y prestar atención a su entorno, para descifrar sus mensajes y lograr establecer una comunicación más fluida con ellos. 

Si desde pequeños se tienden puentes de comunicación, cuando vayan creciendo será más fácil continuar en esa línea, siempre teniendo en cuenta su edad y la etapa del desarrollo en la que se encuentran. Para lograr esto, un primer paso es generar una buena predisposición en casa hacia los espacios de conversación, brindar confianza y promover la escucha activa.

¿Qué es la escucha activa?  

“La escucha activa implica una serie de actitudes y conductas que preparan a ambas personas para escuchar y hablar, sintonizando emocionalmente”[2]

Es una manera respetuosa de tratar a los niños y en general a los demás, ya que permite que ellos se sientan escuchados y ayuda a los adultos a comprenderlos mejor. Este método, además, facilita la comunicación en la familia, potencia la empatía y enriquece los lazos afectivos.

¿Cómo poner en práctica la escucha activa con los niños?

  • Establezca contacto visual: Cuando nos comunicamos es importante hacer contacto visual con la otra persona, eso contribuye a establecer una mejor comunicación y es la clave para saber si el otro nos está prestando atención. La ausencia de contacto visual, puede provocar incomodidad y cierta desconfianza en el otro. De alguna manera, se puede decir que el contacto visual es el punto de partida de la escucha activa.
  • Póngase a la altura del niño: El agacharse o sentarse en un lugar cómodo y adecuado para conversar, buscando estar al nivel del niño, implica acortar la distancia física entre ambos y, con ello, posiblemente establecer una relación más cálida y cercana. Recordemos que resulta mucho más fácil hablar con alguien que nos está viendo mientras nos escucha.
  • Preste atención a los signos no verbales: los niños acompañan sus palabras con gestos, posturas, tonos de voz y miradas que debemos interpretar y recoger como fuentes importantes de información que acompañan su mensaje. También, es necesario e importante estar atentos a las señales que nosotros transmitimos.
  • Escuche con atención: elimine los pensamientos que pudiesen distraerlo de los que su hijo le está diciendo. Olvídese por un momento de los pendientes y de las llamadas que tiene que hacer. Recuerde que la actitud que muestre dirá más que mil palabras.
  • Empatice con su estado emocional: para los más pequeños es mucho más útil escuchar comentarios empáticos, que, de alguna manera, pongan en palabras sus sentimientos: “veo que estás triste” o “te veo muy alegre” … Esta forma de interpretar y verbalizar sus sentimientos los ayuda a identificarlos y aclararlos. Además, esto hará que se sientan comprendidos.
  • Evite interrumpir: dele tiempo para que pueda terminar de ordenar y expresar sus ideas. Déjelo completar sus frases sin poner palabras en su boca. Muchas veces, el ofrecer una sonrisa o asentir con la cabeza son una señal suficiente de que serán escuchados hasta el final.
  • Parafrasee lo que acaba de escuchar: esta estrategia le demostrará que entendió lo que quiere decir y le ayudará a aclarar las ideas y, por supuesto le transmitirá calma.
  • Emplee un lenguaje adecuado: utilice palabras sencillas y que correspondan a su edad.
  • Escuche bien sus preguntas antes de responder: al escuchar el objetivo debe ser entender y no necesariamente responder o indagar más sobre lo que pasó; recién cuando hayamos comprendido por dónde van sus dudas o necesidades es preferible responder o intervenir.
  • Haga las preguntas indicadas: Para un niño, no es sencillo reconocer y expresar sus sentimientos. Por lo tanto, las preguntas abiertas cómo “¿Qué pasó?, ¿qué sientes? o ¿por qué estás triste?”, no siempre son las más adecuadas para iniciar una conversación.
  • Agradezca lo que le cuenta: siéntase afortunado siempre que su hijo le cuente algo y hágaselo saber. Si logra establecer un lazo de confianza seguramente él sabrá que puede contar con usted cuando lo necesite.

En general, es fundamental aceptar cómo ellos se están sintiendo, y más allá de que estemos de acuerdo o no, evitar que se sientan juzgados. De esta manera, estaremos contribuyendo a que expresen sus sentimientos y aprendan a verbalizar sus emociones, con la confianza necesaria y en un ambiente familiar con el que se sienten cómodos. Es importante que para ellos quede claro que, más allá del resultado que obtengan de la conversación, con ella se está buscando apoyarlos y entender cómo es que cada una de las partes se siente y cuáles son sus necesidades. En general, ser un buen oyente es clave para conseguir una comunicación más eficiente. Finalmente, el mantener una comunicación y una escucha activa, nos ayudará a propiciar un acercamiento con nuestros hijos, conocerlos mejor, reconocer sus gustos, preferencias e intereses y saber cuándo tienen un problema o se sienten mal para estar allí y apoyarlos. 

Referencias:

 

[1] DORADO, Oscar (2018). La importancia de escuchar a los niños. En: https://eresmama.com/la-importancia-de-escuchar-a-los-ninos/

[2] DELGADO, Jennifer (2021) ¿Qué es el método de Escucha Activa? En: https://www.etapainfantil.com/metodo-escucha-activa

 

La pandemia ha generado un gran impacto en la vida de todos y, de manera especial, en los niños. Una de las consecuencias del cierre de los colegios, la virtualidad y las diferentes restricciones que hasta hoy se mantienen, es, entre otras, haber perdido oportunidades de aprendizaje social, y haber vivido interrupciones significativas en su vida cotidiana y en su desarrollo.

Lamentablemente, durante la pandemia, los pocos espacios de socialización han tenido que darse de manera distinta a la que estábamos acostumbrados. Por ello, la COVID ha traído efectos tales como la disminución del contacto con otros. Esta situación afecta significativamente, las interacciones sociales en todos los ámbitos, principalmente para los niños.

Si para los pequeños podría haber sido difícil el retorno al colegio después de las vacaciones, esta vez las emociones que traerá el volver a la escuela serán diferentes, tanto para los niños como para los más grandes, e incluso para las familias y los profesores. Todos tendrán que adaptarse al nuevo contexto y mostrarse flexibles para ir descubriendo juntos las metodologías y actividades que funcionan con cada grupo y aquellas que no. Además, el reencuentro tendrá una dimensión distinta, en tanto los chicos han crecido, han cambiado su fisonomía, su forma de relacionarse y, muchos incluso, están pasando de una etapa del desarrollo a otra. Así, el retorno a las aulas implicará un proceso de adaptación mayor para todos y será momento de “reconocer” a los chicos y ser empáticos para que cada uno, a su propio ritmo, pueda recuperar las interacciones suspendidas por tanto tiempo.

En este contexto, es necesario que padres, profesores y autoridades escolares preparen un regreso seguro y acogedor para todos, pues niños y padres se sentirán entusiasmados, pero a la vez nerviosos y con algún temor hacia el retorno.  

En este periodo, dado que las actividades y la dinámica escolar habían cambiado, habrá que reaprender a socializar cara a cara. Por ello, para que esta transición no sea tan compleja, presentamos algunos consejos que podrían resultar útiles:

Mantener una conversación abierta con sus hijos. Promover que los niños puedan manifestar sus emociones y expliquen aquello que les preocupa sobre el retorno. Es importante ser empáticos con sus preocupaciones, contestar sus preguntas y hacerles saber que es normal estar nerviosos y que, por lo general, las situaciones nuevas producen expectativas, temores y, posiblemente, ansiedad. Asimismo, es necesario transmitir la seguridad de que en el colegio estarán seguros.

Explicar los cambios de manera sencilla y anticipada. Es primordial que los niños conozcan la nueva rutina que encontrarán al regresar al colegio. Por ejemplo, la necesidad de usar mascarillas o de mantener la distancia física requerida en todo momento, incluso al vincularse con sus amigos o profesores. También, es necesario que se familiaricen con el horario y la forma en la que trabajarán, la división en grupos cuando los hubiera, la rotación de profesores y los lugares hábiles para desenvolverse dentro del colegio.   

Promover los hábitos de higiene y cuidado en casa y en la escuela. Es fundamental que los padres den un buen ejemplo de cuidado en casa y en las actividades que realicen como familia. Solo así los niños asumirán una actitud responsable con los protocolos que deben seguir en la escuela. Por ejemplo: no quitarse las mascarillas al estar en reuniones, lavarse las manos con frecuencia, etc. Cuando los niños entienden el porqué de estas medidas y ven que sus padres y familiares las siguen, es más probable que las repliquen.

Dar seguridad y calma hablando de los protocolos. Contarles sobre los cambios que están implementándose en la escuela para ayudar a cuidarlos y a velar por la salud de todos. En esta línea, es necesario hacer hincapié en que también ellos son parte importante de estos cuidados y que, así como deben cuidar de sí para no verse afectados, deben ser cuidadosos con los demás.

Animar a los niños a buscar nuevas formas de vincularse.  Ya sea en la escuela o en casa, los padres y profesores deben animar a los chicos a buscar diferentes formas de relacionarse y de abrirse para conocer nuevas personas y hacer nuevos amigos. Por ejemplo, promover actividades o juegos con los niños del salón fuera del ámbito escolar, en parejas o tríos y en lugares abiertos, siempre con respeto a las medidas de seguridad y a los grupos con los que les ha tocado frecuentar en el colegio. También, procurar darles ideas creativas para jugar con sus pares, a través de distintos medios. En esta línea, es importante recordar a los padres que el juego es necesario para el desarrollo de los niños y, que, en este contexto, adquiere un rol protagónico.

Compartir con los niños lo positivo que tendrá el regresar al colegio. Explicarles que podrán estar con sus amigos y sus profesores, así como trabajar en conjunto para seguir aprendiendo diferentes habilidades, aunque aún no sea posible asistir todos los días al colegio. Además, es necesario que, como padres, enfaticemos el gran cambio que estamos viviendo y que nos relacionemos con los chicos con calidez y empatía. Así, podrán valorar las diferentes oportunidades que van apareciendo y mostrar buena disposición hacia la nueva convivencia. También, es positivo enfatizar sobre el valor de la amistad y la familia, así como sobre la importancia de mostrar sensibilidad hacia los demás y preocuparse por el otro.

Enseñar a expresar verbalmente si se sienten mal. Es bueno que los niños sepan identificar y expresar sus emociones a los adultos que están a cargo de ellos, al igual que si tienen algún malestar físico. Conviene enseñarles y conversar con ellos acerca de los síntomas de salud que deben reportar: dolor de cabeza o de garganta, tos, dolor corporal, cansancio, dificultad para respirar, entre otros. También, mencionarles que podrían sentirse nerviosos o agobiados al regresar a la escuela y que esto puede tomar un tiempo hasta que logren adaptarse a las nuevas rutinas y horarios. Por ello, es necesario que se sientan cómodos para expresarse.   

Establecer contacto visual. El contacto visual, cada cierto lapso, es una herramienta muy importante al momento de comunicarse, ya que permite conectar con tu interlocutor. Además, también es esencial para que la persona se sienta escuchada durante una conversación. Lamentablemente, después de dos años detrás de las pantallas puede que el contacto visual resulte un tanto incómodo o poco familiar. Sin embargo, hay que darle la importancia necesaria y fomentarlo en la medida adecuada en los pequeños de tal manera que sus interlocutores sientan que les están prestando la atención necesaria. Esto también, porque con el uso de las mascarillas la comunicación se hace más difícil.

Escuchar con atención. Volver a socializar va a tomar a todos algo de esfuerzo, lo mismo que focalizar la atención para escuchar en el aula. Hay que reconocer que en casa y tras la pantalla todos tenían muchos distractores que, ahora en la presencialidad, estarán más controlados. Otros ejemplos vinculados a la atención y a la socialización pueden ser que, en un inicio, los chicos presenten dificultades para acostumbrarse al ruido, o a estar con mucha gente en el mismo lugar. Por ello, el proceso de adaptación debe ser paulatino. Al inicio, es recomendable que los niños establezcan gradualmente contacto con sus pares y profesores, de modo que inicien juegos con grupos pequeños que les permitan prestarse atención y retomar vínculos.

Procurar manejar las propias emociones. Dado que los niños absorben lo que ven en casa, es importante que los adultos cercanos (como sus padres y profesores), busquen desarrollar diferentes estrategias para controlar sus emociones e intenten mantenerse tranquilos en las diferentes situaciones nuevas que se pudieran presentar. Esto, para no transmitir miedo, ansiedad o inseguridad a los chicos.    

El regreso a la escuela, tan esperado, puede demandar un esfuerzo emocional de todos, de unos más que de otros. Por ello, es importante ser flexibles para brindar a cada uno el tiempo y el soporte que requiera. Asimismo, los padres debemos ayudar a los niños a prepararse y a construir perspectivas positivas hacia el retorno y, los maestros, estar atentos a que la escuela sea ese espacio seguro de socialización que los chicos tanto necesitan.

Referencias:

Paciencia es la capacidad de tolerar adversidades con fortaleza, sin alterarse. También es la habilidad para hacer cosas minuciosas, la facultad de saber esperar cuando algo se desea y la capacidad de perseverar. No obstante, no se debe confundir una persona paciente con alguien indiferente o pasivo, ya que estas características podrían sugerir una persona que acepta las cosas y no lucha por alcanzar sus objetivos, lo que es muy distinto de lo que queremos cultivar en nuestros hijos.

En la actualidad, ya no es suficiente con satisfacer las necesidades de los niños, sino que, además, hay que hacerlo de forma inmediata. En este contexto, aparece la intolerancia a la espera como resultado de una sociedad bastante ansiosa que está acostumbrada a resolver las distintas situaciones con prisa y, por lo general, a través de un dispositivo digital. Esto último, en buena parte, debido a los servicios digitales y a la cantidad de estímulos a los que están expuestos los chicos que los están volviendo cada vez más impacientes. Por ejemplo, nos sentimos frustrados si una página web demora en cargar 20 segundos, si la computadora no prende o si una película no comienza a reproducirse de manera inmediata. De igual manera, los pequeños esperan que les contesten los mensajes al instante. Por ello, todos, pero principalmente los niños, que son considerados “nativos digitales”, han desarrollado “impaciencia” y una marcada necesidad de lograr una gratificación inmediata en distintos ámbitos de sus vidas.

Sin embargo, con frecuencia se presentan situaciones que requieren de la capacidad de espera, ya que tienen un “efecto diferido”; es decir, que los resultados se obtienen después de transcurrido un tiempo necesario. Esto ocurre en distintas circunstancias, especialmente en el trabajo escolar, donde lo esperado se manifiesta tras perseverancia, maduración, práctica y constancia, habilidades que no proceden de manera inmediata, sino en el mediano y largo plazo.

En este contexto, es frecuente que hoy en día, los chicos muestren, además, cierta vehemencia, lo que podría estar vinculado a la falta de autorregulación e impulsividad y, como consecuencia, afectar la adquisición de aprendizajes. Las respuestas inmediatas (automáticas) podrían estar acortando los lapsos de atención, lo que no estimula la reflexión, sino la búsqueda de lugares comunes que se aceptan con facilidad, y que evitan el procesamiento más profundo de la información, entre otras habilidades. En cierta medida, la inmediatez contribuye a la superficialidad de las percepciones, no hay que perder de vista que la riqueza de las experiencias reside en su procesamiento "a fuego lento".

Asimismo, es interesante mencionar que, en un reciente estudio realizado en Inglaterra[1], se encontró que el 95% de los participantes estaba de acuerdo en que la paciencia es una virtud. Sin embargo, también el estudio mencionó que la paciencia “se está convirtiendo en una cualidad extremadamente rara en la sociedad moderna”[2].

¿Entonces cómo cultivar la paciencia en los niños?

 

Aquí se plantean un conjunto de estrategias que podrían ser de utilidad:

 

  • Ser ejemplo. Para lograrlo, es importante reconocer tu estado emocional y buscar tu propia tranquilidad, solo así podrás acompañar el aprendizaje de tu hijo. Además, debes ser paciente contigo mismo y cuidar la forma en que reaccionas frente a una situación que se sale de lo planificado. Así, es importante preparase para los inconvenientes y no crear expectativas demasiado altas.
  • Cuidar de uno mismo. La vida saludable, la reflexión, el hacer pausas y ejercicio, escuchar música, meditar y sentirte tranquilo te ayudará a tener calma.
  • Aceptar tu ritmo y el de los demás. Cada persona desarrolla su estilo y forma personal de entender el tiempo. Es posible que tu ritmo sea más acelerado que el de tu hijo, por lo que es necesario reconocerlo y aceptarlo sin presionarlo en sus actividades cotidianas. Por ejemplo, si tiene una tarea, no necesariamente debe realizarla ya. Si se tarda o prefiere avanzar por partes, no se desesperen, está construyendo su propio ritmo. Y, sobre todo, es importante no caer en la trampa de hacer las cosas por él “porque así es más rápido”.
  • Cumplir las promesas. Es importante que tu hijo vea que al final de la espera se llega a la meta ofrecida. Si no, recibirá el mensaje de que esperar no vale la pena y perderá la confianza en ti.
  • No resolver todo de inmediato. Los niños necesitan ciertos niveles de esfuerzo y frustración para aprender a solucionar problemas. Si tú haces las cosas por él, no aprenderá a defenderse por sí mismo y desarrollará baja tolerancia a la frustración.  Por ello, es fundamental que le des la posibilidad de aprender a esperar, así entenderá que las metas u objetivos requieren de esfuerzo, perseverancia y tiempo para conseguirse. En general, enséñale a esperar antes de atenderlo y a no interrumpir las conversaciones cuando quiere algo.
  • Utilizar el diálogo. Dedica tiempo a reflexionar con tu hijo y a explicarle por qué es necesario tener paciencia. Asimismo, es positivo anticiparle las cosas para que esté preparado y pueda organizarse mejor. También, es importante que converses con él sobre sus expectativas y de cómo hay momentos en que nos sentimos fastidiados al no poder cumplirlas. Le ayudará que le cuentes alguna experiencia tuya en la que tuviste que esperar y tener paciencia para conseguir lo que querías. Finalmente, también es importante reconocer sus avances.
  • Realizar actividades en familia. Plantear actividades que implican esperar o respetar turnos es positivo. Por ejemplo, los juegos de mesa, el plantar una semilla, elaborar un pastel y decorarlo, armar un rompecabezas o un lego, etc. También es favorable utilizar cuentos en los que el personaje se destaca por su paciencia y perseverancia.
  • Enseñar a diferenciar entre deseos y necesidades. Es fundamental que tu hijo entienda que existen prioridades y que él no es el único que desea o necesita alguna cosa. También, es indispensable hacerle entender cuál es la diferencia entre una necesidad básica y un deseo. 

 

La paciencia es una virtud a la que no siempre le prestamos mucha atención. Sin embargo, si se practica, nos ayudará el resto de nuestra vida. La paciencia contribuye a que vivamos más tranquilos, seamos comprensivos y aprendamos a manejar mejor las dificultades. De igual modo, al desarrollar paciencia somos capaces de esperar con calma y perseverar para que las cosas sucedan, sin perder el entusiasmo.


“Vivir sin paciencia es, inevitablemente, vivir sin calidad de vida. Es arriesgarse a vivir con estrés constantemente, y dejar que este se transforme en la regla en lugar de ser la excepción”.[3]

 

Referencias:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] https://www.studyfinds.org/hurry-up-modern-patience-thresholds-lower-than-ever-before-survey-finds/

[2] https://www.economiadigital.es/tecnologia/la-tecnologia-nos-hace-mas-impacientes_647927_102.html

[3] https://www.universia.net/mx/actualidad/vida-universitaria/importancia-paciencia-mundo-digital-1161010.html

Las normas de convivencia son un conjunto de pautas de comportamientos sociales que han sido establecidas por un grupo de personas o una comunidad. Estas normas se sustentan en el respeto que debe existir entre los individuos, buscan promover el buen trato y la vida en armonía dentro de la sociedad. De esta manera, las normas de convivencia están respaldadas por un conjunto de valores tales como el respeto al otro y sus derechos, la honestidad, la igualdad, la tolerancia, la solidaridad, la responsabilidad, el compañerismo, el sentido del deber, el trabajo en equipo, entre otros.

El entendimiento de los valores que se comparten en un espacio o institución, así como actuar en concordancia a los mismos, favorece la posibilidad de vivir en un espacio constructivo y organizado, en el que se comparte un código de conducta y principios que permitan el buen fluir cotidiano. Asimismo, estas normas consensuadas ayudan a prevenir algunos conflictos y, cuando estos se presentan, permiten una mejor solución de estos.

Es importante mencionar que las normas de convivencia varían en función de los contextos culturales, del tipo de relaciones que se establezcan entre los integrantes de un determinado grupo y del espacio físico en el que se manifiestan. Sin embargo, debe quedar claro que, si bien varían las pautas de convivencia en relación al contexto, siempre debe existir coherencia entre ellas y las acciones que se llevan a cabo en una determinada situación, ya que se basan en los mismos principios y valores. Por ejemplo, existen distintas normas de convivencia, siempre guardando coherencia, en un espacio familiar que en uno pedagógico, laboral, virtual, público o profesional.

Como sabemos, el hombre es un ser social por naturaleza y, para poder alcanzar un equilibrio entre su integridad física y su salud mental requiere distintos espacios de socialización que le permitan desarrollarse en diferentes ámbitos. Por ello, “La importancia de la convivencia recae en el reconocimiento individual como un ser social para conocer y aceptar a otras personas con sus propias diferencias o características. Además, la convivencia es necesaria para vivir en armonía con todo aquello que rodea el entorno en donde se habita”.

En este contexto, cabe recalcar que las normas de convivencia brindan seguridad y promueven la vida en un ambiente pacífico y organizado. Además, estos “acuerdos sociales” contribuyen en la transmisión de hábitos adecuados y saludables para lograr un ambiente de trabajo más seguro y productivo, así como la construcción del sentido de pertenencia. Considerando lo señalado, las normas de convivencia son necesarias para la vida en sociedad, debido a que favorecen la consolidación de valores indispensables para el crecimiento colectivo.

