Entre las pataletas y el autocontrol

El autocontrol implica regular nuestro comportamiento y emociones, reflexionando antes de actuar y considerando las consecuencias de nuestras acciones. En la infancia, los niños dependen de sus padres para desarrollar el autocontrol y manejar sus emociones, ya que ellos son los responsables de establecer normas y límites para una convivencia armónica en casa. En este contexto, es esencial que los padres actúen como modelos y enseñen principios estables a sus hijos para que aprendan a ser autónomos y responsables.

Entre las pataletas y el autocontrol


El autocontrol implica regular nuestro comportamiento y emociones, reflexionando antes de actuar y considerando las consecuencias de nuestras acciones. En la infancia, los niños dependen de sus padres para desarrollar el autocontrol y manejar sus emociones, ya que ellos son los responsables de establecer normas y límites para una convivencia armónica en casa. En este contexto, es esencial que los padres actúen como modelos y enseñen principios estables a sus hijos para que aprendan a ser autónomos y responsables.

Escrito por: Lic. Elaine Wolfenzon (Psicóloga Educacional) | 10-07-2023

Tiempo de lectura: 5 mins, 33 segs

El autocontrol implica regular nuestro comportamiento y emociones, reflexionando antes de actuar y considerando las consecuencias de nuestras acciones. En la infancia, los niños dependen de sus padres para desarrollar el autocontrol y manejar sus emociones, ya que ellos son los responsables de establecer normas y límites para una convivencia armónica en casa. En este contexto, es esencial que los padres actúen como modelos y enseñen principios estables a sus hijos para que aprendan a ser autónomos y responsables.  Esto no implica controlar su comportamiento o decidir constantemente lo que deben hacer, sino, por el contrario, permitirles reflexionar, elegir y actuar con responsabilidad, brindándoles orientación y alternativas.

Durante su crecimiento, los niños experimentan diversas emociones como tristeza, miedo, alegría, enojo, entre otras. Todas estas emociones son importantes y válidas, aunque la sociedad suele aceptar algunas más que otras. Sin embargo, es bueno estar consciente de que, si reprimimos estas emociones en los niños y no les permitimos procesarlas en su momento, se expresarán y saldrán de manera impulsiva y hasta destructiva eventualmente.

En muchas situaciones los niños pueden tener conductas inapropiadas y sentimientos de frustración o rabia. A veces, ellos recurren a llorar, patalear, golpear o gritar como formas de expresión para desafiar a sus padres, manipularlos en cierta medida, y satisfacer sus deseos rápidamente. En este sentido, es fundamental prevenir y trabajar desde temprana edad para crear espacios de aprendizaje, tanto en la escuela con los maestros y sus pares, como en la casa con los padres y sus hermanos, de manera que los niños puedan observar modelos adecuados y, poco a poco, aprendan a expresar sus emociones verbalmente y de manera adecuada.

En efecto, este proceso de adquirir autocontrol requiere educación y desarrollo, por lo que los niños pequeños no podrían lograrlo sin el apoyo de sus padres y de un entorno adecuado. En esta línea, es necesario darles dicho apoyo a los chicos, toda vez que lidiar con los sentimientos facilita el control de los impulsos, el manejo del estrés y la frustración. Asimismo, promueve relaciones interpersonales positivas, seguridad y una mejor autoestima.

¿Cómo fomentar el autocontrol?

Para ayudar a nuestros hijos a desarrollar autocontrol, es fundamental que aprendan a reconocer y aceptar sus emociones, así como a gestionarlas. También, deben cultivar la habilidad de identificar otros factores que afectan su estado de ánimo, como la falta de sueño, necesidades básicas insatisfechas o la sobreestimulación. Como adultos, es importante generar los espacios para que los niños puedan expresar lo que sienten y tengan libertad para explorar y comprender sus emociones.

Por otro lado, establecer límites claros, consistentes y coherentes proporciona estabilidad y orden a los niños, mostrándoles que no pueden manipularnos con pataletas o negociaciones interminables. Los hábitos y la rutina también juegan un papel importante en el desarrollo, ya que permiten que los niños prevean y organicen mentalmente sus actividades. Antes de que ocurra una pataleta, es crucial identificar las señales y enseñar al niño a reconocer esos indicadores que se presentan en la etapa previa a perder el control, así como los sentimientos asociados a ese momento. Si como adulto identificamos algunas señales de alerta es esencial intervenir verbalizándolo, brindándole cariño y ayudándolo a ver distintas alternativas de solución. Otra estrategia que puede funcionar es recurrir al sentido del humor o al contacto físico para calmarlo.

