¿Qué es la dificultad de procesamiento sensorial?

La dificultad de procesamiento sensorial es una condición en la que el sistema nervioso del niño se ve abrumado o desbordado al recibir una serie de estímulos del exterior que no puede procesar de manera adecuada. Estos niños se sobrecargan sensorialmente por la cantidad o intensidad de estímulos sensoriales a los que están expuestos, aunque para el resto de las personas estos estímulos puedan no ser percibidos como excesivos o demasiado intensos. Los estímulos a los que se hace referencia incluyen lo que el niño ve, escucha, toca, huele y saborea.

¿Qué es la dificultad de procesamiento sensorial?


La dificultad de procesamiento sensorial es una condición en la que el sistema nervioso del niño se ve abrumado o desbordado al recibir una serie de estímulos del exterior que no puede procesar de manera adecuada. Estos niños se sobrecargan sensorialmente por la cantidad o intensidad de estímulos sensoriales a los que están expuestos, aunque para el resto de las personas estos estímulos puedan no ser percibidos como excesivos o demasiado intensos. Los estímulos a los que se hace referencia incluyen lo que el niño ve, escucha, toca, huele y saborea.

Escrito por: Lic. Elaine Wolfenzon (Psicóloga Educacional) | 03-08-2023

Tiempo de lectura: 5 mins, 17 segs

La dificultad de procesamiento sensorial es una condición en la que el sistema nervioso del niño se ve abrumado o desbordado al recibir una serie de estímulos del exterior que no puede procesar de manera adecuada. Estos niños se sobrecargan sensorialmente por la cantidad o intensidad de estímulos sensoriales a los que están expuestos, aunque para el resto de las personas estos estímulos puedan no ser percibidos como excesivos o demasiado intensos. Los estímulos a los que se hace referencia incluyen lo que el niño ve, escucha, toca, huele y saborea.

Los niños con sobrecarga sensorial pueden tener dificultades para filtrar, procesar y responder adecuadamente a los estímulos sensoriales. Esto puede generar una variedad de indicadores y comportamientos, que varían de un niño a otro. Algunos ejemplos de estos indicadores o señales de alerta son:

  • Sensibilidad extrema: El niño puede reaccionar de manera intensa a ruidos más o menos fuertes, luces brillantes, texturas ásperas o incluso ciertos olores o sabores, aunque para las demás personas el estímulo no sea percibido como especialmente fuerte o intenso. Por ejemplo, es común que algunos niños puedan mostrarse sensitivos al tacto, lo que puede llevarlos a evitar algunas fibras, etiquetas en la ropa o incluso el contacto físico.
  • Evitación de situaciones: El niño puede evitar situaciones o lugares que le generen sobrecarga sensorial, por ejemplo, espacios que puedan tener mucho ruido o gente.
  • Comportamientos desafiantes: En algunos casos, los niños pueden presentar conductas evitativas desafiantes tales como berrinches o agresividad.
  • Dificultades en la concentración y atención: La sobrecarga sensorial puede impedir la concentración y la participación del niño en actividades cotidianas.
  • Búsqueda de estímulos sensoriales: De otro lado, algunos niños pueden buscar ciertos estímulos para obtener calma o satisfacción.

 

Es importante destacar que la sobrecarga sensorial puede estar presente en niños con algunas condiciones neurológicas o trastornos del desarrollo, como el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), la dificultad del procesamiento sensorial y otros cuadros. Sin embargo, también puede afectar a niños que no tienen ningún diagnóstico específico[1].

El tratamiento de la sobrecarga sensorial puede incluir la terapia ocupacional, que se enfoca en ayudar al niño a regular y procesar adecuadamente los estímulos sensoriales. Por su parte, los padres y educadores también pueden adaptar el entorno para reducir la cantidad de estímulos y proporcionar estrategias que ayuden al niño a manejar la sobrecarga. En general, si se sospecha que un niño puede experimentar dificultades en el procesamiento sensorial es importante consultar a un especialista para una evaluación y un plan de intervención.

¿Qué se puede hacer para apoyar a los niños con esta condición?

Hay varias estrategias que se pueden emplear para apoyarlos, entre ellas:

  • Observar y reconocer las señales: Estar atento a las señales de sobrecarga sensorial es fundamental. Observar cómo reacciona ante diferentes estímulos y registrar qué situaciones parecen serle más desafiantes.
  • Crear un ambiente tranquilo en casa: Para ello, puedes usar iluminación cálida o tenue y música de fondo (sin letra) o instrumental con un volumen bajo; así como evitar los ruidos innecesarios. Este espacio puede tener juguetes o actividades que le ayuden a autorregularse. También, el uso de tapones u orejeras pueden contribuir como paliativos.
  • Ofrecer opciones y promover el control: Proporcionar a tu hijo opciones para que tenga cierto control sobre su entorno. Por ejemplo, que elija la ropa que quiere usar o las actividades que quiere hacer, que pueda manejar el control remoto de los aparatos eléctricos para que aprenda a conocer y manejar la intensidad y el volumen que le acomoda, etc.
  • Enseñar estrategias de afrontamiento: Ayudar a tu hijo a aprender técnicas de respiración profunda, cerrar los ojos, a intentar concentrarse en él mismo y promover el que reflexione en sus sentimientos internos y pensamientos guardando la calma,  etc.
  • Fomentar la comunicación abierta: Anima a tu hijo a expresar cómo se siente y qué le resulta difícil, esto permitirá que entienda mejor sus necesidades y preocupaciones.
  • Planificar las salidas y actividades: Anticipar los detalles de las actividades ayudará a tu hijo a estar preparado y poder lidiar con la situación y le dará herramientas con tiempo. Por ejemplo, pueden llevar un kit con elementos reconfortantes, como audífonos con cancelación de ruido o juguetes sensoriales.
  • Buscar apoyo profesional: Si notas que la sobrecarga sensorial está afectando la vida diaria de tu hijo, es importante buscar a un terapeuta ocupacional u otros profesionales de la salud especialistas en trastornos sensoriales.
  • Educar a los demás: Ayudar a amigos, familiares y educadores a comprender las necesidades de tu hijo y brindarles herramientas para apoyarlo es una excelente forma de contribuir. La empatía y la comprensión son esenciales.
  • No hacerle sentir raro o diferente. Más bien es bueno tener presente que la hipersensibilidad infantil puede ser el anticipo de una capacidad extraordinaria de organización perceptiva que, bien conducida, sería la base para el desarrollo de habilidades y talentos extraordinarios.

Recuerda que cada niño es único, por lo que es importante probar diferentes estrategias y ajustarlas según las necesidades y preferencias de tu hijo. Tu apoyo, paciencia y comprensión serán fundamentales para ayudarlo a manejar la sobrecarga sensorial y tener una experiencia positiva en su entorno.

Referencias:

 

[1]WILMOT, Keri (2022)  Entender las dificultades del procesamiento sensorial En: https://www.understood.org/es-mx/articles/entender-dificultades-procesamiento-sensorial

También son conocidas como personas con alta sensibilidad (PAS). HERNANDEZ, Alicia (2023) "Saber que era una persona altamente sensible fue el gran cambio en mi vida" En: BBC Mundo extraído de https://www.bbc.com/mundo/noticias-64620904

 

 

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