Podemos tomar como ejemplo la convivencia y buena relación entre los vecinos de un edificio, donde es necesario llegar a acuerdos con respecto al uso de las zonas comunes, el horario de trabajo y la organización de eventos. Por su parte, tanto en el ámbito escolar como laboral, algunos ejemplos comunes podrían ser esperar turnos para hablar en el aula o en una reunión de trabajo, respetar las opiniones de los demás, no agredir física ni verbalmente a los compañeros o colaboradores, ser puntuales, respetar el código de vestimenta, el lenguaje a utilizar, el uso de dispositivos electrónicos, el ingreso a determinadas páginas webs, entre otras.

Dada la importancia de lograr una buena convivencia en casa y en los distintos ámbitos en los que nos desempeñemos, ¿cuáles podrían ser pautas a tomar en cuenta para desarrollarla? Algunos breves consejos para los padres de familia se presentan a continuación:

  • Siempre da el ejemplo e intenta mantener una convivencia saludable en casa. 
  • Empieza a introducir límites y normas de convivencia en casa desde temprana edad.
  • Tómate el tiempo necesario para reflexionar con los chicos para que vayan asumiendo estas normas como propias y siempre busca ser coherente con los valores y principios que les estás enseñando. De esta manera, estarás contribuyendo a la construcción de su autonomía moral.
  • Explica la importancia de las pautas establecidas en casa para lograr una buena convivencia, haz visibles las consecuencias favorables para todos. Es necesario que los niños, desde que son pequeños, comprendan el sentido y el porqué de estas normas. Ello les permitirá no sentirlas como impuestas o negativas, sino acercarse a la comprensión de la regla de oro “no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”.
  • Promueve un clima agradable y cálido en casa, un espacio en el que todos puedan dar su opinión y construir las normas en conjunto para el beneficio colectivo.
  • Plantea normas claras desde el inicio, intenta que sean comprensibles y comunicables para todos.
  • Establece consecuencias lógicas para cuando las normas no se cumplan. En ese sentido, es necesario que los chicos puedan mantener una comunicación fluida con los diferentes miembros de la familia y que entiendan qué sucederá si rompen un compromiso o norma. Es importante mencionar, que esto no implica plantear “premios” y “castigos”, sino por el contrario, alejarnos de esta estrategia que promueve el “condicionamiento” de los chicos y que es superficial. Los premios y castigos no enseñan una habilidad o conducta sino, promueven que el niño evite o repita una situación o respuesta para conseguir lo que busca. Es decir, al utilizarlos como estrategia, si bien se puede conseguir que los niños hagan aquello que los adultos desean, lo hacen sin comprender el por qué es lo más importante y no interiorizan el beneficio de aquello que están haciendo para ellos y su entorno. En estos casos se promueve el desarrollo de una motivación extrínseca y no intrínseca que es lo que finalmente queremos lograr. 
  • Fomenta espacios de conversación o negociación, donde los chicos aprendan a ver el punto de vista de los otros y a coordinar con ellos. Esto contribuye también al desarrollo de la empatía, la capacidad de ponerse en los zapatos del otro e ir construyendo el sentido del bien común.
  • Busca mantener un enfoque equilibrado de conducta en casa en el que no se promueva ninguno de los extremos.
  • Evidencia una posición sólida, pero compartida y coherente. Las normas de convivencia deben estar pensadas tomando en cuenta la armonía y el respeto que debe existir entre todas las personas que comparten un espacio.
  • Promueve la equidad, la justicia y el reconocimiento de los logros en familia.

 

¿Qué beneficios trae seguir las reglas de convivencia en los distintos espacios y en la sociedad en general?  

  • Promueve la adquisición de valores.
  • Favorece al individuo y al grupo.
  • Fomenta seguridad, respeto y protección.
  • Contribuye a la adquisición de autodisciplina y autonomía moral.
  • Permite desarrollar hábitos y formas de comportamiento saludables.
  • Ayuda a que los chicos puedan saber identificar qué se espera de ellos en cada una de las diferentes situaciones o espacios.
  • Posibilita la concordancia, la armonía y el trato amable entre los miembros de una comunidad.
  • Genera un ambiente democrático, de respeto y cariño.

 

Establecer adecuados lazos y normas saludables de convivencia en casa es fundamental para luego aprender a convivir en sociedad. Estas normas de convivencia no solo nos ayudarán a compartir mejor en la familia y en la escuela, sino que también nos convertirán en mejores ciudadanos.

 

Referencias:

 

 

 

[1] Convivencia: En: https://conceptoabc.com/convivencia/#:~:text=La%20importancia%20de%20la%20convivencia,entorno%20en%20donde%20se%20habite.

Innovación y creatividad

 

 “La creatividad es inventar, experimentar, crecer, tomar riesgos,

 romper reglas, cometer errores y divertirse.”
Mary Lou Cook

 

En los últimos años, cada vez más, se escucha hablar de innovación y creatividad. Estos términos, de alguna manera, se han convertido en palabras “de moda” y, desde hace ya varios años, se busca promoverlas en la educación de los niños y jóvenes.

Tanto la creatividad como la innovación son cualidades cada vez más valoradas en el mundo en el que nos movemos. ¿Qué implicancias tiene esto para los padres y para los educadores? ¿Pueden los padres contribuir al desarrollo de actitudes innovadoras y creativas en sus hijos? ¿La innovación y la creatividad son cualidades innatas o son aprendidas?

Si bien todos tenemos la capacidad ser creativos e innovadores, hay estudios que evidencian que cuando somos niños, tenemos mayores niveles de creatividad debido a que no hemos absorbido creencias, prejuicios ni pensamientos o rutinas respecto de lo que es o debe ser, que luego limitan nuestras posibilidades de experimentar, arriesgar y soñar. Entonces, está claro que a temprana edad es cuando la creatividad y la innovación pueden ser cultivadas con mayores posibilidades de éxito. Esto último, porque los niños son mucho más receptivos y abiertos a distintos tipos de estímulos y, además, cuentan con altos niveles de imaginación, sin los frenos de la lógica adulta ni las rutinas o costumbres que inculca la vida en sociedad.

En esta línea, también es importante señalar que el desarrollo de la creatividad está íntimamente ligado al desarrollo del cerebro y a las múltiples conexiones que se irán estableciendo en los primeros años. Si bien el desarrollo de la creatividad tiene un componente genético, este se verá influenciado por el tipo y la cantidad de experiencias que tenga el niño. Recordemos que en la primera infancia el cerebro es maleable y que irá cambiando su configuración hasta alcanzar su potencial. Así, el desarrollo de la creatividad se dará, en parte, en base a las diversas oportunidades que tenga el niño para crear nuevas conexiones neuronales que le brindarán mayor capacidad para afrontar una diversidad de situaciones y retos.

Como padres, debemos desarrollar nuestras propias actitudes y capacidades para la creatividad y la innovación, si queremos promoverlas en nuestros hijos. ¿Cómo podemos lograrlo?

  • Brindar a los chicos distintas experiencias y oportunidades en diferentes ámbitos de modo que amplíen sus horizontes. Es conveniente exponerlos a diversos temas, presentarles distintas actividades y motivarlos a probar diferentes situaciones. En esta línea, es importante abrir nuestra mente a diversas posibilidades al momento de enfrentar y resolver un problema.
  • Despertar su deseo de investigar es una tarea importante. En este sentido, es fundamental mantener latente su curiosidad y su inquietud por conocer el porqué de las cosas.
  • Promover el interés por idear nuevas propuestas, por inventar y elaborar “productos” con diferentes elementos, más que adquirirlos o comprarlos.
  • Brindar a los chicos un espacio en el que se sientan cómodos para usar su imaginación y proponer ideas nuevas.
  • Ser flexibles con nosotros mismos y con las ideas que la familia plantee. Esto nos ayudará a disminuir nuestras creencias fijas o limitantes.
  • Actuar de manera espontánea, permitiéndonos compartir las ideas que vayan surgiendo y que vayamos evaluando. En esta línea, motivar la búsqueda de nuevos retos y la capacidad de aceptar pequeños riesgos.
  • Explorar soluciones poco convencionales frente a distintos problemas y evaluar siempre el resultado, los posibles errores y las oportunidades de mejora.
  • Abordar los buenos y malos momentos como nuevas experiencias de aprendizaje.

Así, será más fácil y coherente el fomentar la creatividad y la innovación en el desarrollo de nuestros hijos a través de estrategias como:

  • El juego que despierta y potencia la creatividad en los niños. Ellos, al usar su imaginación, inventar personajes, reglas y asumir roles son capaces de representar, a través del juego, el mundo que los rodea y todo aquello que comienzan a descubrir. Además, el juego es un espacio de distensión, donde los niños se sienten cómodos y libres para expresarse, experimentar y disfrutar de sus experiencias. De igual modo, el juego despierta la espontaneidad, la intuición, la capacidad de análisis y de asumir distintos roles que los ayudan a ponerse en el lugar de los demás y a ver el mundo desde otra perspectiva.
  • El arte en sus distintas expresiones promueve la capacidad creativa. El arte, cuando es una actividad abierta y sin parámetros estrictos, da pie a la libre expresión, a la construcción, a la creación, la interpretación, la composición, el dibujo, la danza, entre otras actividades, todas ellas excelentes para el desarrollo de la sensibilidad, la empatía y la creatividad.
  • Fomentar la solución de problemas: La capacidad de pensar y relacionar diferentes variables para solucionar diversos problemas también es una muy buena estrategia para desarrollar la creatividad. El que los chicos aprendan a desarrollar propuestas para atender o solucionar situaciones diversas contribuye en este sentido. Por ejemplo, las matemáticas enfocadas en desarrollar la capacidad de resolver problemas diversos y de distintas formas, usando diferentes herramientas o estrategias, puede desarrollar la creatividad de gran manera.
  • Retroalimentar fomentando la mentalidad de crecimiento. La creatividad se puede manifestar a través de ideas, propuestas y puntos de vista. Por ello, es importante estimular a los niños para que se sientan cómodos y tranquilos de poder compartir sus ideas con los demás. Esto, sin halagarlos de manera indiscriminada. Si bien es positivo felicitar cuando corresponde, también es adecuado realizar sugerencias y críticas constructivas que los ayuden a ver la situación desde una perspectiva distinta. La idea es que los chicos se sientan satisfechos con sus logros, pero que también sean capaces de identificar aquellos aspectos en los que pueden mejorar.  
  • La lectura proporciona placer y nos permite viajar a mundos nuevos. A través de la imaginación de mundos distintos o lejanos, así como de la fantasía, la lectura puede brindar al niño conocimientos, distintas perspectivas y un vocabulario que amplíe su mundo y su forma de entender y afrontar la vida.
  • El contacto con la naturaleza nos ayuda a volver a la calma y despierta nuestra creatividad. El estar en contacto con la naturaleza y en espacios al aire libre nos recarga de nuevas energías, nos relaja y nos ayuda a recuperar la serenidad. El hacer un alto y salir de la rutina contribuye a ver las cosas desde otra perspectiva, motivándonos a crear y a aprender.  

Si damos un espacio a la creatividad, el niño crecerá en un ambiente rico y estimulante que lo ayudará a no perder su curiosidad. Además, el contar con espacios y medios que contribuyan a estimular nuestra creatividad, permitirá un desarrollo adecuado de la motivación, mayor apertura y flexibilidad hacia el entorno y, finalmente, una mejor capacidad crítica frente al mundo.

 

Referencias:

Construyendo hábitos saludables para la vida

La OMS[1] define la salud como un estado de bienestar físico, mental y social. Por ello, es importante promover en los niños, desde pequeños, hábitos saludables que involucren estos tres aspectos de su desarrollo. Al respecto, los especialistas coinciden en que es bueno comenzar a temprana edad para desarrollar prácticas que, idealmente, se incorporen al quehacer diario de los chicos.

Los niños, con la curiosidad y la capacidad para aprender que los caracteriza, están en el mejor momento para adquirir comportamientos que les permitan llevar una vida sana y equilibrada, tanto en el aspecto físico como en el emocional. Además, posteriormente, este aprendizaje les ayudará a sentar las bases de una buena salud y les permitirá prevenir posibles problemas en la adultez.

¿Qué es un hábito saludable?

Un hábito saludable es aquel comportamiento que realizamos de manera frecuente y que afecta de forma positiva nuestro bienestar físico, mental y social. En general, los hábitos saludables están relacionados con la alimentación, la higiene, el ejercicio y el sueño, entre otros aspectos.

Es importante tener en cuenta que para que un comportamiento sea considerado un hábito, debemos ser capaces de repetirlo y mantenerlo en el tiempo. Por ello, es necesario ir incorporando estas conductas en nuestra actividad diaria hasta que sean parte de nuestra rutina y podamos acompañar a nuestros hijos en el desarrollo de las mismas.

¿Qué hábitos saludables debemos inculcar a nuestros niños?

  • Comer de forma sana y equilibrada. Es importante que los niños aprendan a incluir distintos alimentos en su dieta diaria y que lo hagan en una proporción adecuada, teniendo cuidado con la ingesta de azúcares, grasas y alimentos procesados. En esta línea, es necesario enseñar a los pequeños a comer frutas y verduras, y acostumbrarlos a saborear los alimentos de forma natural, sin que estén acompañados de aditivos artificiales. También, es básico que aprendan a discriminar cuáles alimentos son saludables y cuáles no. Si bien no es positivo irse al extremo de desterrar algún tipo de alimento y sacarlo de la dieta para siempre, es beneficioso educar a nuestros hijos para que aprendan a identificar los alimentos que les convienen y aquellos que pueden ser inadecuados para su salud. Otro aspecto a considerar es que aprendan a comer en las horas adecuadas y en porciones de acuerdo a su edad. Además, es necesario enseñarles a comer dándoles el tiempo y el espacio suficiente para disfrutar de la comida y asimilar los alimentos. Finalmente, es fundamental que el momento de la comida sea placentero, que nos permita pasar un rato agradable y compartir en familia.
  • Beber agua. El agua es importante para hidratar nuestro cuerpo, no solo porque está conformado por una gran cantidad de agua, sino también para eliminar las toxinas que se acumulan en el día a día. Además, tomar agua ayuda a hidratar los distintos órganos del cuerpo, lo que contribuye a su buen funcionamiento.
  • Practicar un deporte o hacer ejercicio. Realizar ejercicio como parte de la rutina diaria resulta beneficioso para la salud física, emocional y social de quienes lo practican. La OMS plantea que la persona que realiza ejercicios de forma regular tiene mayor probabilidad de llevar una vida sana y un mejor desarrollo que aquel que no lo practica. Si bien los niños suelen tener una enorme actividad física de forma natural, es necesario inculcarles una rutina deportiva que puedan realizar frecuentemente. Además, es esencial que disfruten de la actividad que practican y que no la hagan por obligación. Según la edad, los expertos sugieren dedicar un tiempo específico al ejercicio: hasta los 5 años es suficiente con la actividad espontánea que realizan los niños, en escolares y adolescentes lo recomendable es que practiquen de 30 a 60 minutos diarios de actividad física. Esto, además de brindar espacios de desarrollo y relajación, contribuye a reducir la cantidad de horas que los chicos pasan frente a la pantalla.  
  • Mantener una higiene adecuada. La higiene es básica para evitar problemas de salud. Por ello, es importante acostumbrar a los niños a lavarse las manos antes de cada comida, después de ir al baño, de acariciar un animal y al llegar a casa. Como se sabe, llevarse las manos sucias a la boca puede desencadenar un conjunto de enfermedades. Por el contrario, las manos limpias reducen hasta en un 50% el riesgo de enfermarse de gripe y otro tipo de afecciones. En esta línea, el cubrirse para toser o estornudar, así como el lavarse los dientes después de cada comida contribuyen a mantener una adecuada higiene respiratoria y bucal. Finalmente, es necesario que los chicos entiendan la importancia de bañarse todos los días.
  • Promover el descanso. Dormir es tan importante como la nutrición en el desarrollo del niño. Si bien las horas de sueño varían según la edad, es común que a partir de los 3 o 4 años, ya se establezca una rutina de entre 8 y 10 horas de sueño con algunas variaciones según las características de cada niño. Por ello, es fundamental conocer a nuestro hijo y saber las horas de sueño que necesita para sentirse bien durante el día. El buen sueño favorece el crecimiento, el estado de ánimo, el rendimiento escolar y el desempeño del niño durante el día.
  • Interactuar con otras personas con empatía. Una parte importante de la madurez del pequeño se adquiere a través de la interacción con otras personas. Los niños necesitan estar en contacto con otros para mantener un adecuado equilibrio emocional, desarrollar autonomía y un conjunto de valores tales como el respeto, la solidaridad, la tolerancia, la amabilidad y el buen trato. Además, al relacionarse con otros niños, los pequeños aprenden diferentes habilidades sociales y estrategias para solucionar conflictos, llegar a acuerdos, respetar turnos y reforzar vínculos con sus pares.
  • Estar en contacto con la naturaleza y poner en práctica acciones sostenibles. El estar en espacios abiertos y en contacto con la naturaleza es uno de los hábitos saludables que podemos enseñar a nuestros pequeños. El permitir que los chicos jueguen, paseen y cuenten con actividades al aire libre los ayuda en su desarrollo y en la mejora de su salud mental. La calma vinculada a la naturaleza, salir de la rutina y alejarse del ruido contribuyen a reducir el estrés y brindan tranquilidad emocional. De otro lado, es también nuestra tarea como padres inculcar el cuidado y la preocupación por el medio ambiente en los chicos realizando en casa actividades sostenibles.
  • Colaborar con las actividades de la casa. Crear el hábito en los niños de colaborar en las tareas del hogar es también promover la autonomía y cooperación. Esta práctica no solo ayuda a que los chicos se sientan parte importante de la familia, sino que aprenden que, en casa, todos tienen derechos y obligaciones.

En resumen, el objetivo es modelar las actividades cotidianas con el propósito de desarrollar hábitos adecuados y un estilo de vida saludable. Como vemos, la suma de realizar ejercicio, mantener una alimentación balanceada, contar con un sueño reparador y practicar hábitos de higiene junto con actividades al aire libre y en interacción con otros niños contribuirá a que nuestros hijos gocen de una vida sana y equilibrada tanto en el aspecto físico como en el emocional.

Referencias:

 


[1] Organización Mundial de la Salud

Extraversión e introversión ¿A qué hacen referencia estos perfiles?

Es frecuente escuchar hablar sobre la extraversión y la introversión como dos rasgos de la personalidad, pero ¿entendemos a qué hacen referencia estos conceptos desde la psicología? ¿Qué quiere decir ser una persona extravertida o introvertida y qué características suelen acompañar a estos rasgos? Por último ¿cuáles son las fortalezas y debilidades de cada uno de estos perfiles?

Cada niño es un mundo con sus propias características y es imposible catalogarlo con un adjetivo que lo defina: ningún niño ni adulto pertenece exclusivamente a uno u otro grupo.  En otras palabras, todas las personas, niños y adultos, comparten ambos rasgos, aunque en mayor o menor medida, según sus características innatas, aprendidas y las circunstancias actuales.

En las siguientes líneas estamos planteando algunas de las características generales que suelen presentar los niños extravertidos e introvertidos, pero debemos advertir que no se trata de una etiqueta sino de reflexiones que nos ayuden a comprender a cada niño.

Niños extravertidos:

La extraversión es un rasgo de la personalidad que se utiliza para describir un perfil o estilo personal en psicología. Los niños extravertidos se caracterizan por tener tendencia a relacionarse con los demás de manera espontánea y natural, muestran sus sentimientos con apertura y frecuencia. También, suelen ser sociables, les gusta sobresalir en las reuniones y, algunas veces, buscan ser el centro de atención. La persona extravertida, según Carl. G. Jung, está interesada en el otro al momento de buscar establecer un vínculo social y, por lo mismo, al relacionarse lo hace con buen ánimo y logra que la dinámica prospere.

Algunas fortalezas y debilidades de los niños extravertidos:

  • Disfrutan el contacto social y las relaciones interpersonales. En general, se entretienen al estar con gente, hablar y socializar. En esta línea, se suelen sentir cómodos al conocer gente nueva o diferente y pueden ser “el alma de una fiesta”.
  • Suelen tener facilidad para expresar lo que piensan y sienten. Son joviales y les agradan los grupos.
  • Presentan facilidad para asumir algunos riesgos.
  • Buscan la estimulación "fuera", es decir, en el entorno, con terceras personas, con actividades, etc.
  • Se integran con mayor facilidad.
  • Les gusta experimentar situaciones nuevas.
  • Tienen facilidad de palabra y les agrada conversar, pero no siempre son capaces de desarrollar habilidades para escuchar.
  • Pueden ser impulsivos.
  • Les gusta realizar o experimentar distintas cosas a la vez y se aburren con facilidad.
  • Pueden pasar de una actividad a otra y no tienden a interiorizar o profundizar una determinada experiencia.

Niños introvertidos:

Por su lado, la introversión es la actitud que muestran los niños que suelen concentrarse en sí mismos y en sus procesos internos. Según C.G. Jung es un rasgo de personalidad definido como una tendencia a centrarse en los propios sentimientos y pensamientos; es decir que las personas introvertidas están más orientadas a focalizarse en el mundo interno por lo que en ciertas ocasiones pueden mostrar algunas dificultades para relacionarse con los demás. Esto último, no necesariamente tiene una carga negativa como algunas personas le suelen atribuir, sino que, simplemente, prefieren estar solos, disfrutar de la paz, la tranquilidad y concentrarse más en "lo interno"  que en “lo externo”.