Finalmente, es recomendable tener paciencia y mantener la confianza, ya que ustedes como padres suelen ser excelentes maestros. Recuerden que, si desde temprana edad enseñamos a nuestros hijos a gestionar sus emociones y ejercer autocontrol, les estaremos proporcionando una herramienta valiosa para la vida. Es crucial crear un ambiente cálido en el que la comunicación y el diálogo sean prioritarios, estableciendo bases sólidas para desarrollar autonomía y responsabilidad. Sin embargo, lo más importante es lo que enseñamos a través de nuestro ejemplo, tanto en este aspecto como en muchos otros.


¿Por qué es frecuente que se presenten pataletas?

Las pataletas son explosiones de rabia y frustración que suelen ocurrir en niños pequeños cuando tienen dificultades para comunicarse. Al vivir en el presente, los niños tienden a buscar la satisfacción inmediata de sus deseos, lo que a veces los lleva a perder el control. Si bien las pataletas ocasionales pueden presentarse comúnmente en los niños, no debemos permitir que se acostumbren a responder de manera impulsiva y desafiante. Si surgen pataletas, debemos tratar de no perder la ecuanimidad y tratar de no darles más atención de la necesaria ni dejar que la pataleta “funcione” para lograr el objetivo de los niños.

¿Cuáles medidas o acciones podemos implementar cuando se presenta una pataleta? Aquí mencionamos algunas de ellas:

  1. Cuando estés hablando con el niño, evita elevar el tono de voz; al contrario, mantenlo bajo para que él también se calme y ninguno de los dos pierda el control.
  2. Ponte a su nivel para conversar con él, es importante que hagas contacto visual y le hables con cariño y firmeza.
  3. Nunca recurras a la agresión física para detener la pataleta, ya que esto le enseñará al niño que cuando está enojado debe golpear. Además, es una falta de respeto a su dignidad.
  4. Si la pataleta comienza fuera de casa, lleva a tu hijo a un lugar apartado para poder tener más tranquilidad al momento de hablar con él y lograr un mayor control de la situación.
  5. Abraza a tu hijo. Al principio, el podrá gritar y patear, pero luego se calmará. Mécelo suavemente hacia atrás y hacia adelante, actuando con serenidad y usando pocas palabras y simples.
  6. Intenta distraer a tu hijo con una experiencia agradable o utilizar el humor, pero sin pasar por alto la conducta inapropiada y los sentimientos que la acompañan. En esa línea, es conveniente esperar otro momento en el que el niño este calmado para poder reflexionar sobre el tema. 
  7. Preséntale alternativas para que se sienta más autónomo y gane seguridad.
  8. Después de demostrar comprensión, evita reforzar la conducta negativa del niño, ignore la pataleta y mantén la calma.
  9. Cuando el niño se calme, felicítalo por haber logrado tranquilizarse. Luego, puedes conversar con él sobre lo ocurrido cuando esté calmado.

Bibliografía:

  • ADAMO, Paula (2018). Por qué los niños hacen pataletas a partir de los 2 años (y 8 consejos para lidiar con ellas). En: https://www.bbc.com/mundo/noticias-45560294
  • ARCE Amalia (2020). El autocontrol y la regulación emocional en los niños: ¿cómo trabajarlos? En: https://monpediatric.com/autocontrol-regulacion-emocional-infancia/
  • FIGUEROA, Francisca (s/f). Pataletas: ¿qué son, y qué hay detrás de ellas? En:

https://medicina.uc.cl/publicacion/pataletas-que-son-y-que-hay-detras-de-ellas/

  • Guía para padres (2006). “Aprende jugando: educación Temprana y desarrollo Integral” Tomo 8: Autocontrol. El Comercio, Lima.
  • LANSKY, Vicki (1994). Ideas prácticas para padres. Ed. Medici, Barcelona.
  • LYFORD Alexander (2013). Pike, Ternura y Firmeza con los niños. Ed. Universidad Católica de Chile, Santiago.
  • NUREYA Abarca y ZANARTU Patricia (2010). Autocontrol en la sala de clases. Ed. Universidad Católica de Chile, Santiago.
  • RENSHAW, Karen (2012). El padre competente de la A a la Z. Ed. Medici, Barcelona.
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