Algunas fortalezas y debilidades de los niños introvertidos:

  • Disfrutan de su espacio solos, tanto para pensar, imaginar, leer, descansar o jugar.
  • Prefieren mantener un “perfil bajo” en las reuniones.
  • Suele ser observadores, reflexivos y contemplativos.
  • Optan por compartir sus opiniones o ideas en entornos más íntimos. Prefieren tener pocos amigos, pero cercanos.
  • Son más independientes y desarrollan un mejor nivel de autoconocimiento.
  • No les es fácil relacionarse con desconocidos.
  • Suelen ser más distantes y reservados.
  • Son más selectivos con sus amistades, suelen ser menos espontáneos y más cautelosos antes de llevar a cabo una acción.
  • Pueden mostrar dificultades para expresar sus emociones y pensamientos.
  • Tienen preferencia por mantener conversaciones sobre temas más profundos  
  • Puede costarles expresar fácilmente sus emociones o pensamientos, pero son muy hábiles para escuchar y acoger al otro.
  • Prefieren evitar la confrontación innecesaria.
  • Prefieren reflexionar ellos mismos sobre sus preocupaciones y buscan implementar sus propias estrategias para solucionar o evaluar distintas situaciones.
  • Emiten sus opiniones cuando están seguros y suelen reflexionar antes de dar una respuesta.

Nuestros hijos pueden tener rasgos de extraversión o introversión, la clave es que mostremos respeto y empatía por cada una de sus características y preferencias. En esta línea, es importante conocerlos, ayudarlos a identificar sus propios estilos para que puedan potenciar sus fortalezas y encontrar sus oportunidades de mejora. Por ello, es necesario no compararlos y validar siempre sus cualidades. Así, se muestren extravertidos o introvertidos, es importante facilitarles espacios en los que puedan relacionarse cómodamente con otros niños, ya sean espacios nuevos y amplios o conocidos, íntimos y cercanos. También, es necesario animarlos a expresar sus emociones, ideas o pensamientos, en grupos más pequeños, o en espacios más abiertos, según sus necesidades. Finalmente, es fundamental respetar los gustos y preferencias de los otros y darles las alternativas necesarias para estar en grupo o a solas cuando les haga falta.

En relación a lo mencionado, cada niño tiene derecho a ser él mismo. Además, solo el sentirse valorado le ayudará a fortalecer su autoestima. 

Además, es importante señalar que ambos grupos de características son maneras complementarias de ser y aspectos esenciales de la personalidad de cada individuo. Carl Jung también explica que no existen personalidades que se ciñan a un solo perfil, extravertido o introvertido en las personas. Es decir, cada individuo presenta algún grado o rasgo de personalidad introvertida o extravertida presente en su forma de ser, aunque seguramente uno de ellos predominará sobre el otro.

Referencias:

  • FONSECA, C. (2019). Niños y niñas introvertidos: cómo vivir felices en un mundo extrovertido. Ed. Sirio SA.
  • FREY-ROHN, L. (1991, 2006). De Freud a Jung. México: Fondo de Cultura Económica
  • JUNG, C.G. (1921). Tipos psicológicos. Zúrich: Rascher Verlag.
  • MEDINA, J. L. A. Niños introvertidos: comprenderlos para educarlos bien https://foroeducativa.com.mx/pdf/Libro.pdf#page=47
  • RAMIREZ, Indira (2021). Eres mamá. Diferencias: Niños extrovertidos y niños introvertidos. En: https://eresmama.com/diferencias-ninos-extrovertidos-ninos-introvertidos/
  • REYES, K. Y. (2013). Habilidades sociales de los niños de 4 a 5 años seguros y extrovertidos (Bachelor's thesis, Universidad de Guayaquil Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación). En:  http://repositorio.ug.edu.ec/handle/redug/22268
  • RUIZ, Laura (2022). Bebes y más. “Niños extrovertidos e introvertidos: sus características y puntos fuertes”. En: https://www.bebesymas.com/ser-padres/ninos-extrovertidos-e-introvertidos-sus-caracteristicas-puntos-fuertes

 

 

La gratitud: un valor que debemos cultivar

La gratitud es un sentimiento positivo que debemos promover y desarrollar en todas las personas, especialmente en los niños. “Es una emoción fuertemente relacionada con la salud mental, la satisfacción vital, el optimismo, la autoestima, las relaciones sociales y la felicidad que perdura a lo largo de la vida[1](Naciones Unidas, 2022).

La gratitud es un sentimiento de valoración, estima y reconocimiento que una persona tiene hacia quien le ha hecho un favor o prestado un servicio, por el cual desea corresponderle a través de palabras o gestos[2]. Puede desarrollarse poniendo el foco de atención en las situaciones buenas de nuestra vida y reflexionando sobre lo que tenemos y hemos logrado. La gratitud implica hacer una pausa y pensar sobre lo afortunados que somos por tener algunas cosas que, muchas veces, damos por sentadas. De esta forma, nos permite valorar momentos y hechos cotidianos, como tener un buen lugar donde vivir, comida para alimentarnos, una familia que nos quiere y acceso a una educación de calidad, por ejemplo.

Si bien muchas veces los sentimientos de gratitud se dan de forma espontánea, estos también pueden aprenderse. Así, al sentir gratitud, las personas empiezan a apreciar los distintos aspectos que los rodean y desarrollan una mayor consciencia hacia los demás y el importante papel que ellos juegan en su bienestar emocional. La gratitud es una fortaleza, dado que hace referencia a reconocer y valorar lo que los otros hacen por nosotros, además de aquello que tenemos.

¿Por qué es importante desarrollar el sentimiento de gratitud?

Las personas agradecidas suelen ser más optimistas y desarrollar una mentalidad positiva. Esta actitud contribuye a que se sientan más felices y a que aprendan a valorar los pequeños detalles. En general, ayuda contra la depresión y disminuye emociones como la amargura, la rabia o la agresividad.

También, el tener sentimientos positivos nos hace sentir bien y nos ayuda a ver la vida con mayores posibilidades. Las emociones se “contagian”. Muchas veces el sentir una emoción positiva nos lleva a otra emoción positiva. Tal como lo menciona Daniel Goleman (1995) en su libro inteligencia emocional “Al enseñar a las personas a sintonizar sus emociones con inteligencia y expandir sus círculos de interés, podemos transformar nuestras relaciones de adentro hacia afuera y marcar una diferencia positiva en el mundo[3].

El contagio emocional es un proceso sutil e imperceptible que se da de manera constante en nuestras interacciones diarias al emitir señales emocionales que afectan a los que están a nuestro alrededor (Sánchez, 2019).  Por ello, la gratitud puede contribuir a que se genere una cadena de acciones positivas y, el sentirnos agradecidos, ayudar a que nos sintamos alegres, tranquilos y con mejor disposición hacia los demás. Cuando sentimos gratitud por la forma en que nos ha apoyado una persona, es más probable que nosotros también nos sintamos más empáticos y seamos amables. Esto último, nos ayuda en la construcción de relaciones afectivas más sólidas.  

Otro aspecto importante, es que la gratitud contribuye a la esperanza, la resiliencia y a la capacidad de afrontar las crisis con una mirada más positiva. Esto último, puede ayudarnos a gestionar mejor las emociones difíciles como la pérdida, el estrés, la depresión, entre otras (Naciones Unidas, 2022).

Finalmente, existen distintos estudios científicos que coinciden en afirmar que ser agradecidos mejora la salud: las personas que practican gratitud suelen tener un mejor manejo de sus emociones, mejor salud física y ser más empáticas. Según un estudio de la universidad de UCLA[4], expresar gratitud cambia la estructura molecular de nuestros cerebros y nos hace más felices. Otro estudio de la Universidad de California y la de Miami[5] reporta que las personas más agradecidas tienen mejor rendimiento en el trabajo y, por lo general, menos problemas de salud.  

¿Cómo desarrollar la gratitud?

Enseña a dar las gracias con el ejemplo. Los niños aprenden de lo que viven y es importante que en casa vean que se practica la gratitud y que modelemos con ellos distintas conductas y acciones para agradecer. Además, para poder sentirse agradecido es necesario primero aprender a valorar las cosas que se tienen. En este sentido, es importante hablar sobre estas cosas en familia y compartir experiencias.

Anota o haz un recuento de las cosas positivas que te sucedieron en el día. Es una buena práctica darse un tiempo para reflexionar sobre las pequeñas cosas que nos sucedieron en el día y que nos hicieron sentir bien: una conversación con un compañero, un mensaje de alguien que nos hizo sonreír, un abrazo, un saludo inesperado, una canción, etc. El registrar estas situaciones podrá ayudar a los niños cuando estén tristes o molestos, ya que al leerlas o recordarlas se darán cuenta de que, aunque pudo haber momentos malos, hay muchas cosas positivas por las que agradecer.

Agradece diariamente a las personas que llevaron a cabo una acción o hicieron algún gesto positivo para que tu día sea un “buen día”. Da las gracias siempre que te den el pase, te ofrezcan ayuda, te atiendan en una cafetería, etc. Conversa con tus hijos de otros posibles ejemplos en su vida diaria. Enseña a los niños a que expresen sus sentimientos, que digan a las personas cómo les hacen sentir y que tengan algún gesto bonito hacia los demás. Por ejemplo, pueden hacer una tarjeta agradeciendo un regalo, una llamada para dar las gracias cuando alguien los invita o hace algo bonito por ellos, un dibujo o un mensaje de agradecimiento, etc.

 

Valora las pequeñas cosas o acciones. Es importante que los niños aprendan a valorar los gestos que hayan tenido terceras personas con ellos, y también a ser agradecidos consigo mismos. En esta línea, es positivo que aprendan a valorar los pequeños esfuerzos que hicieron durante el día para lograr aquello que se propusieron. Un ejercicio práctico puede ser conversar con ellos sobre cuál ha sido el momento del día en el que se sintieron particularmente satisfechos. También, es necesario reflexionar sobre las personas concretas hacia las que sienten gratitud.

Participa en distintas actividades de ayuda. Anima a tus hijos a ponerse en el lugar del otro y enséñales a participar en diferentes actividades de apoyo a la comunidad sin esperar nada a cambio. El ayudar a personas que lo necesitan desarrollará su sensibilidad, humildad y empatía.

Enséñales a dar más que a recibir. Desde que son pequeños es fundamental darles la oportunidad de donar su tiempo y sus cosas a otros. Recuérdales que es importante dar.

Aprovecha las situaciones difíciles para mostrar agradecimiento. No es fácil encontrar algo de qué estar agradecido cuando estamos en situaciones complicadas. Es en esos momentos cuando tenemos que sacar lo mejor de nosotros y ayudar a nuestros hijos a reconocer motivos para estar agradecidos. Incluso cuando las cosas no salen como esperábamos, hay que buscar un aprendizaje y estar agradecidos.

 

Referencias:

 

[1] Naciones Unidas, La ciencia de la gratitud En: https://www.unodc.org/unodc/es/listen-first/super-skills/gratitude.html

 

[2] https://www.significados.com/gratitud/

 

[4] En el Centro de Investigación de Conciencia de la Atención Integral de la UCLA, tras un estudio concreto en esta materia se definió que cuando nos sentimos felices, nuestro sistema nervioso central se va modificando. Por tanto, practicar gratitud genera felicidad en nosotros. En: CASTRO, Sonia (2022). El Poder de la Gratitud: Beneficios y cómo mejorarla. En: https://www.iepp.es/poder-gratitud/

 

[5]  Robert A. Emmons de la Universidad de California en Davis y su colega Mike McCullough de la Universidad de Miami, revelaron que las personas que habían estado practicando la gratitud tenían menos problemas de salud y rendían un promedio de 1,5 horas más. En: CASTRO, Sonia (2022). El Poder de la Gratitud: Beneficios y Cómo mejorarla. En: https://www.iepp.es/poder-gratitud/

 

 

El pensamiento crítico en los niños

El desarrollo del cuestionamiento ha sido, desde tiempos remotos, la manera a partir de la cual las personas han accedido al conocimiento. Ha sido también, una herramienta para reflexionar sobre opiniones contrarias; tenerlas en cuenta y debatir sobre diversas posturas o argumentos. La palabra cuestionamiento implica discutir o poner en duda un hecho o conocimientos sobre algún tema en particular. Cuestionar es una acción natural en la vida de los seres humanos. Dudar o preguntar también está directamente vinculado al hecho de buscar discriminar información verdadera de aquella que es falsa.

En la actualidad, pensar de forma crítica es probablemente una de las habilidades del siglo XXI que más necesitarán los niños en el futuro. Debido a la tecnología, vivimos en un mundo donde la información es casi inconmensurable e inmediata. Por ello, los niños y los adultos tenemos que aprender a discriminar la gran cantidad de estímulos e información que recibimos en el día a día y desarrollar estrategias que nos permitan manejarlos.  En este contexto, los pequeños necesitan contar con la capacidad de analizar, comparar y contrastar con otros datos y fuentes. También, deben ser capaces de inferir, relacionar y desarrollar patrones de pensamiento complejos. El desarrollo del pensamiento crítico es una excelente herramienta para lograrlo.

¿Qué es el pensamiento crítico?

El pensamiento crítico es la capacidad de analizar y evaluar la información que recibimos de distintas procedencias. “Es un proceso mental que permite razonar y evaluar evidencia disponible, respecto a un problema que se quiere resolver[1]”. Supone escuchar a los demás, investigar, recoger las ideas positivas o valiosas y discriminar aquellas que son negativas o falsas, para luego elaborar una opinión sobre algún tema o situación. El pensamiento crítico nos llevará a reflexionar y a razonar de manera más eficiente y esto, a su vez, contribuirá a la mejora de nuestra capacidad para tomar decisiones y resolver problemas.

Algunas características del pensamiento crítico que debemos tener en cuenta son[2]:

  • Plantea un razonamiento estructurado basado en la duda y el cuestionamiento.
  • Establece vínculos lógicos entre las ideas.
  • Logra jerarquizar los argumentos de acuerdo a su relevancia.
  • Reconoce, construye y evalúa los razonamientos.
  • Identifica inconsistencias y contradicciones.
  • Reflexiona sobre supuestos, creencias y valores.
  • Es receptivo a soluciones innovadoras y modos no convencionales de resolver problemas.
  • Formula preguntas con sentido, que tienden a aclarar los distintos puntos de vista y conducen a una mejor solución.
  • Está dispuesto a replantear y reformular sus ideas cuantas veces sea necesario.

En el mismo sentido de las características del pensamiento crítico, debemos considerar ciertos criterios que nos ayudarán a evaluar la información que recibimos:

  • Fuente: Proviene de una fuente confiable y experta en el tema.
  • Claridad: Las ideas se entienden y son mencionadas de forma transparente. 
  • Coherencia y lógica: Existe una lógica intrínseca entre los argumentos presentados y estos no se contradicen.
  • Precisión y profundidad: La información refleja conocimiento del tema y un nivel de análisis riguroso.
  • Relevancia: La información y los argumentos presentados son pertinentes.
  • Amplitud: Se muestra una visión integral y no sesgada del problema o tema de interés. La información presentada considera y evalúa distintos puntos de vista.

En términos prácticos, el pensamiento crítico requiere adoptar una actitud activa para cuestionar permanentemente y de manera organizada, la información que se está recibiendo al aprender o investigar sobre algún tema de interés.

Ahora bien, no existe una forma única de desarrollar el pensamiento crítico en los niños; pero sí es factible estimularlo desde temprana edad tanto en casa como en la escuela.

¿Cómo desarrollar el pensamiento crítico en tus hijos?

  • Plantea preguntas abiertas que den pie a la reflexión. En esta línea, pregunta por el porqué y el cómo.  
  • Dale tiempo para pensar, no lo apresures a dar una respuesta.
  • Fomenta su curiosidad y el amor por el conocimiento.
  • Permite que resuelva sus problemas. No intervengas cada vez que se le presenta un reto o una situación difícil. Dale la oportunidad de buscar alternativas y de ensayar opciones.
  • Ayuda a que formule hipótesis durante el juego y en relación a las diferentes situaciones que se le presenten de forma cotidiana.
  • Contribuye a que busque distintas soluciones frente a un mismo problema. Ayúdalo a ver y elegir entre alternativas, tomando  en cuenta sus ventajas y desventajas.
  • Acostúmbralo a evaluar las fuentes de información y enséñale a buscar y escuchar distintas opiniones y argumentos.   
  • Promueve valores como la verdad, la flexibilidad, la empatía, la autocrítica y la autonomía.
  • Refuerza el que pueda expresar sus creencias, sentimientos o ideas, pero siempre con respeto y dando argumentos.
  • Fomenta el debate y el intercambio de posturas sobre diversos temas.
  • Promueve la lectura y el análisis de temas interesantes a partir de situaciones reales, noticias o películas.
  • No le impongas tus opiniones ni tus criterios, sino déjalo decidir con autonomía y dale retroalimentación.
  • Ayúdalo a distinguir entre la información importante y la secundaria.
  • Enséñale a reflexionar sobre las causas y efectos de las cosas en diferentes situaciones.

En síntesis: el desarrollo del pensamiento crítico ayuda a los niños a afianzar y comprender mejor lo que aprenden, les permite razonar y pensar con lógica, analizar y juzgar situaciones distintas y actuar con fundamentos. También es una herramienta que contribuirá a que los niños y los adultos puedan resolver distintas situaciones y conducirse mejor en la vida.

Referencias:

 

([1])(2) Pensamiento crítico y su importancia en tu formación (2021) https://www.anahuac.mx/blog/pensamiento-critico-y-su-importancia-en-tu-formacion

 

 

LA MEJOR MANERA DE APROVECHAR LAS VACACIONES: ¡JUGAR!

Tomarse un momento para jugar en familia resulta igual de importante que cuidar la salud y el bienestar familiar. No se necesita mucho tiempo, pero el impacto en el desarrollo de los niños de dedicar un periodo al día para jugar, es muy significativo.

Si bien jugar con los padres es importante, mucho más lo es aprender a jugar solo. En general, establecer una rutina diaria para que nuestros hijos jueguen o jugar con ellos promoverá su buen desarrollo y alcanzar sus potencialidades. Nuestra sociedad está llena de actividades y suele faltarnos tiempo para hacer todo lo que quisiéramos, pero la realidad es que, tanto para los adultos como para los niños, es prioritario el juego. Por ello, recomendamos buscar, al menos 30 minutos diarios, para disfrutar del juego con nuestros hijos. En este sentido, ¡qué mejor que aprovechar las vacaciones escolares!

Para nuestros hijos, el mejor regalo que les podemos hacer es pasar tiempo jugando juntos. Además de que lo disfrutan, nosotros también cosechamos muchos aspectos positivos de estos espacios de intercambio, tales como divertirnos, conocerlos mejor, entablar momentos de conversación, fortalecer nuestros vínculos, crear recuerdos e historias que luego serán importantes para la familia, entre muchos otros elementos que nos enriquecerán como personas.

Es importante señalar que mientras jugamos con nuestros hijos es imprescindible estar allí, con ellos, con todos nuestros sentidos, sin celular, sin estar pensando en las tareas pendientes ni haciendo varias cosas a la vez. Esto no quita el poder jugar con ellos video juegos de vez en cuando e involucrarnos en aquellos que más les interesan para disfrutar de un momento juntos.

¿Por qué es importante jugar con nuestros hijos? ¿Cuáles son los beneficios de compartir espacios y tiempo de juego con ellos?

  1. Fomenta los vínculos en la familia: Jugar es una de las actividades más importantes para estimular vínculos cercanos y positivos en la familia. El compartir este espacio lúdico permite a los padres y a los niños conocerse mejor y descubrir más cosas unos de los otros. Además, el juego aumenta la comunicación familiar. Esto es debido a que al jugar expresamos sentimientos, afectos y opiniones, por lo que nos permite incrementar la confianza en los pequeños y que se sientan escuchados y apoyados por su familia. Al jugar con nuestros hijos, podremos entender mejor cuál es su forma de relacionarse con el mundo y con otros. 
  2. Contribuye a formar la autoimagen: Jugar ayuda a los más pequeños a dar forma a su personalidad y les brinda un “espejo”, a través de la familia, de cómo lo ven los demás.  También, el solo hecho de que el niño se sienta querido, vea que la familia le brinda tiempo de calidad, respetando sus ritmos e intereses, le ayudará a que se sienta valioso y a desarrollar mayor confianza en sí mismo.
  3. Potencia el aprendizaje: A través del juego, el niño adquiere conceptos importantes tales como el respeto a las normas y los turnos, la honestidad, la tolerancia, etc. También, si no cuenta con modelos adecuados, puede aprender conceptos negativos como el de hacer trampa, frustrarse, no estar de acuerdo con el resultado del juego o “picarse”, entre otros. En esta línea, el juego familiar permite un escenario de comprensión y comunicación ideal que, con los modelos correctos, podrá potenciar el aprendizaje espontáneo en los niños de conceptos complejos, actitudes y valores. Recuerden que los niños imitan lo que ven y lo repiten, ellos absorben lo bueno y lo malo de las personas que los rodean. Por ello, es necesario aprovechar el espacio del juego como una forma de dar el ejemplo sobre las conductas y hábitos correctos que queremos transmitir.
  4. Ayuda a desarrollar la inteligencia emocional: Los niños, a través del juego, desarrollan habilidades para gestionar mejor sus emociones y manejarlas con mayor consciencia. Los padres, al participar con ellos, pueden ayudarlos a identificar y verbalizar sus sentimientos de forma que logren conocerlos y manejarlos cada vez con mayor autonomía. Nos referimos a sentimientos de ira, frustración, tristeza por no ganar, alegría al disfrutar de la situación, felicidad por ganar una partida, agresividad, aceptación, paciencia, capacidad de espera, entre otros. En esta línea, un aprendizaje importante es el de aprender a ganar y perder, por ejemplo.
  5. Desarrolla la agilidad mental y la creatividad: El juego permite al niño imaginar situaciones, hacer “como sí…”, desarrollar el pensamiento simbólico y aprender conceptos complejos de manera divertida.
  6. Promueve la socialización: A través del juego, el niño aprende a ser más respetuoso y paciente. También, a relacionarse mejor con los demás y a respetar las características y estilos de cada uno. Al jugar, estimula su lenguaje, respeta turnos para hablar y aprende a trabajar en equipo y a compartir. En muchas ocasiones, el juego establece el reto de aprender a formar parte de un equipo, a contribuir y a colaborar con los demás. De este modo, el niño debe repartirse roles o tareas y aprender a confiar en los demás, así como a asumir la responsabilidad de las propias.  
  7. Proporciona momentos de felicidad: No hay que olvidar que un buen momento compartido con los chicos y desconectado de todo lo demás contribuye a brindarnos felicidad y paz. El jugar es una de las armas más poderosas para combatir el estrés, dado que mejora el estado de ánimo de las personas. Estamos en una sociedad en la que parece ser más importante exhibir la vida y compartirla a través de las redes sociales que vivir la experiencia. En este contexto, recuerda que tú eres su modelo, juega y ayúdalo a centrarse en el aquí y ahora para disfrutar del momento.
  8. Brinda la oportunidad de aprender que las acciones tienen consecuencias: Usando el juego como herramienta podemos transmitirles a nuestros hijos las consecuencias de sus actos. En esa línea, aprenderán a pensar antes de realizar cualquier movimiento y también a evaluar y a sopesar las alternativas antes de tomar una decisión.
  9. Te permite mostrar la mejor versión de ti mismo: Cuando juegas con tu hijo y estás presente con él con tus cinco sentidos es como si volvieras a ser niño. Este espacio te permite desconectar y vivir el momento sin prisas ni interrupciones. Así, podrás disfrutar de tu hijo mostrándole tu mejor versión.
  10. Favorece el desarrollo de diversas áreas. El juego espontáneo y el que requiere de ciertas reglas permiten a los niños desarrollar sus habilidades cognitivas, motrices y afectivas. En general, y principalmente cuando son pequeños, el juego es un espacio que les ayuda a conocer su cuerpo, adquirir destrezas para moverse y les facilita apropiarse del espacio, tanto a nivel de motricidad gruesa como fina.

Jugar en familia es entonces una de las mejores maneras de fomentar y reforzar los vínculos entre los miembros del hogar y desarrollar las diferentes áreas (psicomotriz, cognitiva, afectiva y social). Ahora bien, no creas que solo es bueno jugar con los niños cuando son pequeños. Jugar con tus hijos adolescentes es también sumamente positivo, pues necesitan compartir ese tiempo especial contigo. Los juegos de mesa, el deporte, montar en bicicleta, cocinar juntos son siempre actividades importantes que se pueden realizar en familia y que brindarán a todos experiencias muy positivas.

 

 

 

 

REFERENCIAS:

Las experiencias a temprana edad tienen una influencia enorme en los cerebros (…) de los niños, y también impactan (…) la forma en que se desarrollan. Al proporcionar actividades que despierten la curiosidad de tu hijo, estás ayudando a crear vías neuronales que aumentarán su (…) capacidad de aprendizaje.[1].

El cerebro representa uno de los órganos principales del organismo humano. En él se originan todos los procesos de crecimiento, cognitivos y emocionales, y múltiples factores participan en su desarrollo. Como padres, deseamos que nuestros hijos sean capaces de lograr sus objetivos. Sin embargo, en ocasiones, nos encontramos desorientados porque no sabemos cómo contribuir a su éxito. La comprensión de la neurociencia y el conocimiento del cerebro pueden brindarnos pautas sobre cómo promover su autonomía y óptimo desarrollo.

Tenemos conocimiento de la existencia de dos aspectos del cerebro: el racional y el emocional. Por ende, si nos concentramos únicamente en el aprendizaje de tipo racional estaremos pasando por alto una parte significativa del potencial de los niños. Nuestra preocupación debe centrarse en que los niños puedan desarrollar la capacidad de aprender y disfrutar de adquirir nuevas competencias.

Los niños aprenden a través del ejemplo; por lo tanto, si cuentan con modelos adecuados y observan que sus padres disfrutan del proceso de aprendizaje, también adoptarán ese comportamiento. En esa línea, es esencial que estos modelos reflejen la capacidad de enfrentar situaciones difíciles y gestionar el estrés, ya que esto les permitirá aprender a resolver conflictos y tomar decisiones. Esto es posible gracias al sistema de neuronas espejo[2] del cerebro, que lleva a los niños a tomar decisiones basadas en lo que han observado en sus padres.

Al tener en cuenta lo anterior, es importante comprender las necesidades de nuestros niños, que incluyen la necesidad de afecto y de establecer límites para que puedan aprender a comportarse adecuadamente. Al satisfacer estas necesidades, les proporcionamos una base sólida que les permite saber cómo enfrentar desafíos y tomar decisiones que los hagan sentirse satisfechos.

La neurociencia proporciona un conjunto de conocimientos que pueden ayudar a los padres a estimular el potencial cerebral de sus hijos. Es ampliamente conocido que el cerebro responde positivamente a la estimulación, y la investigación en este ámbito ha revelado que un entorno enriquecido favorece un desarrollo cerebral óptimo. Además, un cerebro saludable contribuye a mejorar la concentración y memoria. De este modo, comprender el funcionamiento del cerebro de nuestros hijos nos ayuda a entender sus comportamientos y nos brinda algunas claves importantes para una crianza más efectiva.

¿Cuáles son los tres aspectos que todo padre debería conocer acerca del cerebro de sus hijos?

1. El cerebro está sustentado en conexiones: Un bebé cuando nace cuenta con casi todas las neuronas que tendrá cuando crezca. La diferencia principal entre el cerebro de un niño y el de un adulto está vinculada a las conexiones que se desarrollan entre las neuronas. Estas conexiones se llaman sinapsis y cada una de ellas representa un aprendizaje. Cuando compartes momentos con tu pequeño, le hablas, lo acaricias o lo abrazas, en su cerebro se van realizando muchas conexiones que lo ayudarán a enfrentar la vida con mayores recursos.

2. El cerebro es razón e intuición: Es fundamental saber que la parte más externa del cerebro se llama corteza cerebral y está dividida en dos hemisferios, el izquierdo y el derecho. El hemisferio izquierdo tiene como funciones asociadas “la capacidad de hablar, leer o escribir, de recordar los nombres de las personas, de ejercer el autocontrol, o de mostrarnos proactivos y optimistas ante la vida. Podríamos decir que este hemisferio tiene un carácter racional, lógico, positivo y controlador”. [3] Por otro lado, el hemisferio derecho desempeña el papel de interpretar el lenguaje no verbal y es el encargado de formar impresiones rápidas, así como de establecer una comprensión global de la percepción. A través de este hemisferio, somos capaces de identificar pequeños errores y corregirlos durante el proceso. El hemisferio derecho se caracteriza por su enfoque más artístico, intuitivo y emocional. En resumen, un funcionamiento equilibrado de ambos hemisferios es esencial para lograr un desenvolvimiento adecuado y un desarrollo cerebral completo en todas las personas.

3. El cerebro está conformado “por tres cerebros en uno”: A lo largo de muchos años de evolución, el cerebro humano ha experimentado una transformación gradual desde sus componentes más rudimentarios hasta los más sofisticados. A medida que evolucionaba, el cerebro desarrolló diversas estructuras para satisfacer las necesidades humanas, como el miedo, la búsqueda de alimentos, la búsqueda de refugio, la comunicación y la resolución de problemas. En lugar de transformarse, el cerebro se ha actualizado en el tiempo, incorporando nuevas habilidades y herramientas. Este proceso evolutivo se refleja en su configuración actual e incluye estructuras primitivas, especializadas en el procesamiento de emociones, y otras más avanzadas, responsables de tareas complejas e intelectuales. Así, resulta fundamental en la formación de los niños considerar los tres componentes que integran el cerebro.

El estrato más básico del cerebro, ubicado en la parte inferior, se encarga de asegurar nuestra supervivencia, al controlar funciones esenciales como la respiración, el miedo, el ritmo cardíaco y la regulación del estado de alerta, la temperatura corporal, el sueño, entre otros. El segundo nivel comprende una serie de estructuras vinculadas con el cerebro emocional, que tiene la capacidad de discernir entre emociones placenteras y desagradables. Por último, el nivel superior, es el que nos distingue de otras especies al permitirnos desarrollar la autoconciencia, utilizar el lenguaje, razonar, mostrar empatía hacia otros y tomar decisiones.

 

Al conocer y comprender esta información, podemos apreciar que el cerebro es un órgano que alberga las necesidades, las emociones y la razón. No obstante, hasta que un niño llega al año de vida, los padres deben interactuar principalmente con el aspecto más básico de su cerebro. Por eso, intentar razonar con un bebé que se siente hambriento o incómodo no resulta efectivo, ya que en ese momento no está activa la parte racional de su cerebro. En esta etapa, la única solución es atender sus necesidades y reconfortarlo cuando tenga hambre, frío o sueño.

A partir del primer año de vida, la parte emocional del cerebro se desarrolla junto con la primitiva, lo que requiere que los padres empleen distintas estrategias para comunicarse, tanto con los instintos más básicos como con las necesidades emocionales de amor y seguridad de su pequeño. En este contexto, establecer límites, mostrar empatía y, sobre todo, brindar afecto se convierten en las estrategias más efectivas. Un poco más adelante, alrededor del tercer año de vida, el cerebro racional comienza a tener protagonismo, lo que permite al niño controlar sus instintos básicos y tomar decisiones basadas en la razón, la intuición y la voluntad. A pesar de ello, el pequeño aún necesita una gran dosis de afecto y comprensión para aprender a dominar su cerebro emocional. Recordemos que el cerebro es maleable y cambiante por lo que está en constante desarrollo. En este contexto, los padres tienen un rol esencial en el proceso de desarrollo. Por ejemplo, en momentos en que esté cansado o hambriento, su cerebro primitivo puede tomar el control de su comportamiento y, en tales casos, el llanto difícilmente encontrará consuelo en las palabras de un adulto.

 

De esta forma, al conocer las distintas áreas del cerebro y sus peculiaridades, los padres pueden entablar una comunicación adaptada a las necesidades del niño. Familiarizarse con estos tres niveles de funcionamiento cerebral resulta altamente beneficioso para asistir al niño en la autorregulación y en la comprensión de diversas situaciones cotidianas.

 

Referencias:

  • BILBAO, Álvaro (2018). El cerebro del niño explicado a los padres. Plataforma Editorial, España.
  • BILBAO Álvaro El cerebro del niño explicado a los padres, (2020). Conferencia Completa En: https://www.youtube.com/watch?v=EW9ryb2FAQM
  • SIEGEL, Daniel & PAYNE, Tina (2020). El cerebro del niño Ed. Alba. En: https://indianlioneducation.com/cerebro-nino-estrategias/
  • MONTESSORI (2021), España. ¿Cómo aprende el cerebro del niño?  Introducción a la Neurociencia y el funcionamiento del cerebro. En: https://www.youtube.com/watch?v=rn09KaBy5Q0
  • PELISSIER, Hank (2022). ¿Qué les dice la neurociencia a los padres sobre la mente de un estudiante del preescolar? En: https://www.greatschools.org/gk/articles/conociendo-el-cerebro-de-un-estudiante-de-preescolar/?lang=es
 

[1] PELISSIER, Hank (2022). ¿Qué les dice la neurociencia a los padres sobre la mente de un estudiante del preescolar? En: https://www.greatschools.org/gk/articles/conociendo-el-cerebro-de-un-estudiante-de-preescolar/?lang=es

 

[2] SIEGEL, Daniel & PAYNE, Tina (2020). Las neuronas espejo son clave en la empatía y en cómo nos relacionamos con los demás en nuestra etapa de madurez. Cuando presenciamos una acción realizada por otro individuo, estas neuronas se activan para comprender lo ocurrido e imitar el comportamiento.

([3]) BILBAO, Álvaro (2018). El cerebro del niño explicado a los padres. Plataforma Editorial, España (p. 43)

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Contenido español 

Más que un colegio, un espacio para pensar y ser.

En el Colegio Trener brindamos una educación de alta calidad y formamos personas informadas, reflexivas y ávidas de conocimiento. En un contexto de exigencia académica, atención personalizada y educación bilingüe, promovemos el desarrollo personal y cognitivo autónomo de los alumnos. Les damos las herramientas que necesitan para desenvolverse exitosamente en un mundo globalizado, de manera íntegra y responsable para que sean capaces de crear un mundo mejor. 

El Colegio Trener busca ser un referente de la educación innovadora y de calidad. Un lugar donde los alumnos aprenden a pensar y ser; donde se desarrollan los talentos individuales y habilidades que permiten a los alumnos enfrentar los desafíos de un mundo globalizado e intercultural, convirtiéndose así en promotores de cambio del mundo actual.

Somos altamente exigentes y nos enfocamos en el desarrollo de las capacidades y talentos de nuestros alumnos, poniendo énfasis también en las artes y los deportes. Además, trabajamos la construcción de la personalidad y damos prioridad a la formación ética y de valores en nuestros estudiantes.

Cada sección cuenta con, al menos, un tutor cuya misión consiste en conocer y apoyar de cerca a cada uno de sus alumnos de manera individual, y a través del vínculo de confianza que se establece.

Somos un colegio bilingüe. A través de un eficiente programa de inglés, que implica la enseñanza formal y el contacto cotidiano, favorecemos el pronto dominio de la lengua por nuestros alumnos.

Las keywords o palabras clave listadas se optimizarán periódicamente, sin embargo los resultados del posicionamiento pueden tener variaciones entre periodos. Así también se implementarán nuevas keywords o se desestimarán otras según se vea por conveniente.

Para ver la posición actual en los resultados de Google, hacer clic en la keyword correspondiente (tener en cuenta que por defecto se muestran 10 resultados por página).

Les doy la bienvenida a nuestro colegio, una gran familia de alumnos de todas las edades, profesores y padres de familia comprometidos por ellos. Desde el inicio de nuestro colegio hemos buscado que los chicos se sientan en un ambiente donde hay orden y disciplina, pero a la vez hay mucha confianza y cercanía.

Cucha García De Valenzuela

Directora

 

Los jóvenes en el colegio son todo, son el centro del colegio, son el centro de nuestro quehacer, nosotros pensamos todo en función de ellos, son lo más importante, ya sea en temas académicos, temas didácticos o cualquier otro tema, siempre adquieren relevancia cuando los pensamos en función de los chicos y las chicas del colegio.

Jorge Ferradas

Subdirector Académico

Hola, $first_name$, tu correo se ha enviado con éxito, pronto nos pondremos en contacto contigo.

La educación cambió, pero la calidad se mantiene. En Trener, nos adaptamos.

En un mundo donde los conocimientos se incrementan y cambian cotidianamente, procuramos que nuestros alumnos desarrollen la capacidad de construir sus propios aprendizajes; esto es, que aprendan a aprender.

Más que un colegio, un espacio para pensar y ser.

Dentro del rubro, contamos con gran y amplia experiencia en:

  • Store Planning e implementación Retail.
  • Remodelaciones, ampliaciones y amueblamiento de espacios corporativos, residenciales y educativos.
  • Diseño personalizado y fabricación de muebles y mobiliario para casas y departamentos .
  • Montaje y desmontaje de obras para empresas reconocidas.

En todos los niveles educativos, nuestro currículo escolar se basa en conceptos modernos de ciencia y pedagogía, con el objetivo de potenciar la curiosidad y variados intereses en nuestros alumnos.

Conoce a nuestro equipo de profesionales dentro de la alta dirección, plana docente, equipo psicopedagócico y Departamento de atención a las necesidades educativas especiales (DANEE).

Nuestra dirección está conformada por profesionales con basta experiencia, comprometidos con la educación de cada uno de nuestros alumnos.

Nuestro equipo de apasionados educadores está conformado por docentes altamente calificados y constantemente actualizados. 

Buscamos el bienestar de nuestros alumnos en todos los aspectos de su vida académica y emocional. Para ello, trabajamos en equipo con los directores de nivel, tutores, profesores, padres y otros profesionales, identificando recursos y dificultades de los alumnos a nivel individual y grupal. De esta manera, encontramos soluciones que favorezcan el desarrollo integral de cada alumno en un ambiente cálido y de respeto.

Asimismo, facilitamos las relaciones interpersonales, sugerimos actividades y damos pautas de abordaje a los profesores, a los padres de familia y al personal en general, con el fin de optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje.  

Nuestro trabajo tiene los siguientes objetivos:

  • Optimizar los recursos de los alumnos (cognitivos, afectivos, artísticos, deportivos, etc.)
  • Orientar a los alumnos para promover su desarrollo integral y saludable.
  • Detectar dificultades específicas de manera individual o grupal.
  • Apoyar a los tutores y profesores en la comprensión de las dificultades de sus alumnos y en la implementación de estrategias de abordaje.
  • Orientar y acompañar a los padres de familia en el proceso de enseñanza - aprendizaje y en el crecimiento de sus hijos.

Adicionalmente, contamos con el Departamento de atención a las necesidades educativas especiales (DANEE). Este busca enriquecer la bateria de estrategias de los maestros para atender la diversidad en cada aula y, a la vez, adaptar y satisfacer las necesidades de cada alumno, dentro o fuera del salón.

Contamos con tres locales: 
- Trener 1, donde están los chicos desde PK hasta 9.° grado. 
- Trener 2, para 10° y 11° grado 
- Pachacamac, al que van los chicos de secundaria 1 vez por semana para hacer distintas actividades y educación física.

Las normas de convivencia tienen los siguientes propósitos:

  • Que todos podamos sentirnos seguros y merecedores de un trato respetuoso y amable para poder venir tranquilos y contentos al colegio.
  • Que el ambiente ofrezca las condiciones necesarias para el aprendizaje eficiente, es decir, que todos puedan aprender lo mejor posible, a su manera, pero juntos.
  • Que los alumnos aprendan que lo anterior supone vivir en una estructura que posee normas, autoridades, ciertas rutinas y algunas formalidades también.

Las normas se basan en los principios y reglas contenidos en el reglamento interno, las que se refieren tanto al personal del colegio, a los alumnos como a los padres de familia. Dicho reglamento actualizado se encuentra siempre en la web del colegio.

Las normas de convivencia en el aula se conversan al inicio del año en cada salón con los tutores para poder entender la manera concreta en que las reglas del reglamento interno se viven cotidianamente. Los detalles que no estén escritos en las normas son trabajados y decididos con los profesores quienes son la autoridad en todas las actividades en el colegio. Dicha autoridad debe ser respetada siempre. Los comentarios o reclamos deben hacerse en las instancias respectivas después y no en el salón de clase en medio de la actividad.

La norma más importante es la del respeto mutuo sin excepción. En el colegio no se tolera ninguna forma de maltrato, discriminación, acoso u hostigamiento (“tolerancia cero”). Se espera que en primer lugar sean los mismos compañeros los que no la acepten y que sepan recurrir a las autoridades más cercanas en el momento necesario para tomar las acciones educativas y las que mandan las normas vigentes sobre acoso escolar, hostigamiento sexual, etc. No maltratamos, no toleramos el maltrato a otros y lo denunciamos, ayudamos a quien sea víctima e incluimos al que es dejado de lado.

Maltratos que ocurran entre personas del colegio, aunque sea fuera del mismo o en otras actividades, son consideradas igualmente preocupantes y merecedoras de nuestra intervención. Incluimos en esto el mal uso de las redes sociales y el ciberespacio para discriminar, burlarse, hablar mal o agredir de alguna manera a otra persona.

Ante los conflictos y problemas que naturalmente se dan en el colegio se espera honestidad al asumir cada uno sus responsabilidades y respeto a la privacidad para evitar chismes que expongan a otros y agraven el problema.

Más allá del respeto entre todos los miembros del colegio, se espera, además:

  • Puntualidad para asistir, traer lo indicado y cumplir con los trabajos asignados
  • Uso cuidadoso de la infraestructura y los materiales
  • Respeto de las cosas ajenas
  • Cumplimiento de los códigos para la presentación personal y vestimenta
  • Cumplimiento de los códigos para la presentación de los trabajos; en especial lo concerniente a referencias de fuentes
  • Que se evite toda forma de plagio de tareas, trabajos y evaluaciones
  • Que se cumplan las pautas para el uso del celular y otros dispositivos en el colegio, así como para las interacciones respetuosas en las redes sociales entre los miembros del colegio, como que, por ejemplo, no se publiquen fotos de otros ni del colegio sin la autorización respectiva.

El incumplimiento de las normas implicará siempre un proceso de reflexión al respecto, la búsqueda de soluciones reparadoras que podrían suponer tiempos adicionales para ser trabajadas. De ser necesario, además se considerarán consecuencias educativas o correctivas, sobre todo si se trata de faltas más serias o reiteradas. En casos más graves, como los que suponen agresiones o acoso a otros estudiantes o faltas de respeto a los profesores o adultos a cargo, el director de nivel podrá optar por la separación de determinadas actividades o días escolares, y la dirección del colegio hará los reportes correspondientes a las plataformas del Minedu y a las otras autoridades e instancias que correspondan.

La ropa que se use para venir al colegio debe ser cómoda, apropiada para el trabajo y las formalidades de un ambiente escolar, de modo que la presentación personal refleje respeto hacia las personas con las que convivimos. Se espera que los alumnos y alumnas:

1. Vengan limpios, peinados y adecuadamente presentados al colegio. El cabello deberá mantener un color de aspecto natural, un tamaño y peinado razonables de tal manera que el aspecto general del alumno se mantenga dentro de suficientes estándares de higiene y apariencia personal. Los alumnos que requieran afeitarse deberán hacerlo a fin de venir correctamente presentados.

2. No usen gorros ni capuchas dentro del salón de clase.

3. Solo usen aretes o alhajas pequeños y discretos que a juicio de la Dirección de Nivel estén de acuerdo a su edad y que no interfieran con el trabajo, distraigan la atención de otros alumnos o profesores, pongan en riesgo su seguridad o la de otros. Por consideraciones de pertinencia al ambiente escolar, no están permitidos maquillajes, tatuajes ni piercings.

4. Usen ropa limpia, sin cortes, roturas, huecos, deshilachados, etc.

5. Usen ropa sin frases o figuras estampadas que contradigan los mensajes educativos que estamos transmitiendo familia y colegio.

6. Usen ropa que los cubra, en particular:

  • Shorts que cubran medio muslo o faldas a máximo cinco dedos de la rodilla
  • Ropa que no deje al descubierto la cintura en ningún momento
  • Polos que cubran los hombros y sin escotes (polos manga cero sí están permitidos)
  • Ropa del tamaño aparente que no deje ver la ropa interior
  • Ropa sin transparencias

7. No vengan con ropa de playa ni “slaps”.

Para cualquier ceremonia o actividad en la que representen al colegio podrán exigirse condiciones adicionales. Cualquier aspecto no contemplado acá será decidido por el colegio con el criterio pedagógico enunciado arriba.

Se espera la colaboración de los padres, puesto que son los únicos que pueden controlar directamente con qué ropa salen sus hijos de casa. No podremos recibirlos en el colegio ni en los lugares donde realizamos actividades con ellos, si incumplen este código.

Asimismo, recordamos que existe el uniforme de educación física y deporte del colegio, el cual es obligatorio. Los alumnos que no vengan correctamente uniformados en los días previstos no podrán participar de la clase con las consecuencias del caso.

El uniforme de educación física y deporte incluye:

  • Polo con short, leggins largos, capri o pantaloneta del colegio cuyo largo cumpla lo señalado en el punto 6.
  • Medias blancas y zapatillas de deporte.

En los bimestres 2º y 3º es obligatorio venir con el buzo completo al colegio, o con el pantalón de buzo y el sweatshirt gris del colegio o la casaca con capucha. Los alumnos de 10º y 11º pueden usar los sweatshirts de sus promociones también.

No se permiten cafarenas ni polos con fotos o firmas que se hacen de recuerdo, no son parte del uniforme de educación física.

La tecnología en la escuela permite abrir muchas puertas: a la investigación más autónoma, a maneras de descubrir las necesidades de aprendizaje de cada uno, a aprender a colaborar más y mejor con personas que incluso no están presentes, a experiencias que solo son posibles virtualmente y, en general, a procesar y comunicar información y conocimiento en diversos formatos.

Poder tener acceso a la tecnología y usar tu propio dispositivo en el colegio es un privilegio que implica responsabilidad y criterio. Esperamos que las normas y pautas que daremos a continuación ayuden al buen uso de la tecnología, en particular al de sus dispositivos personales y coadyuven así a que cada uno desarrolle una conciencia personal de lo que es la ciudadanía digital. El incumplimiento de estas normas pone en riesgo el privilegio de usar los dispositivos libremente.

1. Está permitido a los alumnos el uso de dispositivos electrónicos con la única finalidad de ser empleados en la consecución de los objetivos del proceso educativo y cuando el profesor u otra autoridad del colegio lo considere necesario.

2. El profesor es quien decide cuándo, qué y cómo se utilizan los dispositivos electrónicos en cada ocasión. Los alumnos los pueden usar solo para las tareas indicadas y los propósitos establecidos y comunicados por el profesor. La autorización alcanza solamente a los contenidos o recursos expresamente indicados por el profesor. Los dispositivos deben ser apagados y guardados cuando el profesor lo indique.

3. Los alumnos pueden traer diversos dispositivos: laptops, notebooks, tablets, e-readers. El uso de celulares está prohibido, salvo para aquellas ocasiones en las que el profesor lo indique expresamente. Está prohibido traer al colegio todo tipo de consolas de juegos electrónicos.

4. Cada alumno es responsable de traer su dispositivo cargado y listo para ser usado, protegido en un estuche y disponer de audífonos para casos de necesidad indicados por el profesor.

5. Cada alumno es responsable de la seguridad de su dispositivo: usar el suyo propio y no dar la clave a nadie más. Tomar precauciones para evitar pérdida o daño (recomendamos considerar la opción de un seguro). Cada alumno, así como sus padres y/o tutores son responsables de proteger su dispositivo de virus y hacer el backup de su información (en dispositivos o en la nube).

6. Los padres y/o tutores son responsables de supervisar ello, en general, de supervisar el uso adecuado del dispositivo, lo cual puede incluir la instalación de controles parentales o aplicación de otras estrategias.

7. Cuando corresponda, se entregará a los alumnos un dispositivo de propiedad del Colegio para ser empleado exclusivamente en las labores académicas indicadas por el profesor. El dispositivo no tendrá clave de acceso o tendrá una clave creada por el Colegio. Los alumnos no pueden crear clave de acceso o cambiar la clave que el Colegio les haya dado. Por ser de su propiedad, el Colegio podrá solicitar la entrega del dispositivo para controlar su uso debido; por ejemplo, accediendo a su historial de uso. Por ello, los alumnos no deben guardar en estos dispositivos ningún contenido personal, propio o de terceros.

8. El colegio provee el servicio de Wi-Fi, cierto nivel de filtro y protección para el uso en el colegio. Cualquier intento de saltear estos bloqueos, como por ejemplo el uso de VPNs o sus propios datos celulares, es una falta grave. El colegio no garantiza que todos los programas y recursos funcionen por igual en todos los dispositivos, ni un uso ilimitado y sin problemas del Wi-Fi. El colegio colaborará en todo lo posible, siempre que sea informado oportunamente, pero no se hace responsable de solucionar cualquier problema técnico de los dispositivos de los alumnos.

9. En caso un alumno dañe el dispositivo de otro alumno, este dispositivo será revisado por el área de sistemas del Colegio. Será esta área quien determine qué se debe hacer: si el dispositivo puede repararse o no y de qué manera. Los padres y/o tutores quedan obligados a cumplir la recomendación del área de Sistemas a fin de reparar el daño o, eventualmente, reponer el dispositivo dañado.

10. El colegio tendrá previstas alternativas de uso en caso de emergencia, en la sala de cómputo, compartiendo con otros compañeros o usando otro tipo de recursos. El uso de las impresoras del colegio no está previsto.

11. En clase se usa el Wi-Fi del colegio y no las opciones de 3G y 4G. Es decir, cada dispositivo se debe configurar con esa opción obligatoriamente.

12. Cuando se usan en clase, los dispositivos siempre deben estar sobre la mesa y a la vista. También deben estar en modo de silencio o usarse con audífonos en caso necesario. Del mismo modo, no pueden usarse audífonos cuando se indique.

13. En caso de evaluaciones solo se debe acceder a lo que se indique y eventualmente desconectar internet si se indica (modo avión).

14. No se puede fotografiar o filmar actividades del colegio sin permiso. De igual modo está prohibido acceder y compartir información privada.

15. El profesor o cualquier otra autoridad del colegio, ante la sospecha razonable de uso indebido del dispositivo electrónico o de algún riesgo referido a su uso, puede solicitar al estudiante que lo desbloquee y permita su acceso. El acceso se realizará en la medida estrictamente necesaria para verificar el buen uso del dispositivo y se garantice el cumplimiento de este reglamento. De considerarlo conveniente, el profesor comunicará los hechos y el resultado del control a la dirección general. El incumplimiento de este reglamento puede justificar la activación de procesos disciplinarios internos con las consecuencias previstas en el reglamento del colegio o, de ser el caso, influirá negativamente en la evaluación del área de Desarrollo integral.

Confiamos en el compromiso de cada uno de usar esta alternativa con respeto y responsabilidad.

CAPÍTULO I

DISPOSICIONES GENERALES

CONCEPTO, FINES, BASE LEGAL Y ALCANCE

Artículo 1°. Colegio Trener S.A., inscrita en la partida 11068120 de RRPP y con RUC 20269300141 es un centro educativo privado, mixto, bilingüe y laico, autorizado por el Ministerio de Educación con las resoluciones 171-94 y 165-99 de la UGEL 07 (R.D. USE 07 Nº 0165.pdf (trener.edu.pe). Tiene como finalidad brindar servicios educativos en los niveles de inicial, primaria y secundaria de la educación básica regular.

Artículo 2°. El presente Reglamento norma los aspectos pedagógicos y administrativos del Colegio, obliga a todo el personal que labora en él, a sus alumnos y a los padres de familia, apoderados o tutores. Es complementado por las normas y disposiciones del Directorio del Colegio, respetando las normas legales que rigen la educación privada en el Perú.

 

CAPÍTULO II

LÍNEA AXIOLÓGICA, OBJETIVOS, ENFOQUE PEDAGÓGICO Y ORGANIZACIÓN DE AULAS

Artículo 3°. Dentro de un ambiente de exigencia académica, de respeto y práctica de los valores que emanan de la dignidad de la persona humana, tales como la solidaridad, la benevolencia y la tolerancia, entre otros, el Colegio brinda una educación de calidad. Para ello, orienta su currículo de acuerdo con la ciencia más moderna y aplica técnicas pedagógicas que potencian la reflexión, la curiosidad y los intereses de sus alumnos. En un ambiente de orden y trabajo, reconoce la individualidad de cada alumno por lo que busca la adaptación personal de los programas, promueve el dinamismo, la creatividad y la confianza de cada uno de ellos.

La educación es bilingüe y busca que sus alumnos dominen la lengua inglesa. Prepara a sus alumnos para el acceso a la educación superior.

El Colegio promueve la formación integral de los estudiantes y su metodología está alineada con este fin. El desarrollo de la autonomía moral y cognitiva son centrales, así como el de la consciencia y capacidades ciudadanas. Por ello, el trabajo de tutoría, así como el aprendizaje cooperativo y basado en proyectos son los pilares de nuestro trabajo. De igual forma, en los planes curriculares y en los de tutoría se consideran los enfoques transversales del currículo nacional para desarrollar el reconocimiento y respeto de derechos, la valoración de la diversidad y el desarrollo de actitudes inclusivas, el respeto y valoración de la interculturalidad, así como la consciencia ambiental y actitudes hacia la búsqueda permanente del bien común y la excelencia.

Nuestro currículo busca el desarrollo de competencias transversales a través de todas las actividades escolares, así como las específicas de cada área curricular. Buscamos el trabajo integrado de las áreas curriculares en situaciones significativas de aprendizaje que promuevan la construcción de los aprendizajes por cada estudiante. El aprendizaje basado en proyectos nos permite desarrollar de manera natural las capacidades para desempeñarse en diversos contextos, así como aprender a aprender.

Artículo 4°. Organización de aulas:

Cada promoción está agrupada en secciones paralelas. En el nivel inicial, el número de alumnos por sección es máximo 25; en el resto del Colegio el promedio es de 30 alumnos por sección, con un máximo de 32, únicamente en caso de eventualidades.

Desde PK y hasta segundo grado, siempre hay dos profesoras trabajando con los alumnos.

Desde inicial hasta tercero de secundaria, las clases se desarrollan en el “Trener 1”, nuestro local central. Los alumnos de los dos últimos grados de secundaria asisten al “Trener 2”, local que se ubica a cinco cuadras de nuestro local central. Ambas sedes cuentan con laboratorios, aulas especiales para todas las actividades escolares y áreas para deporte y recreación.

A partir de secundaria los alumnos van todas las semanas al local deportivo en Pachacamac, donde tienen clases de educación física, arte y teatro.

 

CAPÍTULO III

DURACIÓN, PLAN DE ESTUDIOS, METODOLOGÍA Y SISTEMA DE EVALUACIÓN

Artículo 5°. La duración, el contenido, la metodología y el sistema pedagógico del plan curricular de cada grado son aprobados por el Directorio a propuesta del Director General. Del mismo modo, de ser el caso, se definirán y comunicarán las opciones virtuales o híbridas que permitan cumplir con el plan educativo.

Artículo 6°. El calendario escolar y el horario de clases lo establece el Directorio al comienzo del año escolar, en función a cada nivel y de la siguiente manera:

Cada año se inicia el primer día útil de marzo y termina en la segunda semana de diciembre con las vacaciones de mayo (una semana), julio (dos semanas) y octubre (una semana).

Formato horario de inicial

  Lu Ma Mi Ju Vi
8:00-8:20 Juego libre                                                                                                                                                  
1.er bloque Trabajo en proyectos en castellano        
Recreo y refrigerio          
2.° bloque Trabajo en proyectos en inglés        
12: 45 Salida        

 


Formato horario de primaria

  Lu Ma Mi Ju Vi
8:00-8:45 Tutoría Tutoría Tutoría Tutoría Tutoría
Periodo 1          
Periodo 2          
Recreo          
Periodo 3          
Periodo 4          
Lonchera          
Recreo          
Periodo 5          
Periodo 6          
Cierre          
14:25 Salida Salida Salida Salida Salida


Formato horario de secundaria

  Lu Ma Mi Ju Vi
7:45 – 8:15 Tutoría Tutoría Tutoría Tutoría Tutoría
Periodo 1          
Periodo 2          
Periodo 3          
Recreo          
Periodo 4          
Periodo 5          
Recreo y 
Lonchera
         
Periodo 6          
Periodo 7          
Cierre          
15:15 Salida Salida Salida Salida Salida


En Trener 2, los grados de 10° y 11° entran 15 minutos más tarde y el horario se corre.
Las actividades y horarios especiales de cada grado para clases de Religión, Educación artística y Educación física como talleres curriculares se informan cada año con la debida anticipación.

Artículo 7°. La asistencia y puntualidad de los alumnos se controla de acuerdo con las disposiciones del Colegio. Las justificaciones de las inasistencias o tardanzas se realizan por escrito. Igualmente, las solicitudes de permisos de salida antes de hora, así como de inasistencias previsibles deberán ser solicitadas al Director de Nivel, por escrito y con la debida anticipación. En caso de más de 25% de inasistencias injustificadas, el Comité de Directores analizará si el alumno podrá lograr las competencias de un área dada o si debe permanecer en el grado.

Artículo 8°. El plan curricular busca el desarrollo de competencias transversales y curriculares basado en el Currículo Nacional de Educación Básica.

Tabla de horas pedagógicas por áreas y grados:

 

 

Horas pedagógicas

Áreas

Observaciones

Inicial

1°-2°

3°-4°

5°-6°

7°-8°

10°

11°

Comunicación

 

 

10

9

9

6

6

4

6

Personal Social

Integrado con Ciencia y Tecnología hasta 2°

 

 

 

 

 

Inglés

 

 

8

7

7

6

6

6

4

Francés

 

 

 

 

0-2

2

2

2

2

Ciencias Sociales y

 

Historia, geografía y economía en Humanidades

 

 

 

 

6

5

6

6

World History & Geography

 

 

 

 

3

4

3

 

Desarrollo personal, ciudadano y cívico

Incluido junto con CC SS en Humanidades. En 11° también en Filosofía

 

 

 

 

 

 

 

2

Matemática

Math desde 5°

 

8

6

6

6

6

8

10

Ciencia y Tecnología

Science desde 3°

Antes integrado con PS y COM

 

 

4

5

5

6

5

5

Informática

Además del trabajo transversal de TIC

 

 

 

 

1

1

1

1

Educación para el trabajo

*Se trabaja en los proyectos. En 10° adicionalmente en matemáticas aplicadas

*

*

*

*

*

2

*

2

*

2

*

2

Arte y Cultura

Artes plásticas/ Visual Arts

 

2

2

2

2

2

2

2

Música

 

1

1

1

Teatro: *hasta 4° a través de las obras en Inglés

*

*

*

 

Educación Física

 

 

2

2

2

2

2

2

2

Educación  Religiosa

*Parte se da en Tutoría, sobre todo hasta 2° y luego complementariamente

 

*

*

1

*

1

*

1

1

1

1

Tutoría

 

5

5

5

5

5

5

5

5

 

Las competencias que se trabajan en cada área están en concordancia con las establecidas en el Currículo Nacional. Asimismo, las competencias transversales referidas a la gestión del aprendizaje autónomo y al manejo de las Tecnologías de la información y la comunicación. Incluimos algunas competencias adicionales referidas al desarrollo integral y al área curricular de Francés.

La información detallada del plan curricular estará a disposición de los padres de familia, apoderados o tutores en las reuniones de cada inicio de año escolar, tanto las individuales del proceso de matrícula como las grupales al inicio de marzo.

Artículo 9°. Las exoneraciones o excepciones para las áreas curriculares de Educación Religiosa y Educación Física u otras que pudieran presentarse se autorizan de acuerdo con las disposiciones oficiales vigentes y se solicitan por escrito en el momento de la matrícula. En casos excepcionales podrá verse dicha solicitud en otro momento del año.

Artículo 10°. Los viajes, las excursiones y visitas de estudio son parte del currículo. El Colegio los coordina y los padres de familia deben autorizar por escrito, a través de la intranet, la participación de sus hijos.

Artículo 11°. Los idiomas empleados en la enseñanza son el castellano y el inglés, según sea el área curricular. Los alumnos deberán rendir la prueba de suficiencia de inglés para graduarse. Adicionalmente, en secundaria aprenderán como tercer idioma el francés.

Artículo 12°. Las normas sobre evaluación y promoción de grado son aprobadas por el Directorio y se adecuarán, cuando corresponda, a las disposiciones que dicte el Ministerio de Educación.

Artículo 13°. La evaluación de los alumnos es permanente y se refiere al desarrollo de las competencias transversales y curriculares. Se da a través de diversas herramientas y situaciones, no solo a través de las pruebas escritas. Se prioriza la retroalimentación y cuando se establecen niveles de logro se usan rúbricas.

Artículo 14°. En la evaluación se mide el avance de los alumnos en las competencias que correspondan. Se utiliza la escala indicada en el Currículo Nacional de Educación Básica:

AD

Logro destacado

Cuando el estudiante evidencia un nivel superior a lo esperado respecto a la competencia; es decir, muestra aprendizajes que van más allá del nivel esperado.

A

Logro esperado

Cuando el estudiante evidencia el nivel esperado respecto a la competencia, mostrando manejo satisfactorio en las tareas propuestas y en el tiempo programado.

B

En proceso

Cuando el estudiante está próximo al nivel esperado respecto a la competencia y requiere acompañamiento durante un tiempo razonable para lograrlo.

C

En inicio

Cuando el estudiante muestra un progreso mínimo hacia el nivel esperado respecto a la competencia. Con frecuencia evidencia dificultades en el desarrollo de las tareas y necesitará mayor tiempo de acompañamiento e intervención del docente.

 

Artículo 15.° En el caso de evaluaciones escritas programadas con fechas determinadas, el alumno que falte debe presentar una excusa por escrito para poder tener una evaluación extemporánea. Dicha evaluación será diferente y podrá ser más exigente, en función al tiempo transcurrido y los temas avanzados. Estas pruebas serán devueltas corregidas para que el alumno los lleve a casa y haga firmar por sus padres y/o apoderados. Una vez firmadas, deberán ser archivadas por los alumnos en el fólder del área respectiva.

Artículo 16°. Los reclamos respecto a cualquier evaluación deben ser presentados por escrito por los alumnos. En el caso de reclamos sobre las evaluaciones en el informe trimestral, éstos deben ser sustentados presentando el fólder de evaluaciones completo.

Artículo 17°. La evaluación mira el proceso de aprendizaje a lo largo del año, por lo que los niveles alcanzados en los diferentes periodos no se promedian. El nivel alcanzado en el último periodo (tercer trimestre) se considera el resultado final del año escolar. Las metas no logradas en los primeros periodos se siguen recuperando y evaluando hasta fin de año, por lo que no es posible lograr los niveles esperados en el periodo final sin haber recuperado todas las metas básicas; así, el nivel del tercer trimestre es el nivel alcanzado en todo el año. En caso de no conseguir el logro esperado hasta el final del año escolar se podrá realizar en la recuperación de verano.  

Artículo 18°. Los padres de familia reciben un informe pedagógico al final de cada periodo de evaluación. En este, además del nivel de logro de cada competencia, se reporta la evaluación descriptiva cualitativa del tutor respecto al desarrollo integral del alumno, de acuerdo con las competencias y los enfoques transversales del currículo nacional y del colegio.

Artículo 19°. Los certificados de estudio se emiten al final de la escolaridad, en caso de traslado o cuando el padre, apoderado y/o tutor lo solicite. No se emitirán los certificados de grados cuyas pensiones no hayan sido canceladas previamente.

 

CAPÍTULO IV

DE LA DIRECCIÓN, ORGANIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN Y FUNCIONES DEL COLEGIO

Artículo 20°. La estructura pedagógica del Colegio es la siguiente:

  1. El Directorio

  2. La Gerencia General

  3. El Director General

  4. La Subdirección Académica

  5. El Comité de Directores de Nivel

  6. Los Directores de Nivel

  7. El Comité de Coordinación Interna

  8. Los Coordinadores de Área o Departamentos

  9. Los Profesores y Tutores

Artículo 21°. El Directorio

El Directorio define la política educativa y administrativa del Colegio y es la última instancia de cualquier asunto al que se avoque.

Artículo 22°. La Gerencia General

La Gerencia General es responsable de velar por el normal desarrollo del colegio, así como por el cumplimiento de las decisiones e indicaciones del Directorio.

Artículo 23°. El Director General

El Director General es el responsable de la conducción y administración de las actividades pedagógicas del Colegio. Su labor principal se centra en el liderazgo pedagógico de la institución que se ejerce, entre otras formas, a través de:

-  Las reuniones de coordinación con los coordinadores de áreas y los directores de nivel, tanto las individuales (semanales o quincenales), como las grupales (semanales).

-  El liderazgo de los comités más importantes, como es el de Convivencia y tutoría.

-  Las reuniones generales y talleres pedagógicos con todo el profesorado que se realizan mensualmente y en los periodos de vacaciones de los alumnos y que tratan de proyectos de innovación transversales a los grados y áreas, así como de los elementos centrales de nuestra propuesta pedagógica y de nuestro sistema de convivencia escolar.

-  La planificación y conducción de los proyectos de innovación y de las actividades especiales de los alumnos.

-  Las visitas, acompañamiento y supervisión en las diferentes instancias del colegio.

Artículo 24º. La Subdirección Académica

La Subdirección Académica es encargada de apoyar al Director General y de reemplazarlo cuando no esté en la conducción y administración de las actividades pedagógicas del Colegio.

Artículo 25º. El Comité de Directores de Nivel

El Comité de Directores de Nivel está conformado por el Director General, los Directores de Nivel y el psicólogo Coordinador del Departamento Psicopedagógico. El comité es un órgano asesor del Director General, está encargado de la promoción de la convivencia democrática y, como tal, colabora en la supervisión del trabajo pedagógico de los tutores.

Artículo 26°. Los Directores de Nivel

El Director de Nivel es el responsable de la conducción de varios grados, cuyo conjunto se denomina “nivel”.

Artículo 27º. El Comité de Coordinación Interna

El Comité de Coordinación Interna está conformado por el Director General, los Directores de Nivel y los Coordinadores de Área o Departamentos. El Comité es un órgano asesor del Director General y colabora con él en la supervisión del trabajo de los profesores y del desarrollo de las áreas curriculares.

Artículo 28º. Los Coordinadores de Área o Departamentos 

Los Coordinadores de Área o Departamentos son los responsables de un área curricular.

Artículo 29º. Los Profesores y Tutores

Los profesores tienen a su cargo la preparación y la conducción de las clases de una o más áreas en uno o más niveles del colegio. Pueden además ser tutores, sin que esto signifique cambio alguno en la jerarquía administrativa.

Los tutores tienen a su cargo la conducción y supervisión de una sección. En tal virtud, son los interlocutores del Colegio con los padres de familia, apoderados o tutores de la sección y coordinan con los demás profesores las medidas pedagógicas necesarias para la sección.

Todos los profesores y tutores tienen la obligación de detectar, atender y denunciar de inmediato al Comité de Directores de Nivel, los hechos de violencia, intimidación, hostigamiento, discriminación, difamación y cualquier otra manifestación que constituya acoso entre los estudiantes, incluyendo aquellos que se cometan por medios telefónicos, electrónicos o informáticos y sobre los que hayan sido testigos o hayan sido informados.

Artículo 30°. Departamentos y servicios de apoyo

a) Psicopedagógico - Los psicólogos asignados a los diferentes grados trabajan en coordinación con los tutores y directores de nivel para apoyar el desarrollo socioemocional de los alumnos y sus interacciones en el grupo.

b) Departamento de atención a las necesidades educativas especiales (DANEE) - Los especialistas de aprendizaje trabajan con los profesores de cada sección para atender las necesidades educativas especiales de los alumnos que la conforman, desde una óptica del diseño universal para el aprendizaje.

c) Biblioteca - Los bibliotecarios organizan el banco del libro, las bibliotecas de aula y la colección central de libros y recursos para apoyar el proceso de aprendizaje dentro y fuera del horario escolar. Los tutores y profesores son responsables de evaluar los recursos nuevos y hacer los requerimientos necesarios.

Artículo 31°. La estructura administrativa del Colegio es la siguiente:

a. El Directorio

b. La Gerencia General

c. La Gerencia Administrativa

d. La Subdirección Administrativa

e. Los Departamentos de Logística, Comercial, Contabilidad, Tesorería e Informática.

Artículo 32°. La Gerencia Administrativa y la Subdirección Administrativa

La Gerencia Administrativa es la encargada de la administración y funcionamiento de los órganos del Colegio que apoyan la labor pedagógica.

La Subdirección Administrativa tiene a su cargo la organización y supervisión de las oficinas administrativas que apoyan la tarea pedagógica del Colegio. Asimismo, es la encargada de tratar con los padres de familia, apoderados o tutores lo relacionado con las pensiones y becas.

ORGANIGRAMA

 

CAPÍTULO V

DE LA MATRÍCULA, DE LOS SISTEMAS DE CONTROL DE LOS ESTUDIANTES Y DE LAS DISPOSICIONES RELATIVAS A LA ESTADÍA DE LOS ESTUDIANTES EN EL COLEGIO

Artículo 33°. El ingreso de un alumno lo determina la comisión de admisión luego de un proceso sobre la base de criterios que establece el Directorio. Este proceso se inicia brindando toda la información a los postulantes y que está permanentemente actualizada en la página web cuyo enlace se les hace llegar a los interesados. Ahí figuran los requisitos, los costos y sus históricos, así como las vacantes disponibles, entre otras. Admisión 2023 | ColegioTrener

La comisión de admisión se nombra cada año y está conformada por el Director General y dos miembros que designe el Directorio. Esta comisión deberá revisar los expedientes y los resultados de las evaluaciones y entrevistas realizadas, según sea el caso. En los grados menores no se evalúa al alumno como parte del proceso, según la normativa vigente.

Artículo 34°. El reingreso de alumnos que se hubiesen retirado del Colegio por un periodo estará sujeto a la disponibilidad de la vacante y a la aprobación de la evaluación respectiva.

Artículo 35°. Cada año debe ratificarse la matrícula en la intranet, firmando el convenio de matrícula y realizando los pagos correspondientes. Toda la información se envía con la debida anticipación a los padres, según las normativas vigentes y además queda publicada en la web del colegio.

Artículo 36°. En las primeras semanas de clase el Colegio entrega a los alumnos los textos del banco del libro que usarán y los materiales de trabajo personales, además de poner a su disposición en las aulas los materiales necesarios para todas las actividades curriculares. De requerirse algún material adicional que los alumnos usarán de manera personal, se les avisará con anticipación para que cada uno pueda conseguirlo.

Artículo 37°. No puede matricularse al año siguiente:

a) El alumno que permanece por segunda vez en el mismo grado o, habiendo permanecido en un grado (del que es promovido en el siguiente año lectivo), nuevamente permanece en el grado inmediato superior.

b) El alumno que permanece en tres diferentes grados durante el total de sus años en el Colegio.

c) El alumno que, habiendo sido trasladado durante la primaria o la secundaria de otro colegio, no cumpla las condiciones acordadas para su ingreso o permanezca en cualquiera de los grados escolares en cuestión.

d) El alumno cuyo comportamiento académico demuestre que no esté en condiciones de alcanzar los objetivos del Colegio. En estos casos la decisión la toma el Directorio a propuesta del Director General.

e) El alumno cuya conducta demuestre reiterada indisciplina. En estos casos la decisión la toma el Directorio a propuesta del Director General.

f) El alumno cuyos padres, apoderados o tutores ofendan o ultrajen al Colegio o a alguna de sus autoridades, profesores o personal administrativo con palabras, gestos o vías de hecho o los difamen o incumplan reiteradamente las disposiciones del Colegio. En estos casos, además, se resuelve el convenio educativo. La decisión la toma el Directorio a propuesta del Director General o del Gerente Administrativo y Financiero.

g) El alumno cuyos padres, apoderados o tutores mantengan una deuda con el Colegio por cualquier concepto.

h) El alumno cuyos padres no cumplan con las recomendaciones del Colegio derivadas de las evaluaciones diagnósticas y psicológicas que se realicen.

Artículo 38°. El Colegio tendrá la facultad de resolver el convenio educativo de aquellos alumnos cuyos padres, apoderados o tutores:

a) No cumplan con las recomendaciones del Colegio.

b) Tengan conductas que vayan en contra o puedan afectar al Colegio, su personal, otros alumnos u otros padres de familia, apoderados o tutores.

c) Generen conflictos con personal del Colegio, otros alumnos u otros padres de familia, apoderados o tutores.

d) Realicen comentarios o dispersen rumores con información falsa o que no hayan comprobado y que pueda afectar el buen nombre, imagen y/o reputación del Colegio, su personal, otros alumnos u otros padres de familia, apoderados o tutores.

Artículo 39°. Seguridad de los alumnos:

a) El Colegio comunica normas y acuerdos para situaciones de emergencia, que deberán ser cumplidas por todos los miembros.

b) Los padres, apoderados o tutores están obligados a llenar la ficha médica y de emergencias, así como actualizarla cada vez que sea pertinente. En caso de emergencia el Colegio procederá de acuerdo con las anotaciones en estas fichas y al procedimiento regular, el cual será informado en la matrícula.

c) El alumno enfermo no deberá asistir al Colegio si requiere atención especial. Si el alumno o sus familiares contraen alguna enfermedad contagiosa, están obligados a informar inmediatamente al Director General, al Director de Nivel y al tutor y a respetar los protocolos que pueda establecer el Colegio.

d) Los padres de familia se encargan de que las personas autorizadas a recoger a sus hijos traigan siempre la tarjeta de identificación que el Colegio les da. Asimismo, deben informar por escrito al tutor de cualquier cambio, y al Director de Nivel y a la Dirección del Colegio de cualquier situación de cuidado. No podrán recoger a los alumnos si no se cumple con el procedimiento establecido.

Artículo 40°. Uso de casilleros

a) Los casilleros son de propiedad del Colegio.

b) El alumno deberá respetar y acatar las disposiciones que dicte el Colegio sobre protección de sus instalaciones y bienes, incluyendo el uso de los casilleros.

c) Los casilleros serán asignados por el Director de Nivel de acuerdo con su disponibilidad. Esta asignación supone la entrega de una de las llaves. El Colegio siempre resguardará una copia de la llave de cada casillero. Al momento que el Colegio asigne un casillero, el alumno deberá firmar un documento recibiendo el casillero y confirmando su estado de conservación.

dEl casillero que le asigne el Colegio será utilizado para guardar implementos de estudio, ropa y objetos personales del alumno. Está prohibido guardar en los casilleros, objetos de propiedad del Colegio, con excepción de los bienes o implementos de estudio que el Colegio les otorgue a los alumnos para su uso durante clases. También está prohibido guardar en los casilleros tabaco, cigarros electrónicos, bebidas alcohólicas, bebidas energizantes, drogas ilícitas, estupefacientes, objetos peligrosos, inflamables, u otros que la Dirección considere, o que afecten la moral y las buenas costumbres o la seguridad de quienes laboran o estudian en el Colegio.

e) Los casilleros deberán utilizarse con el debido cuidado, sin rayarlos, forzarlos o dañarlos. Los casilleros deberán mantenerse cerrados con llave, limpios y ordenados. No deberá colocarse distintivos, calcomanías, letreros o similares.

f) En caso de extravío de la llave el alumno debe asumir el costo de su reposición. Si un alumno olvida la llave, puede solicitar en portería que le abran el casillero con la copia de la llave que el Colegio resguarda. Al finalizar cada año escolar, el alumno debe devolver el casillero asignado y su llave al tutor.

Artículo 41°. Control y revisión de los casilleros

a) El Director de Nivel mantendrá un listado de los casilleros asignados a cada alumno, según su numeración, ubicación y fecha de asignación. Es responsabilidad del Director de Nivel mantenerlo actualizado.

b) En caso el Colegio tome conocimiento de un casillero abandonado, contando con la presencia del Director de Nivel, se procederá a abrirlo. En caso contenga objetos, se mantendrán en custodia hasta ser entregados a su propietario, puestos a disposición de las autoridades o eliminados, según corresponda.

c) El Colegio podrá revisar los casilleros, sin previo aviso, para garantizar la seguridad de sus bienes, instalaciones y de las personas que se encuentren en el centro de estudios.

d) Para estos efectos, la revisión de los casilleros será realizada por el Director de Nivel, en presencia del alumno involucrado o, en su ausencia, en presencia del personal directivo o de los tutores que se encuentren en el centro de estudios.

e) La revisión del casillero deberá ser registrada en un formato adecuado.

f) De encontrase en el casillero objetos de propiedad del Colegio no vinculados a los estudios del alumno u objetos personales de otros alumnos, en presencia del alumno o de los alumnos implicados, se procederá a realizar un acta de levantamiento de los bienes encontrados para la investigación y toma de acciones que corresponda. De tratarse de actividades ilícitas como el tráfico de drogas, se comunicará de inmediato a las autoridades.

g) El Colegio podrá realizar desinfecciones en los casilleros con la frecuencia que estime conveniente, por lo que los alumnos deberán retirar sus pertenencias y dejar los casilleros abiertos por el lapso que sea necesario. Los daños y/o pérdidas que se produzcan en los bienes de propiedad de los alumnos como consecuencia del incumplimiento de esta disposición no será de responsabilidad del Colegio.

Artículo 42°. Mal uso de los casilleros

a) Los alumnos que incurran en las faltas o incumplimientos previstos en las disposiciones sobre el uso y control de los casilleros podrán ser sancionados mediante alguna de las siguientes medidas disciplinarias:

  1. Amonestación
  2. Suspensión
  3. Expulsión

b) Las sanciones podrán ser impuestas por el Colegio teniendo en cuenta la naturaleza de la falta, antecedentes, reincidencia, y especialmente, las circunstancias del caso o gravedad de la falta. No obstante, el Colegio evaluará cada caso en concreto y determinará la sanción a aplicar según los hechos ocurridos.

Artículo 43°. Uso de dispositivos electrónicos

a) El Colegio determina a partir de qué grado los alumnos deben traer su dispositivo electrónico. Cada estudiante es responsable de cuidarlo, cargarlo y encargarse de su configuración y seguridad.

bLos alumnos menores que reciben dispositivos del colegio, asignados previamente, deben cumplir con las indicaciones para su cuidado y el uso responsable de las claves de acceso.

cEn ambos casos los estudiantes deben seguir las indicaciones de los profesores para su uso en clase, respetando las normas de ciudadanía digital que se inculcan en el colegio.

Artículo 44°. El Colegio no se hace responsable de la pérdida total o parcial de los objetos que los alumnos traigan al colegio, estén en sus casilleros o no. El Colegio colabora asignando a los alumnos espacios en las aulas y fuera de ellas (casilleros) para guardar sus materiales y equipos, incluyendo los dispositivos electrónicos de su propiedad.

 

CAPÍTULO VI

NORMAS DE CONVIVENCIA: DERECHOS, OBLIGACIONES, ESTÍMULOS, FALTAS Y SANCIONES DEL EDUCANDO

Artículo 45°. Propósitos de las normas de convivencia:

a) Que todos en el Colegio puedan sentirse seguros y merecedores de un trato respetuoso y amable para poder asistir tranquilos y contentos al Colegio.

b) Que el ambiente ofrezca las condiciones necesarias para el aprendizaje eficiente; es decir, que todos puedan aprender lo mejor posible, a su manera, pero juntos.

c) Que los alumnos aprendan que lo anterior supone vivir en una estructura que posee normas, autoridades, ciertas rutinas y algunas formalidades también.

Artículo 46º. Las normas de convivencia en el aula se conversan al inicio del año en cada salón con los tutores para poder entender la manera concreta en que el presente Reglamento se vive cotidianamente. Los detalles que no estén escritos en el Reglamento son trabajados y decididos con los profesores, quienes son la autoridad en todas las actividades del colegio. Dicha autoridad debe ser respetada siempre. Los comentarios o reclamos deben hacerse en las instancias respectivas después y no en el salón de clase en medio de la actividad.

Dada la importancia de este aspecto, el Comité de directores de nivel es el encargado de cumplir las funciones del Comité de convivencia, instancia encargada de liderar y supervisar los procesos preventivos de una sana convivencia escolar, así como dar atención y seguimiento a los casos reportados por miembros de la comunidad escolar, cumpliendo estrictamente las normativas del sector al respecto y los registros que correspondan. Para ello, los alumnos trabajan en las horas de tutoría el tema de convivencia y son informados de los procedimientos para informar de las situaciones de violencia o discriminación de la que ellos u otros miembros del Colegio puedan ser víctimas, sea dentro o fuera del colegio, incluso en espacios virtuales.

Todas las disposiciones o decisiones, en situaciones donde se encuentre un estudiante víctima de violencia, deben tener como prioridad la aplicación del principio del interés superior del niño, niña y adolescente, y ponderar la protección integral de sus derechos, de conformidad con lo establecido en la Ley N° 30466, Ley que establece parámetros y garantías procesales para la consideración primordial del interés superior del niño y su Reglamento aprobado por Decreto Supremo N° 002-2018-MIMP, así como sus normas modificatorias y/o complementarias.

Artículo 47º. La norma más importante es la del respeto mutuo sin excepción. En el Colegio no se tolera ninguna forma de maltrato, existiendo la política de “tolerancia cero”. Se espera que, en primer lugar, sean los mismos compañeros los que no la acepten y que sepan recurrir a las autoridades más cercanas en el momento necesario. No se maltrata ni se permite el maltrato a otro y, de ser el caso, debe ser denunciado. Esperamos que todos ayuden a quien sea víctima e incluyan al que es dejado de lado.

Cualquier tipo de maltrato implicará la intervención de las autoridades del Colegio, incluyendo aquellas situaciones derivadas de un mal uso de las redes sociales y/o del ciberespacio. En esto se incluyen la discriminación, las burlas, el hablar mal o la agresión de cualquier manera a otra persona.

Artículo 48º. En caso se dé algún conflicto o se generen los problemas que naturalmente se dan en el Colegio, se espera honestidad al asumir cada uno sus responsabilidades. Asimismo, se espera respeto a la privacidad de las personas involucradas con el fin de evitar chismes que expongan a otros y puedan agravar el problema.

Artículo 49º. Normas mínimas de comportamiento de los alumnos:

a) Puntualidad para asistir, traer lo indicado y cumplir con los trabajos asignados.

b) Uso cuidadoso de la infraestructura y los materiales del Colegio.

c) Respeto de las cosas ajenas.

d) Cumplimiento de los códigos para la presentación personal y vestimenta.

e) Cumplimiento de los códigos para la presentación de los trabajos; en especial lo concerniente a referencias de fuentes.

f) Evitar cualquier forma de plagio de tareas, trabajos y/o evaluaciones.

g) Cumplir las pautas para el uso del celular y otros dispositivos en el Colegio, así como para las interacciones respetuosas en las redes sociales entre los miembros del Colegio, lo cual incluye abstenerse de publicar fotos de otros o del Colegio sin contar previamente con la autorización correspondiente.

Artículo 50°. Derechos del alumno del Colegio:

a) Recibir en cada grado de estudios una sólida formación, de acuerdo con los objetivos enunciados en el Capítulo II.

b) Ser tratado con dignidad, respeto y sin discriminaciones, así como ser informado oportunamente de las disposiciones que le conciernen como alumno.

c) Ser atendido por el profesor, el Tutor(a) de Sección o las autoridades del Colegio en los aspectos que competen a cada uno.

d) Conocer oportunamente el sistema con el que será evaluado y el programa de estudios que seguirá durante el año.

e) Recibir evaluados los trabajos y pruebas dentro de los diez días laborables siguientes a su aplicación, a excepción de los trabajos de investigación que le serán entregados debidamente corregidos antes de finalizar el periodo lectivo.

f) Ser escuchado por la autoridad competente antes de que se le apliquen medidas disciplinarias.

Artículo 51°. Obligaciones del alumno del Colegio:

a) Cumplir el Reglamento Interno y demás disposiciones del Colegio.

b) Respetar a su Colegio, sus profesores, condiscípulos, personal y otras personas, tanto dentro como fuera de los locales del Colegio, en persona o mediante la utilización de cualquier medio telefónico, electrónico o informático.

c) No asumir la representación, ni usar los símbolos o distintivos del Colegio sin autorización previa y por escrito.

d) Cuidar su presencia de acuerdo con el código de vestimenta del Colegio, así como sus modales y vocabulario; abstenerse de realizar actos que atenten de alguna manera contra los demás miembros del Colegio, tanto al interior de sus locales como fuera de ellos.

e) Cuidar las instalaciones del Colegio, así como los materiales de trabajo propios y ajenos.

f) Reparar el daño que cause al Colegio, su personal o a sus compañeros.

g) Cumplir con las responsabilidades que se le encomienden.

h) Ser puntual, justificar las tardanzas o inasistencias y solicitar autorización de salida antes de hora o de inasistencias o tardanzas previsibles por escrito con firma de uno de sus padres, apoderados o tutores.

i) Informar a sus padres, tutores o apoderados sobre las evaluaciones, estímulos, medidas educativas y sanciones que reciba.

j) Asistir a las actividades y a las clases de nivelación que programe el Colegio.

Artículo 52°. Estímulos y participación

El Colegio otorga estímulos a los alumnos que destaquen, tanto en los aspectos académicos, culturales y deportivos, como en los de comportamiento.

El Colegio promueve el desarrollo ciudadano y el trabajo en comunidad de los alumnos. Para ello, los alumnos pueden asumir encargos y roles rotativos en el aula desde pequeños. Los tutores de cada sección son los encargados de velar por la participación inclusiva y equitativa de todos los miembros de la clase.

A partir de quinto grado, además de estos encargos y roles, los alumnos eligen delegados (un delegado y una delegada) que representan al grupo en diferentes situaciones y colaboran a gestionar las iniciativas del grupo para una mejor convivencia y aprovechamiento de la experiencia escolar. Estos delegados se reúnen periódicamente con las autoridades del Colegio para participar con sus propuestas y aportes, así como para contribuir a resolver eventuales conflictos o problemas.

Artículo 53°. Faltas de disciplina de los alumnos y sanciones aplicables:

a) Las siguientes son medidas disciplinarias, las cuales serán aplicadas procurando respetar la confidencialidad de los agresores, víctimas y espectadores: amonestación oral o escrita, asistencia al Colegio fuera de horas de clase, trabajo comunitario, prohibición de ingreso a clase, suspensión del Colegio, matrícula condicionada y separación del Colegio.

b) Son faltas graves de un alumno que pueden ocasionar la prohibición de ingreso a clase, suspensión del Colegio, matrícula condicionada y separación del Colegio, las siguientes:

b.1. Falta de respeto, ofensa, ultraje, calumnia o difamación del Colegio, sus autoridades, profesores o personal administrativo, tanto dentro como fuera de los locales del Colegio, en persona o mediante la utilización de cualquier medio telefónico, electrónico o informático. Esto incluye la creación de algún espacio en redes sociales donde se denigre o afecte el nombre del colegio, alumnos, profesores o cualquiera de sus miembros.

b.2. Reiterados actos de indisciplina que ya hayan ocasionado amonestaciones u otras sanciones.

b.3. Conductas intencionales de hostigamiento, acoso, discriminación, falta de respeto y/o maltrato verbal o físico a otro alumno o personal del Colegio, realizadas tanto dentro como fuera de los locales del Colegio, por cualquier medio, incluyendo los telefónicos, electrónicos o informáticos.

b.4. Conductas ilícitas sancionables de acuerdo con la ley.

b.5. Tenencia o uso de tabaco, cigarrillos electrónicos, sustancias alcohólicas o estupefacientes, bebidas energizantes o cualquier otra sustancia que la Dirección del colegio considere perjudicial, dentro de los locales del Colegio o durante actividades organizadas por el Colegio.

b.6. Reiteradas faltas leves, con una frecuencia de más de cuatro veces dentro de un trimestre.

c) Son faltas leves de un alumno, que pueden ocasionar la amonestación oral o escrita, asistencia al Colegio fuera de horas de clase y trabajo comunitario, las siguientes:

c.1. Incumplimiento del Reglamento Interno y disposiciones del Colegio no mencionadas en el literal anterior.

c.2. Uso de los símbolos o distintivos del Colegio sin autorización previa y por escrito.

c.3. Incumplimiento del código de vestimenta del Colegio.

c.4. Falta de cuidado en los modales y vocabulario.

c.5. Falta de cuidado de las instalaciones del Colegio, así como los materiales de trabajo propios y ajenos.

c.6. No cumplir con reparar el daño que cause al Colegio, su personal o a sus compañeros.

c.7. Incumplimiento de las responsabilidades que se le encomienden.

c.8. Impuntualidad o inasistencias injustificadas.

c.9. No informar a sus padres, tutores o apoderados sobre las evaluaciones, estímulos, medidas educativas y sanciones que reciba.

c.10. Inasistencia a las actividades y a las clases de nivelación que programe el Colegio.

c.11. Formar parte o ser seguidor de un grupo, red o cualquier medio físico o virtual en el que se denigre o afecte el nombre del colegio, alumnos, profesores o cualquiera de sus miembros.

d) El Colegio puede imponer la separación de un alumno del Colegio, además, en los siguientes casos:

d.1. Cuando considera que la falta de colaboración de los padres, apoderados y/o tutores, hacen imposible la corrección del alumno.

d.2. Cuando alguno de sus padres, apoderados y/o tutores hubiere cometido una falta, según lo establecido en el Artículo 56º.

Asimismo, el Colegio puede establecer rendimientos académicos mínimos bajo condición de separación del alumno o imponer esta sanción si considera que la falta de colaboración de los padres, apoderados o tutores hace imposible el cumplimiento de la labor educativa del Colegio.

e) El personal docente debe poner en conocimiento del Tutor(a) de Sección y del Director de Nivel respectivos las sanciones aplicadas. Los casos graves serán manejados por el Comité de Directores de Nivel. Los padres, apoderados o tutores deben ser informados a la brevedad de cualquier sanción.

f) La suspensión y la prohibición de ingreso a clase deben contar con el visto bueno del Director de Nivel, quien las comunicará a los padres, apoderados o tutores. La matrícula condicionada, así como la separación del Colegio deben ser propuestas por el Director General al Directorio, que es quien las decide. La aplicación de cada sanción depende de la gravedad de la falta y no supone necesariamente otras sanciones o medidas previas, aunque de haberlas serán tomadas en cuenta.

g) El alumno o sus padres, apoderados o tutores pueden pedir apelación o reconsideración de una medida educativa o de una sanción al Director de Nivel, si fue aplicada por un profesor, o por su Tutor(a) de sección; al Director General si fue aplicada por el Director de Nivel; o, al Directorio si fue aplicada por el Comité de Directores de Nivel. Mientras se resuelve la solicitud de apelación o reconsideración, la medida educativa o sanción puede quedar en suspenso, si así lo resuelve la instancia que tomó la medida disciplinaria. Lo resuelto en la segunda instancia es inapelable.

 

CAPÍTULO VII

DEL RÉGIMEN ECONÓMICO: PENSIONES Y BECAS.

Artículo 54°. Pensiones y Becas:

a) El Colegio fija el número, monto, fechas de pago y penalidades por mora de las pensiones y la matrícula de cada año escolar y proporciona dicha información con anterioridad a la matrícula dentro de los plazos y la forma que manda la ley. Dicha información es, además, visible siempre en la página web, incluyendo la evolución de dichos cobros en los últimos diez años.

b) El Colegio fija asimismo el monto de la cuota de ingreso, los plazos y formas de pago. En caso de retiro, se podrá solicitar a la subdirección administrativa la devolución de la parte correspondiente, según las normativas vigentes.

c) El Colegio otorga becas completas o parciales, hasta un monto fijado por el Directorio, a aquellos alumnos cuya situación económica comprobada les impide realizar o continuar sus estudios primarios o secundarios y que tienen buena conducta y rendimiento académico satisfactorio, en las condiciones que establece el Reglamento de Becas.

d) El Colegio informa cada año las medidas que toma por el atraso en el pago de sus obligaciones, de acuerdo con lo que las normas establezcan. No se emitirán los certificados de estudios de los grados que no han sido cancelados en su totalidad.

 

CAPÍTULO VIII

DE LAS RELACIONES CON LOS PADRES DE FAMILIA

Artículo 55°. Derechos de los Padres de Familia, Tutores o Apoderados:

a) Recibir trato digno y respetuoso.

b) Recibir la información pertinente y oportuna sobre los temas relativos a la educación de sus hijos.

c) Recibir la información pertinente y oportuna sobre las cuestiones administrativas que los afecte.

d) Ser recibido, previa cita, por la instancia pertinente en caso de presentarse algún problema en el proceso educativo de su hijo. Pueden solicitar citas por secretaría o por correo electrónico con cualquiera de las instancias y, de preferencia, respetando el orden de responsabilidades: profesor, tutor, coordinador, director de nivel o director general.

e) Participar del proceso educativo a través de las reuniones y actividades que el Colegio organiza.

f) Participar de la elección anual de los delegados de los padres de familia de la sección de su hijo.

Artículo 56°. Obligaciones de los Padres de Familia, Tutores o Apoderados:

a) Mostrar trato digno y respetuoso con todos los miembros del Colegio.

b) Mantenerse informados e informarse mutuamente, dado el caso, acerca de los asuntos pedagógicos y administrativos concernientes a su hijo en el Colegio.

c) Denunciar los casos de violencia, intimidación, hostigamiento, discriminación, difamación y cualquier otra manifestación que constituya acoso entre los estudiantes de los que tomen conocimiento y brindar colaboración para corregir tales actos, comprometiéndose a cumplir con la consejería que corresponda.

d) Cumplir con las medidas de protección y las medidas correctivas que pueda imponer o recomendar el Colegio.

e) Asistir a las reuniones obligatorias y a citaciones especiales que haga el Colegio.

f) Firmar y tomar nota de las comunicaciones y evaluaciones que el Colegio envía.

g) Apoyar a su hijo en el cumplimiento del Reglamento, especialmente en cuanto a su asistencia puntual a clases, horas de nivelación, estudio en casa y demás actividades.

h) Apoyar al Colegio en el proceso educativo, colaborando con las medidas pedagógicas que sean necesarias.

i) Cumplir puntualmente con los pagos anunciados en la circular de matrícula.

j) Cumplir con el Reglamento Interno y demás disposiciones del Colegio.

k) Respetar y cumplir las normas de los eventos en los participen representando al Colegio o acompañando a sus hijos en representación del Colegio. Esto incluye el respeto al personal, árbitros e incluso a los alumnos y padres de familia de los demás colegios participantes.

Artículo 57°. Faltas de los padres de familia, apoderados y/o tutores, sanciones aplicables:

a) Las siguientes son medidas disciplinarias, las cuales serán aplicadas en caso de incumplimiento de las obligaciones detalladas en el artículo anterior, procurando respetar la confidencialidad de los agresores, víctimas y espectadores: amonestación oral o escrita, prohibición de ingreso al Colegio o a eventos en los que participe el Colegio, separación de su hijo/a o representado/a del Colegio.

b) La sanción será impuesta por el Director General y los padres, apoderados o tutores pueden pedir apelación o reconsideración de una medida educativa o de una sanción al Directorio del Colegio. Mientras se resuelve la solicitud de apelación o reconsideración, la medida educativa o sanción puede quedar en suspenso, si así lo resuelve el Director General. Lo resuelto en la segunda instancia es inapelable.

Artículo 58º. La Directiva de la Asociación de Padres de Familia (APAFA), en el caso de existir, se reúne con el Director General por lo menos una vez al semestre a iniciativa de ésta. El Director General está facultado a citar a la Directiva de la Asociación de Padres de Familia cada vez que lo requiera.

Los Directores de nivel promueven la elección por votación de los padres y madres delegados en cada grado la noche de la primera reunión de padres del año. Luego se reúne con los delegados electos para acordar un plan de trabajo conjunto y establecer las formas de colaboración.

Cuando no se haya elegido una Directiva de la APAFA o esta no se encuentre activa, el Director General podrá convocar a una asamblea de delegados, por grados o conjunta, para tratar los temas que considere pertinente.

Artículo 59º. Las actividades de los alumnos no organizadas por el Colegio son responsabilidad exclusiva de sus padres, apoderados o tutores. En especial los viajes de promoción, los cuales no son organizados ni promocionados por el Colegio, eximiéndonos así de cualquier responsabilidad que pudiera derivarse de la organización o realización de tales actividades. El Colegio pone especial énfasis en la recomendación de no realizar viajes de promoción al extranjero.

 

DISPOSICIÓN FINAL

Artículo 60°. El Directorio interpretará en el caso necesario las disposiciones establecidas en este Reglamento y resolverá los asuntos no contemplados en él.

 

Lima, 2023.

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El administrador se reserva la potestad de determinar a su libre criterio, cuándo se produce la vulneración de cualquiera de los preceptos enunciados en el presente apartado por parte de los contenidos publicados por algún Usuario, así como la potestad de eliminar dichos contenidos del Sitio Web o la Aplicación.

En el caso en que un Usuario infrinja lo establecido en el presente apartado, el administrador procederá a realizar alguna de las siguientes acciones, dependiendo de la gravedad o recurrencia de la infracción:

1° Amonestación al Usuario.

2° Suspensión temporal de la cuenta del Usuario.

3° Cancelación definitiva de la cuenta del Usuario.

4° Acciones por responsabilidades civiles o penales.

Registro y responsabilidad contraseña

El Usuario podrá navegar por el Sitio Web o la Aplicación sin necesidad de registrarse en una cuenta. Sin embargo, en algunos casos se requerirá del registro y/o suscripción para acceder al Sitio Web o la Aplicación.

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Los Usuarios registrados y/o suscritos contarán con una clave personal o contraseña con la cual podrán acceder a su cuenta personal. Cada Usuario es responsable de su propia contraseña, y deberá mantenerla bajo absoluta reserva y confidencialidad, sin revelarla o compartirla, en ningún caso, con terceros. Cada Usuario es responsable de todas las acciones realizadas mediante el uso de su contraseña. Toda acción realizada a través de la cuenta personal de un Usuario se presume realizada por el Usuario titular de dicha cuenta.

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El administrador puede solicitar el cambio de un nombre de Usuario y contraseña cuando considere que la cuenta ya no es segura, o si se recibe alguna queja o denuncia respecto al nombre de un Usuario que viole derechos de terceros.

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La inserción de una imagen difundida en el Sitio Web o la Aplicación en una página no perteneciente a $business_name$, mediante la técnica denominada "inline linking", si ello no cuenta con la autorización previa y por escrito del titular.

Colegio Trener de Monterrico S.A. (Colegio Trener), con RUC 20269300141, domiciliada en Cal. las Limas Nro. 130, Urb. Valle Hermoso, distrito de Santiago de Surco, pone a disposición de los Usuarios su Política de Privacidad, de conformidad con la Ley 29733, Ley de Protección de Datos Personales, su Reglamento, aprobado por Decreto Supremo 003-2013-JUS, y sus normas modificatorias, ampliatorias y conexas.

 

A continuación, se señalan los tipos de datos que recopilamos, las finalidades y los encargados de su tratamiento, el tiempo que serán almacenados en nuestros bancos de datos personales, las medidas de seguridad implementadas y el procedimiento previsto para que los Usuarios web puedan ejercer sus derechos como titulares de los datos personales.

¿Qué datos personales recopilamos?

Colegio Trener recopila de los Usuarios sus nombres, apellidos, DNI, número de teléfono móvil, dirección domiciliaria, correo electrónico, usuario y contraseña, a través de nuestra página web. En el caso de trabajadores y postulantes a puestos de trabajo, podrán recopilarse, además, datos sensibles (relacionados a la salud). Esta información será almacenada en nuestros bancos de datos personales y tratada por plazo indefinido a partir de la fecha del inicio de la relación contractual respectiva.

Dicha información será remitida por los usuarios únicamente a través de los canales habilitados para dicho fin, como formularios de mensajes, formularios de compra o formularios de suscripción, para lo cual el usuario da por aceptada la presente política de privacidad. En ocasiones existen datos de carácter obligatorio con el propósito de identificar adecuadamente al usuario, así como obtener los datos necesarios para entablar una adecuada comunicación con el mismo y la remisión de productos a una dirección física específica.

La información personal de usuarios se utilizará con fines de carácter estadístico, comercial y publicitario, así como para mejorar el contenido del Sitio Web.

Los correos electrónicos suministrados se utilizarán para el envío de mensajes de contenido que pueda ser de interés específico de los visitantes tales como productos, servicios, promociones, ofertas, actualizaciones, encuestas y otros relacionados al Sitio Web. Estos mensajes de Mailing podrán ser enviados directamente por la administración del Sitio Web o a través de compañías mediante las cuales Colegio Trener realice el envío.

¿Dónde almacenamos sus datos personales?

Para el tratamiento de los datos personales, Colegio Trener ha creado los siguientes bancos de datos personales, de los cuales es titular y en los que almacenará los datos personales facilitados por los Usuarios:

 

BANCO DE DATOS PERSONALES

CÓDIGO

PDAPERS

RNPDP-PJP N.° 440

APADRES

RNPDP-PJP N.° 441

PROVEEDORES

RNPDP-PJP N.° 442

AALUMNO

RNPDP-PJP N.° 443

EXALUMNOS TRENER

RNPDP-PJP N.° 444

VIDEOVIGILANCIA

RNPDP-PJP N.° 445

BD REGISTRO INGRESO/SALIDA

RNPDP-PJP N° 12757

 

¿Cómo protegemos sus datos personales?

 

Colegio Trener ha adoptado medidas técnicas, legales y organizacionales necesarias para garantizar la seguridad y el adecuado procesamiento de los datos personales de los Usuarios, así como para evitar cualquier manipulación indebida, pérdida accidental, destrucción o acceso no autorizado de terceros. Colegio Trener hace de conocimiento que la información de los Usuarios no será comercializada, transferida ni compartida sin su autorización y, menos aún, para finalidades ajenas a las que se describen a continuación. No obstante, en la actualidad, ningún sistema es completamente seguro o libre de ataques, no siendo posible evitar totalmente la pérdida, mal uso, alteración, acceso no autorizado y robo de los datos personales o información confidencial proporcionada.

 

¿Para qué finalidades utilizamos sus datos personales?

 

Los datos personales que los Usuarios web nos proporcionen a través de la plataforma web serán utilizados para las siguientes finalidades, según correspondan:

 

  • En caso los Usuarios sean PDAPERS:

 

Manejar la información de los trabajadores que prestan servicios en el colegio para el control de las entidades administrativas y cumplimiento de obligaciones del empleador.

 

  • En caso los Usuarios sean APADRES:

 

Manejar la información de los padres de los alumnos inscritos en el colegio para comunicación de actividades, resultados, problemática y demás, generados del desarrollo de la función educativa, comunicación de obligaciones de pago.

 

  • En caso los Usuarios sean PROVEEDORES:

 

Manejar la información de proveedores para contacto y manejo tributario.

 

  • En caso los Usuarios sean AALUMNO:

 

Manejar la información de los estudiantes inscritos en el colegio para las actividades propias de la función educativa y obligaciones de pago.

 

  • En caso los Usuarios sean EXALUMNOS TRENER:

 

Mantener contacto con los exalumnos para promover beneficios, servicios y comunicar actividades que realiza el colegio.

 

  • En caso de VIDEOVIGILANCIA:

 

Vigilancia mediante cámaras de video, para la seguridad del establecimiento escolar y sus oficinas.

 

  • En caso de BD REGISTRO INGRESO/SALIDA:

 

Registro de las personas que ingresan a las instalaciones para el control por medidas de seguridad.

 

¿Quién puede acceder a sus datos personales?

 

Para cumplir con las finalidades antes indicadas, Colegio Trener podrá encargar el tratamiento de los datos personales de los Usuarios a terceros, que podrán estar ubicados dentro o fuera del territorio nacional. En el caso de transferencia de datos, ésta será posible dentro del territorio peruano, así como a nivel internacional en el caso del Banco de Datos AALUMNO. En estos casos, Colegio Trener garantizará que el tratamiento de tales datos personales se limite a las finalidades antes autorizadas, se mantenga confidencial y se implementen las medidas de seguridad adecuadas.

 

¿Cómo puede ejercer los derechos que la Ley le otorga sobre sus datos personales?

 

Como titular de sus datos personales, los Usuarios tienen derecho de acceder a sus datos en posesión de Colegio Trener; conocer las características de su tratamiento, rectificarlos en caso de ser inexactos o incompletos; solicitar sean suprimidos o cancelados al considerarlos innecesarios para las finalidades previamente expuestas o bien oponerse a su tratamiento para fines específicos.

 

Los Usuarios web podrán, en todo momento, revocar el consentimiento otorgado expresamente, tanto como limitar el uso o divulgación de sus datos personales.

 

En ese sentido, Colegio Trener reconoce y garantiza el ejercicio del derecho de información y de los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición (derechos “ARCO”) que a los Usuarios web, como titulares de sus datos personales, les asisten. Para ello, deben dirigir su solicitud al correo electrónico:

Para PDAPERS: fespinoz@trener.edu.pe

Para APADRES: informes@trener.edu.pe

Para PROVEEDORES: rmartine@trener.edu.pe

Para AALUMNO: informes@trener.edu.pe

Para EXALUMNOS TRENER: avidal@trener.edu.pe

Para VIDEOVIGILANCIA: sistemas@trener.edu.pe

Para BD REGISTRO INGRESO/SALIDA:

pchuman@trener.edu.pe / iromero@trener.edu.pe

Los usuarios que deseen dejar de recibir información y mensajes de Colegio Trener en su correo electrónico, podrán realizar la cancelación de la suscripción mediante los canales habilitados para dicho fin de forma que este quede excluido de la lista de contactos.

De igual manera, de haber realizado la cancelación de la suscripción, los usuarios que así lo deseen podrán renovar la suscripción mediante la remisión de su correo electrónico por los canales habilitados para dicho fin.

El Sitio Web utilizará la información estadística como género, edad, ubicación, dispositivos y otros, con el único fin de mejorar el contenido del Sitio Web y optimizar los anuncios publicitarios.

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Nuestro colegio tiene las inscripciones abiertas para el proceso de Admisión 2025 en adelante, con cupos limitados. Estamos felices de ser considerados como opción para la educación de sus hijos.


Los niños que postulen a Prekínder deben tener cuatro años cumplidos a más tardar el 31 de marzo del año en el que empiezan.

Matrícula 2024

Pensión 2024

Cuotas al año 2024

Costo Anual 2024

 

Inicial:
S/ 2,500.00
Primaria y secundaria:
S/ 2,600.00

 

Inicial:
S/ 2,500.00
Primaria y secundaria:
S/ 2,600.00

 

Inicial:
10 cuotas de S/
2,500.00
Primaria y secundaria:
10 cuotas de S/ 2,600.00

 

Inicial:
S/ 27,500.00
Primaria y secundaria:
S/ 28,600.00

Inscripción: 40%
Antes de matrícula del primer año: 30%
Antes de matrícula del segundo año: 30%

  • Se deberá adjuntar la copia de la constancia de pago de S/. 400.00, mediante depósito en cualquiera de las siguientes cuentas:

BCP Cuenta Corriente Soles 1940051411002

BCP interbancario 00219400005141100292

Scotiabank Cuenta Corriente 013-0000651

  • Este pago, por los servicios brindados durante el proceso de admisión, no es reembolsable ni transferible.

Los niños que ya ingresaron y cuya vacante ya haya sido confirmada, serán citados a una evaluación diagnóstica durante el año anterior al inicio de clases. Esta es realizada con el fin de que tanto el colegio como los padres y/o apoderados puedan lograr que la incorporación del estudiante sea realizada con éxito.

Esta evaluación es obligatoria y en caso el colegio realice alguna recomendación como resultado de ella, la misma será trasladada a los padres para que procedan según corresponda.

PK a 3.º: S/ 20,000.00
4.º a 6.º: S/ 16,000.00
7.º a 9.º: S/ 10,000.00
10.º a 11.º: S/ 8,000.00

Documentos obligatorios:

  • Fotocopia de DNI, Partida de Nacimiento, Carnet de Extranjería o Pasaporte del postulante.
  • Fotocopia del DNI, Carnet de Extranjería o Pasaporte de los padres y/o apoderados
  • Ficha de datos a ser entregada por el colegio – Formato A

Otros documentos para agilizar el trámite de postulación:

  • 4 fotos del postulante tamaño carnet
  • Constancia de asistencia y no adeudo del nido (solo si aplica)
  • Informe del Centro de Educación Inicial
  • Partida de matrimonio civil (solo si aplica)
  • Dos formatos B (Uno por padre/apoderado)
  • Formato C

- Los padres y/o apoderados que no presenten la documentación requerida como obligatoria o no participen en las entrevistas y/o reuniones en los horarios indicados, no podrán inscribir a su hijo/hija, y perderán su orden de prioridad. Tanto el convenio educativo, el reglamento interno como los demás documentos que proporciona el Colegio pueden ser descargados, completados con lapicero y enviados de manera virtual en una foto nítida o un escaneo.

- Una vez entregados y aprobados los documentos, se le brindará la información necesaria para el pago de S/. 400.00 por el trámite administrativo de postulación.

- La cuota de ingreso es S/. 20 000.00. Los hijos de exalumnos y de padres con hijos en el colegio tienen un descuento de S/. 2 000.00 y pagarán una cuota de ingreso de S/. 18 000.00. Esta cuota podrá estar sujeta a devolución, únicamente en los casos, plazos y forma señalados por las leyes vigentes.

- Es indispensable presentar la Ficha Única de Matrícula o el Código Modular del Educando una vez se dé el ingreso. Este documento es fundamental para la matrícula (existen algunas excepciones).

Nuestro colegio tiene las inscripciones abiertas para el proceso de Admisión 2025 en adelante, con cupos limitados. Estamos felices de ser considerados como opción para la educación de sus hijos. 
El colegio puede evaluar el ingreso de alumnos a otros grados que no sean los de nivel inicial. Dichos ingresos estarán sujetos a la disponibilidad de vacante y a la evaluación conjunta de la pertinencia del traslado.

Actualmente tenemos las siguientes vacantes en los grados señalados a continuación correspondientes al año 2022. Las postulaciones a los otros grados quedarían en lista de espera:

Prekínder Kínder 1° grado 2° grado 3° grado 4° grado De 5° hasta 10° grado 11° grado
5 Vacantes 5 vacantes 5 Vacantes 3 vacantes 1 vacante 3 vacantes 5 vacantes 3 vacantes

Matrícula 2024

Pensión 2024

Cuotas al año

Costo Anual

 

Inicial:
S/ 2,500.00
Primaria y secundaria:
S/ 2,600.00

 

Inicial:
S/ 2,500.00
Primaria y secundaria:
S/ 2,600.00

 

Inicial:
10 cuotas de S/
2,500.00
Primaria y secundaria:
10 cuotas de S/ 2,600.00

 

Inicial:
S/ 27,500.00
Primaria y secundaria:
S/ 28,600.00

Inscripción: 40%
Antes de matrícula del primer año: 30%
Antes de matrícula del segundo año: 30%

*En el caso de 10.° y 11.°: 100%

Documentos obligatorios:

  • Fotocopia de DNI, Partida de Nacimiento, Carnet de Extranjería o Pasaporte del postulante.
  • Fotocopia del DNI, Carnet de Extranjería o Pasaporte de los padres y/o apoderados
  • Ficha de datos a ser entregada por el colegio

Otros documentos para agilizar el trámite de postulación:

  • 4 fotos del postulante tamaño carnet
  • Partida de matrimonio civil (solo si aplica)
  • Libretas de notas del colegio actual (final del año anterior y la última recibida este año)
  • Constancia de buena conducta o carta de referencia del colegio actual
  • Constancia de no adeudo y récord de pagos al centro educativo actual, según formato entregado por el Colegio
En caso de traslados provenientes del extranjero, pero que hubieran estado antes en un centro educativo en el Perú, también deberá presentar la constancia de dicho centro educativo en el Perú.

 

PK a 3.°: S/ 20,000.00
4.º a 6.º: S/ 16,000.00
7.º a 9.º: S/ 10,000.00
10.º a 11.º: S/ 8,000.00

  • El costo de la inscripción es de S/ 400.00. Este pago puede hacerse mediante depósito en cualquiera de las siguientes cuentas: 

BCP Cuenta Corriente Soles 1940051411002

BCP interbancario 00219400005141100292

Scotiabank Cuenta Corriente 013-0000651

  • Este pago es por los servicios brindados durante el proceso de admisión, no es reembolsable ni transferible.
  • Los padres y/o apoderados que no presenten la documentación requerida como obligatoria o no participen en las entrevistas y/o reuniones en los horarios indicados, no podrán inscribir a su hijo/hija y perderán su orden de prioridad.
  • Una vez entregados y aprobados los documentos, se les brindará la información necesaria para el pago de S/. 400.00 por el trámite administrativo de admisión.
  • La cuota de ingreso estará sujeta a devolución únicamente en los casos, plazos y forma señalados por las leyes vigentes.
  • En el caso de alumnos que provengan de un colegio en el Perú, deberán presentar la ficha integral del educando y el certificado oficial de estudios. Los alumnos que provengan del extranjero deberán presentar el certificado oficial de estudios apostillado o legalizado por el Consulado Peruano que corresponda. En caso no presenten alguno de los documentos señalados no podrán matricularse y perderán la vacante.

Para cualquier consulta, puede contactarse con nosotros por teléfono al 981373722, de lunes a viernes de 8:30 a.m. a 1:00 p.m. y de 3:30 p.m. a 5:00 p.m., o por correo electrónico a admision@trener.edu.pe.

Cada promoción está agrupada en secciones paralelas. En el nivel inicial, el número de alumnos por sección es máximo 25; en el resto del Colegio el promedio es de 30 alumnos por sección, con un máximo de 32, únicamente en caso de eventualidades.
Desde PK y hasta segundo grado, siempre hay dos profesoras trabajando con los alumnos.
Desde inicial hasta tercero de secundaria, las clases se desarrollan en el “Trener 1”, nuestro local central.  Los alumnos de los dos últimos grados de secundaria asisten al “Trener 2”, local  que se ubica  a cinco cuadras de nuestro local central.  Ambas sedes cuentan con laboratorios, aulas especiales para todas las actividades escolares y áreas para deporte y recreación.
 

Cuota de ingreso escolar: S/ 20,000.00
Monto de la matrícula escolar: Inicial: S/ 2,500.00, primaria y secundaria: S/ 2,600.00
Monto de la pensión escolar:  Inicial: S/ 2,500.00, primaria y secundaria: S/ 2,600.00
Número de pensiones al año: 10

Costo anual: La suma de la matrícula más las diez pensiones, es decir, para inicial S/ 27,500.00 y para primaria y secundaria S/ 28,600.00.
La matrícula y las pensiones incluyen el servicio pedagógico en su integridad, apoyo fuera de aula (nivelaciones y asesorías grupales), útiles, materiales, banco del libro, paseos diurnos, el seguro de accidentes personales, entre otros.

¿La cuota de ingreso, matrícula y pensiones aumentan de un año a otro? La cuota de ingreso se mantuvo en S/ 18 000 en los últimos 9 años, pero a partir del 2024 va a ser de S/ 20 000. Las pensiones y matrícula sí aumentan anualmente. Este aumento ha oscilado en los últimos años entre el 4% y 9%, lo cual se determina en función a las necesidades del colegio y se comunica a los padres antes del fin del año escolar, dentro de los plazos establecidos por ley. Estas han sido nuestras pensiones en los últimos trece años.

Año Cuota de ingreso Matrícula Pensión Cuotas
2015 18,000.00 1,710.00 1,710.00 10
2016 18,000.00 1,860.00 1,860.00 10
2017 18,000.00 1,930.00 1,930.00 10
2018 18,000.00 2,020.00 2,020.00 10
2019 18,000.00 2,200.00 2,200.00 10
2020 *18,000.00 2,300.00 2,300.00 10
2021 *18,000.00 2,300.00 2,300.00 10
2022 18,000.00 Inicial: 2,100.00 Inicial: 2,100.00 10
Prim. Y Sec.: 2,300.00 Prim. Y Sec.: 2,300.00
2023 18,000.00 Inicial: 2,250.00 Inicial: 2,250.00 10
Prim. Y Sec.: 2,400.00 Prim. Y Sec.: 2,400.00
2024 20,000.00 Inicial: 2,500.00 Inicial: 2,500.00 10
Prim. Y Sec.: 2,600.00 Prim. Y Sec.: 2,600.00
*Hubo descuentos en años de pandemia

Año 2024

CUOTA MONTO PK y K MONTO 1.° - 11.° VENCIMIENTO
Primera cuota S/ 2 500 S/ 2 600 1 de abril 2024
Segunda cuota S/ 2 500 S/ 2 600 2 de mayo 2024
Tercera cuota S/ 2 500 S/ 2 600 3 de junio 2024
Cuarta cuota S/ 2 500 S/ 2 600 1 de julio 2024
Quinta cuota S/ 2 500 S/ 2 600 1 de agosto 2024
Sexta cuota S/ 2 500 S/ 2 600 2 de setiembre 2024
Sétima cuota S/ 2 500 S/ 2 600 1 de octubre 2024
Octava cuota S/ 2 500 S/ 2 600 4 de noviembre 2024
Novena cuota S/ 2 500 S/ 2 600 2 de diciembre 2024
Décima cuota S/ 2 500 S/ 2 600 20 de diciembre 2024

Estamos en proceso de obtener la autorización.

A lo largo de treinta años hemos tenido un programa educativo que se ha destacado por una secundaria bilingüe con alto nivel académico, que nos ha posicionado en las listas de excelencia de las universidades más prestigiosas del Perú y que nos ha permitido recoger comentarios de nuestros exalumnos respecto a lo bien preparados que se encuentran, a la capacidad que tienen para argumentar diferentes posiciones, al manejo de la carga académica, entre otros.

No obstante, en los últimos años, nuestros exalumnos han comenzado a mostrar un creciente interés en iniciar sus estudios superiores en el extranjero apenas concluyen el colegio. Si bien hasta ahora los chicos que han querido seguir sus estudios en el extranjero, lo han logrado sin problema, sabemos que tener el diploma del IB les sumaría en fortaleza para cualquier proceso de postulación. Como siempre dijimos, el colegio se interesa por abrir puertas a sus alumnos y es preocupación permanente que nuestros alumnos tengan las mejores oportunidades al momento de terminar la secundaria. 

Es por ello, que después analizar el tema durante los últimos años, en este momento consideramos que tener el Programa del Diploma del IB sería algo muy valioso para nuestros alumnos, razón por la cual tomamos la decisión de postular y ya somos un “colegio solicitante” del Programa del Diploma del Bachillerato Internacional. No sabemos el tiempo exacto que tomará el proceso de autorización, pero estamos trabajando para que sea lo antes posible.

Fomentamos en nuestros alumnos el hábito del trabajo y la convivencia ordenada. En un ambiente general de respeto al otro y a las normas, hacemos hincapié en la importancia de la disciplina y en el desarrollo de la autodisciplina.

Nuestro objetivo es hacerlos conscientes de sus responsabilidades y  llevarlos a reconocer  las ventajas de respetar las normas establecidas, en lugar de limitarnos a una imposición vertical de reglas.
 

Sí, contamos con varios especialistas en este departamento. En coordinación con el cuerpo docente, atienden la prevención, detección y corrección de problemas que pudieran presentarse, individual o grupalmente, durante el proceso educativo. Adicionalmente, nuestro servicio psicopedagógico organiza charlas y programas de orientación para padres y alumnos, relacionados con temas que revisten especial importancia en cada etapa de desarrollo.

La psicomotricidad y los deportes tienen un rol importante en nuestra propuesta educativa. Desde los primeros grados incentivamos el interés por practicar algún deporte. Nuestros alumnos pueden participar de los campeonatos de ADECOPA, asociación escolar a la que pertenecemos.

En primaria, las actividades deportivas se realizan en el local de Monterrico. Dado que el colegio cuenta con una sede deportiva de 23,000 m2 en Pachacamac, trasladamos una vez por semana a los alumnos de secundaria a ese local, donde tienen lugar sus clases de educación física y talleres como biohuerto, carpintería y escultura, entre otros. Nuestra sede de Pachacamac es, asimismo, aprovechada por los alumnos menores y la familia Trener en general, como marco de diversas actividades deportivas y recreativas.
 

Arte, música y deporte están cubiertos en el currículo, pero ofrecemos también la posibilidad de realizar actividades fuera de horario, tanto en éstas como en otras áreas. Así, cada alumno puede explorar a profundidad el área que desee.  Dado que estos talleres son voluntarios,  tienen un costo adicional.

En todo momento nos ocupamos de ayudar a nuestros alumnos a superar las dificultades que puedan surgir durante su educación. Para responder adecuadamente a los diferentes ritmos de aprendizaje, contamos con programas de nivelación como parte del servicio educativo: unos dentro del aula y durante el horario escolar; otros requieren horas adicionales de trabajo. En este último caso, si la nivelación se convierte en un servicio regular o individual, existe un costo adicional.

En los primeros años, los niños usan la computadora y otros dispositivos dentro del contexto de las diferentes actividades pedagógicas y asisten también a las aulas de cómputo con sus profesores. De este modo, a la vez que aprovechan estos instrumentos para un mejor aprendizaje, trabajan objetivos específicos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y logran dominar las herramientas que necesitan para el trabajo escolar.

El desarrollo del programa BYOD (Bring Your Own Device) en el Trener 2 y el de iPads en Trener 1 están permitiendo que, cada vez más, en todas las áreas curriculares, nuestros alumnos accedan a las herramientas más convenientes. Para estos fines, contamos con un Aula Virtual, más de 200 ipads, tres aulas de cómputo y computadoras en todas las clases conectadas entre ellas y con la Internet a través de acceso inalámbrico (WIFI) mediante un ancho de banda adecuado.

En Secundaria contamos, además, con un área curricular de Informática. En esta venimos fortaleciendo tres aspectos de las TIC que son de utilidad para todas las áreas académicas:

1) El uso de la nube para acceder a aplicativos, el almacenamiento de archivos a los que se puede acceder desde cualquier dispositivo conectado a Internet, y el trabajo colaborativo al compartir y sincronizar la información.

2) El diseño de algoritmos para analizar problemas y proceder a su codificación en algún lenguaje de programación como Scratch o Code.

3) El uso de softwares o aplicativos para procesar textos, hojas de cálculo, presentadores, diseño gráfico, programación y creación más edición de videos, entre otros.

Sí se trabaja el área de Educación Religiosa. En tercero y cuarto grado de primaria, el programa se centra en la preparación para la Primera Comunión. El área de Religión facilita a cada estudiante construir su identidad como católico y como miembro de la Iglesia. Asimismo, contribuye con un espacio adicional de reflexión que se suma a la educación en valores que brindamos. No obstante, se trata de una actividad que no necesariamente involucra a toda la promoción, dado que somos un colegio laico y no es requisito ser católico para ingresar.

Nuestros alumnos asisten regularmente con ropa de calle. Contamos con un código de vestimenta y un uniforme cuyo uso es obligatorio para las actividades de educación física, eventos deportivos y otras ocasiones especiales.

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A lo largo del calendario escolar, nuestros alumnos realizan diversas actividades enfocadas en el desarrollo y crecimiento de sus habilidades educativas y sociales.

Los viajes de estudio son buenas oportunidades para fomentar el crecimiento, además de ofrecer contextos para fortalecer los vínculos al interior de sus grupos y con sus profesores. Además, permiten un contacto especial con la riqueza y los problemas de nuestro país.

Participamos en diversas actividades internacionales, las cuales son parte de la formación que le damos a nuestros alumnos. Estas contribuyen en el desarrollo del estudiante, tanto a nivel personal como pedagógico.

La opinión de los padres, alumnos y exalumnos es muy importante para nuestra mejora continua. Aquí, encontrarás diversos testimonios de miembros de la familia Trener.

Nuestro programa de orientación vocacional inicia en décimo grado con diversas actividades que invitan al alumno a conocer un poco más sobre sus opciones profesionales.

Luego, en undécimo, nuestro Departamento Pisocpedagógico administra diferentes pruebas y visitas para que los alumnos sigan conociendo más sobre las carreras de su interés. Finalmente, durante una semana entera (Flavour Week) nuestros estudiantes son recibidos por profesionales de distintas carreras y campos laborales con el propósito de aclarar dudas, entrevistarlos y recoger sus experiencias en las carreras de su interés

El Model United Nations (MUN) es un proyecto liderado por estudiantes en el que, mediante técnicas de debate y negociación, representan a países miembros de los diversos órganos del sistema ONU.

Cada año publicamos la Revista Trener, que llega a sus manos para compartir con ustedes los acontecimientos y vivencias de nuestros alumnos y de toda la comunidad Trener.

Las circulares presentan temas y noticias de relevancia para todo el colegio.  

Los comunicados son asuntos de importancia para un grado en específico.

Aquí, encontrarás las últimas noticias relevantes tanto para los alumnos como para los padres y colaboradores de la familia Trener.

En esta sección, podrás leer acerca de diversos temas relevantes para la formación de tus hijos. Utiliza estos recursos de ayuda para el apoyo constante y en todos los ámbitos de su educación.

Nos encontramos ubicados en la urbanización Valle Hermoso de Monterrico, en el corazón del distrito de Santiago Surco, en un lugar de fácil acceso. Un centro educativo cerca a Casuarinas, cerca a La Molina, cerca a San Borja, cerca a Barranco y cerca a Miraflores.

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“El colegio no ofrece servicio de movilidad. Las referencias a las movilidades son meramente informativas y no implican ninguna recomendación, ni responsabilidad alguna compartida con el Colegio, siendo la contratación del servicio exclusiva responsabilidad de los padres.”

Sin embargo, el colegio apoya a los padres en este proceso, facilitándoles el contacto con las personas que se han inscrito debidamente en el colegio presentando la documentación respectiva, y cuyo servicio ha sido evaluado a través de encuestas a sus usuarios.

Por otro lado, las personas que ofrecen el servicio de movilidad se han organizado y establecido reglas que les permitan cumplir las condiciones que los padres y el colegio requieren. Esta organización implica la distribución de las movilidades por zonas y por niveles (inicial, primaria, secundaria). El colegio no interviene en la determinación de las tarifas que cada movilidad establece.

Sin embargo, el colegio sí ha dado ciertas disposiciones para las personas que ofrecen el servicio, las cuales se encuentran detalladas en el reglamento que está a disposición de ustedes en la secretaría y cuyo cumplimiento esperamos ayuden a supervisar. Una de ellas señala que los alumnos sólo pueden usar las movilidades de su nivel y no otras. Ello obedece a la necesidad de un buen cumplimiento de horarios, pero sobre todo a la pertinencia de que los niños menores compartan un espacio entre sí, de acuerdo a sus edades, como en recreos y otras actividades del colegio.

Si contratan una movilidad fuera de la lista, les pedimos que igual supervisen que cumplan el reglamento y los invitamos a presentarla para que forme parte de la lista autorizada. En la experiencia pasada las movilidades que no se presentan a la lista, generalmente son las que no desean cumplir con las formalidades y normas que las autoridades y/o el colegio exigen, con los consiguientes efectos negativos para el servicio.

Si no desea contratar movilidad, sino contactar otros padres para organizar un pool, pueden anotarse en la secretaría durante el mes de enero.

Finalmente, tomada la decisión sobre el transporte escolar de su hijo(a), deberán informar al tutor o tutora, usando el formulario que se les hará llegar en la reunión con ellos, el día de la matrícula.

Listado de productos y precios

Trener 1

PRODUCTOS

S/

Croissant

7.00

Pan con pollo

6.50

Mixto

6.50

Capresse

6.50

Butifarras

6.50

Triples varios

7.00

Hot Dog

5.50

Hamburguesa

7.00

Chorizo

7.00

Pastel de acelga

6.50

Pastel de choclo con carne

7.50

Pastel de choclo con queso

7.00

Causa rellena de pollo

9.00

Choclo con queso

6.50

Papa a la huancaína

7.00

Papa rellena

8.00

Lasagna de carne 1/2 kilo

17.00

Café

4.00

Café cortado

4.50

Café con leche

5.00

Vaso de chicha 10 onz.

2.20

Agua

2.20

Mates

2.00

Chocolate caliente

6.50

Jarra de café

13.00

Jarra de chicha 1 1/2 litro

13.00

 

 

 

TRENER 2

PRODUCTOS

S/

1. Salados:

 

Croissant de jamón y queso

S/6.00

Sándwich de pollo

S/6.00

Triples varios

S/6.00

Butifarra

S/6.00

Sandwich de palta

S/5.00

Sándwich mixto

S/5.00

Sándwich completo

S/6.50

Caprese

S/6.00

Sándwich de hot dog

S/5.00

Sándwich de chorizo

S/6.00

Hamburguesa

S/6.00

Pan con huevo

S/2.50

Pan con aceituna

S/3.50

Pan con queso fresco

S/3.50

Pan con pollo y palta

S/6.50

Empanada de lomo saltado

S/6.00

Entradas (varias)

S/5.00

Omelette  de queso y jamón

S/6.50

 

 

2. Dulces

 

Pie de manzana

S/4.00

Pie de limón

S/4.00

Torta de chocolate

S/5.00

Queque

S/2.00

Alfajor

S/1.50

 

 

3. Bebidas

 

Café

S/4.00

Café cortado

S/4.50

Café con leche

S/5.00

Mates

S/2.00

Agua

S/2.00

Refresco

S/1.50

Chocolate caliente

S/5.00

Jarra de chicha   (1/2 litro)

S/4.00

Jarra de café

S/12.00

Jugo de fruta  (jarra ½ litro)

S/6.00

Ensalada de fruta en bowl

S/5.00

Ensalada de fruta en bowl pequeño

S/3.00

Fresas con leche Nestlé

S/3.50

 

 

4. Otros

 

Gelatina

S/1.50

Mazamorra morada

S/3.00

Arroz con leche

S/3.50

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